Innovación y Cultura en el Salón Internacional del Mueble de Milán 2013
Redacción M&M
En su quincuagésimo segunda edición (52ª), esta muestra de mobiliario demostró por qué es la más importante del rico universo del mueble y la decoración, en el mundo. Hogar y oficina fueron los segmentos principales en los que las mejores firmas de diseño presentes en la muestra, revelaron –y por primera vez para el mercado– sus innovadoras propuestas.
Milán (Italia) es una ciudad que respira arte, creatividad, diseño y moda. Ella es cuna de visionarios como Leonardo da Vinci, Guccio Gucci, Riberto Cavalli o Mario Bellini; y de firmas de diseño mobiliario como B&B Italia, Presotto, Zanotta o Moroso; por eso no es de extrañar que allí naciera, en 1961, el Salón Internacional del Mueble de Milán, la exhibición de diseño mobiliario y decoración de interiores más destacada de la industria mundial.
A pesar de que, históricamente, su objetivo inicial fue ser la vitrina de los muebles italianos para el mercado italiano, la relevancia de los diseñadores, fabricantes, arquitectos y decoradores de distintos países del mundo que comenzaron a sumarse, año tras año, la consolidaron como una vitrina promocional y estratégica para la presentación de nuevas propuestas en materia de iluminación, piezas decorativas y por supuesto, muebles para el hogar −dormitorio, comedor, cocina, salas de estar, salas, espacios para niños y jóvenes, o exteriores− y la oficina.
En su 52ª edición, realizada entre el 9 y el 14 de abril, el Salón reunió a más de 2.500 expositores y a más de 300.000 visitantes de 160 países, en 204.850 metros cuadrados del recinto ferial Milan Fairgrounds, Rho; en donde también se realizaron −de forma paralela pero en total sinergia con el Salón principal− las muestras de Euroluce, exhibición de luminarias; el SaloneUfficio, dedicado al mobiliario de oficina; y SaloneSatellite, en la que los invitados fueron diseñadores menores de 35 años.
Además de la exposición de productos, la feria realizó su acostumbrada agenda académica que abordó temas como el mercado mundial, la legalidad del negocio y la internacionalización de las empresas mobiliarias, y que se desarrolló, además, en el marco de una intensa campaña liderada por los organizadores del evento, la academia y el comercio para promover la Propiedad Intelectual e Industrial, a razón del creciente número de productos falsificados, y de los que imitan marcas famosas y que inundan el mercado mundial.
Como resultado de la iniciativa, el Instituto Italiano para la Vigilancia de Productos Falsificados – Indicam, redactó un reglamento para salvaguardia de los derechos de propiedad industrial, de obligatorio cumplimiento para todos los expositores del Salón Internacional del Mueble de Milán, y que es promovido por las partes como norma para otros escenarios feriales de muebles.
Para cerrar, otra de la innovaciones que ofreció la muestra fue un atractivo programa cultural, en alianza con el departamento de Cultura, Moda y Diseño de Milán, que permitió a expositores y visitantes, la entrada gratuita y con visitas guiadas a los museos y galerías de arte de la ciudad; hecho que consolidó el papel del Salón como embajador global de arte y cultura.
La edición 2013 del Salón Internacional del Mueble presentó también espacios especializados en mobiliario para la oficina, luminarias, y las propuestas de los nuevos diseñadores.
- Euroluce: es la bienal del sector de luminarias que exhibe productos para la iluminación exterior, interior, industrial, espectáculo/evento, y para el sector de la salud, con 27 años de tradición. En esta ocasión, reunió a más de 1.440 expositores en un área de exhibición de 152.100 m².
- SaloneUfficio: también bienal, el Salón Internacional para el Área de Trabajo, presentó en su 16ª edición, muebles de oficina especialmente diseñados para bancos y compañías de seguros, en un área de 11.750 m², en la que se dieron cita 196 expositores.
- SaloneSatellite: dedicada a promover, anualmente, las propuestas de los diseñadores menores de 35 años de edad, esta edición dispuso 3.000 m² y contó la participación de 700 diseñadores de 17 escuelas de diseño provenientes de Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, China, Japón, Taiwán, Estados Unidos, Chile, Brasil, Puerto Rico e Italia. Los trabajos de los diseñadores giraron en torno a un tema central: el diseño y la artesanía al servicio de la industria mobiliaria y sus posibilidades tecnológicas, bajo los parámetros de planificación y producción.
Dirección Evolutiva del Diseño
Como hecho para destacar, esta edición del Salón Internacional del Mueble de Milán creó y promovió el concepto de ‘dirección evolutiva’, el cual busca enfocar a las empresas del mueble europeas a concebir su negocio, considerando las situaciones de riesgo que pueda y deba afrontar, en especial, las relacionadas con los cambios de la economía global.
La ‘dirección evolutiva’, nace como respuesta a la actual coyuntura económica que vive la eurozona, afectada por la recesión de países como España, Grecia, Portugal y Chipre; y busca, por lo mismo, crear pautas que faciliten la gestión de la industria, conforme a la evolución del entorno, de los mercados, y la industria misma. Las siguientes son algunas de las ‘direcciones evolutivas de diseño’ resultantes del análisis de la situación actual, que adelantaron fabricantes, vendedores, diseñadores, y demás actores de la industria mobiliaria, y participantes en el ejercicio:
- Belleza: el paradigma forma/función, ya no es suficiente para seducir al consumidor actual y tal como ha sucedido en el mundo de la moda, la industria del mueble se ve obligada a dotar sus piezas de valores diferenciales que vayan más allá de la calidad o el lujo. Ahora, los compradores dan importancia a la belleza a partir de su percepción de lo que es “precioso”.
