Indicadores de la construcción, estratégicos para el marketing del mueble y la madera
Camilo Marín Villar
Periodista
Para los fabricantes, proveedores y comerciantes de muebles y productos de madera se hace, cada vez más necesario, incluir en sus análisis de mercado los indicadores de la construcción, para identificar oportunidades, planear la producción, las ventas y tomar decisiones sustentadas en la demanda edificadora.
La construcción es, sin duda, uno de los principales motores para el desarrollo económico y social de un país, debido a que genera encadenamientos con gran parte de las ramas industriales y comerciales de la sociedad.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), en la clasificación de los 61 sectores productivos del país, la construcción de edificaciones impulsa 27 rubros que mueven negocios anuales por $22 billones aproximadamente, entre los que se encuentran los materiales, productos y bienes manufacturados de madera. Anualmente, el 64 % de las ventas de muebles y el 38 % de los productos de madera van hacia el sector constructor.
En la primera etapa de una obra se requieren trozas macizas, vigas, largueros, formaletas, casetones y tableros aglomerados y de fibras, para hacer cerramientos, campamentos y, principalmente, para los encofrados, en los que se utiliza madera de baja calidad.
Una vez culmina el proyecto, se emplea la madera y sus derivados para los acabados arquitectónicos, especialmente: las puertas, los cielorrasos, los machihembrados, los muebles empotrados, las escaleras, los pisos y los guardaescobas, entre otros. Así mismo, las edificaciones terminadas requieren de todo tipo de muebles de madera para su decoración.
El encadenamiento de la construcción y el sector madera-muebles es tan importante que, el desempeño de las empresas que fabrican o comercializan productos de madera está ligado, directamente, al comportamiento de la construcción. Esto incluye a los proveedores de suministros para la fabricación de productos finales, como las empresas de herrajes, abrasivos, pinturas, pegantes y máquinas-herramientas.
Por esta razón, el sector maderero debe estar muy atento a los indicadores que, periódicamente, las autoridades emiten sobre la tendencia de la edificación en Colombia, e incluso conocer los datos a nivel regional.
Organismos como el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), y gremios como Camacol o la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) generan datos valiosos, que le proporcionan al empresario señales sobre el comienzo o la evolución de un nuevo ciclo económico y, sin necesidad de realizar estudios complejos, que pueden ser representativos de un cambio, evidenciar oportunidades de negocio y contribuir a la toma de decisiones.
Indicadores relevantes
- PIB de la construcción: Es importante estar atento al crecimiento del Producto Interno Bruto del sector de la construcción y de sus subsectores, edificaciones y obras civiles, y su contribución sobre el PIB total nacional. En países como Colombia, que están en pleno desarrollo, la construcción jalona o contrae el resto de la economía.
El comportamiento de la construcción con un crecimiento del 17 %, en el primer trimestre del año, fue uno de los factores que apalancó el aumento del PIB en Colombia. Con un aporte del 9,3 %, la construcción es el sector que mayor participación tiene en el total de la economía nacional.
Licencias de construcción: El principal indicador económico de predicción del sector edificador es el reporte mensual de licencias de construcción aprobadas, el cual es consolidado por el Dane a partir de datos entregados por las Curadurías Urbanas. Básicamente, una licencia es una autorización para desarrollar edificaciones y construcciones, cualesquiera que ellas sean, acordes con la delineación urbanística de la ciudad.
En las licencias de construcción se concretan de manera específica los usos, edificabilidad, volumetría, accesibilidad y demás aspectos técnicos aprobados para la respectiva obra. Además, existen diferentes modalidades de licencia de construcción: obra nueva, ampliación, adecuación, modificación, restauración, reforzamiento estructural, demolición, cerramiento y reconstrucción.
La investigación de licencias de construcción es uno de los reportes estadísticos más completos y detallados que existen, además es uno de los pocos sobre los cuales el país posee información histórica desde 1997.
Con estos datos, el empresario no sólo puede cuantificar el total de metros aprobados para construcción en Colombia, también obtiene información cualitativa sobre el tipo de edificación por destino (vivienda, oficina, comercio, religioso, hospital, recreacional, industria, hotel, educación, bodega, etc), tipo de solicitud (nueva, modificación y/o ampliación), y estrato socioeconómico.
