Por: Jose Luis Ordóñez Jiménez
Periodista

Entre las consignas que comienzan a generalizarse en el mundo están que la madera no produce desperdicios, y que una buena práctica de recuperación puede llevar a un ejercicio rentable en lo social, ambiental y económico. Sin embargo, en el ámbito local, este ideal requiere de la organización del sector industrial maderero para proponer nuevas alternativas de mercado que sean rentables. 

En septiembre de 2005 la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), publicó el estudio, Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales, donde indicó que unos 129 millones de hectáreas de bosque –lo que representa una superficie del tamaño aproximado de Sudáfrica– se han perdido en el mundo debido a la deforestación en los últimos 25 años.

La preocupación que generan datos como los revelados por la FAO ha llevado al desarrollo de diversas iniciativas en pro de la conservación de los bosques y de la madera, como la de proteger áreas naturales; la preservación de especies en vía de extinción; el uso de madera legal, y el reúso de la madera.

El proceso de recuperación de la madera urbana permite que el material obtenido sea convertido en mobiliario tanto decorativo como funcional.  

Esta última es una práctica que ha tomado fuerza en Europa y Estados Unidos, que comienza a extenderse en América Latina, y que hace referencia a los residuos producidos por diferentes industrias dentro de las ciudades –como los retales provenientes de carpinterías, la madera resultante de demoliciones y podas de árboles, o de los carretes usados para el transporte de cables, entre otros–, los cuales pueden ser reutilizados.

En este sentido, han surgido entidades como el FSC (Consejo de Administración Forestal) que tiene por objetivo «promover un uso ambientalmente apropiado, socialmente benéfico y económicamente viable de los bosques del mundo», así como fomentar la reutilización de los residuos de madera como una fuente viable de post-consumo.

Dichos objetivos han sido adoptados por países como Italia, Bélgica y Gran Bretaña por medio de planes de recolección y transporte de residuos de madera, lo que les ha permitido la reutilización del insumo en porcentajes del 95 %, 70 % y 52 %, respectivamente(1), y les ha valido para perfilarse como referentes en un tema que, en el caso colombiano, hasta ahora está presentando sus primeros visos de implementación y desarrollo.

Las iniciativas que diferentes países han desarrollado en este tema, sirven como punto de partida para plantear alternativas aplicables a nivel local, y con ello, lograr un debido aprovechamiento del mal llamado desperdicio de madera; disminuir la presión en la explotación de los bosques; obtener un suministro más económico y desarrollar nuevas fuentes de trabajo.

Aprovechamiento de los residuos de madera en el mundo

La madera urbana tiene grandes aliados en países como Italia, Bélgica, Gran Bretaña y España, entre otros, en donde, según la publicación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros en España, ANFTA2 el consumo europeo anual de madera se estima en ciento sesenta millones de toneladas, de los cuales un 9%, aproximadamente quince millones de toneladas, se recuperan cada año.

La madera recuperada en estos países es utilizada para la fabricación de estibas para embalaje; tableros aglomerados; muebles; estructuras para la construcción; biomasa para la generación de energía; para la fabricación de vivienda para animales domésticos o en establos; y para el diseño en zonas interiores de casas y delimitación de zonas verdes y parques.

La Federación de Empresas de Tratamiento y Reciclaje de Residuos de Madera (BAV, por sus siglas en alemán) estima que en Alemania se recogen anualmente más de seis millones de toneladas de residuos de madera, e importa anualmente más de un millón de toneladas, debido a que la demanda anual del insumo en este país se encuentra entre los seis y siete millones de toneladas, para la producción de energía renovable.

Por su parte el Reino Unido produce aproximadamente cinco millones de toneladas anuales de residuos de madera provenientes de desperdicios urbanos que, según lo expuesto por la Asociación de Recicladores de Madera de Reino Unido (Wood Recyclers Association, WRA)2, tienen como destino la industria de la producción de tableros, productos para animales (principalmente camas), productos de horticultura y combustible para la generación de energía renovable.

Otro de los referentes en el tema es España que, según datos publicados en la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2009 procesó 1.932.322 toneladas de residuos de madera, de las cuales el 90% fueron recuperadas, tan solo un 9% fueron depositada en vertederos y un 1% incineradas; lo que demuestra una tendencia de recuperación en aumento si se tiene en cuenta que en ese país, para 1998, el mercado de la madera recuperada apenas llegaba a las 400 mil toneladas anuales.

