Encolador de enchapadora de cantos: Un buen mantenimiento vale más que mil reparaciones

Por: Joe Silva González

Periodista

Hacer un mantenimiento periódico al encolador de la enchapadora de cantos es una práctica elemental a la que no se le presta la debida atención, aunque realizarla sí previene incurrir en los altos gastos de reparación. Conozca los problemas más comunes que tiene esta unidad de la máquina, además de las causas y cómo evitarlos.

Existen enchapadoras de cantos para piezas rectas y curvas que pueden ser automáticas o manuales, con las cuales la industria busca mejorar los rendimientos de la producción, minimizar el desperdicio del pe-gante, disminuir el tiempo de pegado y aumentar la cantidad de metros en-chapados. En ambos tipos de máquina, el adecuado mantenimiento de la unidad del encolador –también conocido como calderín– es fundamental para su óptimo desempeño.

La unidad de encolado está compuesta por una vasija en la que se deposita el pegante (calderín), resistencias que transmiten calor a este recipiente, un distribuidor de cola que consta de un rodillo grafilado que dispensa el adhesivo y dos ductos de retorno; además de una llave dispensadora a través de la cual se gradúa la cantidad de pegamento a aplicar.

El éxito en el pegado del canto está ligado al adhesivo (hot melt), del cual existen diferentes clases y cuya elección, de acuerdo al tamaño del producto y a la cantidad de piezas a elaborar, puede variar. 

“Las enchapadoras utilizan pegante sólido hot melt, éste se deposita en el calderín y se vuelve líquido mediante el calor transmitido por las resistencias. Luego, el adhesivo sube a través del rodillo que humecta el canto (o tablero según la maquinaria) para hacer la unión. La pieza es transportada en una banda y el pegado se realiza en aproximadamente siete segundos”, explica Fernando Guarín, técnico en enchapadoras de cantos de Aristizábal Y Jinete, empresa que ofrece maquinaria para la transformación de la madera y sus derivados.

El éxito en el proceso de pegado del canto está directamente ligado al adhesivo (hotmelt), del cual existen diferentes clases y cuya elección –de acuerdo al tamaño del producto y la cantidad de piezas a elaborar– puede variar. En el mercado existen ad-hesivos con carga que son los más económicos y tienden a carbonizarse rápido, y sin carga como los transparentes y traslúcidos.

En el proceso también es necesaria la verificación de la temperatura adecuada para calentar el hotmelt ya que en las enchapadoras manuales es entre 130 °C y 160 °C, y en máquinas automáticas entre 180 °C y 210 °C.

Otro aspecto importante de los hot melt es la relación que tiene el seca-do del pegante con la velocidad de la máquina. Maritza Sánchez, gerente de la com-pañía Stemac distribuidora de adhe-sivos industriales, explica que “en una enchapadora manual se usa un adhe-sivo de velocidad lenta y temperatura baja, y en la automática varía según la especificación de velocidad y tempe-ratura. El tiempo de pegado también depende de la clase de máquina: si es manual, el tiempo abierto es más lar-go que el de las automáticas por las velocidades que manejan”.

Los expertos también recomiendan trabajar con pegantes que ofrezcan garantía, porque los adhesivos de baja calidad se queman más rápido, pierden sus propiedades, tienen una adhesión deficiente y reducen la vida útil del calderín casi a la mitad porque debe recibir mantenimiento completo con mayor frecuencia.

Todos los puntos señalados son definitivos para programar la producción y operar las enchapadoras.

Problemas frecuentes del encolador

El encolador de las enchapadoras de cantos tiene unos tiempos de-terminados para recibir mantenimiento aunque, por descuido, numerosas empresas no lo realizan oportunamente. Entre las recomendaciones está su limpieza periódica dado que las partículas –como residuos de canto, polvo o mugre que encuentra el pegante en su paso desde el calderín hasta el distribuidor de cola– se van acumulando y adhiriendo a diferentes piezas de la unidad de encolado, o regresan al calderín contaminando el pegante, lo que ocasiona menor rendimiento del adhesivo, obstrucción de los ductos de retorno, daños a otras unidades de la máquina y que, por ende, el producto final salga defectuoso.

A causa de la falta de mantenimiento en esta unidad, es posible, incluso, que la enchapadora detenga su funcionamiento debido a que cuando los ductos del distribuidor de cola –que permiten el retorno del adhesivo sobrante al calderín– se tapan interna-mente, el pegante se bota fuera del encolador. El adhesivo puede pasar entonces a la caja de transmisión donde se mezcla con grasa y crea una argamasa que, una vez fría, se pega a los elementos de transmisión (piñones y demás), aumenta la carga del sistema, activa el guarda motor y de-tiene el sistema de encolado.

