El Comino Crespo: Belleza 100% Colombiana… En Vía de Extinción.
Carolina Obregón Sánchez
Periodista M&M
Atractiva, necesaria y apreciada; así es el Comino crespo. Fabricantes, artesanos y diseñadores, la prefieren porque gracias a la belleza de su madera, se obtienen productos de alta calidad. Una especie que nació en Colombia, pero que debido a su indiscriminada comercialización, ahora está en peligro de desaparecer.
Preciosa. Así es el Comino crespo ó Laurel comino de Colombia (como es llamada a nivel internacional), la especie maderera de mayor reconocimiento en el mercado internacional que, por sus cualidades estéticas, físicas y mecánicas, llegó a convertirse en una de las materias primas más apreciadas para la elaboración de diferentes productos madereros.
Identificada inicialmente por el Jardín Botánico Kew de Londres, el Comino crespo recibe su nombre científico de la voz latina perutilis, que significa “demasiado útil”, calificativo que describe la infinidad de usos que se le puede dar y; debido a la similitud anatómica de su árbol y de su olor, con la planta aromática de la India, la especie recibe el nombre vulgar de Comino.
A pesar que de ella se conocen sus valiosas propiedades existe, paradójicamente, poca literatura sobre la misma que impide un mayor conocimiento sobre su manejo forestal. En Colombia aunque se han hecho algunos estudios para promover su conservación y se ha reglamentado su veda, aún la especie carece de mecanismos que garanticen su prolongación siendo una de las razones por las cuales hace parte de la lista “negra” de especies en vía de extinción.
Este artículo, es un breve vistazo del hábitat, características de la madera, aplicaciones y usos comerciales; de uno de los tesoros forestales que Colombia, está a punto de perder.
El Árbol y su Hábitat
Perteneciente a la familia de las Lauraceae, el nombre científico la especie es Aniba (sp), perutilis Hemsl ó Aniba compacta; pero se le conoce por sus nombres de Comino crespo, Laurel comino, Chachajo, Comino, Comino oloroso, Comino real, Comino Canelo, Caparrapí, Aceite de palo y Punte en Colombia.
En Sur América recibe comúnmente los denominativos de Muena negra, Ishpingo Chico y Moena Negra en Perú; Laurel amarelo, Paul rosa en Brasil ó Coto y Coto piquiante en Bolivia. En Europa su madera es llamada como Ginger gele y keriti.
Nativa de la Amazonía colombiana, la distribución natural de la Aniba perutilis se da desde las selvas húmedas de Costa Rica, extendiéndose por la región de los Andes hasta Bolivia y la Amazonía brasilera, en zonas de bosques primarios ubicadas entre los 0 y los 2.600 metros sobre el nivel del mar. De forma solitaria crece favorablemente en suelos de bosques nublados o selvas húmedas y, algunas veces en grupo, sobre los filos de montaña.
Geográficamente se encuentra en las Antillas, Centroamérica y el norte de América del Sur. En Colombia se distribuye en la Costa del Pacífico, Sarare (Arauca), Antioquia, Caldas, Llanos Orientales, Chocó, Santander, Valle del Cauca, Risaralda, Huila, Meta y en estribaciones de las Cordilleras Occidental y Central.
Pese a la fácil y rápida germinación de sus semillas, es considerada una especie de lento y bajo crecimiento, pues su altura tan sólo alcanza entre 25 y 30 metros de altura y, 40 a 60 centímetros de diámetro. Su fuste es de buena forma y su longitud comercial está entre los 15 y 18 metros.
Sus hojas son simples, alternas, helicoidales, elípticas. Sus ramas son angulosas, gruesas, duras y lisas. Las flores del Comino son pequeñas y poco vistosas, de color marrón y raramente rojas. Su fruto al madurar es morado y su pulpa despide un olor similar al aguacate.
