Guillermo Jurado Paz: Una Vida Dedicada a Exaltar la Belleza de la Madera
¡Arte! Así califica el maestro Jurado Paz su trabajo de 50 años dedicados a rescatar las técnicas artesanales del sur de Colombia, realizando obras talladas en madera; que le merecen ser considerado como uno de los mejores tallistas del país.
”Experto en talla ornamental, carpintero, ebanista, cultor y productor de sus propios montajes teatrales con figuras hechas en madera…”; son los calificativos que describen al maestro Guillermo Jurado Paz y que definen su pasión por un trabajo que como él explica, “respira por todo los poros de su cuerpo”.
Oriundo de Pasto, Nariño, la profesión de Jurado Paz, según la precisa un viejo artículo, es “diseñador de maderas”, una labor que ha tenido la oportunidad de ejercer desde niño -pues su vida ha transcurrido “entre los bosques y la viruta” y en diferentes regiones de Colombia y otros países vecinos; en los que el maestro es admirado por la calidad de su obra.
Gracias a sus virtudes, conocimientos y experiencia, este hombre ocupa hoy las páginas de nuestra Entrevista, un espacio que resalta el trabajo de uno de los ebanistas y tallistas más destacados del país.
- Sus Inicios e Influencias
– M&M: ¿Cómo llegó al oficio de la talla y la ebanistería?
– Guillermo Jurado Paz: Fue gracias a la influencia de mi padre, Ignacio Jurado Delgado, de quien heredé, de entre mis 10 hermanos; el amor, la disposición, el talento y los conocimientos para transformar la madera en obras singulares.
Mi padre es un experto tallador y ebanista, que aprendió este oficio siendo autodidacta, pues en los talleres que existían anteriormente en Pasto (años 30-40), los oficios de la talla y la ebanistería eran propios de carpinteros expertos en éstas técnicas; conocimientos que desafortunadamente, aquellos no compartían pero que mi padre, gracias a su sentido de la observación, aprendió. Por eso es él quien realmente merece el título de artista
De hecho y producto de su creatividad e ingenio, hace más de 70 años, plantilló unos modelos mecánicos traídos de Alemania a partir de los cuales fabricó una serie de figuras talladas en madera a las que dio movimiento a través de un sistema de hilos y resortes.
Se trató de 75 figuras de 25 centímetros de altura, que dieron origen a El Pesebre en Movimiento, El Camino al Calvario y La Última Cena; como tres propuestas artesanales llevadas al escenario para representar –mediante un sencillo libreto leído magistralmente por locutores de la Radiodifusora Nacional y un escenario lleno de luces y sonido– las historias bíblicas más importantes relacionadas con la vida de Jesucristo.
Estas obras, que fueron declaradas “fuera de serie” según el antiguo Instituto Colombiano de Cultura – Colcultura y que hoy en día hacen parte de las colecciones de los Museos de Arte Colonial de Quito y Bogotá; son el fundamento del grupo teatral El Portalito con el cual mi padre recorrió varias ciudades de Colombia y visitó países como Venezuela, Ecuador, Estados Unidos y Francia.
Yo, desde 1965, he venido realizando una tarea de renovación hasta lograr 200 figuras de 50 centímetros de alto y dos kilos de peso, todas con movimiento y dispuestas para poner en escena.
- La Técnica de su Trabajo
– M&M: ¿Cómo aprendió los oficios de la talla, la ebanistería y la escultura?
– GJP: De cierta manera mi padre fue el maestro del que aprendí todo, desde marcar los mejores árboles para extraer su madera, hasta su transformación. Aunque de niño no me gustaba el oficio de la ebanistería, quería ser torero, a los 12 años y gracias a sus enseñanzas, yo tallaba y hacía esculturas. La vida me mostró que nací para esto.
Mi formación es producto de la vida. Era inevitable que siguiera este oficio pues llevó la viruta en la sangre, crecí con ella y aunque me aburrí de ella, volví por esencia a ella; por eso aprendí a amar y a manejar la madera.
