La moda se viste de madera

Paola Andrea Ruiz Rojas

Periodista M&M

La madera forma parte del grupo de materiales naturales, orgánicos y renovables que se utilizan actualmente en la producción de piezas y artículos de moda. Su inclusión en este mundo se debe a que posibilita la creación de diseños vanguardistas, innovadores y ecológicamente sostenibles.

La madera ha ido ganando terreno en espacios que antes eran exclusivos de otros materiales, hoy en día es posible encontrarla en eventos de moda, y no precisamente haciendo parte del mobiliario, sino como protagonista de los diseños, los complementos y los accesorios exhibidos por los modelos.

En las últimas décadas la madera ha irrumpido con fuerza en las pasarelas del mundo, la razón: se ha convertido en uno de los materiales más apreciados por un grupo de nuevos diseñadores industriales y de moda, que busca imprimir en sus creaciones acentos de originalidad y estilo.

La madera ha traspasado las fronteras del interiorismo, el urbanismo y la arquitectura para posicionarse en la vida cotidiana de las personas, ahora forma parte de elementos que usa el común, tales como corbatines, zapatos, ropa, bolsos, gafas, bolígrafos, hebillas para correas, billeteras, fundas para tabletas y forros para celular. Su aceptación y uso ha sido tal, que muchos se atreven a afirmar que la madera reemplazará materiales tan arraigados como el plástico, el cuero o el acrílico.

Accesorios de Madera: Moda al Natural

La denominada tendencia “Eco-Friendly” (referente a Respetuoso con el medio ambiente) ha generado un cambio en el pensamiento y en el accionar de millones de ciudadanos en el mundo, muchos han empezado a buscar alternativas para mejorar las condiciones ambientales del planeta mediante la creación de productos amigables, responsables y sostenibles. Precisamente, esa tendencia verde es la que le ha permitido a la madera ganarse el protagonismo en el mundo de la moda.

Relojes, la hora de la madera

La combinación entre diseño, estilo, elegancia, precisión, sustentabilidad y ecología, parece ser la constante de las empresas que se han dedicado a producir relojes de madera.

Muchos de los fabricantes han apostado por el uso responsable de maderas certificadas FSC (Forest Stewardchip Council) provenientes de bosques nativos; mientras que otros han optado por utilizar maderas recicladas. En ambos casos, las especies más utilizadas son el arce, el sándalo, la acacia, el palo santo, el nogal y el bambú. Algunas empresas colombianas prefieren usar madera de árboles como el ébano sinuano, el carreto guajiro, la chonta o macana, el granadillo rojo, el guayacán polvillo y el nazareno.

Toda la madera virgen empleada en la producción de relojes es sometida a procesos de cepillado, dimensionado, lijado y ensamblaje. De otra parte, a la madera reciclada, se le aplican procesos adicionales para eliminar pinturas, barnices o demás elementos que puedan interferir con el diseño del reloj o que resulten poco amigables con el medio ambiente. De acuerdo al tipo de acabado que exija el modelo, las maderas pueden ser recubiertas con grasas, barnices, aceites, betunes, lacas o pinturas naturales.

Además de las ventajas de diseño ya descritas, estos accesorios de moda ofrecen un plus frente a los relojes fabricados con otros materiales y es que nunca existirán dos relojes iguales, ya que cada pieza de madera con la que se fabrican es única e irrepetible.

Existen empresas nacionales y extranjeras que han logrado penetrar el mercado con sus relojes y posicionar su marca, y entre las nacionales más sobresalientes está Maguaco, un taller artesanal que desde el 2003 se ha dedicado al diseño y producción de accesorios que complementan el vestuario.

En el mercado se pueden encontrar diseños para todos los gustos y bolsillos. La mayoría de modelos vienen en estuches, también fabricados en madera. Entre los mecanismos preferidos están los suizos y los japoneses.

Sus relojes se destacan por mezclar colores, texturas, maderas y cuero. Hoy en día cuentan con más de seis diseños que se comercializan en los principales centro comerciales del país. En 2009, Maguaco fue galardonada con el premio Traza Artesanal en la categoría ‘Accesorios de moda’, y en el 2010 fueron los ganadores del premio Lápiz de Acero en la categoría vestuario.

Por su parte, en el grupo de las empresas extranjeras más reconocidas está We Wood, que ha emergido desde Italia con un emblema de lujo, diseño y ecología. Además de sus creaciones vanguardistas y sofisticadas, We Wood se ha hecho famosa por utilizar madera reciclada y porque hace la promesa al cliente de que, cada vez que registre la venta de un reloj de su marca, ella –en asocio con la organización American Forest– plantará un árbol en alguno de los dos proyectos de restauración mundial que maneja la organización Global Releaf Fund (en zonas urbanas), o Global Releaf Forest (restauración de bosques globalmente).

