María Cristina Rojas Cruz

Periodista

La evolución tecnológica sigue su marcha en las canteadoras. El sistema de aire caliente es el más reciente desarrollo para conseguir una adherencia perfecta de tapacantos y una máxima estética en muebles para cocina, oficina y baño.

Al sector del mueble, la competitividad le exige adaptarse a los mercados, calidades y exigencias que cada día son mayores y para ella la tecnología se convierte en un aliado imprescindible que crea un diferencial de calidad, abriéndole oportunidades a nuevos mercados locales e internacionales.

En el campo de las enchapadoras de cantos la evolución presenta hoy el sistema de aire caliente, para pegar el cubrecanto al tablero, sin adhesivos, sin líneas de unión y sin sobrantes de cola.

En el proceso interviene un compresor que encapsula el aire, que es calentado y disparado a alta velocidad, lo que crea un chorro que sale por una boquilla especial, dirigido a un canto termofusible, diseñado especialmente para estos procesos.

El canto está compuesto por dos capas: una decorativa y otra funcional con polímero que, al recibir el aire caliente, y por presión, se funde con el sustrato y se suelda, acción que da como resultado una unión perfecta, libre de juntas y de sobrantes.

El resultado es estéticamente ideal si se tiene en cuenta que al no existir pegamento, no hay línea de unión visible que aloje polvo o suciedad durante su vida útil y crea, además, un selle resistente a la humedad, al agua y a agentes químicos conservando por más tiempo el mobiliario, sobre todo en aquellas zonas y climas donde estos agentes deterioran las piezas y reducen su vida útil.

“Incluso, en el tema de transporte en contenedores, sometidos a variadas fluctuaciones de temperatura, la nueva tecnología de aire caliente provee un pegado perfecto del canto preservando las piezas de mobiliario en excelente estado durante todo el trayecto”, asegura Jorge Salamanca, gerente comercial de Aristizábal y Jinete.Como explica Juan Fernando Álvarez, gerente de Sierras y Equipos:

“El aire caliente es la solución correcta para tener un acabado perfecto entre las diferentes superficies del panel, ya que no hay discontinuidad visual en la zona de unión y por lo tanto ofrece una sensación de calidad muy alta, lo que hace posible nuevos estándares en el diseño de muebles.”

Ahorros en el proceso

Fuera de las ventajas estéticas evidentes, el avance tecnológico, tanto en las enchapadoras como en los cantos, representa para los industriales de mobiliario cambios en sus sistemas productivos que apoyan el desarrollo de su negocio.

Específicamente, en el sistema de aire caliente no se necesita ningún tipo de adhesivo porque la composición del canto no lo requiere. Lo anterior permite agilizar el proceso de aplicación de cantos pero también reducir costos de material y mano de obra, además de eliminar pasos como la selección del adhesivo del mismo color del tablero y la limpieza por los excesos de pegante, tanto en el canto como en el tablero, con un acabado más limpio y eficiente.

Incluso permite reducir los riesgos del encolado defectuoso, producto de una inadecuada aplicación de la cola; eliminación de olores molestos y vapores propios de los adhesivos que tienen repercusiones sobre la salud de los operarios, e incluso, al no presentarse derrames de pegante en la máquina, reducir de manera especial los gastos de mantenimiento y reparación constantes.

El salto cualitativo

La demanda de muebles de oficina, cocina y baño crece constantemente. La evolución en los espacios, las tendencias de decoración interior, y aún el protagonismo que han adquirido zonas como la cocina, que bajo el “estilo americano”, se integra al área social, han obligado a que el mobiliario sea cada vez más estético, esté a la vista de todos y cobre una relevancia que eleva la demanda de nuevos diseños y productos adaptados a exigencias grandes.

Así, la industria del mueble han tenido que evolucionar y, a la par, lo han hecho enchapadoras y cantos para adaptarse a nuevos procesos y tecnologías. En sus inicios los cantos eran pegados de forma manual usando pegantes o colas (proceso en frío), donde se necesitaban varios pasos y al final el retiro manual de excesos del adhesivo. Luego vendrían las enchapadoras de canto delgado y posteriormente canto rígido en un proceso que permitía unir, conformar la pieza o tablero de madera con el canto, y limpiarlo, obteniendo un acabado más uniforme.

Evolucionaban también los adhesivos hacia los llamados termofundibles o tipo hot melt (HMA del inglés Hot-Melt Adhesive), que reaccionaban muy bien a altas temperaturas y se pegaban a las superficies.

En una superficie canteada con tecnología láser  la línea de unión es invisible, la continuidad del color uniforme y la estética impecable.

En 2009 nació la tecnología láser, predecesora de lo que hoy es el aire caliente. Este sistema podía ser adaptado a una máquina chapeadora de alta gama, en la que un haz de luz láser impactaba el canto bicomponente (capa decorativa y capa funcional) activando la capa coextruida del canto que se fundía al tablero, sin dejar líneas de unión. Allí las enchapadoras podían funcionar tanto con el sistema láser, como con el Hot-Melt.

Su uso se extendió principalmente a la producción industrial, con un elevado rendimiento, pero con costos que podrían ir desde los 300.000 euros o más, sumado a una alta sensibilidad del componente lumínico del láser –cuyo recambio era costoso– y a la dificultad de adaptabilidad a enchapadoras de tecnologías anteriores.

El sistema fue bien recibido por el mercado, pero su alto costo limitó la demanda obligando a los fabricantes a invertir en investigación y desarrollo, a perfeccionar el sistema, y a dar un salto cualitativo hacia el desarrollo de la aplicación del canto vía aire caliente, una tecnología desarrollada por Biesse para la aplicación de canto de aluminio que hoy permite los mismos resultados que el láser, pero con costos en maquinaria cerca del 65% menores.

