Semillas Forestales Mejoradas: para la Reforestación en Colombia
Enrique Trujillo Navarrete (*)
Ingeniero Forestal MSc. El Semillero
La reforestación comercial en Colombia tiene su origen a principios de los años sesenta, época en la que se utilizaban semillas importadas u obtenidas de bosques locales sin ningún proceso de mejoramiento, especialmente sembrando especies de pinos como el patula, el oocarpa, el caribaea y el radiata, además de eucaliptos como el globulus -que presentaba el mayor nivel de plantación, el grandis, el tereticornis y el camladulensis.
Con nuestras especies, salvo algunas experiencias muy tímidas con cedro, aliso o nogal, no hubo un desarrollo significativo, pues no se había implementado en el país ningún
huerto semillero. Muchas de las plantaciones establecidas en esos años no tuvieron el desarrollo esperado, entre otros factores por el uso de semillas desconocidas y la inexistencia de programas de mejoramiento genético; muestras son algunas plantaciones de Eucallyptus glubulus establecidas en el altiplano Cundiboyacense, y otras de confieras en Antioquia y Cundinamarca, con pobre desarrollo en crecimiento y formas.
Tristemente la calidad comercial de las semillas, no dista mucho del pasado, es decir, hoy este procedimiento se realiza también sin ningún proceso de mejoramiento. En el presente artículo se exponen generalidades para el establecimiento de las fuentes semilleras, su importancia y un panorama general del tratamiento del tema en Colombia.
El Concepto del Mejoramiento
Al igual que el resto de organismos vivos, y de una forma simple, se puede afirmar que los árboles también se rigen por las leyes de la herencia, de hecho árboles deformes, suprimidos, susceptibles al ataque de plagas o enfermedades con seguridad transmiten estas características a su descendencia a través de la semilla, lo que ocasiona plantaciones improductivas.
Por el contrario, es la semilla de los mejores árboles, la más indicada para el establecimiento de nuevas plantaciones, dado que a través de ella se aseguran los mejores resultados en términos económicos, y aún sociales y ecológicos, dada la naturaleza de la reforestación.
Pero la tecnología que se requiere para desarrollar un huerto semillero implica partir del conocimiento de la o las especies, lo que normalmente se da luego de realizar ensayos para evaluar sus grados de adaptación a un lugar determinado -algo así como la domesticación de la especie- y valorar posteriormente las diferentes procedencias, entendiendo por procedencia el lugar geográfico de donde provienen las semillas.
Con esta información se inicia el establecimiento de los huertos semilleros, que no son más que unas plantaciones de los mejores árboles, los cuales han sido cuidadosamente seleccionados -ente varios miles- en diversos sitios, evaluando y eligiendo los mejores individuos: los que presentan el mayor desarrollo, forma o las características deseables.
Vale señalar que en general, estos procesos de mejoramiento genético son de largo plazo, costosos y requieren formación especializada, razón por la cual no es frecuente encontrar huertos semilleros; de hecho son las empresas reforestadoras -que requieren optimizar los rendimientos de la madera por unidad de área- las que están en capacidad de establecerlos y sostenerlos. Una iniciativa particular para establecer un huerto semillero con el único fin de vender sus semillas no es viable económicamente.
El costo de éste no se puede sostener por el valor de la semilla dado que las inversiones que lo desarrollan sólo se justifican por la mayor productividad que generen las plantaciones, sin embargo la venta de semillas provenientes de un huerto semillero ayuda a mitigar los costos de su establecimiento y manejo.
La Calidad de la Semilla y su Procedencia
El comportamiento de la plantación está correlacionado con las características ecológicas del sitio de origen de las semillas -donde originalmente crece la especie-, como el tipo de suelo, la cantidad y distribución de las lluvias y temperaturas entre otros factores, en cruce con las del sitio reforestado: suelos y clima. Pero cuando estas condiciones no se tienen en cuenta, aumentan las posibilidades de que la plantación no se adapte al sitio seleccionado.
En este sentido, aunque no necesariamente las condiciones de los sitios de plantación deben ser idénticas a las de procedencia de la semilla, si es conveniente que sean condiciones equivalentes, pues la semilla a utilizar debe tener claramente establecida la calidad genética y características de la procedencia, al menos en lo concerniente a
la altura sobre el nivel del mar, temperatura, tipo de suelos y régimen de lluvias.
La recomendación es obtener semilla de una fuente semillera conocida, es decir, de un grupo de árboles de la misma especie o grupo de especies donde predominen individuos
fenotípicamente (apariencia) aceptable o deseable, en cuanto a características de forma, vigor, sanidad o desarrollo, manejado técnicamente. Dicho manejo consiste en eliminar los árboles indeseables para que las semillas se originen sólo del cruce entre los mejores individuos y para aumentar la frecuencia de las características deseables y sostener la producción de semillas en calidad y cantidad, adelantando actividades de fertilización y eliminación de malezas.
