En el sector del mueble y la madera la aspiración del polvo es un tema al que no se le presta mucha importancia; la mayoría de los operarios trabajan en talleres sin ventilación y en ambientes perjudiciales para su salud. Los bancos aspirantes son una solución a este problema; además, mejoran la calidad del producto y preservan la vida útil de las máquinas.

Según la Secretaria Distrital de Desarrollo Económico, la industria de muebles en el país está constituida en gran parte por talleres pequeños, con menos de cinco empleados, que en su gran mayoría no cuentan con ningún sistema de aspiración de residuos, pues trabajan de manera informal y semi-industrializada.

De hecho, hay industriales que minimizan los beneficios de los aspiradores y únicamente los asocian a la protección del medio ambiente, sin dimensionar que estos equipos son indispensables para cuidar la salud de los trabajadores, e impactan positivamente la manufactura: mejoran la eficiencia del trabajo y la calidad del acabado, además reducen el deterioro de las máquinas y las herramientas.

Sin embargo, si bien aún falta responsabilidad en el sector, de acuerdo con Eduardo Erazo, instructor del Centro del Mobiliario del Sena, poco a poco, los fabricantes de muebles se han interesado por adquirir tecnologías más limpias, entre otras porque las autoridades ambientales han endurecido las sanciones penales y las multas para aquellos que contaminen con sus emisiones y residuos.

Los bancos aspirantes nacen para facilitar los diversos procesos industriales en los que se producen humos y polvo que, si se inhalan, ponen en peligro la salud de los operadores.

Tanto es así que, a septiembre del 2017, según cifras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se han sancionado cerca de doscientas treinta empresas por la emisión de materiales contaminantes, entre las que se cuentan dos fábricas de muebles en la Costa Caribe y una en Antioquia.

Por esto es muy importante conocer más sobre las tecnologias de aspiración de residuos. En esta oportunidad, La Revista M&M analiza los bancos aspirantes; diseñados para capturar el aserrín y el polvo que generan las operaciones de lijado; sin duda, uno de los procesos más contaminantes en los talleres.

Una mirada a los bancos aspirantes

Tal como explica Rafael Uribe Sánchez, coordinador nacional de la línea de máquinas para madera, de la compañía Sierras y Equipos; los puestos de lijado son áreas particularmente sucias, en las que se generan grandes cantidades de polvo y aserrín, que sí son inhalados pueden causar graves afecciones en las vías respiratorias, alergias y otras enfermedades. Adicionalmente, afecta la productividad y por lo tanto, el desempeño de la empresa.

Para evitar esto, la industria cuenta con sistemas de aspiración y filtración especializados en el lijado de madera, entre ellos, los bancos aspirantes; estructuras tipo mesa, que poseen una rejilla cuadriculada en su superficie, a través de la cual el polvo es aspirado por un sistema de extracción interno.

Después de que el polvo es succionado, un sistema de electro ventiladores lo transporta hacia un bloque de rodillos, cartuchos o mangas de filtración, los cuales están encargados de retener las micropartículas de la madera, mientras que los residuos más grandes descienden hacia una bandeja de recolección en la parte inferior del banco.

Los bancos aspirantes son equipos modulares que se adaptan a las necesidades de cada fábrica, según las condiciones y las características del lijado, (materiales a trabajar, tipo maquinaria, tasa de residuos, y acabado requerido, entre otras). Incluso, hay modelos extensibles que cuentan, además, con dispositivos para graduar la altura.

Algunas de las mesas de aspiración están equipadas con paredes y rejillas laterales y/o frontales, para recolectar una mayor tasa de residuos y localizar mejor la aspiración; también es posible acondicionar los bancos con pisos aspirantes que atrapan los polvos más pesados.

Adicional, estos equipos poseen listones o protectores de espuma en la superficie de la mesa, que sirven para apoyar las piezas mientras se lijan; de esta manera no hay golpes, rayones o cualquier daño en los productos.

Las multas por incumplir la normatividad ambiental pueden llegar hasta los 5.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, equivalente a más de $3.600 millones, según lo establecido en la Ley 1333 de 2009.

Las versiones sencillas son mesas individuales, con superficies de trabajo que van desde un metro de longitud (1,0 m), hasta los cinco metros (5,0 m), aproximadamente; con paredes de un metro, hasta la medida que se requiera. En sistemas más complejos, los bancos pueden ser conectados entre sí a una planta centralizada para unificar la recolección de los residuos.

Referente a los precios de estos sistemas, varían según las características propias de cada solución; su tamaño, sus capacidades y sus prestaciones.

¿Qué equipo elegir?

De acuerdo con Rafael Uribe, la elección del banco de aspiración depende exclusivamente de las necesidades y las condiciones del trabajo de cada usuario.

No obstante, se puede decir que los bancos sin paredes se usan, principalmente, para lijar componentes pequeños y livianos, que se acoplen fácilmente sobre la mesa y que el operario pueda manipular con comodidad. En ocasiones, los productos muy grandes sobrepasan las dimensiones de la mesa y tienden a obstruir el área de aspiración.

En contraste, para lijar las piezas grandes y pesadas conviene utilizar bancos con una mayor área útil de trabajo, que tengan paredes aspirantes para facilitar el lijado y aumentar la extracción del polvo.

De hecho, los bancos de aspiración compactos son ideales para la industria nacional, ya que se acomodan bastante bien a la mayoría de los espacios de trabajo y a los niveles de producción en Colombia.

