La nueva generación de guillotinas para puertas

Están desde hace 70 años en el mercado europeo pero llevan menos de cinco en la escena nacional y han ganado terreno por sus valiosos servicios para el confort y la seguridad. Son guillotinas diseñadas para amoldarse a cualquier necesidad de aislamiento y hoy forman parte de los complementos indispensables para los proyectos arquitectónicos que buscan estar certificados.

Alexandra Colorado Castro – Periodista M&M

No hay elemento por sencillo que parezca que no pueda sufrir una evolución para ser y servir mejor. Ese podría ser el precepto que acompaña a este elemento, discreto pero útil, instalado en toda clase de puertas desde hace décadas pero que actualmente se presenta, renovado, como una novedad en el mercado nacional. Se trata de una nueva generación de guillotinas en polímeros elásticos, como las tradicionales, pero cuyos servicios se han ampliado para cumplir funciones muy específicas, con mayor eficiencia y con interesantes adiciones técnicas y tecnológicas.

De las sencillas en servicio y apariencia, utilizadas para disminuir corrientes de aire, como guarda polvo o para evitar la entrada de insectos hacia áreas habitacionales, se ha pasado a unas más complejas, que pueden garantizar total aislamiento y confort en un espacio o incluso ayudar a salvar vidas. Hoy, no solo son una barrera física puesta en la puerta, sino que sellan eficientemente el espacio entre ésta y el piso evitando el paso del ruido, de la luz y de partículas de polvo, llegando a insonorizar y a impedir la filtración de humo o del fuego en caso de incendio por un determinado tiempo, características que las han convertido en elementos imprescindibles en las construcciones modernas.

La siguiente es una mirada a las variedades, características, aplicaciones de este complemento en herrajes que, aunque relativamente nuevo, será de demanda, consumo e instalación frecuente, y obligada en algunos años en nuestro país, auguran los expertos en este campo.

Un tipo para cada necesidad

En esta nueva generación de guillotinas –que por sus variaciones podrían ser considerados, sistemas– aparece una amplia variedad de opciones para diferentes usos pero todas, en general, constan de un perfil en aluminio de 30 mm de altura provisto de un fieltro fabricado de distintos materiales según la aplicación; una lengüeta o banda de silicona de alta calidad integrada al perfil, que es la responsable del aislamiento; y un pin que activa el sistema. El principio de funcionamiento es sencillo. El mecanismo de la guillotina, instalada en la puerta, se activa cuando su pin lateral tiene contacto con el marco y baja la lengüeta de silicona; cuando el pin se separa del marco, sube la lengüeta; es decir, la guillotina sólo sella con la puerta cerrada.

Entre las características técnicas de estos productos está que garantizan un aislamiento acústico de entre 42 y 55 decibeles, cubren espacios de luz –entre puerta y piso– que van desde 5 mm hasta 27 milímetros,
ofrecen un cerramiento silencioso de accionamiento unilateral y dan la posibilidad de nivelación automática en suelos imperfectos. Precisamente, la posibilidad de adaptase a cualquier tipo de suelo es una de sus grandes ventajas en la medida que no solo cubre lisos, con su silicona en forma de ‘U’, sino desnivelados e irregulares con una lengüeta amoldable, tipo cortina, que toma la forma del piso.

Vale indicar que el sistema, aunque cubre los 18 mm estándar de todas las guillotinas, ofrece una ventaja adicional y es permitirle al usuario subir o bajar gradualmente la silicona o lengüeta, regular su altura, girando el pin de la guillotina a través de una llave; es decir: cubre hasta 27 mm en piso ondulado o 22 mm en piso recto según la guillotina escogida, sólo con girar el pin pues en cada giro bajara o subirá cuatro milímetros. Además cuentan con un fieltro fabricado en material orgánico –fabricado en una tela, tipo lana especial conformada por laminación y pensada, adecuada para aplicación en humedad y calor– que hace la diferencia con los sellos tradicionales del mercado, y que distinguen los fabricantes a través de colores: gris para acústica y cortahumo, y rojo para las cortafuego.

Estos últimos garantizan una acción retardante del fuego hasta de treinta minutos (1). Vale señalar que aunque todas prestan el mismo servicio, dependiendo del tipo y grosor del material de la puerta y del lugar en donde ésta sirva, es el tipo de guillotina. Así, las hay para puertas de madera (la de mayor demanda en el mercado nacional e internacional), para puertas de metal, PVC y de vidrio, y para las puertas tipo plegables, correderas, curvas, batientes y de doble hoja. Las guillotinas también varían en espesores y en longitudes: de 13 mm para las puertas convencionales de paso y de 8 mm para las puertas más delgadas, como las de baño (2), y de 6.0 metros de largo (6.000mm), máximo, con la alternativa, para el instalador, de cortar el perfil según su necesidad, pero respetando la recomendación del fabricante.