Clasificación Actual de las Fuentes
Semilleras Forestales
• Huertos Semilleros
En general un huerto semillero es una plantación de árboles que han sido seleccionados intensivamente con base en ciertas características de importancia, aislada o manejada,
para reducir la contaminación de polen de árboles inferiores (1), y que ha sido manejada intensivamente para aumentar la producción de semilla y facilitar su recolección.
El huerto semillero genéticamente comprobado es aquel que tiene el respaldo de pruebas de progenies, es decir que sus hijos han sido evaluados en campo para comprobar
que han heredado las características deseables de los padres, y que ha sido sometido a los aclareos genéticos eliminando árboles indeseables para dejar únicamente los individuos
de superioridad demostrada.
• Rodales Semilleros
Al igual que los huertos semilleros, los rodales pueden ser plantados o naturales, aislados o manejados para reducir en ellos la contaminación de polen de árboles inferiores,
practicándoles también aclareos de mejoramiento con el fin de dejar entre 75 y 200 árboles por hectárea, con características fenotípicas apropiadas.
Para resultados óptimos, el rodal semillero debe tener una base genética amplia conformada por individuos que provengan de varios padres o fuentes distintas no emparentadas; lo que significa que plantaciones originadas con semilla de unos pocos árboles deben ser descartadas.
También se requiere que al menos un 50 por ciento de los árboles del rodal haya alcanzado el estado de fructificación. De igual manera, debe contar con un área mínima de una
hectárea; grupos más pequeños o árboles en hileras no pueden ser considerados como rodales semilleros, dado que debe garantizarse suficiente heterogeneidad genética. Vale
decir que es conveniente la existencia de varios individuos con genes distintos para evitar la transmisión de insuficiencias o tendencias de unos pocos árboles a una gran plantación, lo cual podría ocasionar, por ejemplo, que semillas de un solo árbol con susceptibilidad a heladas o enfermedades transmitan sus deficiencias a la futura plantación, originando un fracaso económico o ambiental.
Una de las diferencias principales a nivel genético entre los rodales y los huertos semilleros es la intensidad de selección:en los rodales semilleros, los árboles finales han sido
seleccionados a una intensidad de 1:10 – 1:20, mientras que en el caso de los huertos, cada árbol ha sido seleccionado entre varios miles de individuos evaluados. Por esta
razón, si la selección se ha realizado con base en las mismas características fenotípicas, el huerto siempre producirá mayor ganancia genética que el rodal.
La intensidad de selección implica la búsqueda de los mejores árboles de diferentes plantaciones o bosques, lo que para el caso de los huertos semilleros puede significar la
visita de 50.000 árboles o más, esto es, una alta selección en varios sitios, multiplicando de paso las posibilidades de encontrar árboles superiores. En los rodales la selección se hace en el mismo conjunto de árboles que los componen, de tal manera que la selección siempre será menor que la de un huerto semillero.
• Fuentes Seleccionadas
Estas son fuentes que no cumplen con uno o varios de los requisitos establecidos para los rodales semilleros, principalmente porque presentan problemas de aislamiento, contienen menos de 75 árboles aceptables por hectárea o aún no han sido sometidos a los aclareos.
• Fuentes Identificadas
Las fuentes identificadas son grupos de árboles que por su baja densidad, por ocupar poca área y/o porque no contienen el número suficiente de árboles aceptables por hectárea, no clasifican dentro de la categoría anterior, pero deben utilizarse temporalmente ante la ausencia de otras fuentes más avanzadas. La consecuencia de usar este tipo de fuente es la poca garantía de desarrollo de la plantación, sin embargo para un importante número de especies esta es la única opción dado que no hay desarrollo en investigación, o en la identificación, selección y manejo de fuentes semilleras.
Uno Sólo Árbol como Fuente de Semillas
Existe la creencia de que la colecta de semillas de un sólo árbol excelente es suficiente para abastecer de plántulas un programa de reforestación. Sin embargo este concepto es erróneo, en razón a que se toman únicamente las semillas del árbol madre que, aunque tenga buena forma, no compensa pues se desconoce el padre que lo fecundó: si se trató de uno indeseable, mal formado, susceptible al ataques de plagas, enfermedades o heladas, que transmita esas características a su descendencia y más aún, si es el dominante genético. La consecuencia puede ser una plantación fracasada.
Adicionalmente semillas de un solo árbol no tienen suficiente heterogeneidad y un solo problema en su estructura genética puede transmitirse a toda la plantación. La solución es producir el material de las plantaciones,con semillas provenientes de varios árboles, para que un eventual problema individual no se propague; deben preferirse las semillas provenientes de fuentes semilleras calificadas y manejadas, obtenidas en organizaciones
confiables.
Situación de las Fuentes Semilleras en Colombia
Pese a los problemas relacionados con la producción y uso de semillas provenientes de fuentes semilleras manejadas y confiables en el país, las condiciones han presentado mejora gracias al avance de la reforestación comercial impulsada por empresas con importantes proyectos en la materia, como Cartón de Colombia, Pizano S.A y Refocosta. Éstas han incorporado dentro de sus estrategias de desarrollo, programas de mejora genética para aumentar la productividad por unidad de área.