Y es que, para elegir correctamente estos equipos, es muy importante considerar la tasa de remoción y la cantidad de polvo que genera el lijado en cada empresa: en ambientes con más polvo y aserrín hay que utilizar bancos aspirantes más grandes y con mayor caudal (poder) de aspiración. (Véase la tabla sobre los caudales aconsejados para algunos bancos y paredes aspirantes).

Así mismo, es vital usar el caudal de aire apropiado, pues la aspiración debe ser lo suficientemente fuerte como para capturar el polvo más fino (el de mayor peligro) sin interrumpir o estorbar el trabajo; por otro lado, con una aspiración excesiva las piezas tienden a adherirse en la superficie de la mesa.

Ventajas al usar bancos de aspiración  

Además de generar un mejor entorno de trabajo, estos sistemas brindan a los usuarios una mejora sustancial en el acabado de la pieza; pues, si no hay una aspiración adecuada, es frecuente que el polvo del lijado invada otras áreas del taller, como la zona de pintura y acabado.

La aspiración localizada de un banco de lijado también ayuda a preservar la vida útil de la maquinaria y las herramientas en el taller.

Es cierto que lo ideal es emplear máquinas con sistema de extracción incorporado en la propia herramienta; que incluyan una bolsa o cartucho para recolectar el polvo. Sin embargo, la gran mayoría de las herramientas eléctricas con las que trabajan los carpinteros colombianos no vienen provistas con la bolsa recolectora.

En otros casos el proceso genera un volumen de desperdicio que sobrepasa rápidamente la capacidad del sistema; de manera que, para evitar el exceso de partículas durante el funcionamiento de la máquina, el usuario se ve obligado a conectar un sistema de aspiración externo, lo que significa una doble inversión.

Por otra parte, con la instalación de un banco de aspiración se facilita la recolección y la venta de los desechos, que van a estar almacenados en un silo, lo que ayuda también al transporte y a la disposición.

La instalación de los bancos aspirantes es sencilla ya que son sistemas modulares que se adaptan al espacio y a las necesidades de cada taller y le dan autonomía al usuario. A esto se suma que, para la operación de los bancos, no se requieren complejos componentes periféricos adicionales, solo es necesario tener un equipo de aire comprimido y la alimentación eléctrica.

Mitos sobre el polvo de madera y la aspiración

Tal como explica el ingeniero Rafael Uribe, muchas veces los industriales ven estos equipos como accesorios, porque no conocen todos sus beneficios y, a la hora de justificar su omisión, crean toda clase de explicaciones absurdas como:

• “Siempre ha habido polvo en el taller y nadie se ha puesto enfermo”: La verdad nunca se puede estar seguro de esto, pues las enfermedades graves ocasionadas por la inhalación de polvo y partículas de madera tardan muchos años en aparecer, incluso después de haber dejado el trabajo.
• “En realidad, no hay mucho polvo de madera en el taller: Las opiniones personales sobre la cantidad del polvo de madera casi siempre son subjetivas, la única forma de conocer la verdadera tasa de generación de residuos es realizar mediciones técnicas periódicamente; incluso, más allá de sí a simple vista no se ve el polvo, pues las micropartículas de aserrín más peligrosas son invisibles.
• “Antes sí que teníamos polvo. Esto de ahora no es nada”: Ojo, que la generación de polvo haya disminuido no significa que no exista el riesgo. Las enfermedades actuales pueden ser consecuencia de exposiciones pasadas. De hecho, según las resoluciones y decretos más recientes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los niveles de polvo de madera que hace unos años se consideraban ‘seguros’ hoy son inadmisibles. Ningún nivel de polvo es sano y no es justo que los trabajadores sean utilizados para comprobarlo.

• “La empresa les entregó a todos los operarios máscaras de protección, no es nuestro problema sí no las usan”: De hecho, sigue siendo un problema de la empresa sí el operario no utiliza su máscara, la compañía debe capacitar a los trabajadores y hacer obligatorio el uso.

También es su responsabilidad revisar el estado de las máscaras pues algunas pueden estar mal diseñadas y no ser las adecuadas para el lijado de madera, pueden no estar en buen estado de mantenimiento o ser incómodas.

Las máscaras, según las autoridades ambientales, sólo se deben usar como medida adicional y provisional mientras se instala un adecuado control del polvo o cuando se trata de exposiciones breves.

En cualquier caso, el empresario está obligado a revisar la certificación técnica de los elementos de seguridad industrial; contar con la opinión de los trabajadores en la selección de estos medios, y asegurar su correcta utilización mediante programas de formación y supervisión.

• “Los sistemas de ventilación y aspiración son demasiado costosos”: La ley obliga al empresario a mantener los talleres exentos de polvos que puedan ser nocivos. El costo económico no exime del imperativo legal. La exposición al polvo muchas veces disminuye la productividad, la calidad del producto y la vida útil de las máquinas; además, el incumplimiento de la ley puede ocasionar el pago de cuantiosas multas, en este caso la omisión puede ser más costosa que el sistema de aspiración.

Por: Camilo Marín Villar

Periodista

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Fuentes

• Rafael Uribe Sánchez. Coordinador Nacional de la Línea de Máquinas y Herramientas de Sierras y Equipos. coordinadormadera@sierrasyequipos.com
• Jorge Erazo. Instructor del Centro del Mobiliario del Sena, Sede Antioquia. infomobiliario@sena.edu.co.