Producción Industrial a la Espera de la Reactivación
Camilo Marín Villar
Periodista M&M
La caída de la producción industrial nacional en marzo de 2013 de 11,5% –sin incluir trilla de café– comparada con el mismo mes de 2012, no es un dato aislado, por el contrario, hace parte de una tendencia general en la industria mundial y de la cual Colombia no está exenta.
Las grandes economías presentan una contracción en su demanda interna que afecta directamente la manufactura de bienes. Por ejemplo, la producción industrial en China, según el índice PMI publicado por el banco HSBC −a mayo de este año− ha caído a 49,6 puntos, su nivel más bajo en siete meses. Un número superior a 50 supone un crecimiento de la actividad manufacturera e inferior, indica una contracción.
En Europa, la contracción lleva más de un año y tan sólo en el mes de mayo de 2013 presentó un leve aumento de 1.0% que, aunque es más de lo esperado por el mercado (0.4%), aún está lejos de equiparar los datos negativos de los meses anteriores. Particularmente, Francia e Italia, la segunda y la tercera mayor economías del bloque, respectivamente, mantienen sus descensos.
Por su parte, según los datos de abril de este año en Estados Unidos, la manufactura se contrajo más de lo esperado hasta 0.5%.
Las cifras nacionales indican que, en el primer trimestre de 2013, la producción industrial acumula una caída de 6,1% respecto a igual periodo de 2012. Según el informe del Dane, el negativo resultado de marzo pasado se debe a que 42 de los 48 subsectores industriales registraron una disminución en su producción.
Se destacan entre ellos: vehículos (-31,2%), minerales no metálicos (-14,5%), otros productos químicos (-11,4%), ingenios (-23,5%), confecciones (-24,3%), papel, cartón y sus productos (-18,1%), molinería y almidones (-12,7%) y bebidas (-15,5%). En contraste, entre los subsectores que registraron cifras positivas se cuentan la refinación del petróleo (9,8%) y los productos lácteos (9,9%).
El Sector en Cifras
Tanto la transformación de madera como la fabricación de muebles cayeron en lo corrido del año, a marzo de 2013, un 5,0%. Por su parte, las exportaciones la cadena industrial madera y muebles presentan interesantes crecimientos, especialmente las ventas al exterior de los productos, partes y piezas de carpintería para construcción que entre enero y marzo de este año, crecieron 110,5%; mientras los paneles y tableros subieron 68,7% y la madera en bruto 25,9%, con referencia al mismo periodo de 2012.
Del mismo modo, en igual periodo del 2013, el país continuó comprando desde el exterior, materiales de madera como paneles y partes y piezas para edificios un 6,2% y 23,0% respectivamente. En general, la balanza comercial maderera del país es deficitaria.
Más Recursos para el CIF
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), dispuso y dio a conocer, a través del documento Conpes 3743 del 15 de abril de 2013, que para este año, los reforestadores comerciales tendrán recursos por un monto de $93.081 millones, los cuales se espera, permitan promover el establecimiento de 80.000 nuevas hectáreas forestales para fines comerciales.
Según las cifras entregadas por el MADR, actualmente, el país cuenta con 424.344 hectáreas de bosques plantados, en las cuales se incluyen porcentajes menores de caucho y guadua.
Durante la vigencia 2012 Finagro realizó dos invitaciones públicas a fin de recibir, vía web, proyectos de reforestación que tuvieran como propósito acceder al CIF. Este ejercicio permitió la inscripción de 889 usuarios, registrándose un total de 521 proyectos. Una vez realizada la evaluación técnica y jurídica de los mismos, se realizó el ejercicio de viabilización y se firmaron contratos para un total de 174 proyectos. Estos 174 proyectos representan 14.244 hectáreas que serán reforestadas y que tendrán −por parte del Gobierno Nacional− una inversión que asciende a los $13.267 millones.
El incumplimiento de los requisitos en la presentación y documentación de los proyectos forestales constituye la principal razón de que no se firmaran la totalidad de los contratos, lo cual evidencia el desconocimiento de los reforestadores a la hora de presentar y justificar sus proyectos.
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