Otras empresas que se están abriendo paso en el mundo de los accesorios de moda, son TTANTI de Chile, y las mexicanas Eclock Relojes y Kaluna.

El precio de los relojes de madera pueden variar entre una marca y otra, pues su valor depende de la madera que utilicen, los procesos de producción y el tipo de mecanismo que empleen. Sin embargo, se pueden encontrar relojes desde 30 dólares en adelante.

  • Gafas de sol, estilo y protección natural

Las gafas de sol siempre han sido consideradas como el accesorio ideal para acompañar cualquier tipo de vestuario y estilo, desde el más serio y formal, hasta el más descomplicado. Dicho complemento de la moda vive en constante evolución, y es uno de los que hoy se fabrica con madera.

La lista de especies maderables con las que se producen los marcos de las gafas de sol es amplia, en ella están el pino, el cedro, el algarrobo, el nazareno, el comino, el roble, el nogal, la teka, el pino canadiense, el zapán, la guadua, el granadillo, el roble flor morado, el abarco y el bambú. Maderas consideradas de alta durabilidad, resistentes a los embates del clima, al ataque de hongos e insectos y a la intemperie.

Existe gran variedad de diseños, y pueden personalizarse de ser el caso, con lentes medicados

La elección de una especie sobre la otra depende, básicamente, de dos aspectos: del tipo de veta que el productor quiera para su producto, y del color que necesite en su diseño pues, en la mayoría de los casos, la madera no es teñida, pintada ni barnizada, sólo es recubierta con ceras o aceites naturales para conservarla; y tal como en el caso de los relojes, algunos productores utilizan madera certificada, mientras que otros han optado por el uso de madera reciclada.

La fabricación de las monturas varía de una empresa a otra, ya que algunos realizan la producción cien por ciento manual, mientras que otros ya han industrializado algunos de sus procesos como el de diseño asistido por programas de modelación 3D (Rhino – Solid Works), corte láser, y lijado con máquinas CNC.

En el mercado internacional marcas como Laveta, ribot sunglasses, y kaluna se han ido posicionando entre las preferidas de los clientes, mientras que en el mercado nacional la empresa caleña Sierra, la bogotana Vartez y la paisa Lignum Wooden eyewear son líderes tanto en producción como en ventas.

Los precios de las monturas puede variar de acuerdo al estilo, al diseño, a la clase de madera, la marca del lente y el tipo de protección UV y en este sentido, muchas empresas permiten incluso personalizar los diseños e crean monturas para lentes medicados a pedido. Referente a los precios, es posible encontrar modelos desde 150 mil pesos en adelante.

Madera en tecnología y como complemento

La madera también protagoniza la moda en aparatos tecnológicos, pues varias empresas internacionales se han dedicado a crear fundas, carcasas y protectores para celulares, tabletas, y demás dispositivos electrónicos.

Tal es el caso de IUBUD, una empresa que hace presencia Online en más de 13 países incluido Colombia y que fabrica, manualmente, fundas personalizadas para dispositivos Apple; de la mano de sus clientes crean diseños para luego darles vida utilizando finísimas láminas de madera que se adhieren mediante un adhesivo a las carcazas originales de los dispositivos.

Los precios de los modelos varían de acuerdo al tipo de dispositivo, pero sus precios oscilan entre 16 y 40 euros para las más básicas.

De otro lado, no ha habido un nicho de la moda que se haya escapado de la presencia de la madera, de allí que hoy en día sea posible encontrar bolsos, sombreros, corbatines, billeteras y hasta esferos hechos con este noble material.

Los protectores para celulares en madera son uno de los productos de mayor demanda en cuanto a novedosos accesorios tecnológicos, se refiere.

De este grupo de complementos de vestuario sobresalen los diseños de Tête de Bois una marca creada por el arquitecto veneciano Andrea Deppieri –dedicada a hacer sombreros– que con pequeña piezas de madera de Tanganika y Mahogany que semejan palos de paleta ha creado seis modelos unisex, ajustables, ligeros y cómodos y que se han convertido en la sensación de las pasarelas donde han sido exhibidos.

Creaciones históricas pero vigentes

El uso de la madera como material alternativo no corresponde del todo a una tendencia de la modernidad, pues, en la antigüedad, algunas culturas como la holandesa y la japonesa, utilizaron el insumo para la elaboración de implementos de vestir.

Bolsos y joyas son otros de los productos en los que la madera se destaca.

Entre las creaciones milenarias más reconocidas y que aún se fabrican y utilizan en algunos lugares de la geografía mundial están los zuecos holandeses, las madreñas asturianas y las sandalias japonesas conocidas mundialmente con el nombre de Getas.

Zuecos, el calzado típico holandés

Los zuecos holandeses son un tipo de calzado laboral fabricado a partir de un trozo macizo de madera. En un principio eran utilizados solamente por los labriegos y campesinos porque les permitían caminar de forma segura sobre el barro, luego su uso trascendió a otros ámbitos laborales, al ser considerados como un prenda de seguridad que soportaba la caída de objetos pesados, punzantes y corrosivos.

