Tierra Patagonia Hotel & Spa, Un Hogar en la Patagonia Chilena
Redacción M&M
El Tierra Patagonia Hotel & Spa es uno de los proyectos de arquitectura verde más destacados de su tipo. El respeto hacía la naturaleza lo exhibe en cada rasgo arquitectónico y decorativo, así como el recurso que lo ha hecho un lugar cálido y atractivo para el descanso y el relax, mundialmente famoso: La Madera.
La Patagonia chilena es el punto más austral de la Tierra. Es un lugar en donde el verde relieve andino cesa y se transforma en un paisaje árido y adverso pero de incomparable belleza; un rincón del continente donde se extienden y levantan los fiordos, lagos y las cimas montañosas en un ambiente de reinante silencio y tranquilidad; la paz que sólo pueden ofrecer los lugares alejado del caos de las grandes ciudades.
Allí, en el área turística del Parque Nacional de Torres del Paine –declarado Reserva de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco en 1978– ubicado al sur de Chile, en la región de Magallanes sobre la Cordillera de los Andes y la estepa patagónica, se construyó el ‘Tierra Patagonia Hotel & Spa’, una obra que desde 2011 cuando fue inaugurado, se ha convertido en un referente de la arquitectura sostenible.
Una Estructura Fusionada con el Paisaje
El Gobierno chileno y las autoridades de turismo oficiales han promovido durante los últimos años el desarrollo de la Patagonia chilena (1) a partir de sus fortalezas naturales, de allí que el ecoturismo o turismo de la naturaleza sean hoy una de las actividades económicas más importantes de la zona y haya llevado al establecimiento y concentración de servicios y atracciones de lujo relacionadas con el descanso del cuerpo y la mente, y con una exquisita gastronomía.
Parte de los principales atractivos es, sin duda, el Hotel ‘Tierra Patagonia & Spa’, diseñado por el estudio chileno Cazú Zegers Arquitectura, y construido entre los años 2010 y 2011 por la compañía Salfa Corp., para la firma de inversionistas Katari S.A., que invirtió 17 millones de dólares en el proyecto.
Se trata de una particular construcción que logró materializar el concepto arquitectónico inicial de la firma constructora responsable: levantar en la cima de una montaña del parque, un edificio de 4.900 metros cuadrados que se “mimetizara” en las 70 hectáreas del paisaje natural de la ribera del Lago Sarmiento, y respondiera estructural y estéticamente al drástico contraste climático del área que marca, también, el paisaje.
Entre una vegetación tipo matorral, de estepa, de bosque deciduo, e incluso desértica y variable durante todo el año –producto de la gran humedad y las bajas temperaturas de la zona, que incluso descienden hasta los -10 °C en promedio durante el invierno; y temperaturas de entre 25 y 30 ºC, en verano– y soportando un fuerte viento constante, se extiende el Tierra Patagonia & Spa’; un proyecto topográfico que “dialoga” con el paisaje sin desmitificarlo y que pareciera nacer de la tierra como un pliegue en la arena.
Estructuralmente, el Hotel está conformado por un armazón en hormigón de una sola planta, alargada –de 200 metros de longitud– que le da su gran dimensión y se despliega en una onda que asemeja las dunas del lugar; una particular forma, discreta, delicada e imponente, según lo explica la arquitecta Zagú Zegers
El segundo elemento constructivo y donde la madera cumple un papel protagónico, piramidal y estético, es la cubierta del armazón (fachada), en cuyo diseño se aplicaron los parámetros estructurales de los fuselajes de avión.
Elaborada, una parte, en acero estructural revestido con anticorrosivo, y otra en madera de Lenga o Roble blanco (Nothofagus pumilio, especie forestal nativa del bosque andino patagónico, que abunda en Chile y Argentina), demandó para su montaje, sistemas reticulares sobre los que se dispusieron las piezas de madera seca acerrada y los arcos para soportar la madera laminada y encolada; elaborados sobre la marcha en el lugar de construcción, para maquinarlos, trabajarlos y otorgarles las curvas necesarias.
