Centro Tecnológico del Mobiliario del Sena: en Busca de la Internacionalización del Sector

En su nueva etapa, el Centro Tecnológico del Mobiliario del Sena, se constituye como la institución de formación en diseño de mobiliario y transformación de la madera, de mayor proyección del país.

La industria mundial del mobiliario y la madera está en permanente evolución y es cada vez más competitiva y globalizada. Las exigencias en cuanto a procesos, materiales, diseños y soluciones tienden a ser, no sólo más eficientes e innovadoras, sino también factores decisivo a la hora de lograr un valor diferencial y único que les permita a las empresas alcanzar el éxito.

Por esta razón, el Centro Tecnológico del Mobiliario del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), la entidad pública educativa de mayor cobertura nacional e internacional de Colombia, redefinió hace cerca de tres años sus intereses académicos para formar mejores profesionales en las diferentes técnicas y tecnologías de transformación de la madera y en el diseño de mobiliario. Ahora, busca consolidarse como la entidad que promueve, desde la academia, el proceso de mejoramiento, competitividad e internacionalización del sector del mobiliario colombiano; objetivo también acorde con sus intereses y que, bajo el lema “Conocimiento y emprendimiento para todos los colombianos”, se trazó como meta rediseñar sus procesos y actividades para ponerse a tono con la globalización y la era digital.

Aprendizaje por Proyectos

Con una historia de más de 25 años, este Centro de Formación inició sus actividades bajo el nombre de Centro Colombo Canadiense de la Madera; posteriormente, se convirtió en el Centro Nacional de la Madera, etapa en la cual consolidó su eficiencia y eficacia en la formación de profesionales en las diferentes técnicas para la transformación de este recurso natural.

No obstante, con la llegada del nuevo siglo, la consolidación de las nuevas tecnologías de la información –aplicadas a todas las actividades humanas–, la globalización de la economía y los mercados, y la implementación de procesos de producción cada vez más sofisticados; la institución se convirtió en el ‘Centro Tecnológico del Mobiliario’, nombre que habla de su evolución hacia la formación de personal altamente capacitado para responder con calidad, flexibilidad y pertinencia, a los retos que impone la industria mundial.

Dicho proceso de cambio de nombre, y la redefinición de las nuevas estrategias académicas, empezó a gestarse en el 2007 por iniciativa de los funcionarios, ante las exigencias y necesidades latentes de la industria colombiana: innovación en materia de diseño, experimentación con productos, nuevos materiales y procesos, mejoramiento tecnológico –en áreas como la biotecnología, la nanotecnología y la modelística computacional–, promoción de la investigación aplicada a las actividades propias del sector, y especialización de la industria en cada uno de los procesos que la constituyen.

Esta etapa, la cual se oficializó en agosto de 2008, implicó para la institución, la formulación de un enfoque académico que facilitara a los aprendices, adquirir las cualidades, el conocimiento, las habilidades y las aptitudes para ser competitivos; y renovar la infraestructura física del Centro, a fin de brindar los mejores ambientes de aprendizaje acordes a la nueva estrategia de la entidad, que también define su proyección hacia el 2019.

Una de las acciones que empezó a aplicar el Centro, una vez definido su nuevo rumbo, fue la de procurar en cada uno de los funcionarios, docentes, administrativos y estudiantes de la entidad, un cambio de mentalidad en busca de adoptar la nueva estrategia de formación: el aprendizaje por proyectos; proceso que ha sido posible gracias a la disposición de quienes lo conforman. De hecho, el éxito alcanzado hasta la fecha tiene sustento en la motivación de los actores relacionados con las actividades del Centro, incluso las diferentes entidades –públicas y privadas–que han apoyado el proceso en pro de brindar una mejor capacitación a los aprendices.

Vale anotar que, a nivel académico, la adopción del Aprendizaje por proyectos –lo explica el Centro– es una estrategia de formación que permite el desarrollo de la solución de un problema identificado por el equipo de desarrollo curricular, bien por la necesidad de una empresa, una específica de cualquiera de los centros de formación del SENA (117 a nivel nacional) o una del aprendiz. Dicho aprendizaje comprende cuatro fases: Análisis, Planeación, Ejecución y Evaluación, a través de ellas, la institución, establecen las diferentes actividades a desarrollar, los resultados de aprendizaje y la materialización de los proyectos.

Por eso, la nueva etapa respondió a un afán de modernizar –además del nombre– las herramientas pedagógicas, haciendo alusión a la necesidad de formar técnicos y tecnólogos capaces de pensar, crear y ejecutar, en un ambiente globalizado. Antes, el Centro Nacional de la Madera hacía énfasis en la transformación de este material, pero necesitaba concebir el oficio de manera global, hacerlo acorde con una visión de empresa y que le permitiera ser pertinente y oportuno en relación con las necesidades de los aprendices y empresarios.

