El diseño emocional como valor agregado en el mobiliario

“El diseño emocional hace referencia a todos aquellos aspectos del diseño de productos que crean lazos con el usuario y que van más allá de lo racional”, Javier Cañada.

Las personas hoy en día tienen mayores conocimientos sobre lo que desean comprar, son más exigentes sobre las características que debe tener cada objeto que adquieren y, en consecuencia, las empresas y diseñadores se están apoyando en las emociones para generar un vínculo personal con sus usuarios, no solo en la búsqueda de ganar posicionamiento sino también de lograr una identidad con productos diferenciados y con alto valor agregado.

El diseño es un proceso que se realiza para dar solución, en un campo determinado, a una problemática en particular y generalmente está vinculado a actividades relacionadas con la creatividad y la ideación. De acuerdo a lo anterior, se puede afirmar que el mobiliario es uno de esos campos de acción que requiere del diseño para alcanzar soluciones creativas, que cubran las necesidades y los deseos de los usuarios.

El sociólogo George Simmel establece que todo individuo tiende a la igualdad y a la singularidad. La igualdad es la necesidad que tiene de pertenecer a un grupo, mientras la singularidad es la necesidad de mostrar individualidad respecto a ese grupo y la encuentra a través de los objetos que compra y utiliza. Así las cosas, la diferenciación en el mobiliario, lograda a partir del diseño es primordial para resolver las necesidades específicas de cada individuo.

“Ya no se diseñan exclusivamente productos, sino que se diseñan relaciones de empatía con éstos” Patau, 2005

Las expectativas de los usuarios del mobiliario no solo pasan por los atributos del producto sino por los beneficios que estos le pueden ofrecer al obtenerlo. Por lo tanto, los diseñadores o empresas del sector deben apuntar a entregar artículos que genere algún tipo de emoción que influya a la compra, que lleve a las personas a sentirse relacionadas con el producto, aun cuando éste no cumpla con los atributos o características técnicas que requieren.

¿En qué consiste el Diseño Emocional?

El diseño emocional es aquel que aplicado en un producto específico genera una respuesta emotiva en el usuario, creando una alteración mental y física sobre un individuo. El diseño emocional normalmente apunta a generar emociones agradables; sin embargo la emoción puede cambiar de un individuo a otro, pasando de una emoción de relación directa a una impresión de repulsión total.

Donald A. Norman, considerado el padre del diseño emocional, establece que los objetos pueden evocar emociones a partir de su estética, más concretamente del cómo lucen; aquellos con elementos estéticos crean relaciones positivas con los usuarios permitiéndoles ser más tolerables a las fallas técnicas que puedan presentar.

No obstante, el objetivo principal del diseño emocional es entregar productos y servicios, en este caso, mobiliario, que se conecte positivamente con el usuario. Se hace indispensable entonces para el diseñador y las empresas del sector del mueble realizar un análisis de sus usuarios –desde sus necesidades funcionales como emocionales– para alcanzar niveles emotivos positivos tanto en el proceso de compra como en el uso de los productos.

Algunos supondrán que el diseño emocional solo tiene relación con lo visual, pero este trasciende más allá pues el usuario puede percibir diferentes emociones por medio de sus sentidos, específicamente en el mobiliario entrarían en juego el del oído, el olor, el tacto y la visión.

El diseño emocionalmente atractivo hace que las personas se sientan bien, las hace sentir que están destinados a crear un vínculo entre el producto, la compañía y la persona. Cuando logres que alguien genuinamente se sienta bien, sobre saldrás de manera exitosa. Paul Jarvis.

Las emociones positivas generadas por el mobiliario sobre un individuo pueden despertarse en varios momentos, desde el proceso de compra hasta el de uso y, en algunas ocasiones, también a la hora de la disposición final del producto. Es importante entonces que tanto empresas como diseñadores se enfoquen en transmitir mensajes positivos a sus usuarios no solo desde el mobiliario sino de la experiencia ofrecida en el proceso de compra, uso y pos-compra.

 

Afirman los representantes de OGE Creative Group que sus diseños se desarrollan a partir de la filosofía “Centrado en las emociones” y que un proyecto que no genere emociones y sentimientos, no es digno de evocar ni de éxito. Producto: Giant Birdnest. Diseñador: OGE Creative Group. Año: 2012 prototipo; 2014 mobiliario real.