La Unión Europea reconoció en los zuecos, un tipo de calzado saludable porque mantiene los pies secos y seguros, razón por la cual le concedió la marca CE, que avala que dicho producto cumple con los requisitos técnicos en materia de seguridad.

Los zuecos son fabricados con diferentes tipos de madera: sin embargo, es la del sauce la preferida para este fin, ya que es ligera pero firme, resiste la fricción, tiene un rápido secado y su color blanco facilita el trabajo de decoración. Según lo explican los dueños del taller “De Zaanse Schans”, dedicado a la fabricación de zuecos, para trabajar bien la madera con las máquinas, es necesario que ésta tenga aproximadamente un 60 por ciento de agua. Otras maderas que se utilizan para la fabricación de esta calzado son el álamo blanco y el aliso.

Tradicionalmente, los zuecos holandeses eran fabricados a mano por artesanos expertos que lograban producir hasta siete pares diarios; tras la revolución industrial, muchos de los fabricantes industrializaron los procesos para lograr satisfacer la demanda que, para entonces se presentaba, ya que los zuecos se convirtieron en el calzado preferido de los holandeses, incluso para aquellos que vivían en las zonas urbanas.

Los Komplen como se le conoce a los zuecos holandeses, son utilizados en la actualidad por los habitantes de algunas regiones rurales de Holanda. Crédito: www.woodenshoes Pie de foto: Etapas del proceso de producción actual de los zuecos.

Sin embrago, la industria del zueco ha ido en decadencia y ya no es tan próspera como lo fue hace 100 años cuando empleaba cerca de ocho mil personas.

Según el portal www.holland.com, en los Países Bajos sólo quedan 25 empresas dedicadas a la fabricación de zuecos; la demanda ha disminuido notablemente durante los últimos 50 años ya que sólo son usados por los agricultores de la región y comprados a manera de “souvenir” por turistas que quieren conservar un recuerdo del símbolo nacional de los países bajos.

  • Las madreñas asturianas

Al igual que los zuecos, las madreñas asturianas son un tipo de calzado hecho enteramente de una sola pieza de madera; sin embargo, se diferencian de los primeros, porque poseen un tacón bien marcado y dos tacos delanteros en la suela. Los tacos en la suela permiten que la madreña ofrezca una excelente estabilidad en los suelos irregulares y fangosos, facilita los giros y aíslan el cuerpo del zapato de la humedad y el barro.

Según la publicación “Artesanías de Asturias”, las madreñas representan “el último estadio evolutivo de la familia del calzado de madera que se extiende por Europa Latina y Germánica”, razón por la que es de gran importancia cultural no sólo para la región asturiana, sino para el mundo entero.

 

Las madreña son fabricadas con madera verde de aliso, haya o nogal, y aquellas cuya finalidad es decorativa, con madera de abedul. Este tipo de zapatos es utilizado, básicamente, por quienes realizan tareas propias de las áreas rurales, sin embargo, están cayendo también en el desuso debido a los procesos de globalización e industrialización que impactan y condicionan el mercado en el mundo, actualmente.

La producción de madreñas asturianas eran un importante generador de ingresos para numerosas familias de artesanos en Asturias.

De los más de mil productores de madreñas que existían hace al menos 50 años, actualmente sólo queda una docena de ellos activos y sus productos los venden en los mercados más tradicionales de Asturias.

  • Geta, Las Sandalias Japonesas

El calzado tradicional japonés es una especie de sandalia compuesta por un tablero de madera (dai), en cuya base se instalan dos piezas de apoyo o dientes de madera (ha), y cuya finalidad es elevar el tablero muy por encima del piso para mantener los pies secos, alejados de la humedad, la lluvia, la nieve y la suciedad. El tablero se ajusta al pie mediante una correa o paño (hanao) que pasa entre el dedo gordo y el dedo segundo del pie.

El tablero de madera o dai tiene, básicamente, dos formas, la ovalada para las mujeres y la rectangular para los hombres.  Los dientes, piezas de apoyo o ha como se le conoce en japonés, también pueden variar de acuerdo al estilo, existen sandalias Geta con un solo diente, con dos y de diferentes alturas de acuerdo a las necesidades del usuario; por ejemplo, quienes trabajan en pesqueras, utilizan los ha muy altos, para evitar el contacto con el piso donde se descargan los mariscos.

Las getas las han usado generaciones enteras de japoneses y aún las utilizan, incluso con ropa occidental.

Las sandalias Geta –fabricadas con diferentes tipos de madera sólida como el roble rojo–, han tenido tanta acogida en su cultura, que en 1955 llegaron a producirse cerca de 93 millones de pares. Desde esa fecha, no ha habido un año con igual producción, pero siguen comercializándose y usándose normalmente.

Fuentes:

 

 

 

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