Yo viaje a Bogotá en los años 70 y aunque no estudié profesionalmente arte u oficio alguno, ya tenía conocimientos básicos sobre estos quehaceres. Luego tuve la fortuna de trabajar con importantes ebanistas, escultores, decoradores y fabricantes de muebles de aquella Bogotá, como William Piedrahita, Ignacio Perico, Luis Enrique Sierra, José Piraquive y John Bazurto; de quienes aprendí nuevas técnicas.
A partir de entonces, todo lo he aprendido observando, documentándome, practicando las diferentes técnicas y procesos, el funcionamiento y ventajas de las máquinas; conocimientos que se fueron perfeccionando gracias a otros trabajos que realicé en Barranquilla, Medellín, Cali, Pereira y Cartagena.
Además, tuve la oportunidad de visitar México, Venezuela y Ecuador y en todos éstos lugares he aprendido algo nuevo.
– M&M: ¿Cuál es la virtud de sus creaciones? ¿Qué las hace diferentes?
– GJP: Mis técnicas artesanales, que transformo la madera con mis propias manos y no dejo que mi trabajo lo haga una máquina; yo soy el ejecutante de mi trabajo. Además, conozco bien la madera y sus posibilidades para hacer productos funcionales y bellos. Mi trabajo y afición es transformar la madera en arte.
Por eso, cuando tengo un trabajo, especialmente arquitectónico, yo prefiero hacer todo en mi taller; de allí salen los encargos pintados y armados directamente de fábrica, siendo este hecho una garantía de calidad pues lo único que hacemos en el lugar de construcción es el montaje.
– M&M: ¿Cuál es su técnica preferida?
– GJP: Principalmente la talla, la aplico para elaborar todo tipo de muebles, artículos decorativos o estructuras arquitectónicas.
Por ejemplo, yo soy de los que todavía aplica la técnica del tapaporo a pesar de que no se trabaja en Colombia, industrialmente, desde hace 30 años. El detalle de esta técnica es que da un color real a la madera, pues la mezcla de talcos, gasolina y anilinas penetra perfectamente en el poro hasta lograr matices naturales: los colores tabaco, rojo, miel, verde, azul; son los más solicitados por los clientes. Posteriormente uso el sellador y una tintilla superficial para igualar los colores, esto da un acabado mate y protege la madera. Los muebles de ahora al primer rasguño, se pelan.
Para los trabajos de arquitectura en madera, recurro a las plantillas en cartón o triplex –si la estructura es muy grande– pues al hacer matrices, el trabajo al momento de ensamblar, incrustar o anclar la estructura a la construcción; se hace de un modo seguro. Además, esta técnica brinda durabilidad y estabilidad a la edificación, es como un valor agregado de mi trabajo.
También trabajo otras técnicas, por ejemplo, para hacer las lámparas del Teatro Imperial y de la Universidad de Nariño recurrí a la técnica del vaciado. La aplique al paflón, el mástil, las coronas y brazos, vaciándolos para dejar una estructura que de 200 kilos de peso, pasó a 100 kilos, permitiendo a su vez; que por los espacios vacíos pasaran las cadenas, conexiones y cables para su funcionamiento. Así se conservó la estética del trabajo y se protegió la talla.
– M&M: ¿Cómo es su proceso creativo y productivo?
– GJP: Generalmente son los clientes quienes me contactan. Con ellos realizamos un anteproyecto para analizar sus necesidades, gustos y deseos. Muchas veces me muestran el diseño de un determinado mueble o el plano de una estructura y lo que yo hago sobre esa propuesta, es plantear otras posibilidades y soluciones.
Alguna vez, por ejemplo, necesitaron elaborar una columna de 20×20. Yo propuse dividir ésta en nueve pilares de 7×7, para hacer un bloque y asegurarlo con una platina, previamente envejecida. El resultado fue un pilar muy bello.
Para la elaboración de mobiliario, me baso mucho en las teorías de Leonardo da Vinci, que contienen, desde el siglo XV, las medidas anatómicas y ergonómicas para diseñar un mueble perfecto.
– M&M: ¿Cuál es su tendencia o movimiento favorito en diseño de muebles?