Procesamiento de las emociones

Los seres humanos son criaturas diversas y complejas exterior e interiormente, pero la comprensión de la mente humana resulta serlo en mayor medida; de hecho, se podría decir que una persona es un universo completo.

La mente humana funciona de diferentes modos sobretodo en el ámbito emocional y afectivo mediante reacciones conocidas como emociones, estados de ánimo, rasgos y personalidad. Las emociones son las que cambian las conductas en el corto plazo porque reaccionan a acontecimientos inmediatos.

De otro lado están los estados anímicos que tienen una mayor duración y no parecen tener causas explícitas, ellos se convierten en el fundamento sobre el cual se basan las emociones; y el cuadro lo completan los rasgos de personalidad que pueden durar toda la vida, son características y comportamientos consistentes que se manifiestan en diferentes situaciones.

Para Robert van Embrics, la inspiración para sus proyectos llega del movimiento, la disposición ósea y la botánica. Sus diseños se enfocan en generar emociones y sentimientos en el usuario a partir de la funcionalidad y de la estética.
Producto: Rising Seat. Diseñador: Robert van Embrics. Año: 2013.

Dada la subjetividad y la gran cantidad de emociones que los seres humanos pueden sentir se hace muy difícil para el diseñador generar las mismas sensaciones en todas las personas: lo que para una puede resultar agradable en otra puede provocar rechazo inmediato. Lo mismo ocurre cuando los enfoques culturales son distintos, lo que para una cultura resulta atractivo para otra puede no serlo en términos de simbología, color y comodidad.

No obstante, según Donald Norman, existen tres niveles de procesamiento que están asociados a las funciones cognitivas del cerebro; estas se entienden como los procesos mentales que permiten llevar a cabo cualquier tarea y que hacen posible que las personas tenga un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información para que puedan desenvolverse en el mundo que les rodea.

DCW es un proyecto en el que la sensación de “confort” fue la base de su diseño. Logrado a partir de la relación de dos superficies amplias (asiento y espaldar) para albergar el cuerpo del usuario y de la abstracción formal de los pétalos que conforman la línea de la madera contrachapada moldeada a la estructura ósea.
Producto: DCW. Diseñadores: Charles & Ray Eames. Año: 1946.

Estos niveles de procesamiento son traducidos en maneras de diseñar productos para generar un impacto en cada uno de ellos.

El primer nivel es el Diseño Visceral, que consiste en la selección de un producto por tamaño, simetría, forma, color y apariencia, en términos biológicos lo que se considera “atractivo”. Es decir, cuando las personas consideran que algo es “bonito” el juicio emitido proviene del nivel visceral.

Para alcanzar este nivel visceral, el productor o comercializador de mobiliario debe prestar especial atención a los detalles, la belleza, las curvas, superficies, formas, color y estructura, cuando se diseña para estas emociones se trata de un impacto inicial de un producto; es decir, la suma de apariencia y tacto. En el diseño visceral importa ante todo, crear un impacto emocional inmediato.

El otro nivel es llamado Diseño Conductual, el cual se basa principalmente en el uso y el rendimiento del producto. Los principios de un buen diseño conductual son la función, la comprensibilidad, la usabilidad y la sensación física. La función es lo primero en cuanto al diseño conductual respecta, si un objeto no se desempeña bien, no existe forma que satisfaga necesidades funcionales y puntuales.

Para ilustrar esto, las funciones principales del mobiliario son almacenar, soportar, apoyar, dar reposo y confort. Si una biblioteca es estética pero no cuenta con suficiente capacidad de carga, la función sería deficiente y por lo tanto el nivel de satisfacción del usuario sería bajo.

Otro ejemplo de cómo el diseño conductual puede impactar en la interacción entre los usuarios y el mueble surge en el tipo RTA (Ready To Assemble), ya que son aquellos quienes deben ensamblar y armar las partes por lo cual se hace indispensable tener un instructivo que sea lo suficientemente claro y es allí donde entraría la usabilidad como parte fundamental del diseño. En el diseño conductual importa ante todo, la experiencia de uso.

