Elija la Cerradura Correcta para su Mueble

Luisa Fernanda Castro Patiño
Periodista M&M

Una cerradura es un dispositivo sencillo que, a través de diferentes mecanismos, impide el acceso a determinado espacio. En el mercado existe una gran variedad de estos elementos que le permite al fabricante de muebles elegir, entre muchas opciones, los que cumplan específicamente con los requerimientos del cliente.

En muebles, el éxito de una cerradura está determinado por la seguridad que les proporciona y de ella depende, en gran medida, la utilidad de los mismos; por tal razón, los creadores de cerraduras trabajan conjuntamente con los fabricantes de muebles con el fin de desarrollar productos que no sólo se acomoden a requerimientos de diseño, sino también de funcionalidad.

Cerraduras para cajones, para muebles de puertas corredizas, archivadores, casilleros, armarios y vitrinas para joyería, son los tipos de muebles en los que estos dispositivos cobran mayor importancia; de allí que existan diferentes tipos, con características específicas para cada uno de ellos.

En cuanto al diseño, es importante destacar que en la actualidad las cerraduras para mobiliario son muy discretas a fin de no interferir con la estética del mueble; de hecho, en algunos casos este tipo de sistemas, se ocultan con la ayuda de una manija.

Tipos y Usos 

Las cerraduras para mobiliario son pequeñas; se encuentran en formas de cilindro, ovaladas, cuadradas; y se caracterizan por tener una cavidad alargada que envuelve el mecanismo de la cerradura y una pestaña o pestillo que sale de ésta al girar la llave o impulsarla por el muelle, para cerrar la puerta o cajón del mueble.

Dentro de la cerradura se encuentran ubicados unos pines de distintas longitudes, cuya función es encajar en la estructura de la llave y de esta manera, permitir que el cilindro gire y se abra la puerta del mueble.

A continuación, se citan las cerraduras, comúnmente utilizadas en el mobiliario.

  • Cerraduras para Cajones:

Las cerraduras de cilindro son las más utilizadas en muebles de varios cajones, debido a su versatilidad a este tipo de mobiliario, tanto de metal como de madera.

En el mercado se encuentran cerraduras de cilindro de gama baja, media y alta, la diferencia consiste en su estructura interna con sistemas menos o más complejos que le brindan menor o mayor seguridad al usuario, según sea el tipo.

El 80 por ciento de este tipo de cerraduras, por ejemplo, utilizan llaves de sierra, pero también existen otro tipo que utilizan llaves de puntos, un sistema más complejo y que brinda mayor seguridad al usuario. También existen los cilindros del tipo intercambiable, los cuales pertenecen a una gama media-alta, su funcionamiento consiste en que su mecanismo interno o cilindro puede extraerse, mediante una llave especial, para ser cambiado por uno nuevo.

Según Helberth E. Ramírez, Gerente General de Hafele Colombia S.A.S, empresa alemana especializada en la fabricación y comercialización de este tipo de soluciones, las cerraduras de cilindro intercambiable son útiles cuando el usuario ha perdido su llave.

En este caso, el sistema funciona con dos dispositivos importantes: una llave maestra que se encargará de abrir la cerradura; y una de extracción que permite al usuario extraer el antiguo cilindro y cambiarlo por uno nuevo, el cual dispone de sus propias llaves; de esta manera, solucionará el problema sin la necesidad de recurrir a un cerrajero.

Vale anotar que la llave maestra y de extracción, sólo abrirán cerraduras de la misma combinación o marca, pues cada empresa fabricante de este producto maneja un sistema de cierre diferente para sus llaves y cerrojos, y muy pocas marcas ofrecen este servicio.

  • Cerraduras para Archivadores:

Esta solución adopta un sistema, denominado trampa, que permite utilizar sólo una cerradura para la apertura y cierre de un mueble de archivo. Existen trampas sencillas que se aplican a cajones de oficina ubicados en la parte inferior del escritorio. El sistema consta de una cerradura que activa una varilla, la cual tiene ubicadas las púas de retención, según la cantidad de cajones a bloquear.

