Casa FOA 2010: Celebrando la Evolución del Interiorismo Argentino
Redacción M&M
Diseño e historia se conjugaron en la más reciente edición de Casa FOA, una muestra de decoración e interiorismo que, en su vigésimo séptima edición, destacó aquellas propuestas que se revelan como muestra del patrimonio cultural argentino.
El edificio ‘La Defensa 269’, ubicado en pleno centro histórico de la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, fue el escenario perfecto para celebrar la edición 2010 de la muestra de decoración, interiorismo, arquitectura y paisajismo ‘Casa FOA’ que, en esta ocasión, se centro en el rescate y proyección del patrimonio artístico argentino, a propósito de la celebración de los 200 años de independencia de esta nación suramericana (9 de julio de 1810).
Realizada entre el 1 de octubre y 14 de noviembre pasado, la exposición anual buscó –a través de una mirada a las tendencias locales e internacionales en estas materias– rendir homenaje a las diferentes expresiones que, desde lo más clásico hasta lo presente, hacen parte de la identidad argentina.
Un total de 40 espacios de arquitectura, diseño interior, arte y paisajismo –dispuestos y ambientados en los 2.500 metros cuadrados de superficie, distribuidos en los tres pisos de ‘Defensa 269’– fueron la gran ventana de la vigésimo séptima edición de Casa FOA, la más visitada de los últimos cinco años, con una asistencia total de 100 mil visitantes; entre profesionales, académicos e industriales quienes tuvieron la oportunidad de observar novedosas propuestas para la ambientación de los espacios actuales.
Accesorios y objetos decorativos, piezas con funciones de usos múltiples, el correcto uso de cada metro cuadrado optimizando la funcionalidad en el hogar o la oficina, la aplicación de nuevos materiales y tecnologías, hicieron que esta exposición fuera de gran interés para los visitantes.
Un Poco de Historia
En 1985, cuando la industria del diseño e interiorismo en Argentina empezaba a tomar impulso, surgió Casa FOA, la muestra anual que enseña las últimas tendencias en materia de interiores para el hogar, la oficina y los espacios exteriores y que surgió gracias a la iniciativa de Mercedes Malbran de Campos, para recaudar fondos para la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbran –su padre– (FOA), una institución privada sin fines de lucro que desde 1964 trabaja, cura, investiga y capacita profesionales para preservar la salud visual de la población en Argentina (1).
Paralelo a la misión científica de la Fundación –acercar al mayor número de personas posible a una perfecta visión– la idea de Casa FOA ha sido mostrar diferentes opciones estéticas y estilísticas al público que proponen nuevos valores y formas arquitectónicas y culturales para Argentina. Hoy en día la muestra es un referente en la agenda cultural de este país, y se constituye como un espacio para el libre desarrollo de la creatividad, con la valiosa participación de diseñadores, arquitectos, decoradores y paisajistas.
Con 27 años de existencia, Casa FOA ha cumplido con la misión de ser una de las principales fuentes de recursos en de la Fundación, y ha contribuido en la recuperación de monumentos históricos importantes para la ciudad de Buenos Aires, como la Casa de la Moneda (1995), el Hotel de Inmigrantes (2000), el Monasterio de Santa Catalina (2001), y la Casa del Patio de la Reconquista (2003); además de la conservación de aquellos inmuebles declarados Áreas de Protección Histórica por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos de Argentina, como el Hotel Avenida de Mayo (1991), el Puerto Madero Dock 5 (1993), el Palacio Alcorta (1994), el Tattersal de Palermo (1998), el Apostadero Naval (2000), las Terrazas de Buenos Aires(2002), la Tribuna II Palermo (2004), el Palacio Lezama, la ex fábrica de Bizcochos Canale (2006), la Estación Palermo (2007), el Puerto de Frutos Tigre (2008), y la Tribuna Plaza (2009).
La Patria como Inspiración
Culturalmente, Argentina es resultado de la influencia europea que recibió durante el período de conquista y colonización y de los movimientos artísticos contemporáneos (motivados por la ola de inmigrantes europeos que llegaron a este territorio durante y después de la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945), tendientes hacia la modernización y el progreso; así como de diferentes expresiones propias del interior del país, que han influido en su arquitectura y la forma de concebir los espacios.
Con el ánimo de entender estos cambios, Casa FOA 2010 quiso reunir en un sólo lugar a los mejores diseñadores, decoradores y arquitectos locales y extranjeros, y ofrecer a los visitantes una mirada a esos aspectos que dan vida a los hogares y oficinas de hoy. “Por una mirada a lo clásico, a lo nuestro”, fue el lema del certamen que se constituyó en “una oportunidad de enorme inspiración enmarcada en fuertes valores como la libertad y el compromiso de las raíces argentinas”, según palabras de sus organizadores.