Al respecto, Ilba Luz Peña –gerente general de Itaka Hardware S.A.S, empresa importadora y distribuidora de herrajes para la industria del mueble– explica que el sistema está diseñado con unos rangos que permiten el corte en el perfil sin que se dañe la guillotina. “Según la guillotina, algunas pueden ser acortables 100mm o 125mm. Si tengo una puerta de menos de 1000 mm, debo comprar una guillotina de 1050  m y cortarla hasta la medida anterior, hasta 950mm; eso me da un rango de 950mm a 1050mm sin que el mecanismo que la acciona, se afecte”. Según señala Ilba Luz Peña, la idea de comprar un perfil largo y seccionarlo a conveniencia es un error en el que pueden incurrir los compradores.

La instalación

La instalación de cualquiera de las guillotinas en cualquier puerta, señala Ilba Luz, es sencilla y básicamente hay dos tipos. Está el sistema de colgar; es decir aquella que se pasa lateral por una ranura hecha previamente, debajo y a lo largo de la puerta y que se asegura al borde con platinas a los extremos; y está el de atornillar –que también necesita de ranurado– y que se fija con tornillos por debajo de la puerta.
El primero ofrecen como ventaja que la guillotina puede ser cambiada o reemplazada sin necesidad de que sea obligatorio el desmontaje de la puerta, pues solo se desasegura de los extremos, se saca lateralmente y se reemplaza; mientras que el segundo –aunque mucho más estético que el primero pues no se nota– obliga a retirar la puerta para instalarla o desinstalarla; de allí que los vendedores recomienden la puesta de esta guillotina antes del montaje de la puerta en sitio.

Existe una tercera forma de instalación, ya no inserta, para los casos en que el usuario tiene sus puertas instaladas y no desee desmontar ninguna, ni hacer ranuras ni procedimiento alguno, y es una sobrepuesta, montada al borde de la puerta y cubierta por un zócalo que facilita notablemente el proceso. A nivel estético, las guillotinas son productos discretos  pues nunca quedan expuestos, bien porque van instaladas dentro de la puerta o porque pueden ser cubiertas por un zócalo que para integrarse a los espacios puede tener un acabado aluminio o ser de color negro.

Adicional, la guillotina puede ir –o debe, opina Ilba Luz– acompañada de un empaque o burlete de poliuretano que se instala alrededor del marco de la puerta para garantizar el sello total. “Cuando utilizo una guillotina es importante instalar ese empaque en los otros tres lados de la puerta para evitar que quede un espacio que, aunque pequeño, no es conveniente porque puede favorecer la entrada de luz o la circulación de aire”, recomienda. Dicho empaque lo ofrece el fabricante para pegar, cuando el usuario no desea realizar ranuras, o para colocar a presión –sin el uso de adhesivos– aunque en cualquiera de los dos casos la recomendación es que se instale en puertas nuevas ya que ocupa al menos 4 mm, espacio imposible de ampliar en puertas ya montadas.

Los kit de las guillotinas incluyen todos los accesorios necesarios para la instalación: platinas, tornillos, llaves para regular la altura de la silicona, pasadores para puertas dobles, y los protectores para el marco de la puerta que evita que el pin que hace contacto con ella, desgaste la madera.

Ventajas: Comodidad y seguridad

Pero ¿cuáles son los beneficios que se obtienen del uso de este sencillo sistema?, la gerente general de Itaka Hardware S.A.S, explica.

“Hay un mejoramiento de la calidad de vida tras su instalación y tras el hecho de sellar una puerta porque estas guillotinas –lo que no pasa con gran parte de las básicas del mercado– evitan totalmente la filtración de factores molestos o inconvenientes como el ruido, favorecen la estanqueidad del polvo, aísla los olores desagradables como el humo de cigarrillo, las corrientes de aire; además que prestan servicios valiosos en situaciones o lugares específicos”, afirma Ilba Luz Peña. En efecto, señala que son útiles en los hoteles para garantizar a los huéspedes total silencio y oscuridad en sus habitaciones; así como lo son en cualquier residencia porque, dependiendo de las condiciones, sirven al usuario: En climas cálidos impiden el ingreso de animales rastreros; en temporada de lluvia frenan el paso de agua a las casas, e incluso pueden favorecer ahorros energéticos importantes para los negocios y las viviendas.

De hecho, una de las razones por las cuales tienen una altísima demanda desde hace varios años en Europa es porque garantizan el óptimo funcionamiento de los sistemas de aire acondicionado en la medida de que impiden que escape el aire caliente o frío que producen, lo mantienen estable y evitan demandas de energía adicionales y por ende, sobrecostos. Junto con los perfiles, casi obligatorios en condiciones climáticas o ambientales extremas (inviernos y veranos), las guillotinas son en algunas zonas, elementos imprescindibles. Finalmente, para el caso de las puertas de los baños, tienen un fieltro especial que permite el paso de aire desde el exterior hacia el cuarto pero no la salida de olores, y una medida de perfil delgado para esta aplicación específica.