Dentro del género de la especie Aniba sp, el Comino crespo es la más conocida y de la que aún se encuentran unos pocos individuos en los bosques donde habita y en los que ha establecido una correlación vital con su ecosistema, permitiendo el equilibrio y la dinámica de los bosques e incluso su misma conservación.
De hecho el árbol de Comino sirve como soporte de trepadoras, alimento para aves e insectos que comen ó toman el néctar de sus frutos (1), para roedores, mamíferos o reptiles que se alimentan de sus semillas y como sombra para otras especies del bosque. Vale señalar que la dispersión de sus semillas es realizada precisamente por las aves (especialmente el pájaro guácharo) que después de comer sus frutos, expulsan sus restos en otras zonas del bosque, permitiendo la forestación natural de la especie.
Por todo lo anterior y según la literatura consultada, la deforestación de la especie es sinónimo de deterioro de los ecosistemas en donde habita y viceversa.
La Madera y sus Usos
La madera de Comino crespo, ha sido definida por fabricantes de muebles, artesanos, diseñadores y ebanistas, entre otros; como extremadamente bella y gracias a sus cualidades de lustre satinado, color, durabilidad, resistencia, veta y grano, es una de las maderas finas favoritas para la elaboración de muebles de alta calidad; logrando el reconocimiento internacional.
En cuanto a sus características organolépticas, la madera de Comino se caracteriza por su brillo alto y parejo, su textura de fina a media, su grano recto a entrecruzado (que permite obtener con facilidad superficies tensas y de alto pulimiento) y por su veteado acentuado definido por reflejos dorados, resultado de la similitud entre la albura de color rosado amarillento y el duramen de color amarillo dorado. Igualmente, por su olor agradable, la especie es apreciable para la producción de aceites aromáticos.
A esto se le suman otras excelentes características mecánicas y físicas como alta durabilidad natural, resistencia a la humedad (aunque a veces es susceptible al ataque de insectos), densidad moderada y su facilidad para secarse al aire libre; con poca tendencia a deformarse y con muy poca ó ninguna tendencia a rajarse.
Entre sus ventajas se destaca su adaptabilidad para ser transformada con herramientas de carpintería o maquinaria, trabajos de corte, encolado o tallado; ofreciendo excelentes acabados.
Las diferentes aplicaciones de la madera de Comino crespo, incluye trabajos de ebanistería y carpintería (especialmente) como la elaboración de muebles finos, de enchapes para muebles modernos (2) (en especial para comedores y mesas de centro) y de armarios y gabinetes (aplicación para la cual la especie tiene alta demanda comercial). También es empleada en trabajos artesanales para esculturas, en talla y en la elaboración de estantes, bateas y pilones.
En el área de la construcción, su madera es un material altamente valorado. De hecho, propiedades como su alta resistencia a las diferentes condiciones ambientales (humedad, agua, suelo) y al ataque de insectos y del comején; son respaldadas por el Proyecto ITTO PD 37/88 – Fases I y II que la califican como una de las especies propicias para la construcción y, por estudios realizados en construcciones coloniales (en Medellín, Antioquia), en donde se demostró que las vigas elaboradas con la especie aún están en perfecto estado.
Gracias a estas investigaciones, se encontró que existen dos variedades de la madera: la llamada comino crespo que es empleada para la ebanistería y carpintería y, la común o comino liso; indicada para la construcción de traviesas para ferrocarril, postes, estructuras internas, pisos de listón y machihembrado y en la edificación de embarcaciones.
Entre la Comercialización y la Extinción
Por las características y cualidades de su madera, el Comino crespo ha sido, históricamente, una de las especies de mayor demanda comercial en el país en donde, pese a su amplia distribución natural; el uso indiscriminado de la misma, la han llevado a un estado crítico de extinción.
