¡Al oído de un Pequeño Reforestador!

Enrique Trujillo N.

El siguiente texto está dirigido a ese reforestador corriente, que prevé ingresos a futuro para asegurar la educación de sus hijos o su pensión, o simplemente por inversión, que cuenta con el recurso, que no tiene una industria en la que la reforestación provea materia prima y quien –para el desarrollo de su proyecto– esté evaluando diferentes opciones en términos de especies, sitios o productos.

Las empresas que reforestan para producir su materia prima, no están incluidas en este conjunto de observaciones, dado que para ellas, el suministro de madera hace parte de su cadena interna de producción y de cierta manera, la rentabilidad de su negocio deriva principalmente del producto final que coloca en el mercado y no de la plantación.

Una vez, un empresario o interesado en el negocio ha definido emprender un proyecto de reforestación le surgen mil preguntas sobre la especie, la demanda, los incentivos y la rentabilidad, entre otras; pero en todos los casos hay dos puntos de partida para iniciar el análisis: tiene la tierra y el capital o sólo tiene el capital, aunque en los dos casos puede acceder a los incentivos para la reforestación que ofrece el Estado.

  • Posee la tierra y previo conocimiento de sus condiciones ambientales y de suelos, emprende la búsqueda de la especie adecuada a esas condiciones; y paso seguido, del tipo de producto y su mercado. En este caso el reforestador está abocado a emprender un proyecto, sólo con las especies que se adapten a la oferta ambiental de su finca, y someterse al impacto positivo o negativo que represente la ubicación del área de reforestación, en términos de logística y costos de fletes y, eventualmente, de la restricción de especies valiosas, si estas no se adaptan a su predio.
  • Posee el capital y busca el sitio y la especie; esta condición resulta muy ventajosa dado que puede elegir especies con madera valiosa, sitios cercanos a la demanda, y una oferta correcta y rentable en términos de a qué producto apuntar para producir.

En este punto y al dar una mirada Somera a los costos, rendimientos y especies, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Mesa Financiera del Consejo Nacional de la Cadena Forestal, con el apoyo de CONIF, han venido trabajando en los costos de reforestación, por regiones, especies y productos y aunque es un trabajo complejo, los resultados han sido dispuestos para que puedan ser fácilmente comprensibles, a nivel de rangos de costos.

La indagación realizada demuestra que el total de los costos de establecimiento y mantenimiento y demás costos asociados de una plantación forestal, oscilan entre $5.400.000 a $7.600.000/ha., las diferencias se relacionan, por ejemplo, con el mayor o menor turno, el valor de la semilla o material vegetal o el tipo de manejo silvicultural que exija la especie, la escala, entre otros; sin embargo con todo y estas diferencias, los costos se ubican, realmente, en un rango que bordea un promedio de $6.000.000; aunque hay proyectos que salen del rango, pero son excepcionales.

Sistema silvopastoril Acacia mangium 32 meses – Brachiaria dictyoneura

Cifras Estimadas para Algunas Especies

Recientemente, el COMPES mencionó la Teca, Melina, Acacia mangium, Pinus spp, Eucalyptus spp, el Caucho y la Guadua, entre otras, como las especies apropiadas para la reforestación comercial y aceptadas para acceder al CIF. Para respaldar con cifras el concepto aquí planteado se presenta el siguiente cuadro, con algunas de las principales especies utilizadas en proyectos de reforestación comercial, realizado de manera simple con datos estimados de la utilidad por ha, a precios actuales, teniendo en cuenta un solo producto final y sin ingresos por entresacas, si los hubiere:

Se podría pensar que las maderas más rentables aprobadas por el CIF y usadas en la reforestación comercial, tienen una relación no sospechada con la altitud del proyecto. En las zonas bajas, menores de 1.000 msnm, es posible establecer las especies cuyo valor de la madera es significativamente más alto. En las zonas altas sólo han sido aprobados pinos y eucaliptus, cuyas maderas son las menos rentables. No hay opciones viables y reales con otras especies, al menos en la actualidad.

Dado que este cuadro registra cifras muy variables y que son objeto de debate, quienes deseen pueden “recalcular” las cifras cambiando rendimientos/m³, $/compra de la madera o costo de plantación, entendiendo que la información aquí incluida es elemental, y sólo tiene como pretensión, aportar un esquema para lograr un entendimiento básico de la rentabilidad de las especies que, en la práctica es mucho más complejo, por ejemplo, sólo con agregar los productos de las entresacas o dar mayor valor agregado las cifras cambian significativamente.

