Cabinas de pintura: ¿filtro seco o cortina de agua?

Camilo Marín Villar
Periodista

Es un hecho. Aunque para pintar se empleen los mejores insumos y equipos, todo el trabajo se pierde si se aplica la pintura en un ambiente contaminado, cargado de partículas volátiles, polvo y suciedad. Las cabinas garantizan ambientes limpios y seguros dentro y fuera del taller, evitan el pago de costosas multas, e incluso pueden mejorar el rendimiento de la pintura.

En la fabricación de piezas y muebles de madera existen varios procesos que afectan de manera significativa la salud de los trabajadores y contribuyen a la contaminación del taller. Sin lugar a dudas, el proceso que genera mayor impacto, tanto para las personas como para el medioambiente, es la aplicación de la pintura.

En esta etapa de acabado, se produce una gran cantidad de residuos sólidos peligrosos –envases de pinturas, disolventes, filtros contaminados, lodos, aguas residuales, etc.–; y además, se generan las emisiones más significativas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV’S), provenientes de la aplicación de las pinturas, los selladores, los disolventes, los barnices y las tintillas.

Las emisiones de COV’S dañan directamente el ambiente del taller y afectan la seguridad industrial. Así mismo, el rendimiento y la calidad del trabajo desmejoran por esta causa, ya que no es lo mismo laborar una jornada completa en un ambiente contaminado que en un área limpia. Por si fuera poco, las máquinas y las instalaciones de la empresa también se ven perjudicadas.

En efecto, no sólo se trata de un grave problema para la salud y el medioambiente. Concretamente, el proceso de pintura genera una nube de partículas que no se adhieren a la pieza y que, si no se capturan, terminan pegadas en las paredes, el piso y el techo de la fábrica, y hasta en la maquinaria y en los demás activos de la empresa.

Tampoco hay que olvidar la obligación legal que tienen las compañías de capturar, almacenar y disponer correctamente los residuos peligrosos provenientes de los procesos industriales; puesto que el sector está sometido a una estricta regulación ambiental que impone costosas sanciones si se incumplen las normas. Por ejemplo, la Ley 1333 del 2009 y el código penal establecen multas que pueden ir hasta los $2.500 millones, el cierre del negocio e, incluso, la cárcel.

Foto: jawoodworking.com./ Según el Ministerio de Ambiente, Colombia produce 540 toneladas de residuos tóxicos al día y el 34% se genera en Cundinamarca.

Según explica Jorge Salamanca, gerente comercial de la compañía Aristizábal & Jinete, aunque cada vez las empresas son más conscientes de la importancia de capturar y disponer los residuos de la pintura, adecuadamente, aún hay muchos fabricantes de mobiliario que no cumplen con las normas ambientales.

En ocasiones, las empresas ni siquiera cuentan con un espacio apropiado para dar acabado, sino que improvisan un lugar dentro del taller, sin tener en cuenta las medidas de salubridad y los requisitos técnicos y de seguridad mínimos para este trabajo.

“De hecho, hay áreas de pintura en algunas fábricas en las que no se puede permanecer ni siquiera treinta segundos sin máscaras de protección, como consecuencia de la excesiva contaminación. También, hay talleres que optan por abrir un agujero en la pared de la planta e instalar un ventilador para sacar el aire contaminado al exterior, sin ningún tipo de filtración. Y sí emplean filtros, en la mayoría de los casos son adaptaciones ‘hechizas’, inadecuadas para el proceso”, aseguró el experto.

Quizás, algunos consideren que es factible pintar sin ningún sistema de recolección de residuos, pues, en muchos casos, esto no daña la calidad del terminado. Pero, no solo se trata de la estética del producto; además, del grave daño al ambiente, a la salud, a las instalaciones y a la maquinaria, estas malas prácticas, con las que supuestamente se ahorra dinero, terminan por afectar las finanzas de la empresa.

Tal como explica Jorge Salamanca, “adicional al riesgo de ser sancionado o pagar una tasa retributiva mayor; literalmente, con las adaptaciones de ventilación ‘hechizas’, la industria está arrojando el dinero a la basura.

Los ventiladores empleados por los industriales en las áreas de pintura generan una excesiva fuerza de succión y arrastran más partículas de las que deberían; con lo cual le quitan pintura al mueble y se desperdicia material. A su vez, la fuerza no controlada atrae el aire cargado de polvo y suciedad hacia la pieza, lo que desmejora el terminado”.

Ahora bien, la única manera de capturar eficientemente el material sobrante generado en los procesos de acabado y reunirlo para disponerlo adecuadamente, es la instalación de una cabina de pintura.

La solución, correcta

Crédito para dry-filter-spray-booth-01. Foto: www.spray-booth.co.uk / Las cabinas de pintura pueden instalarse dentro de una estructura cerrada o fuera de ella, según los requerimientos de calidad que exija el acabado.