– GJP: No tengo una tendencia o un diseño favorito. En lo que tengo de vida las tendencias en diseño mobiliario se han repetido cuatro veces, todo es un ciclo y nada es realmente novedoso. El diseño debe responder a una época y adaptarse a nuevas necesidades.
Actualmente, los ambientes son pequeños y los muebles deben adecuarse a eso. Me gustaría darme el lujo de diseñar y hacer un sofá abollonado, dimensionalmente grande, pero no cabría en una casa o apartamento de hoy.
– M&M: ¿Tiene una madera preferida?
– GJP: El Flormorado, es una madera que me gusta mucho por la belleza de su veta, su poco peso, su durabilidad, resistencia y porque al tener un poro abierto permite una mejor absorción de los tintes, dando como resultado unos colores bellísimos; siendo ésta una cualidad especial para la elaboración de muebles. Me gustan también el Cedro, la Tara y la Guadua porque con ellas se obtienen piezas decorativas de gran belleza.
Creo que la belleza de las maderas radica en su estado natural, por eso yo opto por trabajar siempre las maderas sólidas, no procesadas porque restan naturalidad a los trabajos. Para arquitectura me gusta mucho emplear madera de Abarco o de Achapo, propicia para la elaboración de pisos.
Gracias a mi experiencia, puedo decir que las maderas son como los bolígrafos que sólo sirven para escribir, con cada especie de madera pasa lo mismo, ellas tienen un uso especial y hay que saberlas transformar. Por ejemplo, se que para trabajar el Granadillo se deben aplicar en los procesos de maquinado, velocidades y tiempos de tres minutos, no de 15 segundos porque la madera tiende a astillarse.
– M&M: Transformación artesanal o tecnológica ¿Qué es mejor?
– GJP: La tecnología es buena, permite que muchos procesos se agilicen. Desafortunadamente, algunas máquinas son desaprovechadas, son usadas rústicamente o se desconocen sus posibilidades y funciones. Pero las máquinas son virtuosas, son como una guitarra: si la interpreta alguien que no la conoce sólo hará sonar dos o tres cuerdas, pero si la hace sonar un virtuoso el resultado… es hermoso.
Considero que los operarios y empresarios deberían conocer las aplicaciones que las máquinas ofrecen, pero comprendiendo que la rapidez de los procesos y la necesidad de comercialización, no puede ir en detrimento de la calidad.
En las fábricas y empresas en las que he tenido la oportunidad de trabajar he aprendido a fabricar algunas de mis propias máquinas. Tengo planeadora, sierra, sinfín; pero mi favorita es el trompo, con él hago molduras, esculpo, redondeo… Es una máquina que me da muchas opciones, es perfecta para la ebanistería y la carpintería.
- Secretos del Éxito
– M&M: ¿En qué otros elementos radica el éxito de su trabajo?
– GJP: Mi trabajo es reconocido por todos mis clientes como un sinónimo de calidad y esto se debe a un proceso que empieza en el orden que uno da a su propio taller, fábrica o empresa.
En mis visitas puedo ver el gran desperdicio de madera en los talleres, muchas veces casi del 50 por ciento. En este oficio se debe ser especialmente organizado, por simple seguridad industrial, por cuidado del medio ambiente, de la ecología.
También importa mucho la calidad del personal que forma el equipo de trabajo. En mi fábrica tengo bajo mi responsabilidad y tutoría, un grupo de mujeres que acompañan, soportan y lideran los diferentes trabajos en mi taller. Con ellas he llegado a conformar un grupo que se puede decir que ya es añejo, como el vino… Ahora es mejor que hace unos años.
– M&M: ¿Por qué mujeres?
– GJP: Porque son garantía de éxito. Porque he tendido la experiencia que de contratar a 20 mujeres, sólo dos no tienen las cualidades para el trabajo. Ellas son muy ordenadas en su tiempo, en su horario, manejan mejor la economía doméstica. No siempre es así con los hombres…
Por ejemplo, mi mano derecha para cualquier labor es Alicia Prado, una mujer que empezó –hace 10 años– de ceros en mi taller y ahora, desde hace cinco años, se encarga del proceso de pintura general.