Panorama de aprovechamiento en Colombia

Si bien, el uso de la madera urbana crece como tendencia en diferentes partes del mundo, este tema no tiene la acogida deseada en el país pues, según lo expuesto por el estudio ‘Aprovechamiento de los Residuos de la Madera y su Posible Reutilización en Fabricación de Biomasa generada en Bogotá’ 3, “en la capital las empresas transformadoras de madera y fabricantes de muebles producen un 30% de desperdicios, por cada tonelada de madera consumida, el cual no es aprovechado”.

El estudio resalta que la mayor parte de los residuos terminan su vida útil en botaderos de basura o vertederos, o son utilizados para la fabricación ilegal de carbón vegetal, práctica que contamina el aire y se transforma en un serio problema de carácter social y ambiental.

Los centros de acopios de madera con maquinaria para procesarla es una alternativa efectiva para el aprovechamiento de los residuos urbanos.

Este panorama, que es recurrente en diferentes ciudades de Colombia, revela que el reciclaje de madera tiene en el país un potencial importante en la medida que existe una gran cantidad de insumo que puede ser reutilizado; pero para ello también es necesaria la implementación de propuestas de y para los productores y generadores que conviertan la práctica del aprovechamiento, en permanente.

Las podas de árboles en la ciudad generan material que, de no ser debidamente recuperado y procesado puede llegar a basureros y vertederos, y generar altos niveles de contaminación ambiental.

Crear puntos de acopio

Uno de los principales inconvenientes para el procesamiento de los residuos de madera es su transporte, pues las empresas que utilizan madera urbana para sus procesos de producción deben recoger el material (empresa por empresa), llevarlo a un centro de almacenamiento y posteriormente transportarlo a la planta de tratamiento.

Este procedimiento de traslado del insumo implica una alta inversión económica, lo que no hace rentable recoger material disperso y alejado de las plantas de tratamiento; por lo que optimizar este proceso sería el primer paso para un aprovechamiento efectivo.

Para ello, es necesario crear puntos de acopio en las ciudades que cuentan con zonas industriales que producen diariamente madera residual, y destinar contenedores en los que las empresas productoras puedan depositar sus residuos a cualquier hora del día y de esta manera no acumular innecesariamente.

Estos contenedores, al llegar a su máximo nivel de capacidad, serían transportados directamente por las empresas procesadoras, con una mejora tanto en los tiempos como en los costos de transporte. Además, los centros de acopio se convertirán en una alternativa favorable para las empresas generadoras que actualmente no tienen un destino adecuado para depositar sus residuos.

Otra opción de acopio centralizado es posible si se establecen alianzas entre las empresas generadoras y quienes procesan la madera para fijar puntos de recolección en cada compañía que genere residuos, con contenedores los cuales serían facilitados por las empresas procesadoras.

Este sistema, utilizado por la compañía Primadera –primera planta de tableros MDP del país que cuenta con reciclaje de madera– ha resultado altamente efectivo si se tiene en cuenta que actualmente, para almacenar, clasificar y disponer debidamente los residuos de madera, cada empresa generadora debe contar con un lugar de almacenamiento y personal dedicado a esta labor, lo que se traduce en una inversión económica alta por el número de trabajadores y el tiempo que se invierte para ello.

Javier Rico, gerente de Triplex Omega, quien cuenta con este servicio en alianza con Primadera, resalta que “este proceso alivia económicamente nuestra compañía, pues no debemos invertir en transporte o personal extra para realizar la labor, y la disposición cumple con la reglamentación establecida”.

Además, dicha iniciativa crea una opción para los generadores quienes, por norma, les corresponde realizar una debida disposición de esta clase de residuos, lo que le permite cumplir con la Norma Técnica Colombiana NTC 16923 que establece los lineamientos a seguir por parte de las empresas que generen residuos especiales, entre los que se encuentra la madera, para no incurrir en sanciones por la mala disposición de los mismos.

La creación y masificación de estos centros de depósito de residuos de madera puede establecerse por medio de iniciativas locales, a través de las cuales diferentes industrias se unan para disponer de contenedores en los que se acopie el material de manera fácil, segura y apegada a la norma.
En cualquiera de los dos casos, la organización del sector nacional es el punto de partida para crear iniciativas que son ya rutinarias, aceptadas y aplicadas de manera óptima en diferentes países de Europa desde hace décadas y con resultados sobresalientes.

La generación de biomasa, que optimiza los residuos de madera, es una tendencia creciente en el mundo.