El último nivel de procesamiento, propuesto por Donald Norman, es el Diseño Reflexivo, el cual se centra en el mensaje que envía un producto a los integrantes de un grupo de personas específico o sociedad. Es decir, en este nivel se transmite el “estatus” social, que consiste en establecer una posición en un grupo o sociedad y en la construcción de la autoimagen y la autosatisfacción. Este nivel se encuentra influenciado por la cultura, la experiencia y la personalidad.

La Silla Barcelona es un proyecto de siluetas armónicas y simples, que revelan la elegancia de las cosas “bellas”. Por tratarse de un ícono mundial son varios los diseñadores y arquitectos que exhiben con orgullo esta obra de arte en su hogar u oficina.
Producto: Silla Barcelona. Diseñador: Mies van der Rohe. Año: 1929.

Este diseño mezcla lo contemporáneo con el estilo clásico de los comedores. Uno de sus lados está tallado al estilo barroco que luego se mezcla con líneas más geométricas y cortes ortogonales característicos de los muebles modernos. La superficie también tiene una transición que pasa de ser uniforme a convertirse en un mosaico de piezas de madera Palisandro. Como acabado superficial tiene un barnizado de alto brillo.
Producto: Royal
Diseñadores: Boca Do Lobo.

El Diseño Reflexivo depende de la persona que lo mire, es decir para quienes tienen conocimiento sobre los mejores diseñadores o marcas de mobiliario mundial, una pieza de Charles & Ray Eames o de Mies Van der Rohe establece un estatus alto, pero si quien lo observa desconoce de diseño puede que la obra le parezca “normal” y por ende no represente un estatus superior del propietario. En el diseño reflexivo importa ante todo, el estatus generado por el valor agregado del mueble.

Independiente de lo anterior, también es de anotar que algunas personas tienen lo que se conoce como “inteligencia emocional”, estos son individuos con la capacidad de controlar y analizar sus emociones de impulso antes de comprar, poniendo en consideración si el producto les sería realmente útil o necesario, lo cual dificulta el grado de influencia que el diseño emocional pueda tener sobre estas.

Emoción o Experiencia

Cuando se habla de experiencia aparecen diferentes significados dependiendo de su connotación. Para el artículo en cuestión la experiencia se toma desde el punto vivencial que tiene un individuo al momento de adquirir o usar un mueble determinado. De acuerdo a Donald A. Norman, la experiencia tiene varias facetas: función, rendimiento y usabilidad.

La función indica para qué fue manufacturado; el rendimiento trata sobre el cumplimiento de las funciones; y la usabilidad se refiere a la fácil comprensión, por parte del usuario, de cómo funciona y cómo consigue el mejor rendimiento del producto adquirido. Basta con que se incumpla alguna de estas facetas para que comiencen a aparecer emociones negativas en el usuario.

Es evidente entonces que las emociones y las experiencias no son opuestas, todo lo contrario, están altamente relacionadas ya que dependiendo de la experiencia vivida, la emoción surgida será positiva, neutral o negativa, lo que deriva en la aceptación o no del producto o servicio adquirido por el usuario.

Afirman los representantes de OGE Creative Group que sus diseños se desarrollan a partir de la filosofía “Centrado en las emociones” y que un proyecto que no genere emociones y sentimientos, no es digno de evocar ni de éxito. Producto: Giant Birdnest. Diseñador: OGE Creative Group. Año: 2012 prototipo; 2014 mobiliario real.

En el mobiliario se pueden evidenciar varios ejemplos donde la experiencia vivida en alguna de las etapas de compra y uso del mueble establece emociones positivas y negativas.

Para ilustrar, imagine ingresar a una tienda de mobiliario donde no hay espacio para transitar y los productos están amontonados; posiblemente esta experiencia despertará emociones negativas en el proceso de búsqueda y elección del mueble y del establecimiento. Otro será el caso si ingresa a unas instalaciones con muebles bien exhibidos, iluminación acorde y espacio para transitar, a lo mejor sus emociones serán positivas lo que aumenta las posibilidades de culminar el proceso de compra.

