La Serrezuela: el renacer de un coloso

Laura Cruz Cañón

Periodista

Hace 43 años la emblemática plaza La Serrezuela de la ciudad de Cartagena cerró sus puertas y el tiempo se encargó de consumirla y hundirla en el olvido. Ahora, su futuro es promisorio gracias a un proyecto que busca restaurarla y convertirla en uno de los lugares imperdibles del centro histórico de La Heroica y la protagonista en la reconstrucción de este monumento nacional será la madera laminada. 

En pleno centro histórico de la ciudad de Cartagena, en el barrio San Diego, se pueden ver las ruinas de un lugar que en el pasado fue un punto de encuentro para el esparcimiento y la cultura. Allí, en medio de la maleza, sobresalen los restos de una plaza de madera que en otro momento fue un circo teatro, la sede de festivales musicales y hasta una plaza de toros.

Se trata de La Serrezuela, un ícono olvidado de la ciudad amurallada que renacerá gracias a un proyecto de reconstrucción que le devolverá a este monumento nacional su estatus como uno de los lugares más atractivos de la ciudad.

Con una inversión estimada en 205 mil millones de pesos, la recuperación de La Serrezuela incluye la construcción de un complejo comercial a su alrededor de 29.500 metros cuadrados que albergará tiendas de lujo y restaurantes de primer nivel, negocios que permitirán la sostenibilidad económica del proyecto; mientras que la plaza será un centro de eventos.

La madera será la protagonista en la reconstrucción de La Serrezuela pues será el material que se utilizará para la recuperación de esta plaza, tanto a nivel estructural como ornamental. Con quinientos metros cúbicos de madera, aproximadamente, solo para la estructura del monumento, este proyecto será el que mayor volumen de madera estructural haya utilizado en Colombia.

La iniciativa es posible gracias a un grupo de inversionistas –liderados por Aarón Cohen, dueño de la Constructora A. Cohen que gerencia este proyecto– quienes compraron el terreno en 2014 y que según él, no han escatimado en recursos para que La Serrezuela sea un espacio que cumpla con los más altos estándares de calidad.

Este proyecto se diferencia de otros realizados en Colombia por los múltiples desafíos que presenta en términos de construcción y diseño, pues la totalidad de la materia prima será de alta tecnología y el equipo humano escogido para esta misión está conformado por destacadas firmas de ingeniería nacionales y extranjeras.

Además del potencial económico que vieron los inversionistas, pues, en Cartagena no existe un lugar que una la cultura, el entretenimiento y el comercio de la forma en la que lo hará La Serrezuela, los cartageneros también impulsaron la reconstrucción de la plaza mediante una acción popular que obligaba a la familia Vélez Daníes –propietaria del inmueble y a la alcaldía de la ciudad– para que le dieran vida nuevamente a este espacio que, por su mal estado, había afectado la estética del centro histórico.

La Serrezuela no solo será un proyecto comercial y cultural sino que también se espera, tendrá un impacto social importante en la comunidad. Durante la construcción del centro comercial, que iniciará en junio de 2015, y la recuperación de la plaza de madera, que empezará en el segundo semestre de 2016, los constructores trabajarán con mano de obra local, lo que según la Promotora A. Cohen generará 200 empleos directos y más de 1000 indirectos.

Auge caída y reconstrucción

La plaza La Serrezuela fue construida hace más de cien años, en 1893, y desde ese entonces se ha caído y se ha vuelto a levantar. Después de la Guerra de los Mil Días, fue desmontada y para 1908 los hermanos Vélez Daníes adquirieron el terreno en donde se encontraba y la reconstruyeron. En 1930 este punto de entretenimiento local volvió a abrir sus puertas y continuó con sus actividades ininterrumpidamente hasta 1972, año en el que dejó de funcionar como centro cultural y cayó en el olvido.

De esta historia de más de 100 años solo quedan los vestigios de la belleza de una plaza de inspiración árabe que perdió su brillo con el tiempo y que, a pesar del daño que sufrió, fue declarada monumento nacional en 1995.

Precisamente, por su alto grado de deterioro, La Serrezuela es considerado hoy un proyecto de reconstrucción; es decir, nada que de lo que queda de la antigua plaza será reutilizado en la obra.

La plaza tendrá la misma estructura de antaño, salvo dos modificaciones importantes: el tipo de madera estructural, que anteriormente era tropical y que se cambiará por madera laminada colada proveniente de bosques de reforestación de coníferas, y la otra reforma será el tipo de uniones que tendrá la futura estructura pues, antiguamente, se hacían ensambles en madera y las uniones eran acuñadas o clavadas, ahora se utilizarán uniones en acero diseñadas específicamente para utilizarlas en madera estructural.