Igualmente, el reporte distingue el metraje aprobado para la construcción de vivienda, separando detalladamente lo que corresponde a Vivienda de Interés Social –VIS– y a vivienda diferente a VIS, por tipo (casas o apartamentos) y por zona geográfica (departamento, ciudad y municipio).
Esta información es muy útil a la hora de realizar la segmentación de los materiales, bienes y manufacturas de madera. Según Camacol, solo para la cimentación y la estructura de las obras, en un proyecto multifamiliar tipo VIS, la madera puede representar el 6 % de los materiales empleados. Para las etapas posteriores y para la vivienda de estratos 4, 5 y 6, este porcentaje aumenta dependiendo del tamaño y de la técnica usada en la edificación.
Las obras que mayor porcentaje de madera emplean son las oficinas, las edificaciones comerciales y las públicas, las cuales utilizan entre 10 % y 15 % de este material. El producto más demandado de madera son las puertas, seguido de los guardaescobas (zócalos), los pisos y los marcos de ventana.
No obstante su importancia, antes de tomar un informe sobre licencias para realizar un análisis de coyuntura, es conveniente conocer algunos detalles muy útiles para evitar interpretar los datos a la ligera, entre otros, los siguientes:
- El trámite y el periodo de aprobación: las licencias aprobadas nunca reflejarán las licencias solicitadas que se encuentran en trámite, ya que, en algunas circunstancias, existen factores burocráticos que pueden retrasar y represar la entrega de la autorización.
Actualmente, los trámites para adquirir una licencia se han reducido ostensiblemente e incluso, en las principales ciudades del país, las alcaldías han adoptado plataformas virtuales como una herramienta para que los ciudadanos y los constructores puedan acceder a los permisos en línea. Según la complejidad de la obra, el trámite se demora entre 20 y 45 días.
- Los factores de desistimiento y sobreregistro: la diferencia entre el área licenciada aprobada y el área de construcción que se materializa es mínimo. En principio, la gran mayoría de proyectos aprobados son construidos. Puesto que, en el esquema de preventa actual, por lo general, se licencian los proyectos cuando ya tienen un nivel de ventas garantizado.
Además, es de suponer que el sobreregistro de licencias (cuando la obra no se ejecuta en los 24 meses siguientes y se solicita licencia por segunda vez) es reducido, por cuanto, se supone que son muy pocas las personas que se someten a los trámites y costos que implican la obtención de una licencia, y luego desisten de sus propósitos.
- Periodo de ejecución: otro aspecto de importancia que se debe tener en cuenta, cuando se analizan las cifras en períodos cortos (mensuales o trimestrales), es el lapso real que existe entre el momento de aprobación de la licencia y el momento en que se construye, lo que origina rezagos en el comportamiento real del sector. Se debe tener presente que una licencia tiene una vigencia de dos años para que el constructor inicie obra; en este sentido, el dato de metros cuadrados es un indicador a mediano y largo plazo y de ningún modo refleja situaciones de corto plazo.
Por ello, el industrial deberá analizar los datos históricos de licenciamiento, por lo menos, dos años y atrás, para visualizar lo que sucede en tiempo real, o emplear las estadísticas más recientes para programar sus inventarios, producción y ventas a futuro.
- Los factores de tipo y zona geográfica: en Colombia las cifras de construcción se ven influenciadas por la coyuntura de las grandes ciudades. Especialmente, Bogotá jalona o contrae los indicadores nacionales según su situación. Además, conviene considerar el mercado objetivo de la empresa con base en el tipo de edificación, pues, algunas veces, es la construcción de vivienda la que impulsa el sector; en otras oportunidades son las oficinas, las edificaciones comerciales o los hoteles.
Los datos más recientes sobre licencias de construcción indican que, en los últimos doce meses, a junio de 2014, el 50,8 % del área total aprobada (25.340.897 m²) se distribuyó en la ciudad de Bogotá (29,4 %) y en los departamentos de Antioquia (11,1%) y Cundinamarca (10,3 %).