En cuanto a la ubicación por altitud, cada una de las especies aprobadas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para el CIF, tiene exigencias ambientales diferentes. En el cuadro anterior se observa que la reforestación comercial más rentable –en términos del valor de las maderas– está en zonas menores a los 1.000 msnm, donde prospera la Teca, la Acacia mangium, Melina y Ceiba roja; por encima de esta cota prosperan las especies de menor valor comercial, pinos y eucaliptus, como el E. grandis, P tecunnumanii, P. oocarpa y P. maximinoi, que tienen mejor desempeño en zonas medias, y en las más altas, únicamente, P. patula y E. globulus.

Podría pensarse que algunas especies con menor valor de la madera como es el caso del eucalipto, encuentra una compensación por el menor periodo de crecimiento (turno); sin embargo, si se sumaran los ingresos de tres turnos, aun no alcanzan los márgenes de las otras especies, sin contar que de todas maneras hay que invertir en reforestar de  nuevo, o manejar rebrotes.

Cabe recordar que en la lista del CIF hay las especies cuyos paquetes tecnológicos y características no garantizan éxito en proyectos comerciales; avanzar con especies como Cedros, Ocobo (Roble Morado), Aliso, Nogal en plantación homogénea y otras similares representan un altísimo riesgo por no estar suficientemente “domesticadas” tecnológicamente hablando, en este aspecto son los pequeños quienes se aventuran con estas especies, muchas veces por falta de conocimiento, por esta razón no se incluyen en el cuadro anterior.

Los costos de reforestación para diferentes especies son relativamente similares (se diferencian en un rango promedio de $2.000.000 /ha.); sin embargo, hay diferencias gigantes en los ingresos por la venta de la madera según la especie, (hasta $40.000.000); es fácil deducir que para costos relativamente similares de plantación, debe escogerse la opción más rentable seleccionando las especies cuya madera registre el mayor valor comercial.

El Tamaño del Proyecto

Con pocas excepciones, entre otras la Teca, un reforestador pequeño debe enfocarse en el mercado local –realidad normalmente mal entendida– ante la ilusión de que existen mercados globales y que la demanda internacional de la madera es un renglón muy importante, pero en términos reales es difícil abordar los mercados externos sin la escala, experiencia y el suficiente conocimiento del comercio internacional. Veamos un planteamiento con el ejemplo del mercado de la madera para pulpa o energía:

En los mercados externos ya consolidados o “commodities”, priman ventas de madera para pulpa o energía (chips), tasados en millones de toneladas. En Colombia aún no existe el primer ejemplo en operación dada la significativa escala que exige este tipo de mercados, voces autorizadas estiman que un proyecto de esta naturaleza debe considerar un rango entre 25.000 y 100.000 ha., lo que para un pequeño reforestador es inalcanzable, pues tendrían que sujetar su producción a terceros que, muy seguramente, tendrán precios de compra bajos y planes de compra sujetos a sus condiciones.

Plantación de Acacia mangium Cabuyaro Meta, 6 años.

¿De qué tamaño es un reforestador pequeño? Si el tamaño en el rango bajo para consolidar ofertas en el mercado internacional es de 25.000 ha, ¿un reforestador de 100 ó 1.000 ha es microscópico? Pero ¿por qué es tan importante el tamaño? Respuesta: por la escala que hace que los costos de producción sean bajos y competitivos y por la periodicidad de las entregas en volumen que exige el mercado internacional, lo cual requiere grandes extensiones.

Si se presume que los costos totales de reforestación a precios de hoy son, en promedio, de $6.000.000 como se indicó anteriormente, y se proyecta la productividad al final del turno de 200 m³/ha; el costo del m³ promediaría en $30.000 y los precios para energía (pellets) o para pulpa en el mercado internacional, entre 8 a 14 dólares… quedan para interpretación del lector estas cifras.

Del análisis simple del párrafo anterior se deduce que el reforestador debe ser muy eficiente en el manejo de los costos, es decir, mecanizar al máximo, aplicar el concepto de escala, y a nivel de la productividad, utilizar excelente genética y prácticas silvícolas; lo cual podría ser muy difícil, no imposible, de alcanzar para un reforestador chico (si se tienen 10.000 ha es posible optimizar costos, tener infraestructura, equipamiento y asistencia técnica, lo que no se logra fácilmente con, por ejemplo, 100 ha). Vale señalar que no se trata de que si el proyecto es pequeño no aplica o no es conveniente, es, simplemente, que es necesario y positivo ser realista en la expectativa económica y de mercado.