Cuando la cerradura se acciona para cerrar el mueble, la varilla se desplaza hacia arriba, permitiendo que las púas de cierre se alojen detrás en unas platinas de retención o muescas, según el diseño, lo que bloquea la salida de los cajones.

Cajoneras para oficina.

Luego, al abrir la cerradura, la varilla se mantiene en dicha posición y permite la apertura de cualquier cajón. Por lo regular, estas cerraduras pueden ser instaladas en la parte central o incluso a un lado de la cajonera o archivador, esto con el fin de no afectar la estética del mueble y no obstaculizar el paso del usuario.

Existe otro sistema de trampa para archivadores que, por su gran tamaño y peso, incluyen un dispositivo de seguridad denominado antivuelco. Según Ramírez, este tipo de solución asegura que, mientras uno de los cajones permanezca abierto, los otros estén bloqueados o cerrados, de tal manera que el mueble no se voltee hacia adelante y cause daño al usuario.

En este sistema, dos dispositivos adicionales son los responsables que cuando se acciona la cerradura, se desbloqueen todos los cajones, pero en el momento que se abra uno solo, un pin deja caer la varilla y ésta se desplaza para que los demás queden bloqueados.

  • Armario con puertas corredizas, donde son empleadas comúnmente las cerraduras con pestaña en forma de gancho

    Cerradura para Puertas Corredizas:

El mercado ofrece  un conjunto de soluciones sofisticadas e “inteligentes” para todo tipo de puertas correderas –bien sean de madera, metal o persiana– y consiste en un mecanismo de pestaña en forma de gancho que, al accionar la cerradura, impide el desplazamiento de la puerta en forma horizontal.

Esta gama de cerraduras se adaptan a todo tipo de necesidades del cliente, ya que pueden utilizarse en armarios de una o dos puertas; además que los distintos diseños permiten cierres en el centro, en la parte lateral y puntos inferiores como superiores de cada mueble.

Cuando los armarios constan de puertas batientes, lo más recomendable es utilizar las cerraduras con sistemas de varillas pues, con las de cajón, se corre el riesgo que las puertas puedan abrirse en los extremos. Generalmente, las varillas se empotran en la puerta de tal manera que sólo sea visible el cilindro y la roseta.

  • Cerraduras para Casilleros:

A pesar que en los casilleros es común recurrir a candados convencionales o cerraduras de clave para guardar los objetos personales, también existen otros sistemas novedosos para este tipo de mobiliario como la cerradura tipo monedero, utilizada ampliamente en centros comerciales, gimnasios y bibliotecas, entre otros.

Para su funcionamiento, el usuario introduce una moneda en la ranura ubicada en la cerradura; luego, después de guardar sus objetos personales, acciona la cerradura para el cierre y la moneda cae, activando un mecanismo que permite liberar la llave, de esta manera puede llevarla con él, mientras realiza sus actividades. Al regresar, el usuario abre el casillero para recoger sus objetos personales, entonces podrá tomar su moneda, pero no la llave, pues ésta quedará fija en la cerradura para ser nuevamente liberada cuando otro usuario inserte una nueva moneda.

Según Ramírez, este sistema fue creado para evitar pérdidas y robos de llaves, lo que generalmente, conlleva al cambio de la cerradura y por ende, a altos costos. Vale destacar que existe otra variación de sistemas monederos que retienen la moneda del cliente, con el fin de cobrar por el servicio.

Otro sistema novedoso y para los casilleros de los gimnasios es el de la cerradura electrónica con barra o stick que hace las veces de llave. La barra tiene alrededor de 4.0 cm de longitud y con ella se empuja el cierre, para asegurar la puerta. Un sonido de click le indicará a la persona que el casillero se encuentra completamente cerrado.

La novedad que presenta este sistema es que al momento que el usuario presiona la barra en la cerradura, ésta, a través de una memoria, guarda un código o clave electrónica, de tal modo que sólo sea esta barra y ningún otro elemento, el que permita su apertura, con el fin de brindarle mayor seguridad al usuario del casillero.