• Madera astillada

Una compañía dedicada al procesamiento de madera urbana, que debe transportar retales de madera, troncos resultantes de podas, estibas o vigas que no poseen un tamaño estándar, no puede aprovechar el espacio en su medio de transporte y deben realizar varios desplazamientos para transportar todo el material; lo que eleva los costos de carga por el número de veces que debe viajar del punto de recolección a la planta de tratamiento.

También se da el caso que en los puntos de acopio, la madera es depositada sin ningún tipo de tratamiento, y el volumen de espacio que ocupa en el medio de transporte es mayor al que representaría si el material estuviera astillado.

Por ello, una de las alternativas para optimizar el transporte, sería que cada punto de acopio contara con un centro de astillaje en el cual procesar la madera recolectada, lo que permitiría transportar mayores volúmenes de madera por cada viaje beneficiando la logística de recolección de la madera urbana.

Dicha iniciativa podría generar oportunidades de trabajo en cada punto de recolección puesto que la maquinaria requerida para procesar la madera tendría trabajo permanente.

Las anteriores son alternativas posibles para la organización de la industria, modelos sobre los que el gremio debería comenzar a pensar para hacer un mejor uso de la madera, más allá de los usos convencionales, y para alcanzar un real aprovechamiento industrial, económico y ambiental.

Por ejemplo, una zona industrial organizada en cuanto a la recolección y el tratamiento de sus residuos de madera puede llegar a vender su material a industrias transformadoras; un negocio atractivo para las empresas productoras y las que requieren del insumo por cuanto lo reciben procesado y listo para transportar, y pueden ahorrar costos de transporte para invertirlos en la compra de nuevo material.

Por otra parte, crear nuevos centros de acopio con madera procesada, no sólo permitirá tener mayores volúmenes de insumo para transportar, sino contar con material en mejores condiciones para generar productos como la biomasa, que tienen como característica el uso de madera residual en la producción de pellets con bajos contenidos de humedad (entre el 4,0% y 8,0%), lo que aumenta su eficiencia de combustión, comparado con el 20 a 60% de humedad que contiene la madera.

Al no contener pegamentos, barnices ni otros productos químicos, la emisión de CO2 de los pellet o briquetas, es neutral, lo que contribuye al mejoramiento del medio ambiente; además, por ser un producto renovable el precio no está sujeto a variaciones como en el caso de los combustibles derivados del petróleo 6.

Dicha industria, que no ha tenido un fuerte desarrollo en el país, se constituye en una oportunidad con futuro prometedor, siempre y cuando se optimice la recuperación y uso de la madera. Para ello, las compañías deben generar alianzas que permitan maximizar el proceso de recuperación y disminuir el porcentaje de material que se pierde y, que en casos extremos, contamina el medio ambiente.

En este sentido, las prácticas para el mejoramiento en el proceso, la creación de políticas que motiven a diferentes eslabones para que hagan parte de la cadena de recuperación, disposición y procesamientos correctos, y la adopción de tecnología para el procesamiento de la madera urbana pueden generar una actividad económica rentable, con nuevas oportunidades de trabajo para las industrias vinculadas, y un sensible mejoramiento de la calidad de vida en el planeta.

Citas
Madera Urbana: Experiencias, Retos y Oportunidades en el Reciclaje de la Madera. Presentación Feria de Mueble y la Madera. Marzo 2016
Diseño metodológico para la clasificación de productos recuperables de los residuos de madera, orientado a potenciar enfoques de gestión, producción y consumo más sostenibles. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Madrid 2012.
Aprovechamiento de los Residuos de la Madera y su Posible Reutilización en Fabricación de Biomasa Generada en Bogotá. Tesis de grado presentada por Rubén Darío Canastero Ríos de la Facultad Tecnológica Ingeniería de Producción, Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Para conocer más sobre la Norma Técnica Colombiana NTC 1692, puede consultar el artículo ¿Qué hacer con los residuos de la madera: aprovechar o pagar?, publicado en la edición número 90 de la revista M&M.
Biodiésel fabricado a partir de madera. www.eleconomista.es/ecomotor/motor/noticias.
Todo lo relacionado con la industria de los pellets se encuentra en el artículo, Pellets: Energía Limpia con Buen Futuro, de la edición número 83 de la Revista M&M.

Fuentes
Andrea López Navarro, Primadera. anlopez@primadera.com
Javier Rico Quiroga, gerente Triplex Omega S.A.S. gerencia@ triplexomega.com
Wilson Pérez, gerente de la empresa Reciclaje Savilla. reciclajesavilla@hotmail.com
www.eltiempo.com – www.plastico.com – www.eleconomista.