Las cabinas son estructuras fabricadas con láminas de acero galvanizado o inoxidable –de tres paredes, techo y parte delantera abierta–, que sirven como área de pintado y que cuentan con un ventilador centrífugo montado en el techo para la absorción del aire y el material sobrante de los recubrimientos. Tal como explica Salamanca: “básicamente, estos equipos funcionan como una cámara aspiradora que se encarga de atraer, capturar y filtrar los desechos de pintura sobrantes suspendidos en el aire, para que no se propaguen por el resto del taller o al exterior.

Y es que, cuando la pintura se aplica a un mueble en particular, no toda se adhiere al mismo. Según cálculos de los expertos, al pintar superficies planas, como las puertas, aproximadamente el 60% del producto queda sobre la pieza, mientras el restante (40%) es material volátil que se dispersa en el aire, también llamado sobreaspersión. En piezas complejas –por ejemplo sillas– la perdida de pintura aumenta entre un 60% y 65%”.

Las cabinas pueden ser instaladas al interior de cuartos presurizados o fuera de ellos, todo depende del proceso que se vaya a realizar y los requerimientos de calidad que exige la pieza.

Por ejemplo, para la aplicación de sellador no se necesita que la cabina este en un ambiente cerrado, libre de impurezas, ya que posteriormente hay que lijar y continuar la preparación superficial de la madera para el acabado final. Por el contrario, si el objetivo es obtener el mejor terminado posible, lo ideal es alejar el producto del polvo y pintarlo en una cabina presurizada, en un ambiente restringido y delimitado por paredes de lámina, donde se garantice la circulación de aire limpio gracias a un sistema de ventiladores y filtros.

Tipos de cabinas

Si no existe un método mejor que las cabinas para el proceso de pintura. La pregunta obligada es: ¿Qué tipo de sistema es el más adecuado para cada empresa y cómo elegirlo?

Para ayudar a responder este interrogante, Jorge Salamanca recomienda conocer muy bien las particularidades del proceso: el tipo de pintura y el acabado que se quiere aplicar, las dimensiones de las piezas, el espacio de la planta y, especialmente, el nivel de producción.

Una vez se establezcan estas variables, el usuario podrá elegir entre los dos tipos de cabinas que el mercado ofrece y que, básicamente, se diferencian por el método de filtración empleado. Estas son: las de filtro seco, que utilizan recolectores de papel y fibra de vidrio; y las de cortina de agua que, además incluyen un filtro de fibra natural de coco y un decantador de residuos con un rollo de papel filtrante para la depuración del agua.

  • Cabinas de filtro seco: en estos equipos, la pintura sobrante que no se adhiere a las piezas es succionada hacia un filtro de papel especial, fabricado para realizar la captura de partículas de mayor tamaño, para después pasar por un segundo filtro de fibra de vidrio, lo que permite la captura del 99.9% de residuos peligrosos y la salida del aire limpio al medioambiente.

Existe equipos compactos para series pequeñas de producción o retoques, y cabinas de tipo industrial, de 2,0 metros hasta 6,0 metros de ancho, con una altura de 2.40 m.

El papel filtrante que se comercializa actualmente tiene una capacidad máxima de captura de 12 kg/m2; después de este límite el filtro debe ser renovado ya que se satura y los poros se tapan, lo que ocasiona la pérdida de la capacidad de filtración. Adicionalmente, por la saturación, el filtro puede escurrir el desperdicio dentro de la cabina.

En este sentido, se recomienda monitorear periódicamente el nivel de saturación del papel y establecer, con base en el número de galones de pintura aplicados por mes, cada cuánto se debe reemplazar este insumo.

Es muy importante adquirir filtros originales del fabricante del equipo, ya que en el mercado hay papel filtrante de bajo costo que no cumple con los niveles mínimos de retención de partículas y se saturan rápidamente. Una vez se reemplazan los filtros, hay que contratar una firma autorizada para la adecuada disposición de este residuo, acorde con la normatividad vigente. Véase recuadro: Disposición de los Residuos Peligrosos (Respel).

Aunque, inicialmente la instalación de una cabina de filtro seco tiene un costo menor, se recomiendan estos equipos para aquellas empresas con pequeños volúmenes de producción y una baja aplicación de pintura, ya que, a mediano y largo plazo, la saturación constante de los filtros y el recambio de éstos, aumentan los costos operativos ostensiblemente.

Crédito: Fotos: www.coral.eu / Filtro de papel

Cabinas de cortina de agua: estos equipos integran un sistema doble para la captura de la sobreaspersión de las partículas de pintura en el aire, mediante una cortina frontal de agua (velo) que desciende en forma de cascada por la pared frontal de la estructura metálica y un filtro de coco interno.

Al igual que en los sistemas de filtro seco, el ventilador se encarga de atraer el aire contaminado, esta vez, hacia la cortina de agua, la cual es generada por una bomba que recircula el líquido. El agua arrastra las partículas más pesadas hacia un tanque en la parte inferior de la estructura, en donde se acumularán.