Ahora bien, imagine el mueble en su hogar (su proceso de compra fue emocionalmente positivo), nota que en el momento de usarlo genera sonidos extraños lo que le produce desagrado y desconcierto, emociones que se convierte en inhibidores para compras a futuro tanto de la marca del mueble como del lugar de venta.

Generar una experiencia agradable para el usuario durante el proceso de compra y uso del mobiliario despertará en él emociones positivas y permitirá la creación de una relación “íntima-afectiva” entre el usuario, la marca, la empresa o el diseñador, pues el consumidor percibirá que su mobiliario fue pensado directamente para servirle y complacerlo.  

Cómo aplicar el Diseño Emocional  en la Empresa?  

El diseño emocional puede ser una herramienta útil como estrategia de diferenciación en las empresas, pues les ayuda a lograr una perspectiva propia en procura dar identidad a sus creaciones; y dado que cada persona tiene estructuras de pensamiento distintas puede llegar a ofertar productos que sean el resultado de esa autenticidad.

La segmentación de los compradores potenciales puede ser un buen punto de partida, ya que brinda un primer acercamiento a conocer los deseos y necesidades de sus clientes y reconocer que no todos son iguales. Particularmente en lo que al diseño respecta, en ocasiones las personas no saben que necesitan, sino hasta el momento en que utilizan o interactúan con un producto y en mobiliario es una situación muy recurrente.

La consecuencia de un buen diseño son usuarios altamente satisfechos, y la razón de ser del mobiliario es precisamente satisfacer necesidades específicas que brinden confort, entonces para emitir ese mensaje y obtener mayores posibilidades de productos más experienciales y efectivos es primordial permitir la interacción de los usuarios con el producto exhibido.

Diseño inspirado en las hojas cayendo de otoño. Es un asiento suspendido “columpio” para ubicar en espacios exteriores de manera que la luz del sol pase a través de las perforaciones de la hoja para crear sombras que danzan. El movimiento al mecerse le recordará al usuario la tranquilidad y paz de un niño escuchando una canción de cuna. Un momento para relajarse al final del día.
Producto: LEAF Diseñadores: Alberto Sánchez.
Año: 2010.

Se debe tener en cuenta que las per­sonas siempre están en constante con­tacto con su entorno, por ello hay que prestar atención especial a los facto­res que, desde la comodidad, procuran espacios más confortables para los usuarios y que se logran a partir de varios elementos como: la buena iluminación, el color, el olor, la música y la distribución entre otros. Todo lo anterior da protago­nismo al mobiliario exhibido para que sus formas, superficies, materiales y diseño sobresalgan en el espacio.

Fuentes
Flórez Martinez, A. P. (2014). Aspectos de personalización y emocionalidad en el diseño de productos en Argentina.
Norman, D. (1988). La psicología de los objetos cotidianos.
Norman, D. (2005). Emotional Design: Why We Love (or Hate) Everyday Things
Santoyo Bahamón, M. (2015). Manifiesto hacia un diseño emocional.
Van Gorp, T., & Adams, E. (2012). Design for Emotion.
Walter, A. (2011). Designing for Emotion.
Imágenes
www.mutdesign.com – www.di-conexiones. com – www.demoraisinternational.com – www.woont.com – www.knoll.com – www.eamesoffice.com – www.housebeau­tiful.com – www.robertvanembricqs.com – www.oge-group.com – www.kettal.com – www.spicytec.com – www.designboom.es
Créditos:
Cristina Zuluaga Penagos, Diseñadora Industrial de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magister en Mercadeo. Especialista en Diseño de Mobiliario de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Instructora del Centro Tecnológico del Mobiliario y coordinadora del Observatorio del Mobiliario Sena, Regional Antioquia. czuluagap@sena.edu.co
Sergio Gómez Arroyave, Ingeniero de diseño de producto y tecnólogo en diseño industrial. Actualmente estudiante de maestría en gestión de la innovación tecnológica, cooperación y desarrollo regional. Docente e investigador, docente en el Instituto Tecnológico Metropolitano – ITM e instructor del Centro Tecnológico del Mobiliario – CTM, coordinador del Observatorio del Mobiliario Sena, Regional Antioquia. sgarroyave@sena.edu.co

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