Una vez el usuario abre el casillero, la memoria de la cerradura borra el código de la barra del cliente anterior y queda disponible para ser accionada por otra persona.

  • Cerraduras Electrónicas:

Este tipo de cerraduras son de alta gama por tratarse de sistemas altamente seguros; los expertos recomiendan su uso en vitrinas de joyerías, pues éstas exhiben objetos y productos muy costosos y que demandan una mayor protección contra robo.

La cerradura electrónica puede ser usada en cajones, archivadores, puertas de madera y puertas corredizas; es decir, el sistema se acopla a una gran variedad de aplicaciones de mobiliario.

Este dispositivo trabaja con corriente eléctrica a 120 voltios que alimenta un cerebro que, a través de una tarjeta electrónica o llave, recibe toda la información. Consta de una antena encargada de leer cada una de las llaves configuradas dentro del sistema y por último, de unas conexiones de cables, destinados a cada una de las cerraduras instaladas en el mueble.

Es importante aclarar que el número de tarjetas electrónicas o llaves, depende de lo que el usuario requiera; en una joyería, por lo regular, son destinadas a cada uno de los vendedores y personal autorizado.

Para su funcionamiento, las tarjetas integran un chip que guarda información para que en el momento que el usuario presente la tarjeta a la antena, ésta envíe la información al cerebro, el cual desbloquea las cerraduras a él conectadas y de esta forma el usuario pueda acceder al mueble.

El cerebro únicamente, autoriza el ingreso a las tarjetas electrónicas que con anterioridad fueron programadas y de las cuales tiene la información guardada en su memoria; por tal razón, cuando se pierda una de ellas, el usuario tendrá que reprogramar de nuevo, de tal manera que la que se encuentra perdida, ya no funcione.

Vale anotar que la programación y reprogramación de las tarjetas la puede hacer el mismo cliente, con la instrucción de la empresa proveedora del servicio.

En el mercado se distinguen las cerraduras electrónicas que trabajan con un sistema electroimán, que mantiene las puertas de las vitrinas cerradas, siempre y cuando la corriente eléctrica esta activada, de lo contrario, las puertas quedarán abiertas, lo que permite que el ladrón pueda acceder al mobiliario con un corte de luz.

Por lo contrario, existe otro tipo de cerraduras electrónicas que, aunque utilizan un sistema similar al electroimán, siguen en funcionamiento, incluso si hay un corte de energía eléctrica, lo que se traduce en una mayor seguridad al cliente. “La única posibilidad de acceder al producto, es rompiendo violentamente la chapa, por tal razón son consideradas cerraduras altamente seguras”, asegura Ramírez.

Recomendaciones

Según Ramírez, existen tres recomendaciones puntuales para los fabricantes de muebles a la hora de elegir la cerradura correcta. La primera de ellas es determinar la calidad del producto a utilizar; como se dijo anteriormente, el mercado ofrece sistemas de gama baja, media y alta, cada una con diferentes calidades.

Utilizar cerraduras de gama baja en el mobiliario, implica para el fabricante, en la mayoría de los casos, un costo elevado, pues dejan de funcionar correctamente, en poco tiempo, por lo que el cliente solicita su reparación inmediata.

“En los muebles de algunas oficinas y almacenes comerciales, por ejemplo, debe abrir el usuario, el mismo cajón unas 10 o 15 veces al día, lo que puede generar un gasto prematuro de la cerradura, y si esta es de gama baja, indudablemente tendrá que remplazarse por otra, elevando costos de mantenimiento innecesarios y generando inseguridad”, asegura Ramírez.

La siguiente recomendación está relacionada con el tipo y la ubicación de las cerraduras en el mueble, en este sentido, el diseñador debe tener en cuenta que el mercado ofrece una gran variedad con diferentes opciones de instalación; es decir todo un portafolio de productos que le permite tomar la decisión adecuada y así conseguir excelentes diseños.

El fabricante de muebles debe tener en cuenta el grado de seguridad que necesita su cliente final, con el fin de instalar la cerradura correcta, pues de ésta depende la funcionalidad del mismo.

Fuentes

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