Un mercado promisorio

Pese a que esta nueva variedad de guillotinas suma más de setenta años en el mercado europeo, con gran éxito comercial, solo llegaron al país hace aproximadamente cuatro años y se comenzaron a distribuir por incremento en la demanda hace un año, según afirma Ilba Luz, a razón del endurecimiento de las normas de seguridad y ecológicas para construcciones, especialmente en construcciones comerciales y hoteleras. “El hotelero, por ejemplo, es uno de los sectores que más las demandan porque las actuales normas lo exigen y el hecho de que sean capaces de ahorrar energía y de detener el fuego las hace indispensables en proyectos civiles que desean estar certificados; varios de los hoteles más importantes en la costa caribe colombiana ya las usan”, explica la gerente de Itaka.

Otros sectores que han mostrado interés en su demanda han sido el hospitalario para salas de Rayos X; los constructores para salas de juntas, de reuniones o para las oficinas de altos directivos y en general, para
una amplia variedad de nuevos proyectos arquitectónicos en los que se planea la instalación de puertas nuevas y por ende, de guillotinas. Igualmente son usuarios los laboratorios químicos, los estudios musicales,
de ensayo y de grabación; las iglesias cristianas que las instalan para no pasar los límites de ruido permitidos en el código de policía y evitar que los sonidos de sus actividades incomoden a terceros, y por quienes se encargan de adecuar los salones de conferencias de centros de convenciones, hoteles, universidades y complejos sociales.

“Es que las guillotinas son funcionales no solo porque sellan, sino porque que garantizan las condiciones para desarrollar una actividad dentro del espacio de forma segura, en lo acústico, y de confort en lo climático; sus ventajas y diferenciales son más amplias de lo que puede imaginarse”, asegura Ilba Luz Peña. Actualmente empresas europeas son las principales fabricantes de esta avanzada variedad de guillotinas, competencia para las hechas en otras regiones del mundo como Estados Unidos, México o China –algunas más económicas (3)– pero que, en muchos casos, no todas cumplen con especificaciones de calidad o servicio, no ofrecen las garantías sobre el material de fabricación, ni cuentan con las certificación de calidad ISO 9001, ISO 14001y/o UL cortafuegos de las primeras.

“En Europa, las guillotinas no son un producto suelto, tienen la misma importancia de las bisagras y las cerraduras, incluso los europeos invierten más en tener una de calidad porque la consideran un  complemento fundamental en el sistema de puertas. Ahora mismo nosotros, aquí en Colombia, vendemos más guillotinas que bisagras y cerraduras tanto para empresas que consumen volúmenes importantes como para otras que demandan cantidades moderadas”, afirma la gerente de Itaka. También afirma que los fabricantes de estas guillotinas ofrecen de unas ventajas industriales interesantes dado que están en la capacidad de lograr altos volúmenes de producción, de garantizar su productos por casi 10 años y de hacer entregas en tiempos cortos –10 días, entre pedido y fabricación– sin importar el volumen del pedido o la especificación en tamaño, medida o tipo de producto.

Para los fabricantes locales de puertas –muchos de ellos exportadores para el sector hotelero en Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe– la aparición de las nuevas guillotinas en el mercado nacional les representa también una oportunidad para actualizar su oferta, para ajustarla a la normatividad y los requerimientos de la escena internacional, ofrecer diferenciales, y ganar nuevos clientes que exigen productos no solo funcionales sino debidamente certificados. En suma, se trata de productos sencillos pero novedosos y con propósito, que han evolucionado a la par con las puertas –elementos de arquitectura interior fundamentales que necesitan complementos también de avanzada– y que están diseñados para ser especificados y permitirle al constructor o fabricante de elementos arquitectónicos  cumplir con las normas de un mercado más exigente.

Cita:

1) Las exigencias de tiempo en materia de resistencia al fuego, para estos elementos, depende del área donde estén ubicados, en las clínicas normalmente exigen 90 minutos, en las puertas normales exigen 30 minutos.
2) Los espesores convencionales de las puertas oscilan entre 20 y 25 mm para las de baño y entre 25 y 35 mm para puertas de paso.
3) Mientas las guillotinas tradicionales –de entre 1.000 mm y 1.200 mm –están en el mercado, por el orden de los veintitrés mil pesos, las adhesivas y en cerca de cuarenta mil, las de atornillar; las nuevas alcanzan –de 90 mm, que son las más demandadas– los cien mil pesos.

Fuente:
• Ilba Luz Peña. Gerente general de Itaka Hardware S.A.S. itk@itakahardware.com

Fotografías:
• Planet.


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