Disminuyen las importaciones del sector mueble-madera por el alto precio del dólar y la desaceleración económica

Camilo Marín Villar
Periodista

El precio del dólar se ha convertido en uno de los factores más relevantes en la economía del país; en los últimos tres años la depreciación del peso alcanzó el 32%, lo cual ha traído tanto beneficios como algunas limitantes para la industria del mueble y la madera.

En primer lugar, la devaluación ha golpeado las importaciones del sector, pues ha encarecido los precios internacionales. Sin contar la maquinaria y los insumos, las importaciones de la cadena industrial del mueble y la madera en Colombia sumaron US$232,1 millones al cierre del 2016, lo cual representa una caída del 11% anual con respecto al 2015, este hecho acentúa la tendencia decreciente de las compras externas de madera maciza, tableros aglomerados y muebles en los últimos tres años.

Aunque este fenómeno obedece, principalmente, al alto precio de la tasa de cambio que aumentó los costos de los productos importados y ha convertido al colombiano en un consumidor más austero; también hay que considerar la desaceleración de la economía nacional y, en menor medida, la decisión de los industriales de esperar y aplazar sus inversiones.

Y es que la depreciación del peso, experimentada desde mediados del 2014, junto a un crecimiento del PIB nacional al cierre del año anterior de 2,0%; el más bajo desde la crisis internacional, han sido suficientes para que las importaciones de muebles descendieran en los últimos tres años un 32,4%; mientras que las de madera maciza cayeron 31,5%, y las compras de paneles y tableros se redujeron 16,1%, en igual periodo.

No obstante, hay otros aspectos en el sector maderero que comienzan a generar señales alentadoras a partir del efecto positivo de la devaluación; ya que el comportamiento de la actividad industrial ha mejorado gracias al crecimiento de la producción nacional y a la sustitución de algunas de las importaciones madereras; es decir, la industria colombiana está produciendo parte de los bienes que estaban siendo importados.

Según el Dane, al cierre del 2016 la producción real de la industria manufacturera presentó una variación positiva de 3,5% y, específicamente, la industria del mueble y la madera mejoró su producción en 1,0% frente a los resultados del 2015.

Adicionalmente, gracias al efecto positivo de la devaluación sobre las exportaciones, hoy hay un menor déficit en la balanza comercial del sector maderero; incluso, las exportaciones de tableros y paneles de madera en 2016 se mantuvieron constantes y alcanzaron los US$8,1 millones, con un leve incremento frente a las ventas registradas en 2015.

Como se observa, al igual que la mayoría de la industria nacional, el negocio maderero tiene el reto de seguir siendo productivo y rentable en medio de la constante volatilidad del dólar; atrás quedaron los precios de $1.700 por dólar, hoy la realidad es diferente y aún la economía está asumiendo ese impacto y acomodándose.

Algunos datos sobre el mueble y la madera

  • La Encuesta Anual Manufacturera de 2015 indica que la producción real de muebles nacional de todo tipo ascendió a $1,71 billones; a este monto hay que sumarle la manufactura de somieres y de colchones que cerró en $722.146 millones. De otro lado, la fabricación y la transformación de la madera y sus productos sumó $1,06 billones.
  • Según la Superintendencia de Sociedades en Colombia hay registradas 4.781 empresas como fabricantes de muebles. Por su parte, bajo el segmento de transformación de la madera y fabricación de productos de madera hay 1.867.
  • De acuerdo con el Dane el sector del mobiliario ocupa el quinto lugar entre los negocios con mayor número de establecimientos y el séptimo como mayor generador de empleo en la industria manufacturera nacional. Las empresas de muebles tienen una participación de 3,5% en la generación del empleo a nivel nacional, con 22.858 puestos.
  • Sin contar la maquinaria y los insumos, las importaciones de la cadena industrial del mueble y la madera en Colombia sumaron US$232,1 millones al cierre del 2016, lo cual representa una caída del 11% anual con respecto al 2015; este hecho acentúa la tendencia decreciente de las compras externas de madera maciza, tableros aglomerados y muebles en los últimos tres años.
  • China sigue siendo el país desde donde más se importan muebles en Colombia; en el 2016 se importaron US$37 millones en muebles desde el país asiático, sin contar con las compras de sillas y de asientos que sumaron US$53,8 millones adicionales. Las sillas del tipo giratorias de altura ajustable es el rubro que más llega desde China.
  • Con una participación del 10%, Estados Unidos ocupa el segundo lugar en el ranking de proveedores de muebles para Colombia al sumar compras por US$11 millones; desde el mercado estadounidense llegan, especialmente, muebles de metal y mobiliario médico. Otros proveedores fueron Italia con el 5% de participación, Brasil (5%), España (4%), y Alemania (3%).
  • En 2016, las importaciones nacionales de tableros aglomerados sumaron un poco más de US$135 millones. Se destacan las compras desde Ecuador que ascendieron a US$58 millones, por lo que este país se consolida como el mayor proveedor de tableros con el 43% del total importado; le siguen Chile con US$25,4 millones, Brasil con US$21,8 millones y China con US$11,1 millones.
  • Actualmente, Colombia tiene 58,9 millones de hectáreas de bosques naturales y 600.000 hectáreas de plantaciones comerciales. El consumo per cápita de madera en Colombia es de 13.38 metros cúbicos por cada 1.000 habitantes; cifra que es muy baja comparada con la de Chile (315,88 m3) o la de Ecuador (54,72 m3).
  • Según Fedemaderas, la demanda de madera nacional asciende a cuatro millones de metros cúbicos al año y tan sólo se producen 2.7 millones; por ello la industria ya está impulsando la plantación de más hectáreas de árboles, con el fin de prevenir la deforestación indiscriminada que en 2015 acabó con 124.000 hectáreas de bosque natural.
  • Durante el 2016 se ejecutaron $30.000 millones a través del Certificado de Incentivo Forestal (CIF), recursos con los cuales se atendió el banco de proyectos de reforestación que tiene el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro). Para este año se tienen asignados $21.000 millones.

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