- Complejidad de la ejecución: tiene que ver con la autenticidad u originalidad de una pieza, virtudes que puede lograr un fabricante de muebles, tras la fusión de procesos manuales con industriales que demanden habilidades específicas y la participación de diferentes proveedores, a fin que las piezas sean casi imposibles de imitar.
- Nueva relación diseñador/fabricante: en las décadas de 1950 y 1960, las firmas de diseño mobiliario líderes en el mundo, proyectaron su imagen a partir de la figura y el trabajo de un diseñador en particular. Hoy, la necesidad que tienen de crear productos casi que personalizados según gustos, costumbres y culturas, las ha obligado a establecer relaciones de cooperación entre ellas y sus diseñadores, sin importar nacionalidades, movimientos, escuelas o ideologías.
- Tipología transversal: ahora y como respuesta a la necesidad de los compradores de tener ambientes personales que reflejen su esencia, los fabricantes de muebles crean ‘micromundos’ a partir de piezas básicas (silla o mesa) que sirven y se adaptan a cualquier lugar (desde una cocina hasta un baño) y que favorecen la integración de dos o más ambientes, y le brinda al comprador, la posibilidad de usar sus muebles a su antojo y necesidad económica. Los fabricantes de muebles para exteriores son quienes mejor se han apropiado de esta corriente al punto que sus diseños se ajustan también, a espacios interiores.
- Democratización del diseño: el mueble con diseño dejó de ser exclusivo para la élite; ahora los consumidores, en general, pueden adquirir piezas de alta calidad y exquisito diseño, a precios que se ajustan a su realidad. Las firmas de diseño mobiliario están aplicando estrategias de comunicación para conocer las preferencias estéticas, necesidades funcionales y los presupuestos de sus clientes y sobre estos parámetros, realizar ventas efectivas que les permita un mayor control sobre las existencias de determinados productos en stock.
De Vuelta a lo Clásico
El Salón Internacional del Mueble de Milán 2013 dio luces sobre las diferentes propuestas que marcarán las tendencias para lo que resta del año, las directrices que, como es usual cuando se habla de tendencias o moda, los diseñadores pueden aprovechar para crear nuevas e impactantes piezas.
En materia de estilos y estética, varias fueron las propuestas que brillaron en la muestra; entre ellas, la “reedición” de piezas que años atrás fueron obras maestras del diseño, y que ahora los fabricantes buscan “revivir”, dotándolas de nuevos rasgos estéticos, nuevos materiales, colores y técnicas de fabricación; de hecho, algunas propuestas lograron reinterpretar el carácter de la pieza original, gracias al uso de técnicas artesanales o de materiales como el plástico reciclado, que le sumaron originalidad.
También se destacan aquellas propuestas consideradas como ‘clásicas’, que retoman a semejanza, estilos como el Luis XVI, el barroco o el neoclásico −especialmente en materia de dormitorios (en su formación original de cama, mesa de noche, y estantes), y juegos de sala/comedor− y en las que predomina la tapicería tipo deco, y los colores metálicos como el oro, bronce o plata. Para complementar esta línea, aparecen artículos como espejos, candelabros o ceniceros que le hace juego.
Otra interpretación del clasicismo, bautizada como ‘sueños’, es aquella que a partir de referentes de la literatura mágica o infantil, crea piezas clásicas que sirven como “escape” a la realidad y que se vale de materiales naturales −como las fibras− o de acompañantes −como las luminarias− para vivificarlas.
En cuanto a los colores que marcarán la pauta en mobiliario interior y exterior, la tendencia predominante apunta a la paleta cromática natural, en una gran variedad de verdes con matices de amarillos y rojizos –semejantes al color del barro– así como los grises y azules, contrastados con tonos opuestos −como los ácidos− que los resalten.
En materia de luminarias, y como es habitual en los últimos años, predominarán las soluciones que tiendan al ahorro de energía y a la eco-sostenibilidad.
Ideas para el Trabajo
A partir de la idea del trabajo como parte integral de la vida, y de la oficina como el lugar en el que el hombre pasa la mayor parte de su día, el SaloneUfficio, ambientado por el arquitecto y diseñador francés Jean Nouvel, ofreció una muestra a los visitantes, de cómo pueden convertir el espacio laboral −usualmente frío y ajeno− en un lugar, reflejo de su personalidad.
En este sentido, explica Jean Nouvel, “tenemos que cambiar nuestro comportamiento y dirigirnos a planificar y pensar en el trabajo de una forma diferente. Sin importar la ubicación de la oficina, ésta debe llamar la atención, ser un espacio agradable y fácilmente identificable, y a la vez, alterable para adecuarse a las necesidades humanas”; en otras palabras, atrás quedaron las oficinas estandarizadas que parecían seguir una fórmula de ambientación.
Sobre este concepto, los 106 expositores de SaloneUfficio, ofrecieron propuestas de mobiliario y decoración, que pueden calificarse como “audaces”. Si bien, la edición 2013 del SaloneUfficio se dedicó especialmente a las oficinas de entidades financieras y de seguros. La tendencia será, hacer de la oficina, un proyecto de vida que invite a la buena convivencia, al placer y la diversión. Por esta razón, los fabricantes ofrecieron sistemas ergonómicos y abiertos que eliminan cualquier tipo de jerarquía vertical y favorecen la comunicación y la colaboración, y en los que priman los colores brillantes, en combinación con grises y negro
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