Por su parte, el aire contaminado con las partículas más pequeñas es dirigido a la zona posterior de la cabina, donde choca contra los paneles de lámina galvanizada que le reducen la velocidad y ocasionan que otra parte de los residuos caigan también al tanque de recolección. Finalmente, los residuos más pequeños (del tamaño de micras) son dirigidos hacia un filtro de fibra natural de coco que los captura.

El filtro de coco es similar a un tapete y tiene una vida útil más prolongada. Incluso, cuando la pintura se solidifica es posible sacar el filtro, sacudirlo y recolectar el residuo para entregarlo al dispositor autorizado.

Cuando se acumulan los lodos de pintura en el tanque de agua, el líquido contaminado debe ser depurado por un equipo de decantación. Hasta hace poco, el agua con los lodos era conducida mediante una bomba hacia un sistema con sacos filtrantes, que retenían los residuos sólidos y dejaban salir el agua clara, la cual, nuevamente, se reutilizaba.

Según explica Salamanca, hoy día, el mercado cuenta con un método de depuración de lodos más efectivo y eficiente, copiado del sector metalmecánico.

“Se trata de una estructura metálica que conduce el agua mezclada con los fangos, provenientes de la cabina, a través de una banda transportadora hacia una cuba en la cual hay un rollo de papel filtrante que, a medida que se desenrolla, absorbe la mayoría del residuo sólido y lo separa del agua. Una vez está saturado el rollo, el nivel del líquido desciende y un dispositivo flotador activa el sistema de detención del decantador. El papel contaminado se apila automáticamente en un espacio a un lado del tanque de decantación, para su posterior disposición”.

Las cabinas de cortina de agua entregan excelentes beneficios a las empresas en las que el volumen de producción y de aplicación de pintura es alto. Pues, aunque, el costo de instalación inicial es mayor al de un equipo de filtro seco, a lo largo del tiempo, presenta un atractivo ahorro de dinero, gracias a la disminución de los mantenimientos y el menor costo de los insumos empleados (agua, filtro de coco y rollo de papel filtrante).

Costo beneficio

Para evaluar realmente el costo de cada tipo de cabina (filtro seco y cortina de agua), el usuario debería considerar no sólo la inversión inicial de la instalación, también debe comparar el precio de los insumos y del mantenimiento a lo largo de toda la producción.

Si bien es cierto, el costo inicial de la cabina de cortina de agua puede duplicar el de filtro seco, el precio de los consumibles y del mantenimiento, evidentemente, es mayor en esta última, ya que el papel solo puede capturar una cantidad específica de solidos antes de llegar a un punto en el que el flujo del aire es menor que las tasas de recolección aceptables. En este punto la producción se debe detener mientras se reemplazan los filtros.

Por ejemplo, si una empresa dedicada a pintar puertas (superficies planas) aplica 500 kg de pintura al mes, en una cabina con un filtro seco de 8.0 m2, con una tasa de captura de 12 kg/m2; y si, aproximadamente, el 60% del recubrimiento se adhiere a las puertas –para este caso 300 kg– y el restante 40% (200 kg) es la sobreaspersión que se debe capturar, el filtro de papel debería saturarse al absorber 96 kg de pintura.

Lo anterior quiere decir que, aproximadamente, se debe reemplazar el filtro cada 15 días, con un costo de $584.000 (€200 al cambio de moneda promedio en agosto de 2015), precio que no se compara con el total del costo sumado del agua, el filtro de coco y el rollo de papel del depurador, en una cabina de cortina de agua.

Así mismo, cabe destacar que en el equipo de agua el líquido se filtra y se reutiliza constantemente, y en el caso de que se evapore puede incorporarse más agua en el momento que sea necesario. En suma, es un proceso continuo, más económico y eficiente.

Por último, Jorge Salamanca advierte que existe una gran desinformación con respecto a las cabinas de cortina de agua. “En la industria hay mitos que desvirtúan las ventajas del sistema de agua, hay personas que aseguran que está prohibido su uso en el país, lo cual es completamente falso”.

Si bien es cierto, la Ley restringe el vertimiento al alcantarillado de las aguas residuales y de los lodos provenientes de las cabinas de pintura, esto también aplica para la disposición de filtros de papel contaminados, y en ningún caso incluye el uso de los equipos, por el contrario la Secretaria del Ambiente promueve y exige la captura de los desechos mediante los dos métodos”.

Fuentes

  • Jorge Salamanca. Gerente comercial – Aristizábal & Jinete S.A.S. Jorge Salamanca salamanca@ayj.com.co
  • Mercy Hernández. Asesora Comercial Planeta Verde S.A.S. mhventas@planetaverdegir.com
  • coral.eu –

0 Comentarios

    Deja un comentario

    Login

    Welcome! Login in to your account

    Remember me Lost your password?

    Don't have account. Register

    Lost Password

    Register