La plaza fue un circo teatro, un espacio para diversas actividades culturales y una plaza de toros. La nueva Serrezuela será de tránsito libre para visitantes y volverá a ser un centro de eventos. Crédito: www.urbanismorepublicano.blogspot.com

De igual forma, en el diseño los constructores han contemplado hacer reformas menores en los tamaños de algunas escaleras y pasadizos para poder cumplir con lo establecido en la norma actual de sismorresistencia NSR 2010, en las normas de seguridad y contra incendios. El diseño actual de la misma es de Álvaro Barrera, uno de los arquitectos con mayor experiencia en restauración en Colombia y quien conoce bien la arquitectura del centro histórico de Cartagena, ya que ha trabajado durante años en la Ciudad Vieja en la restauración del Hotel Santa Teresa, el Museo Naval y la Casa Conde de Pestagua.

El proyecto La Serrezuela, incluido el centro comercial y la plaza, consta de una edificación de tres plantas que circundará la edificación en madera, construida con 18 mil metros cúbicos de concreto aproximadamente. Contará con un área aproximada de 9.000 metros cuadrados de locales comerciales, zona de comidas gourmet, y más 2.300 metros cuadrados de terrazas con fuentes ornamentales y miradores.

La antigua plaza de toros, que será estructural y ornamentalmente en madera, tendrá múltiples accesos desde todos los pisos del centro comercial a sus graderías o al ruedo. El centro de la plaza tendrá como atractivo una fuente de agua y luces. La plaza tendrá un área de 2900 metros cuadrados con capacidad para albergar a 1900 personas y costará quince mil millones de pesos, aproximadamente.

Una obra con grandes retos

Este proyecto ha planteado, tanto para inversores como para constructores, diversos desafíos económicos, de infraestructura y arquitectónicos propios de una iniciativa tan ambiciosa como esta que pretende cambiarle la cara a Cartagena. Uno de los más importantes tiene que ver con el terreno sobre el cual se va a construir, pues este debe someterse a los procesos de Dewatering y Waterproofing, los cuales controlarán los niveles de agua subterránea presentes en el terreno donde se encuentra ubicada La Serrezuela.

La antigua entrada del circo teatro mantendrá sus características de antaño y la plaza tendrá pequeñas modificaciones para cumplir con las leyes de sismorresistencia y contra incendios vigentes en el país. El centro comercial será levantado desde cero.

Para llevar a cabo este proceso, primero, los constructores harán la cimentación profunda que consiste en realizar una pantalla preexcavada en todo el perímetro del predio y pilotes desde el nivel del terreno. Luego, construirán la losa del piso uno sobre el terreno sin excavar para instalar, posteriormente, el sistema de Dewatering que empiece a abatir el nivel freático de agua y lo ubique por debajo del nivel de la losa de cimentación.

Después, los encargados empezarán la excavación en seco del terreno hasta el nivel de la losa de cimentación, excavando bajo la losa del piso 1 y construirán bajo la misma. Continuarán con la construcción de toda la estructura (columnas y demás losas aéreas) y, finalmente, cuando terminen de construir la estructura del edificio, desmontarán el sistema de Dewatering, y el nivel freático subirá el nivel bajo la losa de cimentación.

Vale señalar que es la primera vez que en Colombia se hace esta operación de Dewatering y Waterproofing para una construcción, de la cual está encargada la empresa Ferrer, filial de la compañía D&F Group de España, reconocida por su participación en la reconstrucción del Canal de Panamá. Realizar este proceso tendrá un valor estimado de 22 mil millones de pesos.

Este es al aspecto actual de la plaza La Serrezuela. Es un monumento nacional abandonado y en mal estado en el que solo crece la maleza.

Otros de los desafíos de la obra están concentrados en la plaza de madera que, aunque todavía se encuentra en etapa de diseño, es posible dar algunos detalles de cómo será su construcción. Según Jorge Briceño, gerente de Arquitectura & Ingeniería, firma encargada del montaje de la plaza, se utilizarán cerca de quinientos metros cúbicos de madera laminada colada proveniente de bosques de reforestación de coníferas, solo para la estructura.

Aunque todavía no se ha definido el proveedor, ni el tipo de pino que se empleará, Arquitectura & Ingeniería ya ha establecido contacto con un distribuidor francés para la madera laminada.

Existen varias razones para que los responsables de la obra se inclinaran por utilizar madera importada: en primer lugar, señalan los ingenieros de Cohen, esta materia prima es 50% más barata que el producto nacional; incluso señalan, sumando el valor del envío la nacionalización del producto y demás impuestos, la madera francesa sigue siendo 30% más barata, y añaden que su calidad es superior a la madera que puede encontrarse en Colombia.

