LUFE, el milagro de los muebles baratos del «Ikea vasco» que se han hecho virales

En la villa de Azpeitia, localidad guipuzcoana, conocida por su industria metalúrgica y maderera, está Muebles LUFE (acrónimo de Local, Universal, Funcional y Ecológico), un negocio que durante sus primeros tres años pasó desapercibido hasta que en marzo de 2017 la prensa lo rebautizó como «el Ikea vasco». Desde entonces, la historia de esta empresa se ha convertido en un fenómeno viral.

¿El motivo? Muebles como una cama de madera de pino que se monta en cinco minutos y se vende online por 30 euros. «Más barata que un pantalón» y con la filosofía “hazlo tú mismo”, afirma el fundador y propietario de Muebles Lufe, Enrique Arrillaga, lo que ha multiplicado por siete los pedidos de sus muebles low cost. Si en 2015 facturaron unos 60.000 euros, en 2016 llegaron a los 850.000 euros y a finales de 2017 esperan alcanzar los «tres o cuatro millones”.

A diferencia de la multinacional sueca, Lufe sólo disponen de catálogo e instrucciones online. La mayoría de las piezas, sólidas y funcionales, están ideadas por Arrillaga, autor, además, de los vídeos en 3D que facilitan el montaje.

Su mujer, Marta Quiroga, quien está al frente de los departamentos de administración y gestión afirma que la situación los ha llevado al borde del colapso: «Si hace tres meses nuestra web registraba unas 2.000 visitas diarias y teníamos 20 pedidos, ahora entran unos 197.000 usuarios cada día y recibimos 140 pedidos”.

Entre los principales factores que explican el rápido crecimiento de esta modesta factoría está la calidad de la madera local, una distribución 100% online que le permite eliminar gastos derivados de intermediarios y distribuidores, precios competitivos gracias a una elevada producción, su esmerada atención al cliente, un plazo de envío razonable -que ha pasado de una semana a las cuatro actuales, al dispararse la demanda- y una comunicación cercana a través de la página web.

La ahora promisoria empresa funciona por ahora en unas pequeñas instalaciones en las que tienen su sala de exposición y las áreas de modulado, lijado, mecanizado, montaje y embalaje. De otro lado, la materia prima que utiliza procede de un bosque de pino insignis o radiata, cercano que tiene la certificación PEFC y de rápido crecimiento pues la especie “frente al roble o el haya, que tardan más de 150, tarda unos 30 años” dice Arrillaga.

Con información de www.expansion.com

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