La implementación de una tecnología medular, como es el diseño de producto, eje de la proyección del Centro, compuesta tanto por elementos de tecnología de punta como tecnología blanda, que sirviera como soporte para todas aquellas especialidades que giran en torno del desarrollo de productos de madera y/o materiales alternos, con un acercamiento profundo al sector productivo, identificando diferentes procesos con la experimentación de nuevos materiales (PVC, plástico, acrílico, vidrio, aluminio, cartón, cromo, cartón, metal o resina), propendiendo por la construcción sostenible, iniciando la documentación de proyectos de investigación y desarrollo, haciendo el Centro más amplio y tendiente a dar respuestas de índole nacional, para que este cambio genere reales impactos; fue y es el objetivo.

En este sentido, cabe destacar el compromiso de la institución por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías, repotenciar conocimientos y maximizar las actividades de formación.

Libertad para Crear

Según afirman directivos del Centro, el cambio en la institución se puede evidenciar en la capacidad que han desarrollado los aprendices para expresas sus ideas y proyectos. Bajo la premisa del “libre pensamiento”, el Centro busca que éstos desarrollen su liderazgo, y traduzcan sus ideas y conocimientos adquiridos, en proyectos que puedan ser socializados y así recibir retroalimentación por parte del entorno; hechos que les harán más creativos y propositivos al momento de generar ideas o solucionar problemas.

Para ello, el Centro ajustó su programa curricular a fin de brindar a los aprendices, diferentes herramientas técnicas, didácticas, investigativas, de comunicación, soporte documental, plataformas interactivas, y empresarial; las cuales les permitirá certificarse en una competencia específica. 37 especialidades de formación titulada, entre técnicos, tecnólogos y especializaciones; cinco líneas tecnológicas; y ocho líneas de aprendizaje, son algunas de las áreas énfasis que los aprendices cursan para fortalecer su creatividad y autonomía.

En este panorama, cabe resaltar que el papel de los instructores, docentes o tutores es el de servir como asesores de proyectos y su función, la de acompañar al aprendiz durante el desarrollo del mismo para avalar su desempeño o sugerirle la mejor forma de hacer las cosas. Es un rol que les exige mantenerse actualizados para guías y orientar hacia los resultados esperados.

La capacitación de la planta académica y la contratación de nuevo personal cualificado para el nuevo reto, fue necesaria para facilitar la integración de generaciones, conocimientos y formas de hacer las cosas. Capacidad para dominar los contenidos básicos comunes, para contextualizarlos en un mundo globalizado, para fundamentar teóricamente sus prácticas de enseñanza –enmarcadas en concepciones éticas y sociales del conocimiento– y para incorporar nuevas tecnologías; son algunas de las competencias de los docentes del Centro Tecnológico del Mobiliario.

Infraestructura 

El Centro Tecnológico del Mobiliario cuenta con 13.831 metros cuadrados, que fueron renovados y adecuados según la nueva estrategia de Aprendizaje por proyectos. El objetivo fue diseñar, adecuar y recuperar espacios para crear ambientes abiertos que propiciaran la integración, el trabajo colaborativo, la creatividad, y que facilitaran el desarrollo de los aprendices, así como la adquisición de conocimientos de acuerdo a las líneas de aprendizaje.

Una planta de transformación, equipada con maquinaria nueva -unas de formación y otras de pre-práctica-, una enchapadora de cantos rectos y curvos, una escuadradora, una impresora 3D para prototipado rápido y el aserrío horizontal; en las que los aprendices ponen en práctica las teorías aprendidas y desarrollar sus competencias, es el espacio de formación-producción. Adicional, el Centro cuenta con espacios como una sala digital, una de diseño o de videoconferencias, un auditorio, canchas deportivas y biblioteca; y que fueron adecuadas con nuevos equipos, conectividad vía Wifi, y tecnología 3D.

Entre los planes de mejoramiento físico y de infraestructura que contempla el Centro, están la inversión en productos, equipos y materiales; la implementación de sistemas de secado modernos para el tratamiento de la madera e inmunización, con cámaras autoclaves para la preservación del material; y la adquisición de software; necesarios para el desarrollo de procesos automatizados, propios de la actividad maderera.

Plan Padrino

Bajo la directriz “El Sena es uno solo”, que explica la institución, como la capacidad de la entidad para dar respuestas a cualquiera de los sectores industriales, a nivel nacional e internacional; el Centro Tecnológico del Mobiliario identificó dentro de los 117 centros de formación Sena del país, aquellos que involucraban la transformación de la madera y/o elaboración de mobiliario a través de diversos materiales; el objetivo, determinar diferentes mecanismos de apoyo a estos centros de formación que, al especializarse en otros oficios como la metalurgia o la agricultura, requerían fortalecer y generar nuevos programas relacionados con la industria maderera y de mobiliario.