Esta estructura fue anclada por los constructores al suelo con taludes de piedra, y recubierta con una “segunda piel” elaborada también en madera de Lenga pero sin tratar con sustancias proyectoras; el propósito apuntó a que exhibirá el característico color plateado que ofrece a la intemperie cuando se gasta por el agua durante la época invernal; y en sentido “poético”, provocara mostrara como a diferencia del hombre contemporáneo que no está equipado para habitar la intemperie sin una protección, ella puede permanecer “desnuda” en condiciones adversas. La complementan, los elementos de carpintería en PVC (como puertas y ventanas), con un revestimiento también en madera de Lenga en bruto y cepillada, dispuestos estos últimos para resaltar su apariencia rústica y agreste.
Sobresale en el conjunto arquitectónico la cubierta del techo –una estructura de más de tres mil metros cuadrados, conformada por vigas de madera de pino laminado sobre las que descansa una plancha OSB de 20 centímetros de espesor; una membrana asfáltica y una terminación final de 100 cerchas diferentes (cuyo peso oscila entre los 150 y 300 kilos)– cuyo proceso de construcción fue uno de los más arduos de la obra debido al clima del lugar y a las fuertes ráfagas de viento que hizo necesaria la conformación de equipos de seis trabajadores, tan solo para la elaboración de cada cercha y realizar el alzamiento de cada elemento.
Maderosa Calidez Interior
Fiel al concepto de “abrigo en madera” que expone la fachada, la distribución espacial interior dispuesta por la firma Zagú Zegers mantuvo también esa línea, aunque a una escala más pequeña e íntima; con participación de la madera, nuevamente, como elemento unificador de gran poder estético y decorativo.
Los puntos a partir de los cuales se distribuye espacialmente el Hotel Patagonia, son los extremos de la edificación: en el ala sur se encuentra el spa, y en el ala norte, el comedor y las áreas comunes con sus salas de estar y de lectura. A partir de allí, hacía el interior y en el medio se ubican las 40 habitaciones para huéspedes: tres suites en doble altura y 37 habitaciones dispuestas en dos niveles de circulación, a las que los huéspedes y personal del hotel tiene acceso a través de una serie de puentes suspendidos sobre espacios de doble altura que dejan ver su estructura de madera, natural y desnuda. En el conjunto, sobresalen los balcones que permiten el ingreso a las habitaciones, dos por cada balcón, los cuales se extienden hacía el exterior a través de grandes ventanales.
Los espacios habitacionales están conectados con las áreas comunes a través de corredores, distribución que da forma a una especie de área doméstica en la que la madera, además de ser protagonista, ofrece una extraordinaria experiencia de “calor de hogar” a sus huéspedes, inspirada en que el terreno donde se levanta la construcción es propiedad de una familia de colonos de la región; el Hotel Tierra Patagonia & Spa busca que la experiencia de habitarlo sea similar a la de habitar la casa de los dueños de la estancia y no la de ocupar un hotel internacional.
Interiormente están los muros y pisos revestidos con largos tablones de madera de Lenga en bruto, cepillada, y el cielo raso con celosía en madera de la misma especie; detalles que generan un ambiente espacial fluido, amplio y acogedor y que integra de forma sutil y efectiva, el espacio interior con el exterior.
Finalmente, están las áreas administrativa y de servicios, ubicadas en el primer nivel de la edificación, y que al estar en contacto con el nivel más bajo de la edificación.
Esencia Chilena
La decoración y ambientación del Hotel están inspirados en el paisaje austral y la historia de la Patagonia chilena, lugar que fue habitado inicialmente por pueblos indígenas, canoeros, que se dedicaban a la caza y la pesca, que se adaptaron a las severas condiciones ambientales, y generaron expresiones culturales diversas que existen aún, gracias a los artesanos chilenos.
El trabajo de decoración del Hotel corrió por cuenta de las fotógrafas Carolina Delpiano y Alexandra Edwards, quienes buscaron, a partir de una ambientación minimalista, crear un espacio museográfico que aportara a la herencia del lugar, a través de objetos y accesorios elaborados con materiales autóctonos y técnicas artesanales; siendo una de las particularidades que hablan del Hotel Tierra Patagonia & Spa como una construcción sostenible.
En líneas generales, el trabajo de interiorismo que sigue líneas delicadas y discretas, y rescata las tradiciones del lugar aplicadas a la ambientación, destaca el hábitat del Parque Natural Torres del Paine; además de conservarlo.