Tecnologías bajo la lupa

Las máquinas de aire caliente han ganado participación en el mercado de Europa y Estados Unidos, ofrecen los mismos acabados, son más económicas, pero también menos veloces.

Según comenta Jorge Salamanca, “mientras que para una máquina láser se manejaban inversiones de hasta 170.000 euros, por solo la unidad láser sin contar con el costo de la enchapadora, en las de aire caliente es posible conseguir una mejor tecnología, por 45.000 euros; condición que ha sido muy bien acogida por el mercado y la ha convertido en tendencia.

A diferencia de la tecnología láser que se podía adaptar a una máquina, las enchapadoras de aire caliente salen de fábrica, y pueden ser trabajadas con el sistema de adhesivos calientes tradicional y el sistema de aire caliente, lo que abre posibilidades multipropósito adaptadas a las necesidades particulares de las empresas.

La tecnología de aire caliente ofrece tiempos de caldeo o calentamiento competitivos con respecto a los métodos tradicionales.

La simplicidad y el costo del sistema de aire caliente, es muy inferior a cualquier sistema láser, al igual que el coste de mantenimiento y de producción.

El tiempo normal de caldeo improductivo es de entre 3 y 5 minutos dependiendo de la marca, proceso que necesita una potencia calorífica de entre 6 y 10 kW para llegar a una alta presión de aire caliente (6bar) que alcanza normalmente, 1500 NL / minuto. De alguna forma, este hecho eleva los costos por consumo de electricidad, aunque se considera que consume más o menos lo mismo que el calderín tradicional.

Se necesitan para esta tecnología también cantos especiales que, dependiendo del tipo, color, grosor, altura y velocidad de avance, hacen necesario adaptar exactamente a cada aplicación, los parámetros de calor y presión de aire.

En general, según el ingeniero Jorge Salamanca de Aristizabal & Jinete, en el proceso para fundir la capa funcional del polímero, por la parte inferior del canto co extruido, se requieren 650 grados centígrados, una temperatura que permite soldar el canto a los componentes de forma duradera, sin afectar su cara visible.

Los cantos diseñados para reaccionar con el aire caliente tienen un desarrollo especial, por lo tanto son más costosos que los tradicionales, y su oferta es limitada. En la medida en que la maquinaria avance en penetración a los distintos mercados y se genere mayor demanda, tanto el precio de las enchapadoras con tecnología de aire caliente, como el de los cantos, bajará ostensiblemente.

Otras características

El desarrollo de la tecnología de aire caliente ha traído ventajas comparativas importantes que están ligadas a un producto final estéticamente impecable. Algunas de ellas son:

Permiten una unión duradera, estética y funcional, sin presencia de juntas, gracias a una solución de polímero puro, sin necesidad de cola.

Un diseño perfecto, como de una sola pieza, en el que se conjugan los colores de la capa funcional y la del decorado.

Ahorro en el espacio de almacenamiento al tener en un solo producto, el canto y el sistema de adherencia.

La capa funcional se ajusta a la dureza deseada de la capa de decorado y resiste, por lo tanto, al desgaste del uso diario.

Una unión duradera, resistente y funcional sin presencia de juntas.

Mayor resistencia de los tableros al calor y a la humedad, así como a agentes químicos, al tener una pieza compacta sin juntas.

Mayor seguridad del proceso.

Reducción notable de elementos contaminantes u olores de las colas que afecten tanto el ambiente, como a los operarios.

Menos pasos de proceso y medios de elaboración

Mantenimiento mínimo y escaso tiempo de preparación.

Reducción de tiempos, ya que el ajuste del material de los cantos, del agente adherente y de la cola ya no es necesario.

Los cantos, tecnológicos y adaptados a las necesidades

Los cantos han sufrido una transformación que arrastra también a otras industrias. Conseguir un diseño impecable, como si se tratara de una sola pieza, exige una coordinación perfecta entre los productores de canto y los de papeles para tableros que permita diseños coordinados, adaptados a las tendencias de diseño.

Aparecen sumado a lo anterior, desarrollos especiales de cantos antimicrobianos para superficies que exigen máxima asepsia en espacios como los hospitales y las clínicas; así como traslúcidos, de apariencia metálica, bicolores y hasta de efecto relieve o 3D. Posibilidades que van evolucionando con el mercado y que se adaptan a las tendencias actuales donde el mobiliario se convierte en una pieza decorativa de máxima exigencia.

Hay que tener en cuenta que al momento de la compra, las empresas productoras de cantos exigen, dependiendo de la referencia y diseño, cantidades específicas de pedido, lo que en muchos casos limita la posibilidad de usar la tecnología, tanto como se quisiera, para penetrar variados y exigentes mercados.

Incluso, aunque la tecnología del aire caliente en las chapeadoras lleva en el mercado mundial unos pocos años, su penetración en mercados emergentes es gradual e incrementa las posibilidades de adquirir una tecnología que le apuesta a las calidades de alta gama; y que para los fabricantes de muebles, constituye un avance hacia su propio desarrollo.

Fuentes

Jorge Salamanca, gerente comercial de Aristizábal y Jinete.

tecnologiadelosplasticos.blogspot.com – www.rehau.com – www.homag-espana.com – www.biesse.com – www.cocinaintegral.net – www.doellken-woodtape.com – www.mkt-gmbh.com – www.ostermann.eu – www.giplast.it – riogrande-dosul.all.biz/it – www.caspani.it – www.interempresas.net – www.sectormueblero.com.mx – publiditec.com/blog/rehau – www.hersancr.com – www.infomadera.net