Así, teniendo como base de apoyo la experiencia, el Centro inició una labor dirigida a la transferencia de conocimientos y la movilización de la maquinaria necesaria para apoyarla, a través de la implementación del programa ‘Plan Padrino’, que consiste en que, por medio de personal de apoyo perteneciente a la administración del Centro de Formación, se realizan visitas a las diferentes sedes regionales del Sena y a los respectivos centros de formación seleccionados, para hacer un diagnóstico de su situación actual y determinar las fortalezas y oportunidades que pueden llevarlos a ser involucrados directamente a estos centros de formación, con la industria maderera y de mobiliario.

Cabe destacar que los padrinos son los responsables de canalizar los requerimientos de las mismas en relación a las actividades a desarrollar, a fin de dar respuestas oportunas y especializadas. El padrino de cada centro de formación se encarga de mantener comunicación directa con el responsable de llevar a cabo estas directrices en cada sede, de dejar constancia sobre las actividades planeadas y desarrolladas, y generar indicadores de efectividad.

Hasta la fecha, son 17 los Centros de formación regionales que hacen parte del Plan padrino, y que están enfocados a mejorar la cualificación de sus instructores, e incorporar nuevas especialidades o replantear las ya existentes, para ofrecer programas de formación titulada en materia de la transformación de la madera y de mobiliario. Además de estos resultados, a futuro el Centro plantean otros que impactarán de manera positiva y dinamizarán la industria maderera y de mobiliario, a nivel nacional.

Alianzas Sectoriales

Uno de los objetivos del Centro es que el sector mueble-madera del país sienta que cuenta con una institución que camina a la par del desarrollo y de los procesos que, en su interior se adelantan y para ello, ha buscado la integración de otras entidades académicas y de empresas del sector a su proceso de transformación, a fin de brindar a sus aprendices una formación integral que, a la vez, se constituya como valor agregado de los servicios de formación y/o tecnológicos que brinda al sector industrial.

En este sentido, la entidad educativa ha realizado diferentes actividades en las que se involucra a los industriales del sector en la promoción de conocimientos. Entre estas se destacan las establecidas con Empresas Públicas de Medellín, Tablemac S.A., o Pizano S.A., para la construcción de viviendas en madera a través del programa ‘Aldeas’, y que contempla el aprovechamiento de madera y la formación de nuevo talento humano en esta especialidad, y el reconocimiento de nuevas tendencias y el uso de la madera en el mercado de la construcción de viviendas.

Otro tema para las alianzas ha sido el uso productivo de los tableros aglomerados y contrachapados, enfocado hacia las nuevas tendencias de diseño en la fabricación de mobiliario modular y como material de construcción. Igualmente, junto con el laboratorio de nuevos materiales de la Universidad Pontificia Bolivariana –en Medellín ha adelantado un proyecto de investigación de recubrimientos con pintura sobre Guadua, con la empresa Global de Pinturas.

En el caso particular de Tablemac S.A. la entidad realizó en octubre pasado, el II Congreso ‘Impacto del Diseño en el Mobiliario’, bajo el título de ‘El diseño como proceso integral’, con el objetivo de brindar un espacio académico en torno al diseño del mobiliario como elemento diferenciador en el desarrollo de proyectos de este tipo; en el que participaron expertos de Argentina, Brasil, España y Colombia, que trataron temas como: el diseño de producto, manejo forestal sostenible, mobiliario experimental para espacios reducidos, o antropometría, biomecánica y diseño.

A nivel internacional, el Centro se unió a la creación de la Red Iberoamericana del Sector Madera-Mueble, proceso liderado por el Instituto Tecnológico de Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA), en España; y que está formada por los centros tecnológicos dedicados a la transformación de la madera más avanzados de la región, La alianza tiene como objetivo fortalecer las relaciones institucionales entre estas entidades para generar un proceso de intercambio de información y de realización de proyectos de investigación, que promuevan la competitividad del sector.

De esta manera, el Centro Tecnológico del Mobiliario se consolida como la entidad de formación técnica en la transformación de la madera y elaboración de mobiliario y otros productos en este material, más avanzada del país. Su experiencia, la calidad e idoneidad de sus instructores, docentes, tutores, su capacidad física y de logística, y una permanente proyección hacia la excelencia; lo hacen un punto de referencia en el desarrollo, mejoramiento, competitividad e internacionalización de la industria nacional.

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