Al interior, los detalles constructivos, objetos, piezas artesanales y accesorios –como telares, tapetes o mantas fabricados con lana de oveja– exhiben una paleta de colores neutra que armoniza con los tonos de la madera; y se destacan los muebles elaborados en madera de Lenga en su color y apariencia natural. En general las piezas recrean diseños de los tehuelches o aonikenk, una de las etnias que habitaba la región.
En las habitaciones, baños, zonas de spa, piscina y jacuzzi, predominan los muebles rústica en madera de Lenga o Roble blanco; mientras que en las áreas comunes –de ambientación informal y abierta para facilitar la socialización entre huéspedes– abundan las lámparas de grandes luces elaboradas en madera; y las mesas de trabajo, sillas, sillones y puf tapizados en cuero curtido, casi todos ubicados frente a los grandes ventanales.
Sobresale en la ambientación, la decoración con mapas de la Patagonia chilena elaborados por la artista Claudia Peña, como una forma de recordarle a propios y a turistas que están en el fin del mundo; y tres dioramas (2) ubicados en el corredor del primer nivel, diseñados por la artista chilena Matilde Huidobro, en los que se representan las forma de vida de los indígenas tehuelches, y que han sido catalogados como piezas de arte que ya forman parte del patrimonio chileno.
Eco Eficiente
En materia ambiental, la propuesta de Cazú Zegers Arquitectura fue definir un espacio que minimizara su impacto sobre el hábitat natural, siguiendo las normas ambientales locales e internacionales en la materia y que se basan en el diseño sustentable de las instalaciones y el adecuado manejo de las condiciones ambientales.
En este sentido, la madera cumple un papel fundamental pues sirve como un sistema térmico que permite regular las temperaturas tanto en verano como en invierno –la edificación logra mantener al interior, los 5 °C sin calefacción alguna– gracias también a la implementación de cámaras de aire y sistemas de ventilación pasiva, hecho que favorece la reducción de los costos por concepto de consumo energético.
Para la iluminación, la obra consta de luces LED en todos sus espacios –tenues para lograr un bajo consumo de energía– y generosas entradas de luz a través de grandes ventanales, lo que también favorece la ventilación natural durante el día.
En relación con el concepto Eco, la obra procuró la protección de las especies nativas de la región pues, durante la construcción, los responsables removieron toda la flora del terreno para pasarla a un invernadero y protegerla; finalmente fue replantada con éxito en los alrededores del hotel y hoy sirve como morada de guanacos, zorros chilla, chinges, y de varias de las 100 especies de aves que habitan en la Patagonia chilena lo que, para la firma de arquitectura, es un logro pues es demuestra cómo es posible ejecutar grandes obras civiles con bajo impacto ambiental.
A este logro se suma el carácter “geo-poético”, como lo definen sus constructores, es decir la relación armónica que éstos lograron entre el paisaje y la obra. Por este concepto arquitectónico y de servicios hoteleros, el Tierra Patagonia & Spa ha ganado importantes premios internacionales como el ‘Travel + Leisure’ y el ‘Design Award’ otorgado por la Revista ‘Wallpaper’. Actualmente es uno de los 35 mejores hotel/spa del mundo, y fue seleccionado como una de las obras arquitectónicas más impactantes de 2012 en la XVIII Bienal de Arquitectura de Chile.
- Citas:
- Esta región comprende Punta Arenas, el Estrecho de Magallanes, Cabo de Hornos, la Antártica chilena, Tierra del Fuego, Puerto Natales y el Parque Nacional Torres del Paine.
- Tipo de maquetaque muestra figuras humanas, vehículos, animales o incluso seres imaginarios como punto focal de su composición, presentados dentro de un entorno y con el propósito de representar una escena. En ocasiones se ubica delante de un fondo pintado de manera que simule un entorno real, pudiendo completarse con efectos de iluminación.
- Fuentes y Fotografías:
www.cazuzegers.cl, www.tierrapatagonia.com.
- Otras fuentes:
www.edicionesarq.cl – http://disenoarquitectura.cl – http://arqa.com, www.archdaily.com – http://issuu.com – www.ngenespanol.com – www.scielo.cl – www.capital.cl, http://conmadera.eu – http://arquiscopio.com – www.plataformaarquitectura.cl – www.revistabit.cl – Artículo Trazos del Vientos, de Daniela Friedemann M.
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