Si se presenta este tipo de daño, y para reparar el calderín, es necesario recuperar el sistema completo, lo que obliga a bajar la caja de transmisión de la máquina y limpiarla, meter los piñones y demás elementos de transmisión en thinner, o muchas veces aplicarles calor con pistola, a 200 grados Celsius, para aumentar la fluidez del adhesivo y facilitar su desprendimiento de los componentes afectados.

ale señalar que el calentamiento de las piezas puede causar cambios en su geometría, por lo que se recomienda su realización con precaución; igualmente se deben cambiar rodamientos, empaques, reemplazar piezas y volver a lubricar.

“Un encolador tiene un precio alto. Una empresa gran-de cuenta con dos calderines para rotarlos, pero si a una compañía mediana o pequeña sufre el daño de su único encolador deben detener la producción. Por lo general las empresas llaman al área técnica cuando la enchapadora ya se frenó. Si no se ha afectado el sistema de transmisión y sólo es limpiar el encolador, el mantenimiento se puede hacer en un día. En el caso de que se haya daño en la caja, al menos tres días tarda la reparación, allí hay que tener en cuenta el valor diario de mantenimiento”, explica el técnico de Aristizábal Y Jinete.

Según la experiencia del departamento de post venta de la firma Eurosierras, compañía distribuidora de maquina-ria y equipos para la industria mueblera, se han identificado tres casos diferentes de actividades correctivas a grupos encoladores.

El primer caso cubre a las empresas que tienen buenas prácticas de mantenimiento y realizan actividades preventivas a su sistema con una frecuencia adecuada de cuidado general, el cual se hace en instalaciones de servicio técnico de su proveedor; en este caso consumiría 8 horas/hombre calificado, más los insumos asociados a la limpieza de componentes.

Cuando los ductos del distribuidor de cola, que permiten el retorno del adhesivo sobrante al calderín, se tapan internamente, el pegante sale por fuera del encolador pues no tiene por donde drenar; el adhesivo puede, entonces, pasar a la caja de transmisión.

Un segundo caso aplica para las prácticas deficientes de cuidado de la máquina, malas rutinas de lubricación y limpieza, y baja frecuencia de mantenimiento realizada en instalaciones del servicio técnico del proveedor; este grupo consumiría 13 horas/hombre calificado, insumos para la limpieza de componentes, refacciones y un tiempo de espera prolongado debido a reparaciones con terceros.

En el tercer caso la falta de protocolos de limpieza y lubricación es total y no existe el hábito de mantenimiento con el proveedor de la maquinaria. Aquí la solicitud de servicio es una actividad reactiva que surge a raíz de un atasca-miento en el sistema de transmisión y sistemas auxiliares. Este grupo demandará en promedio 21 horas/hombre calificado, insumos asociados a la limpieza de componen-tes, un promedio de $1.120.000 en refacciones además de aumentos importantes en los tiempos de entrega del encolador reparado por terceros.

Mantenimiento de la unidad de encolado

Una vez por semana debe retirarse el pegante del calderín, el cual puede estar quemado o tener partículas contami-nantes por diferentes causas, una de las más comunes, el nivel desbordado de adhesivo ya que cuando se llena la va-sija del encolador por encima del tope se genera suciedad y derramamientos. Por el contrario, un calderín con nivel bajo impide que el rodillo se humecte y ocasiona que el adhesivo se queme prematuramente por recalentamiento

La cantidad de pegante recomendada para depositar en el recipiente del encolador, es de un kilo por día, aproximada-mente, de tal forma que se gaste en su totalidad.

Base del rodillo grafilado del distribuidor de cola contaminada por pegante. El rodillo grafilado hace parte del distribuidor de cola del calderín; a través de éste sube el pegante que humecta el canto (o tablero según la maquinaria) para hacer la unión.

La remoción semanal del pegante de la vasija del encolador, se debe realizar graduando la temperatura del calderín en 100 grados centígrados; luego se insertan dos palos en el recipiente con adhesivo y se deja enfriar para que se solidifique. Al día siguiente se tiene que ajustar nuevamente la temperatura del calderín a 100 grados centígrados, así el adhesivo se despegará por los lados de la vasija y antes de que se vuelva líquido, se deben halar los dos palos para que salga el bloque de pegante; la vasija quedará limpia.