Por eso cuando me encargan trabajos en otras ciudades o mis clientes necesitan personal para trabajar, me solicitan las mujeres que trabajan o han trabajado conmigo… además de sus cualidades, tienen aptitudes especiales para este oficio porque se dejan enseñar, guiar. Yo siempre las organizo, identificó la cualidad de cada una, en qué labor se desempeña mejor: la pintura, el pulido, la tapicería… Para la recuperación del Teatro Imperial, por ejemplo, trabajé con 30 mujeres y los resultados fueron excelentes.
– M&M: ¿Pero trabaja con otros profesionales?
– GJP: Yo me apoyo mucho en los conocimientos de amigos arquitectos o ingenieros, ellos me explican el funcionamiento de las cosas y yo aprendo. Cuento con cerrajeros, albañiles y vidrieros que a la hora de hacer un trabajo, lo hacen coordinada y mancomunadamente. Los resultados deben ser perfectos.
- Sobre sus Proyectos
– M&M: ¿Cuáles son sus próximos trabajos?
– GJP: Ahora estoy haciendo los muebles para una de las discotecas más importantes de Pasto, se llama el ‘Callejón de los Milagros’. Los muebles son elaborados en madera y van insertados directamente en la pared con anclaje de concreto y obviamente eso no lo mueve nadie. En pasto es la primera discoteca construida con estas características.
Para el segundo semestre tengo pendiente la recuperación de la Catedral de Pereira que sufrió daños en su estructura durante el terremoto de hace seis años. En el eje cafetero tengo programado hacer unas cabañas tipo colonial, que requieren de una técnica especial para envejecer la madera, aplicando removedor de madera y posteriormente raspando la misma con cepillos de acero para resaltar la veta y conseguir así el aspecto envejecido., posiblemente tenga también la oportunidad de realizar unos trabajos decorativos elaborados en Guadua, en esta misma región. Para lo que queda de este año esos son mis proyectos inmediatos.
Para el año 2007 tengo planeado aceptar la invitación que desde hace algunos años tengo pendiente, para viajar con el grupo teatral El Portalito –y las figuras talladas en madera, el equipo humano de puesta en escena y la dotación logística y de escenografía– a presentar las obras de mi padre en los Países Bajos y Francia.
De todas maneras yo me considero afortunado porque gracias a que conozco y manejo la talla, la escultura, la ebanistería, las técnicas de construcción en madera; tengo siempre algo por hacer. Es que en mi trabajo hay alma, hay pasión y eso mis clientes lo saben… La madera es mi locura, es mi vida.
Trabajos realizados
- Congreso de La República – Bogotá, 1965: Participó en la fabricación del mobiliario.
- Iglesia La Ermita – Cali, 1971: Elaboró las bancas.
- Mister Pollo Sede Norte – Pasto, 1988: Elaboró el mobiliario.
- Iglesia Bochica y Av. Santander de la comunidad de los Mormones – Pasto, 2000: Fabricó el mobiliario.
- Colegio Filipense – Pasto, 2001: Construyó la estructura del techo para el auditorio de música que consistió en dos alas cóncavas y un espacio vacío en el año 2001.
- Centro Comercial Zaguán del Lago –Pasto, 1997: Hizo una cercha en seis cortes y de 15 metros de altura y con espacios de 10×10.
- Teatro Imperial – Pasto, 2000: Talló el escudo principal y las lámparas que decoran la Sala Principal, el foyer y el acceso principal y recuperó la estructura del Teatro.
- Universidad de Nariño Sede Centro – Pasto, 2001: Participó en la recuperación de pisos, gradas y elaboró las lámparas decorativas.
- Edificio Buena Vista – Pasto, año 2005: Elaboró el mobiliario.
- Centro Comercial Boulevard Niza – Bogotá, 1989: Realizó para tres locales comerciales los mostradores principales cuya estructura parte de techos cóncavos complementados con un sistema de iluminación y cubiertas de acero inoxidable para dar una luminosidad natural a los espacios interiores y a los exhibidores.
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