Así, varios de los autores consultados hacen referencia al uso indistinto de la madera de Comino en trabajos de construcción en los que, ya procesada, ésta era “desperdiciada y subutilizada”. Algunos ejemplos son las obras de los ferrocarriles de Antioquia y del Pacífico, en las que para la elaboración de traviesas, el material era malgastado a tal punto, que provocó el agotamiento de la especie en aquellas zonas.
Actualmente, aunque existen pocos individuos de la especie, principalmente en los departamentos del Valle del Cauca y Antioquia y en las regiones del Alto Magdalena y la selva amazónica; su tala y comercialización ilegal (realizada en altas horas de la noche para evitar los controles de la autoridad) es una de las prácticas que las comunidades que habitan los bosques, realizan como una alternativa de ingresos adicionales; siendo ésta una de las causas del alto valor comercial de la madera de Comino en el mercado.
De hecho, M&M pudo constatar que en Bogotá, el bloque de madera de la especie (10 cms de ancho x 10 cms de grosor x 3 metros de largo) puede llegar a costar 60 mil hasta 150 mil pesos.
Sin embargo, el valor del Comino crespo, no sólo puede ser estimado y cuantificado en términos de lucro. El cuidado del medio ambiente que esta especie puede ofrecer, es otro de los “rubros” que deberían ser valorados por los transformadores y comercializadores (sobre todo ilegales) del sector.
Por eso frente a esta situación, diferentes organismos y entidades oficiales nacionales e internacionales, han establecido mecanismos y normas legales que buscan la protección de la especie; aunque ellas difieren en su evaluación sobre el nivel de riesgo de extinción de la misma.
Por un lado, el Estado colombiano (en diferentes épocas) ha impuesto su veda a través de la resolución 316 de 1974 del desaparecido Instituto de Desarrollo de los Recursos Naturales Renovables (Inderena) y la resolución 177 de 1997 de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder); que la consideran una especie vegetal en vía de extinción y, el Instituto Von Humboldt que la ubica dentro de la lista provisional de especies en peligro crítico de desaparición.
Igualmente el Inderena, mediante el acuerdo 19 de 1976, limitó su aprovechamiento industrial a la elaboración de productos de segundo grado (3), como mecanismo para impulsar programas de reforestación de los cuales la especie carecía (y carece).
A su vez, organismo internacionales como la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) la incluyó en el Apéndice II del listado de las especies que “aunque no necesariamente están amenazadas de extinción, podrían encontrarse en esta situación de no regularse estrictamente su comercio” y, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), la clasifica dentro de la categoría En/cr, unidad sistemática de clasificación, que hace referencia a que la “especie se enfrenta a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre”.
Prevenir… Es la Meta
Dada la situación actual del Comino crespo, es evidente la “urgente” necesidad de establecer mecanismos científicos para generar el conocimiento técnico (silvicultura, manejo de plantaciones, aprovechamiento, etc…) sobre la especie y fortalecer las medidas legales y de control para su tala y comercialización ilegal.
En este sentido, una de las primeras medidas fue adoptada por el Plan Nacional de Desarrollo Forestal que incluye a la Aniba perutilis, dentro de las especies prioritarias de gran valor comercial (4) en el Subprograma de Conservación ex situ de la Biodiversidad.
Este, tiene como propósitos “proteger el germoplasma forestal, conservar la base genética y la diversidad, asegurar el abastecimiento continuo de material reproductivo a los programas de reforestación, obtención de nuevos conocimientos y generar beneficios económicos a la sociedad”; a través de prácticas de rehabilitación de los ecosistemas forestales degradados entre las que se contempla el manejo de rodales semilleros para el mejoramiento genético y comercial de la especie, que aseguren su reforestación y prolongación.
De igual forma, la especie es objeto de investigación y estudio del Plan de Colecciones del Jardín Botánico(5) de la Universidad Tecnológica de Pereira, en el que se encuentran las especies prioritarias que por su uso, sobreexplotación y pérdida de hábitat, están en vía de extinción. Este Plan contempla las directrices para fomentar su investigación y conservación (in situ y ex situ), así como los lineamientos para el intercambio y cooperación técnica y científica con otras entidades, y para la educación y capacitación ambiental sobre la misma, dirigida a la comunidad en general.
