El mercado ofrece taladros de diferentes usos, tamaños, velocidades y potencias, variables que debe considerar el usuario según el trabajo a realizar y cuyo conocimiento y manejo determina el correcto funcionamiento de esta herramienta. Este artículo ofrece recomendaciones precisas para elegir y usar taladro adecuado a las necesidades.

Generalmente, el desconocimiento técnico de una herramienta desemboca en problemas de diversa índole como fallas prematuras del equipo, pérdida de tiempo en el proceso y en general, mala calidad en el trabajo realizado. Con los taladros tampoco hay excepción, pues aunque son de uso común en el ámbito profesional y doméstico, existen ciertas variables cuyo dominio es fundamental a la hora de elegir y utilizarlo de manera adecuada.

En primer lugar, es importante definir qué es y para qué sirve un taladro, pues aunque pareciera una información obvia, muchos usuarios olvidan su función principal y lo utilizan en otras operaciones como por ejemplo el atornillado que terminan forzando la herramienta.

El taladro es un equipo creado fundamentalmente para hacer orificios en una superficie, para ello cuenta con un sistema eléctrico, un motor y unos engranajes, los cuales hacen transferencia directa a un mandril o un portaherramientas, el cual a su vez sostiene las brocas y/o accesorios para hacer finalmente la operación.

Históricamente, los taladros no han sido ajenos a la evolución. Fueron creados para trabajar la madera, incluso antes de que hierro o el acero fueran descubiertos. Hacia el siglo XIX se fabricó el primer taladro metálico, el cual fue patentado en 1889 por el inventor australiano Arthur James Arnot; luego, en 1850 se crearon los famosos taladros de columna, equipos de gran proporción que podría pesar hasta 5 kilogramos, pero que solo servían para hacer orificios pequeños.

Las tecnologías desarrolladas durante la revolución industrial permitieron la fabricación de taladros más compactos y accionados eléctricamente para realizar orificios en superficies de concreto, por medio de una broca de carburo; éstos equipos no contaban con el sistema percutor cuyo objetivo principal es generar el martilleo constante de la herramienta, lo que permite que la broca rompa la pared, el concreto o el ladrillo con mayor facilidad.

Luego, las empresas fabricantes desarrollaron equipos de percusión con rotación de izquierda a derecha también conocido como velocidad variable o reversible, un sistema que permite sacar el accesorio o broca cuando se queda trabado en el material, bien sea madera o metal, al momento de realizar una perforación

Tipos de taladros

En el mercado se distinguen tres tipos de taladros: neumáticos, alámbricos e inalámbricos. Los primeros que funcionan con aire, son ampliamente utilizados en líneas de ensamble y montaje por su practicidad y reducción de gastos operacionales en cuanto a la distribución en el consumo de energía; los segundos se caracterizan por tener buena potencia y velocidad, aptos para trabajos más exigentes, como la perforación de mampostería, ladrillos, aceros granito o mezcla con cemento.

En el caso de los taladros inalámbricos son portátiles, es decir que pueden ser llevados a cualquier área o zona de trabajo, sin la necesidad de un tomacorriente.

A pesar que muchos usuarios suelen pensar que este tipo de taladro carece de potencia y su desempeño está limitado a la duración de la batería, el mercado ha innovado con taladros de baterías de litio, una tecnología que permite un buen almacenamiento de energía eléctrica y a su vez, una excelente potencia y resistencia a la descarga prematura del equipo.

Las baterías de litio proporcionan mayor densidad energética comparadas con otras del mercado, se caracterizan por tener sistemas de lectura que le informan al usuario cuando se deben recargar; de hecho cuentan con un programa de carga inteligente para controlar la temperatura de la batería y para cargar sus celdas de una manera uniforme.