Debido a que la mayoría de fabricantes de enchapadoras utilizan recubrimientos antiadherentes como teflón en sus unidades de encolado, para facilitar el desprendimiento del pegante, es de vital importancia usar materiales blandos no ferrosos para remover el adhesivo sobrante del calderin; el emplear materiales con cierta dureza puede afectar considerablemente la capa de teflón y dificultar procedimientos de limpieza posteriores.

Además del mantenimiento del calderín cada ocho días, mensualmente es necesario bajar la unidad de encolado de la enchapadora, destaparla y llevar a cabo una limpieza interna del distribuidor de cola, aplicando varsol o alcohol industrial al rodillo grafilado y a los ductos de retorno para que drene adecuadamente el pegante. Asimismo, se aconseja cada seis meses enviar el encolador al área técnica de la compañía donde la empresa compró la enchapadora de cantos.

Se recomienda una vez por semana retirar el pegante de la vasija del encolador; mensualmente desarmar la unidad de encolado para limpiarla y, una vez por semestre, enviarla a mantenimiento, al área técnica de la compañía donde se compró la enchapadora.

Cuando se llena la vasija del encolador con pegante por encima de su tope se genera suciedad y derramamientos; por el contrario, un calderín con nivel bajo  impide que el rodillo se humecte y ocasiona que el adhesivo se queme prematuramente por recalentamiento.

Las rutinas de mantenimiento del encolador requieren lubricantes con características que permitan someterlos a altas temperaturas; es decir, las grasas utilizadas para esta operación deberán tener puntos de goteo superiores a 200 grados Celsius. La omisión de estas actividades o el uso de productos inapropiados pueden causar fallas en los elementos rodantes que producirán desgastes prematuros en los alojamientos de estos (ejes y soportes) con afectación directa al sistema de sellado del rodillo grafilado a la cámara de transmisión, lo cual concluirá con filtración de pegamento a dicha cámara y con la afectación de los demás elementos contenidos en esta.

De otra parte, también es importante –para prevenir que la unidad de encolado se contamine– que la enchapadora tenga un extractor lo suficientemente poderoso que absorba el excedente de madera y de partículas que genera el proceso de pegar el canto a la madera.

Igualmente, es clave la ubicación de la enchapadora en la fábrica o taller, y en este sentido conviene alejar estas máquinas de las áreas de corte y lijado pues la viruta y el aserrín de madera no sólo disminuyen la adherencia del canto en el sustrato, sino que, además, penetran en los componentes mecánicos de los equipos y los afectan.

En conclusión, los empresarios de la industria del mue-ble deben contemplar el adecuado mantenimiento del calderín de la enchapadora más como una inversión que como un gasto, planear los tiempos de mantenimiento de la unidad de encolado para todo el año, y, de esta forma, evitar costosas reparaciones de la máquina, así como una posible interrupción abrupta de la producción.

Diferentes aspectos influyen para que se descuide la unidad de en-colado de las enchapadoras de cantos; uno de los más recurrentes es la falta de políticas claras con respecto a los tiempos de mantenimiento de las máquinas de las empresas.

De igual manera está la ausencia de documentación sobre las prácticas que deben evitar los operarios al momento de alimentar, de pegante, el equipo; como la de agregar más adhesivo al calderín cuando observan un nivel bajo pues el pegante de la parte de abajo nunca se utiliza, se quema y se desperdicia.

También es frecuente que las empresas no paren la producción de la máquina, por lo menos durante tres horas al mes, para hacerle un buen mantenimiento al calderín; por lo general el operario encargado limpia el encolador sólo retirando el pegante con una espátula de madera y lo vuelve a montar a la enchapadora para seguir trabajando, lo que repercute en averías posteriores en el equipo.

Otra causa de la falta de mantenimiento del encolador, es la rotación de personal en las compañías. En este sentido, es frecuente que los operarios encargados de trabajar las piezas de madera en la enchapadora sean capacitados también para calibrarla y mantener en óptimas condiciones; y cuando dejan la empresa se llevan consigo la información sin transmitirla a su reemplazo.

Por lo anterior es importante que la empresa cuente con un manual de operación y que estandarice sus procesos. Si los errores no quedan registrados por escrito lo más posible es que se vuelvan a cometer.

Fuentes:

Maritza Sánchez, gerente de la compañía Stemac distribuidora de ad-hesivos industriales. gerencia@stemac.com

Fernando Guarín, técnico en enchapadoras de cantos, de la empresa Aristizábal Y Jinete que ofrece soluciones integrales de maquinaria para la transformación de la madera y sus derivados. fernandog@ayj.com.co

Eurosierras, Departamento de posventa de Eurosierras.

Fotos: Aristizábal Y Jinete – www.ajmaquinaria.com – www.canplast. com.mx – www.maderango.com

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