De hecho, la escogencia del edificio ‘Defensa 269’ buscó también revivir las grandes pasiones gauchas; la historia del pueblo argentino, la arquitectura, el diseño y el paisajismo. No se trató solamente de recuperar un bello edificio; este debía contar una historia, devolverle a la ciudad de Buenos Aires aquellos lugares que habían sido olvidados, con la premisa que el rescate del patrimonio cultural, es uno de los principales objetivos de Casa FOA.
Con el Bicentenario como disparador, pasado, presente y futuro, esta muestra se caracterizó por su eclecticismo, vivo tanto en el edificio como en sus espacios. De hecho, tapices antiguos, arañas de plata de diseño de autor, objetos y antigüedades de época; además de objetos representativos de las tradiciones artísticas de Argentina, arte, símbolos, materiales y objetos autóctonos, fueron los anfitriones, en espacios que además exhibieron lo último en tecnología.
Precisamente, otro de los logros de Casa FOA 2010 fue el de reunir, en una muestra, la herencia del pasado argentino, con el advenimiento de nuevas formas de concebir los espacios y su funcionalidad, gracias al uso de las nuevas tecnologías.
Ejemplo de ello, fue la manera como los dispositivos o equipos electrónicos se adaptaron, de manera sencilla y discreta a los espacios de oficina, estudio y vivienda. Prevalecieron las pantallas, plasma y LCD, incrustadas en los paneles de las bibliotecas o disimuladas tras espejos y controladas vía bluetooth; la tecnología touch aplicada para facilitar la vida diaria; o la domótica en función de disponer, desde un celular o notebook, la ambientación deseada en lo referente a iluminación o temperatura.
En este sentido, los espacios tratados bajo esta óptica, buscaron un equilibrio entre la vida moderna y la tecnología. “En tiempos que se aceleraron con la irrupción de las nuevas tecnologías y que nos obligan a dar respuestas inmediatas, vivimos tratando de adaptarnos a los nuevos escenarios. La incertidumbre, la inmediatez, la velocidad y el estar on line de forma permanente, todas, fórmulas que parecieran ser una garantía de felicidad o bienestar y que muchas veces así, sentimos lejos de alcanzar. Paradójicamente en la era de mayor conexión posible entre personas del mundo empezamos a fallar en la conexión más básica que hay: conectarse con uno mismo”, afirma el comunicado de prensa del Estudio López + Penas, creador del espacio No. 6, Wellness, a través del cual se buscó rescatar ese tiempo que es necesario para alimentarnos, descansar o relajarnos.
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Muebles con Estilo y Herencia
Actualmente, los diseñadores -en cualquiera de sus áreas- decoradores o arquitectos, saben que el usuario o consumidor, tiende cada vez más a escoger aquello -ropa, accesorios, autos, dispositivos tecnológicos, etc…- con lo que más se identifica, como proyección de su personalidad y estilo de vida; y los espacios habitacionales y de oficina no son ajenos a esta tendencia. Por eso, las propuestas de Casa FOA 2010 en materia de mobiliario, abarcaron estilos desde lo orgánico hasta lo geométrico y en materiales diversos como la madera, el mármol o el acero, para ofrecerse a todos según sus preferencias.
Así apareció, por ejemplo, El Comedor Diario, de Judith Babour, que hizo parte de una colección compuesta también por una mesa de comedor y una pequeña mesita de luz, ambas, con tapa de mármol y base de madera clara y maciza. Lo distinto: las superficies de mármol calcatta de morfología orgánica, curvas pronunciadas, cantos extremadamente delgados y terminación superficial “leather” que, a diferencia del mármol tradicional, le otorga al mueble una tonalidad mate y una textura levemente rugosa.
Entre los espacios también lució un gran mueble organizador y contenedor, fabricado en melamina roble rústico. En el Living de Lectura, propuesto por María Elena y Mandy Coelho, prevaleció una biblioteca de diseño “constructivista”, en madera caoba pomelé, cuya textura y color óxido expresan la nobleza de un material en estado virgen. Otro fue el Dormitorio Principal de Kalika Falicoff Arquitectos, que también presentó una serie de piezas de mobiliario estrictamente relacionadas entre sí, a partir del uso de la madera y una sucesión de texturas y colores para generar armonía en el ambiente.