Según Cesar Chaves, gerente comercial de Makita Colombia, empresa que fabrica, desarrolla y comercializa herramientas eléctricas de alta tecnología, hoy en día los taladros portables integran motores pequeños libres de escobillas (BL) que reducen el peso de la herramienta y una tarjeta electrónica que le permite al equipo que la fuente de alimentación de la batería se optimice casi al 400 por ciento más que con un motor tradicional.

Uso adecuado de los taladros

Lo primero que el usuario debe tener en cuenta al momento de utilizar un taladro, es saber con exactitud para qué lo necesita, pues el tipo de operación que realice influye en la escogencia adecuada del equipo.

Muchos de los clientes obvian la asesoría del vendedor y terminan llevando herramientas que no son apropiadas y según Cesar Chaves, lo primero que debe decirle el usuario al vendedor es si necesita el taladro para la casa, para uso profesional, para trabajos de hobbie o para la industria, esta información le permitirá al asesor entregarle el más adecuado.

“Normalmente el usuario promedio que compra un taladro dice que lo necesita para hacer algunos orificios o instalar unas cortinas, y terminan llevando taladros regularmente de precios muy bajos que por supuesto se van a sobrecalentar en muy poco tiempo y por ende a producir corto y, en algunos casos, romper las piezas internas”, añade Cesar Chaves.

Por el contrario, muchos usuarios compran taladros demasiado sofisticados, equipos percutores de alta potencia para la industria metalmecánica que finalmente terminan subutilizando dado que son para operaciones especializadas, como por ejemplo, para romper grandes superficies de concreto.

“Algunos clientes, incluso, compran taladros para realizar únicamente operaciones de atornillado y ensamble, que terminan dañando la pieza o material, cuando lo correcto sería comprar un atornillador”, agrega César Chaves.

En el mercado existen un sinnúmero de referencias de taladros según potencia, tamaño y peso, rotación, percusión y control de torque, todas son fundamentales para escoger el adecuado. A continuación explicamos en que consiste cada una de estas variables y el consejo o recomendación para establecer la ideal.

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  Potencia: Se mide en los vatios (W) con los que trabaja el taladro –cuanto más sea su potencia, mayor fuerza tendrá el equipo. Por lo regular, el intervalo de potencia varía según los modelos entre 500 y 2000 (W)– y por el amperaje (A) o la intensidad de corriente eléctrica que permite que la herramienta confiera una mayor fuerza aplicada a la hora de realizar la operación.

Consejo: Para conocer el amperaje de un taladro, divida los vatios de la herramienta entre los vatios o la medida de electricidad establecida para Colombia (110 a 120 W).

 Ejemplo: 750 W =_6.25 A aprox

                 110 W aprox

Por el ejemplo, 6.25 A, son los amperios aprox que otorga un taladro de 750W y es una medida adecuada para colocar tornillos en espesores más de dos pulgadas.

Tenga en cuenta que la potencia de un taladro también depende del cobre contenido en el motor del equipo, al igual que de su pureza; es decir, entre menos número de vueltas de este metal tenga el motor, menor será la potencia. La cantidad de cobre también influye en la resistencia de la herramienta.

• Tamaño y peso: Este parámetro varía ampliamente dependiendo del tipo de herramienta. Algunos taladros con percutor, por ejemplo, pueden pesar hasta 5 Kg, lo que los hace difíciles de manipular en el momento de trabajar. En cuanto al tamaño, los taladros pequeños son más cómodos y fáciles de usar en espacios reducidos que algunos de los modelos más grandes. Algunos instaladores prefieren trabajar con taladros livianos, por su practicidad.

Consejo: Tenga en cuenta que el tamaño del taladro no importa, pues una herramienta pequeña puede superar las expectativas de cualquier usuario; como sucede con los taladros inalámbricos que, entre mayores desarrollos tecnológicos, son más compactos o pequeños.

• Velocidad: Tanto los taladros inalámbricos como los taladros alámbricos tienen entre una y tres velocidades, y pueden contar, además, con Velocidad Variable Reversible VVR. Todos los anteriores se miden en Revoluciones por Minuto (rpm).