Conviene destacar que, el área aprobada bajo licencias para el destino religioso reportó el mayor crecimiento (670,3 %), al pasar de 1.569 m² en junio de 2013 a 12.086 m² en junio de 2014. Por otra parte, el área aprobada para educación disminuyó 55,6%, al pasar de 43.396 m² en junio de 2013 a 19.253 m² en el período de referencia. El área aprobada para oficina generó la principal contribución a la variación del período, al aportar 16,9 puntos porcentuales a la variación total del área aprobada. Por otra parte la variación del área aprobada para vivienda restó 14,3 puntos porcentuales.
De enero a junio de 2014, el área aprobada para el destino oficina reportó la mayor variación porcentual (97,3 %), al pasar de 800.122 m², en el año corrido a junio de 2013, a 1.578.788 m² en el período de análisis. Por otra parte, los destinos administración pública y bodega registraron disminuciones de 48,2 % y 46,0 %, respectivamente.
El reporte de licencias entrega datos detallados por tipo de edificación: vivienda, oficina, comercio, religioso, hospital, recreacional, industria, hotel, educación, bodega, etc.
- Área censada construida: un análisis completo debe incluir el desempeño del número de edificaciones licenciadas frente al número de edificaciones iniciadas en cada período, es decir, el área de construcción que efectivamente se materializa. Hay que observar el área nueva o iniciada del Censo de Edificaciones, para el total de construcciones, vivienda (VIS y no VIS) y destinos diferentes al habitacional.
El área censada para construcción aumentó 10,1 % en el segundo trimestre del año, frente al mismo periodo del 2013, según el Dane, que también destacó un incremento de 14% en los m² en proceso. La entidad estadística explica el comportamiento por la variación de 30 % registrada en Bogotá, de 27,3 % en Barranquilla y de 21 % en Bucaramanga. Estas ciudades aportaron, en conjunto, 12 puntos porcentuales al acumulado anual.
El área en proceso por destinos o usos en el periodo analizado también confirmó que se siguen construyendo más apartamentos que casas, pues el metraje que está actualmente en obra registró un incremento de 11,8 % para los primeros, mientras que para las casas fue de -12,4 %.
En este mismo lapso, las obras que se desarrollan para oficinas fueron las de mejores registros, ya que el área aumentó 54,3 %; la misma tendencia fue reportada por los proyectos para administración pública, con una variación de 37,5 %, seguidos de los de comercio, cuyo metraje se incrementó 35,9 %.
Sin embargo, el ‘bache’ estuvo por el lado de la oferta residencial, ya que apartamentos y casas restaron en conjunto 10,5 puntos. Esta tendencia va en la misma línea de los recientes reportes del área avalada bajo licencias que, en junio de este año, aumentó para usos diferentes a vivienda, especialmente para oficinas y comercio.
- Índice de costos de la construcción de vivienda – ICCV. Es un instrumento estadístico que permite conocer el cambio porcentual promedio de los precios de los principales insumos requeridos para la construcción de vivienda, en un periodo de tiempo. De igual manera, se pueden consultar los precios de la construcción pesada y de otros destinos. Aunque no es un indicador de pronóstico, al realizar comparaciones históricas, muestra la evolución y la tendencia de los precios de los materiales, entre ellos, los de madera y sus derivados.
En total, la variación en los primeros siete meses del año del ICCV fue de 1,72 %. Esta tasa es inferior en 0,41% puntos porcentuales frente a la presentada en el mismo periodo del año anterior (2,13 %) y en 1,01 puntos porcentuales con relación al IPC acumulado a julio de 2014 (2,73 %).
Particularmente, la carpintería de madera presentó la segunda variación más importante en los precios para la construcción a julio de 2014, con un incremento de 1,44 %. Para el mismo periodo, los insumos de madera para Vivienda de Interés Social –VIS– aumentaron en 1,41 %.
De hecho, en los últimos doce meses, desde junio de 2013 a julio de 2014, los precios de los materiales de madera, para edificaciones de uso habitacional en general, son los que representan la mayor alza con 1,79 %, en la VIS los precios subieron 1,69 %.