Aunque la norma, en general de todos los espacios, fue la de adecuar murales, cuadros y objetos como símbolo de lo tradicional, el arte fue invitado especial a la celebración del Bicentenario, gracias al concurso de sillas matera artefactos que hacen parte de la tradición argentina, y al que fueron convocados a 22 artistas de distintas disciplinas: arquitectos, diseñadores de modas, artistas plásticos, diseñadores industriales y decoradores, a participar para que re interpretaran está pieza popular, imprimiéndoles su sello personal a través del uso de diversos materiales y modelos.
Éstas son sillas bajas que eran utilizadas por los gauchos (2) a la hora de tomar mate y que al ser pequeñas, les permitían mantenerse cerca del fuego y apoyar el mate en el suelo; los gauchos solían confeccionarlas con los materiales que recolectaban en la zona en la cual vivían. Actualmente, existen diversos diseños y la innovación en los materiales para su construcción es sorprendente. Este tipo de sillas son definidas como muebles de campo, especialmente argentino.
Bajo la premisa de técnica libre, a los participantes se les sugirió una medida de 0,70 metros de alto con un asiento de 0,35 x 0,35, para realizar una silla promoviendo la fusión de disciplinas, técnicas y materiales que hoy por hoy hacen parte de la cultura argentina, finalmente, fueron las ganadoras, las sillas diseñadas por Verónica Palmieri y Verónica Cabrera.
La Defensa 269.
Esta edificación data del año 1914 y constituye un valioso exponente de la arquitectura clásica de Buenos Aires de su época. Su fachada y su tipología de patio central son los rasgos a preservar por el área de Protección Histórica del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto de remodelación y restauración (3) del mismo estuvo a cargo del estudio del arquitecto Daniel Silberfaden y la desarrolladora G.O. Real State; y a través de el se buscó preservar el carácter histórico de su fachada, e imprimirle un toque de diseño contemporáneo a través de la construcción de un conjunto de oficinas y viviendas del siglo XXI,
En la Defensa Lofty Suite, lo antiguo y las nuevas tendencias se fundieron en un sólo lugar. El edificio está ubicado en la zona histórica porteña, en la que confluyen edificios e iglesias considerados de alto valor patrimonial por conservar su tipología original, junto con otros inmuebles, oficinas y lofts que se han revitalizado a través de un nuevo tipo de construcción o de la adecuación de las ya existentes. El proyecto de restauración y remodelación se inició en 2007.
Citas
La Fundación, afiliada a la Universidad Nacional de Buenos Aires, fue creada por Enrique S. Malbran con el objetivo de dar continuidad al legado científico de su padre, Jorge Malbran, uno de los más importantes cirujanos oftalmológicos del mundo: miembro honorario de 22 sociedades de oftalmología de América y Europa, y autor de siete libros y 166 publicaciones sobre el tema. La Fundación ha capacitado a 49 oftalmólogos y numerosos especialistas en áreas determinadas en la especialidad; desarrolla nuevas técnicas microquirúrgicas para el trasplante de córnea, cirugías de cataratas, retina y vítreo, tumores intraoculares y enfermedad macular relacionada con la edad; y lidera, desde 1989, la campaña ‘Para Verte Mejor Argentina’, que busca llevar a regiones apartadas de ese país, médicos oftalmólogos con el equipo necesario para realizar evaluaciones oftalmológicas, tanto en adultos como en niños, atender sus afecciones, y obsequiar además lentes y marcos.
Mestizo que, en los siglos XVIII y XIX, habitaba la Argentina, el Uruguay y Río Grande del Sur, en el Brasil, era jinete trashumante y diestro en los trabajos ganaderos.
Antes de la década de los 70, el tema de recuperación y conservación del patrimonio arquitectónico en Buenos Aires era prescindible; sin embargo, un grupo de ciudadanos y expertos comenzaron a trabajar de manera sistemática en la protección de las edificaciones consideradas de alto valor histórico y patrimonial. El actual dilema con los edificios patrimoniales es qué hacer con ellos, dado la obsolescencia de algunos, en términos estructurales, funcionales o de usos posibles. Los temas que hoy se discuten no son sólo como conservarlos y qué conservar, sino también como revitalizarlos para adecuarlos a nuevos usos y requerimientos, además de cómo hacerlos sustentables en términos de habitabilidad
Fuentes
- casafoa.com – www.foafundacion.com – www.clarin.com/arquitectura/historia-futuro_0_347965210.html – www.clarin.com/arquitectura/novedades-mobiliario-materiales-nobles_0_347965212.html
Fotografías
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