Los taladros de una velocidad, por ejemplo, son menos complejos, pero no por ello dejan de ser especiales para el tipo de trabajo requerido. Por su parte, los modelos más sofisticados son de velocidad VVR, y sirven para desatornillar y retirar una broca del material.

La velocidad en este tipo de equipo cambia hasta un límite prestablecido en la herramienta, normalmente controlada por el operador con el gatillo: a mayor presión del gatillo, mayor es la velocidad del taladro.

El control de taladro con VVR permite iniciar la perforación del agujero a velocidad lenta para reducir el riesgo de que la broca resbale y dañe la pieza de trabajo. Luego, a medida que la broca comienza a penetrar en el material, se puede incrementar la velocidad para terminar el trabajo.

En el mercado existen también taladros con velocidades fijas o mecánicas, generalmente contienen dos y son seleccionadas por el operador, siendo la primera más lenta e ideal para perforar metales y otorgar mayor fuerza de torsión para operaciones de atornillado, mientras que la segunda es más rápida y sirve para perforar materiales más duros como la madera y el metal. (Véase tabla 1 para determinar el las rpm adecuadas para cada tipo de material).

Consejo: No confunda la velocidad de un taladro con su potencia. El hecho que un equipo tenga baja velocidad no significa que no tenga buena capacidad de trabajo. Para perforar madera gruesa, por ejemplo, un taladro de alta velocidad no es el más adecuado, podría romper y quemar el material.

En este caso, lo mejor será escoger uno de buena potencia y velocidad moderada. Para perforar madera con una broca de sierra copa, por ejemplo, una buena revolución de la máquina es de 60 rpm, y si cuenta con un taladro de velocidad variable es mejor apretar el gatillo lentamente. A medida que se vaya evacuando el material, se pueden aumentar las revoluciones o la velocidad del taladro y así no se quemará el equipo y el material.

De otro lado, la velocidad de un taladro incide en el acabado final de la pieza, vale anotar que esto también depende del tipo de trabajo; por ejemplo para un artesano que perfora semillas de coco o de tagua, lo ideal es un taladro de alta revolución o velocidad porque deja el trabajo limpio y no quema las semillas. En el caso contrario, para perforar maderas duras como las estructuras, se utiliza uno con baja revolución.

Por último, tenga en cuenta que los largos períodos de uso a baja velocidad deben intercalarse con breves períodos de funcionamiento a alta velocidad para evitar el recalentamiento del motor.

• Control de Torque: Es un sistema de seguridad o de clutch para proteger el motor cuando en medio de la operación, éste presenta un sonido extraño o genera humo. Normalmente, el sonido es similar a un martilleo, e indica que es necesario bloquear la trasmisión pues, muy seguramente, está ejerciendo demasiada presión y fuerza en el equipo.

Es decir que el control de torque está relacionado con los vatios (W) cuando la herramienta está en Corriente Continua (AC); de otro lado, cuando el taladro está en Corriente Directa (DC), el control de torque se relaciona con los amperes (A). En todo caso, entre mayor sean los vatios o los amperes, mayor será el torque en la herramienta.

Consejo: los taladros con control de torque son ideales para operaciones multipropósito. Si lo que necesita es perforar y atornillar, lo mejor es un taladro de velocidad variable reversible con control de torque que mantenga protegido el motor de la herramienta y el accesorio.

Para perforaciones con brocas o accesorios de mayor diámetro, como brocas planas y sierra copa, es indispensable que utilice taladros con una velocidad de giro adecuada, de acuerdo con el material y diámetro de perforación. (Véase tabla 2).

Por el contrario, tenga en cuenta que el exceso de torque producirá que las puntas de atornillar se quiebren 

• Función de percusión: En ella se desplaza el engranaje rápidamente en un movimiento de martillo, permitiendo que la broca avance en materiales duros como ladrillos y mampostería. La mayoría de los taladros con percutor tienen un interruptor para activar o desactivar la función percutora, lo que los hace versátiles.