Igualmente, la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) realizó el Estudio Fenológico de 25 Especies Forestales, para la recolección de semillas y la conservación de recursos genéticos de varias especies, entre las que se encuentra el Comino crespo, con el fin de formular planes de manejo para sus plantaciones forestales. Esta investigación se realizó en los municipios de Jericó, Liborina y Anorí (Antioquia) y sirvió para definir los tiempos de floración, fructificación, cambio de follaje y para la recolección de los frutos de la especie.
A su vez otros programas han realizado a través de la propagación in situ, diversas acciones encaminadas a la recuperación o conservación de la especie en varias regiones del país. Entre estos programas se encuentran la Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil y el Programa de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Estos estudios y las medidas legales que de manera inmediata, hagan cumplir la no tala de la especie, constituyen un primer paso hacía su conservación. Sin embargo, el Comino crespo, debe enfrentar uno de los problemas más difíciles de atacar: la falta de conciencia de los consumidores que aún prefieren productos finos a costa de la destrucción de los bosques.
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Citas:
- Los frutos de la Aniba perutilis Hemsl, están formados por una capa carnosa, rica en grasa y de alto valor nutritivo, comparable con la del aguacate.
- Se hace referencia al artículo: “Mueble Contemporáneo…Reflejo del Pasado, Ícono de Nuestra Época” (Diana Sánchez Correa), en el que se explica la importancia de la madera como materia prima “valorada y tradicional” para la fabricación de molduras o enchapes. Revista M&M. Edición 50 de diciembre de 2005.
- Estos productos, de valor agregado, son tipo exportación como puertas talladas, muebles, mesas, parket y molduras.
- Otras especies que se encuentran listadas en este subprograma son: Nogal (Juglans neotropica), el Cedro (Cedrela odorata), la Caoba (Swietenia macrophylla), Palo de aceite (Ocotea caparrapi), Abarco (Cariniana pyriformis), Hojarasco (Talauma caricifragans), Chanul (Sacoglotis procera), Roble (Quercus humboldtii) y Carreto (Aspidosperma ).
- A partir de la Ley 299 de 1996 en la que se reglamentan los Jardines Botánicos como entidades de conservación y protección de los Recursos Naturales. Hacen parte de esta Colección: Molinillo (Magnolia hernandezii), Pino negro (Prugnopitys harmnsiana), Manzano (Billia rosea), Cedro Negro (Juglans neotropica), Chaquito (Podocarpus oleifolium), Cedro de Montaña (Cedrela montana) y Sande (Brosimum utile).
Fuentes:
- Luis Jairo Silva Herrera. Ingeniero Forestal. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: lsilva@udistrital.edu.co.
- Ruiz Contreras Luisa Fernanda. “Estrategia para conservar el germoplasma de la especie forestal: Aniba perutilis Hemsl (Conimo crespo)”. Tesis de Grado. Universidad Distrital Facultad del Medio Ambiente y Recursos Naturales. Bogotá, 2004.
- Plan Nacional de Desarrollo Forestal.
- Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil. “Reservas Naturales de la Sociedad Civil: Una Estrategia De Conservación In-Situ En Colombia”.
- “Maderas Colombianas”. Bogotá, Colombia. 1970.
- elpais-cali.terra.com.co. Artículo: “Se extinguen 190 especies de árboles”. Junio 07 de 2004.
- unalmed.edu.co – www.biologia.eia.edu.co – www.utp.edu.co – www.rds.org.co
2 Comentarios
Cesar Calle
18 diciembre, 2019 at 8:20 pmDonde puedo comprar plantulas de 3 meses?
mym@dwebR
26 diciembre, 2019 at 1:11 pmBuen dia
Al final del articulo aparecen las fuentes.