En el pasado, el Estado colombiano a través del INDERENA inició su participación en la actividad con el establecimiento de ensayos y proyectos de mejoramiento genético con las especies E. Globulus y C. Lusitanica en Cundinamarca y Antioquia, pero con la desaparición de la entidad terminaron abruptamente estas iniciativas. Sólo hasta 1996 el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en conjunto con CONIF, inició el programa de Investigación en semillas de Especies Forestales Nativas – INSEFOR, adelantando actividades orientadas a ofrecer semilla de mejor calidad genética.
Dicho programa identificó que para que el país avanzara con mejores plantaciones, debía iniciar programas de selección y mejora forestal, que no son fáciles, económicos ni rápidos de realizar; buscando a la par, estrategias para su desarrollo.
Partiendo del análisis, hoy en día se tienen identificadas fuentes semilleras de las especies con mayor demanda en proyectos de reforestación comercial, y recientemente se establecieron cuatro huertos semilleros con especies prioritarias como Teca (Tectona grandis), Aliso (Alnus acuminata), Roble (Tabebuia rosea) y Nogal (Cordia alliodora), de las cuales se espera obtener producción de semillas en el mediano plazo -de 4 a 6 años-, aunque el huerto de roble ya inició procesos de fructificación.
Vale señalar que estos huertos se han establecido en conjunto con empresas (2) pertenecientes a COMFORE, – Cooperativa Colombiana de Mejoramiento Genético Forestal, organización sin ánimo de lucro creada en 1998, basada en el trabajo asociativo, que tiene como fin garantizar el suministro y producción de material vegetal genéticamente mejorado y aumentar así la productividad de las futuras plantaciones comerciales para que sean más competitivas y contribuyan a la conservación de los recursos genéticos forestales del país.
De hecho y desde su creación, esta organización viene incorporando nuevos desarrollos en sus programas, incluida una Red de Viveros Forestales cuyo material se produce prioritariamente a partir de semillas con algún grado de mejoramiento genético.
Esta es un excelente noticia si se tiene en cuenta que en la actualidad, dos de las especies forestales con mayores niveles de plantación: Teca (Tectona grandis) y Melina (Gmelina arborea) utilizan básicamente, y de forma exitosa, semillas mejoradas producidas en Costa Rica y ofertadas por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza – CATIE (organización de la OEA adscrita al IICA) pues las procedencias colombianas de Teca no son apropiadas debido al escaso desarrollo de fuentes semilleras.
Adicionalmente una parte los árboles de Teca de los cuales se obtienen semillas en Colombia, son aquellos que han quedado luego del aprovechamiento para la exportación de la madera. Se trata de árboles remanentes de baja calidad por el hecho de que se exportan los mejores individuos, así que no tienen la forma o las dimensiones apropiadas, se cruzan entre si y su semilla (descendencia) simplemente origina plantaciones muy regulares.
Otras semillas de fuentes mejoradas se pueden obtener en Smurfit Cartón de Colombia, de las especies: P. Patula, E. grandis, E urograndis y C. lusitanica, pero esta empresa no tiene procesos de mejoramiento con especies locales, lo que deja ver que la oferta de semilla de huertos semilleros es muy limitada frente a las necesidades de reforestación del país y la diversidad de especies que se manejan en Colombia para reforestación comercial que se estima en 27 variedades. De hecho, sólo una especie local tiene un huerto semillero (Ceiba roja – Pochota quinata).
Por ejemplo, en el caso de la Melina, con excepción de los materiales que utiliza Monterrey Forestal -que ha fijado como política no vender semilla sino plántulas de su vivero ubicado en Zambrano Bolívar-, no hay suficientes plantaciones confiables para la colecta de semillas, no hay planes de mejoramiento, ni suficientes rodales de calidad, por lo que es necesaria tambiénla importación de semillas de CATIE: éstas han demostrado sus bondades en Colombia, no sólo a nivel genético sino por la eficiencia de la semilla como
es el caso de la Teca que se entrega escarificada con mayor germinación y uniformidad de manejo en el vivero.
Así pues es importante anotar que, aunque el listado de empresas que trabajan en mejoramiento genético forestal incluye los principales actores de la actividad reforestadora en Colombia, el resultado se considera muy discreto ante la exigente necesidad de los proyectos de reforestación de material vegetal de calidad.
Fuente:
(*) Fuente: Enrique Trujillo Navarrete, El Semillero. Ingeniero Forestal con Maestría en Fitotecnia, consultor internacional, E-mail: enriquet@aolpremium.com
Citas:
1- . Es decir, que los árboles del huerto no sean fecundados por el polen árboles que no cumplen con los estándares de calidad.
2- A la cooperativa están adscritas empresas como CONIF, Pizano S.A – Monterrey Forestal, REFOCOSTA SA, KANGUROID LTDA, Geoambiente y El semillero, entre otras empresas reforestadoras y de apoyo, e instituciones del Estado como el Ministerio de Agricultura, Ministerio del Medio Ambiente y algunas Corporaciones Autónomas Regionales.
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