En segundo lugar, explican, la madera francesa ya viene inmunizada lo que representa una ventaja en la medida que, la constructora no necesita buscar otro proveedor solo para la inmunización, como en el caso de comprar el material en Colombia.

Sobre este mismo tema existe una tercera consideración y es que la inmunización para la madera que actualmente se realiza en Colombia mediante el proceso de vacío-presión utiliza sales CCA y CCB, dos compuestos que no son sostenibles porque contienen arsénico y boro, elementos químicos tóxicos. En Francia, para la inmunización –proceso que se adelanta con tecnología de última generación– se emplean sales libres de contaminantes para preservar la madera.

Las dimensiones de las columnas serán de 25 x 25 y medirán entre 15 y 18 metros de altura. También habrán columnas especiales de 40 x 1.0 metro que se instalarán en los exteriores y que ayudarán a soportar las cubiertas de la plaza. Por sus características, trasladar las vigas de madera hasta Cartagena será un reto significativo si se piensa que un conteiner es mucho más pequeño. El ingeniero Jorge Briceño estima que, de no ser posible transportarlas completas, tendrán que dividirlas en secciones y luego hacer uniones.

Ornamentación, uniones y acabados

Para los pasadizos, escaleras y para las graderías de la plaza se tiene pensado utilizar tableros de madera de Acacia Mangium. Esta especie está disponible en Colombia y la firma Arquitectura & Ingeniería tiene proveedores en las ciudades de Córdoba y Medellín aunque no descartan que este tipo de madera sea importada de Chile porque, al igual que con la madera laminada, este producto es más barato y de mejor calidad en el exterior.

El único elemento de la plaza que no tendrá madera será el ruedo que, como será habilitado para eventos artísticos y culturales, necesita una cimentación mucho más resistente; por eso será una losa en concreto estructural y se utilizará un acabado pétreo con un despiece de pisos que re interpretarán la arena de la plaza de toros.

Será la obra en madera estructural más grande en Colombia. Su construcción junto con el centro comercial que la rodea ha conllevado retos a nivel arquitectónico y económico. Crédito: Cortesía

El escenario también contará con un set de luces y fuentes de agua como detalle ornamental. Algunos de estos elementos también estarán dispuestos en las zonas de mayor tránsito dentro de la plaza ya que se elaborarán con una combinación de tableros de madera, concreto y piedra granítica.

Otro punto sobre el cual este proyecto no ha escatimado en recursos es en las uniones para juntar la madera con los demás elementos de la obra. El centro comercial, que será en concreto, es la estructura que soportará la plaza. Las uniones que utilizarán en este caso serán de la marca italiana Rotho blass y tienen la particularidad de que están diseñadas, especialmente, para estructuras en madera.

Esta empresa ofrece un abanico de posibilidades de tornillos y platinas metálicas que pueden ser tanto de acero galvanizado como incluso de acero inoxidable. Estas uniones de alta tecnología tienen un diámetro menor en comparación con la tornillería convencional, su instalación es más rápida y fácil y soportan mayores cargas.

Otra de las características de estas uniones es que van a ser internas para protegerlas del clima cartagenero y porque, estéticamente, lucen mejor, pues se da la apariencia de que la madera se unió directamente con el resto de los elementos sin mediación de ningún otro material.

Para los acabados de la madera también se usarán materiales de punta como barnices de la marca alemana Kora que tienen varios beneficios como protección contra los rayos UV, protección contra insectos, tienen color y lo más importante es que penetran los poros y no los tapan, es decir, no crean una película como lo hacen las lacas.

Sobre este tema, también es importante destacar que los detalles propios de la estética neomudéjar (1) como las barandas, las balaustradas, las cornisas, las ménsulas y los arcos los van a realizar artesanos y ebanistas de escuelas-taller de Cartagena como parte de la contribución social que este proyecto le quiere hacer a la ciudad.

Fuentes

Aarón Cohen, Gerente, proyecto La Serrezuela. administracion@promotoraacohen.com

Jorge Briceño, Gerente, Arquitectura & Ingeniería.

www.laserrezuela.com.co/

Cita:

  1. Estilo artístico y arquitectónico que se desarrolló principalmente en la Península Ibérica a finales del siglo XIX y principios del XX. Las construcciones con estas características se asociaron especialmente a construcciones de carácter festivo y de ocio, como salones de fumar, casinos, estaciones de tren o plazas de toros de la época. La plaza de toros de las Ventas en Madrid es considerada como el máximo exponente del neomudéjar taurino.

 

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