Risaralda le apunta a ruta de la legalidad forestal

El proyecto denominado “Establecimiento de una Ruta de Legalidad Forestal en el Departamento de Risaralda”, presentado por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda Cárder y la Coordinación Técnica de Gobernanza Forestal ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO específicamente FAO-UE (Unión Europea)-FLEGT (Forest Law Enforcement, Governance and Trade),  fue aprobado por parte de esta organización, lo que permitió dar inicio a las actividades correspondientes para su ejecución.

Jairo Leandro Jaramillo Rivera, director de la Cárder, destacó la importancia que tiene para la corporación al señalar que “este proyecto tiene como objeto generar los instrumentos, conceptos y parámetros técnicos para definir cómo se construye una ruta de legalidad forestal; además, tiene planteada la realización de operativos forestales a la movilización; y la capacitación de los actores municipales, de la Policía para que apoyen las acciones de control y vigilancia”.

A su vez está orientado en otro pilar, a fortalecer a los dueños y administradores de los depósitos, sitios de transformación y comercialización de la madera para que puedan acceder al esquema de reconocimiento de legalidad forestal, un trabajo que se viene apoyando con otro proyecto que lidera la Cárder en convenio con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Unión Europea para la consolidación de la Gobernanza Forestal en Colombia.

Jaramillo Rivera explicó que “pretendemos generar un plan de negocios tipo que le sirva a cualquiera de los depósitos en cómo mejorar su negocio; crear una propuesta de actualización en tecnología para la transformación en la madera, ya que actualmente se pierde del 30% al 35% en este proceso; y estamos explorando con la Universidad Tecnológica de Pereira, específicamente la Facultad de Ingeniería Industrial, la posibilidad de acompañar diez depósitos para formular una propuesta de optimización de los procesos y procedimientos”.

La intención es que al término de este proyecto en agosto-septiembre de 2018, Risaralda tenga una ruta de legalidad forestal y que le pueda entregar a las corporaciones, al MADS y a todo el país, cuáles son los parámetros técnicos que se deben tener en cuenta para definir y establecer una ruta de legalidad, y a su vez, generar unos instrumentos de acompañamiento técnico para los administradores y dueños de depósitos.

En Putumayo

De otro lado el proyecto Consolidación de la Gobernanza Forestal en Colombia, apoyado por la Unión Europea y liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en asocio con la Cárder realizó en la ciudad de Villa Garzón (Putumayo), el comité de fortalecimiento en seguimiento a aprovechamientos forestales persistentes.

La visita de campo se realizó a Puerto Guzmán, donde los equipos de técnicos asistentes atravesaron el río Caquetá, llegando al sitio del aprovechamiento ubicado en el predio La Ese, vereda La Leona del municipio de Piamonte (Cauca), en el que se hizo verificación al seguimiento y la evaluación de este aprovechamiento forestal.

Allí realizaron un ejercicio de cubicación de madera, hallando el factor de desperdicio por medio de la herramienta que generó el proyecto Cubimaderas, aplicando lo establecido en los protocolos, con énfasis en sostenibilidad y legalidad del recurso forestal.

 “De igual forma, se contó con la retroalimentación por parte de la CRC, quienes dieron a conocer cómo ha sido el seguimiento a sus aprovechamientos forestales y cómo utilizan los protocolos 0 y 1 como mecanismos de consulta; además se les enseñó la manera en que se debe de hacer la revisión del plan de manejo, por parte de los funcionarios de las corporaciones, con el fin de que las autoridades ambientales tengan los criterios suficientes para otorgar o negar un aprovechamiento”, agregó el Director de la Cárder.

Según Jaramillo Rivera “las corporaciones deben otorgar los permisos de aprovechamiento, de acuerdo con la oferta del bosque, pero que estos correspondan a las necesidades económicas de los usuarios, o sea que el bosque oferte y que se pueda aprovechar de manera sostenible, pero que los árboles que se vayan a aprovechar, le sirvan al aprovechador y al mercado que él va a suplir”.

Con información de: www.eldiario.com.co

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