Consejo: Cuando utilice taladros percutores para mampostería, en el caso de la instalación de muebles flotantes debe emplear una broca diseñada para girar a unas 3.000 rpm y que tenga la capacidad de golpe de unos 40.000 impactos por minuto Aprox.

• Tamaño y tipo de mandril: comúnmente los taladros vienen con una llave que permite abrir y cerrar las mandíbulas (mandril) para el montaje y desmontaje de las brocas y/o accesorios. La tendencia hoy es que el mandril se fabrique sin llave, lo que permite que estas instalaciones de los accesorios se realice de manera sencilla y sin llaves pérdidas.

El tamaño del mandril determina la capacidad del diámetro de la broca o del accesorio. Las medidas más comunes son de ¼, 3/8, ½ y 5/8 pulgadas (6.5 mm, 10 mm, 13 mm y 16 mm, respectivamente).

El primer tamaño es adecuado para trabajos ligeros e instalaciones rápidas; el segundo y tercero, sirven para la mayoría de las tareas cotidianas es decir, acepta todo tipo de accesorios, cuyo eje no sobrepase los 10 y 14 mm de diámetro. Los mandriles de 5/8 pulgadas son indicados para trabajos pesados y admiten ejes de hasta 16 mm de diámetro.

Consejo: Los taladros con motores y transmisiones son diseñados para trabajar con cargas máximas específicas, por lo que no es recomendable sustituir un mandril de 3/8 por un de 1/2 pulgadas. Asegúrese del tamaño adecuado para su taladro, cuando compre el mandril de repuesto.

Errores y recomendaciones para los carpinteros

Uno de los errores más comunes de los carpinteros es utilizar taladros de perforación para ajustar tornillos en superficies, la madera. Por lo regular, este material se resiste mecánicamente hasta el punto de quemar el motor del equipo. La recomendación en este caso, es utilizar una broca delgada ligeramente inferior al diámetro del tornillo e iniciar la perforación; cuando se haya avanzado en un 40 por ciento en esta operación, la broca tendrá un mejor agarre del tornillo y la herramienta no se sobrecalentará.

Otro de los errores de los carpinteros al momento de comprar un taladro, es que utilizan brocas de metal para materiales de madera e incluso taladros de percusión para perforar tableros. La recomendación para trabajar un aglomerado de 9 a 15 mm, o incluso para el montaje de un mobiliario es que se utilice un taladro de velocidad variable, liviano y que permita un manejo fácil del material.

Para trabajar madera nativa o maderas duras, debe evitarse el uso de taladros con una alta velocidad para procurar que éstas no se quemen por la acción del equipo; por esta razón es mejor utilizar herramientas de una velocidad y/o velocidad variable.

Utilizar la broca correcta incide en un 90 por ciento en que el taladro funcione apropiadamente. Por lo regular, las brocas que son para madera se caracterizan por tener tres filos. No obstante, en el mercado existen brocas multipropósito para madera o metal, pero son para realizar orificios ocasionales. En este sentido, la recomendación es que se utilice la herramienta adecuada para el tipo de trabajo que fue creada. “Si su trabajo es aplicado en el sector metalmecánico, utilice las brocas para metal, pero si su trabajo es en madera, utilice las de madera”, afirma Chaves.

Para finalizar, les presentamos algunos tips que también le serán de gran ayuda al momento de utilizar el taladro y que muy seguramente servirán de guía para no cometer errores que pueden tener un costo alto en su empresa o taller, en términos de tiempo y de dinero.

Por: Luisa Fernanda Castro

Periodista

Fuentes

• Cesar Chaves. Gerente Comercial Makita Colombia. chaves@makita.com.co

Por: Luisa Fernanda Castro

Periodista