- Cartera hipotecaria de vivienda: el comportamiento del sector de la construcción y vivienda también se refleja en la tendencia de la financiación de inmuebles residenciales. No obstante, hay que comparar estos datos con las licencias aprobadas pues, en ocasiones, aunque exista un alto déficit habitacional y una alta demanda de créditos, las ciudades carecen de zonas urbanizables para construir.
En el segundo trimestre del presente año se observa un aumento tanto en el número de las viviendas financiadas como en el valor de los créditos, registrando variaciones de 3,03 % y 14,61 % respectivamente, frente al segundo trimestre del 2013, lo que refleja el fuerte comportamiento de la demanda de vivienda en el país en aras a adquirir un vivienda propia.
Ojo con la construcción externa
Los empresarios nacionales no sólo pueden revisar los indicadores locales de la construcción, también es importante monitorear y buscar oportunidades en los mercados internacionales.
De acuerdo con información del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo., Panamá, Estados Unidos, Venezuela, India, Ecuador, Perú, Costa Rica, Chile, México y China son los principales destinos de las exportaciones colombianas del sector que, en 2013, totalizaron US$129,5 millones, y entre enero y junio de este año, US$58,3 millones.
Al respecto, la presidente de Proexport Colombia, María Claudia Lacouture, destacó el interés de los constructores de Centro América y el Caribe (Panamá, Costa Rica, Puerto Rico, Guatemala, Honduras y El Salvador) que vienen creciendo y cuyos proyectos, desde residenciales hasta hoteles, demandan una serie de productos para obra gris y blanca que Colombia puede ofrecer, y que por su calidad, mano de obra calificada, precios competitivos y cercanía, lo convierten en un proveedor ideal para esta zona.
Según la funcionaria, hay oportunidades no solo con materiales de construcción sino también con muebles y maderas.
Para el sector de muebles y maderas colombiano, Proexport Colombia identificó oportunidades de negocios en 36 países: Alemania, Antillas Holandesas, Argentina, Aruba, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Haití, Honduras, India, Israel, Italia, Líbano, México, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Turquía y Venezuela.
Por ejemplo, en China, hay demanda de maderas como cumara, bálsamo y jotoba para la fabricación de pisos, y prefieren proveedores que ofrezcan productos con alguna transformación.
“México, por otro lado, busca muebles RTA, o listos para armar para estudios, salas y dormitorios. También hay potencial para la oferta colombiana de sofás y muebles de cuero con alto diseño en las principales ciudades del país”, agregó Lacouture.
En otros mercados como el italiano, prima el diseño y la calidad, y hay nichos como el de muebles con elementos étnicos y ecológicos. Para Lacouture, el valor agregado es clave para lograr exportaciones exitosas, especialmente en dos de los sectores calificados como potenciales, que son el de mobiliario para hoteles y para la construcción.
Recientemente, Proexport Colombia realizó varias ruedas de negocios en la que participaron empresarios del sector maderero. Gracias a estas negociaciones, este sector captó el interés de 121 compradores internacionales entre enero y julio de 2014, manifestando su interés de compra en productos como pisos, puertas, muebles para cocina, exteriores, para restaurantes y hoteles.
Los empresarios extranjeros reportaron expectativas de negocios por US29,9 millones y compras cerradas por US$1,3 millones en dos eventos de Proexport Colombia en los primeros siete meses de 2014, dentro del apoyo de la organización para la expansión de la industria para su internacionalización: Macrorrueda 50 y Rueda de Negocios de Dotación Hotelera.
En la última versión de Expocamacol, los productos de madera también fueron algunos de los más demandados, como fue el caso de las puertas, los muebles y la carpintería arquitectónica. Al evento, Proexport trajo 201 compradores de 24 países, de los cuales el 75 % nunca habían participado en la feria. En total, los empresarios extranjeros reportaron expectativas de negocios por US$ 169,6 millones, un 18 % más que en la versión de 2012.
Fuentes
- Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia. www.mincit.gov.co/
- Proexport Colombia. www.proexport.com.co
- Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. www.dane.gov.co
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