Una Mirada al caso de los Pinos y Eucaliptus

La madera de pinos y eucaliptus está clasificada como ordinaria, aunque el pino tiene mayor valor que el Eucalipto, cuya utilidad por ha. es menor.

El caso del Eucalipto debe ser analizado con precaución por su bajo precio de compra, y en Colombia, por el rechazo del mercado de madera sólida dada su tendencia a las rajaduras. Un producto generoso en el caso de los eucaliptos son los postes para la electrificación (siempre y cuando no sean de E. grandis que, normalmente, no es aceptado por las inmunizadoras a razón de su inaceptable tendencia a las rajaduras estimada en 30%), las especies normalmente aceptadas como postes son el E. tereticornis y E. globulus; sin embargo, por el rigor de las normas y dimensiones, normalmente se encuentran 100 postes por ha, en promedio con un turno de 18 años.

Troza comercial de 6 años de Acacia mangium.

Se ha especulado sobre la opción de madera de eucaliptos para la fabricación de muebles tomando como referencia lo que sucede en Brasil, donde esta actividad tiene una dinámica importante; sin embargo, no se ha tenido en cuenta que en Brasil se ha trabajado histórica e intensamente sobre la genética y clones de genotipos que no se rajan, situación aún muy distante en Colombia, donde no se conoce aún un proyecto de investigación con esta orientación, por lo que de momento el abordaje de proyectos con eucaliptos para ebanistería o vivienda con esta especie aún son quimeras y los ejemplos hallados no son significativos o suficientes para justificar un proyecto de magnitud.

Existe una dinámica con esta especie en la región de la Orinoquía donde hay nuevos jugadores externos con desarrollo en sus inicios, pero con proyecciones de cientos de miles de ha. y en algunos casos, con mercados externos ya establecidos (en el menor de los casos de 25.000 ha.), en este caso el análisis es distinto por tratarse de proyectos grandes, en los que las partes pueden obtener mejores dividendos aún con precios bajos, debido a un importante volumen de producción y área plantada.

El Eucalipto, ya en el mercado local, encuentra opciones de venta como pulpa, con un precio de compra aproximado de $35.000 ton, y en el mercado de la madera sólida en rastras o piezas, un precio muy bajo que, en algunos casos, “inclina la balanza” hacia la pulpa aunque pueda representar pérdida real.

A la anterior afirmación se contraponen las entresacas y variados productos que tiene el eucalipto (como la postería), los cuales ameritan un juicioso análisis de rentabilidad, estudio para determinar la manera de optimizar sus condiciones financieras y evaluación, en algunos casos y regiones específicas, sobre los proyectos de cuentas –en participación– en los que el dueño de la tierra no aporta capital. Si el proyecto es significativo aplica proyectar ingresos por captura de carbono.

Esta nota no pretende cuestionar las plantaciones con pinos y eucaliptus, que son la única opción comprobada para reforestación comercial por su rusticidad y capacidad de desarrollarse por ejemplo, en zonas difíciles (superiores a los 2.000 msnm); o las excelentes opciones silvopastoriles que estamos conociendo, o las grandes extensiones plantadas con pinos en la Orinoquia, en cuyos suelos ácidos y de baja fertilidad prospera de una manera que ninguna nativa lo hace.

Los Pinos y Eucalyptos históricamente han sido viables en Colombia en climas y suelos extremos brindando posibilidades de uso no encontradas con ninguna otra especie; simplemente es un tema de mayor o menor rentabilidad. Así las cosas, un reforestador pequeño, con la especie menos indicada y en el lugar equivocado puede fracasar y/o quedar sujeto a los avatares del mercado y a las exigencias de compra de la industria, lo cual no genera tranquilidad en la inversión.

  • Fuente:

Enrique Trujillo N. IF MSc. El semillero SAS. enrique@elsemillero.net

Referencias:

  • Benitez, R. 2012. IF Experto en maderas. Información personal.
  • Buraglia, A. 2012. IF experto en comercio internacional de Teca. Información personal
  • CONIF – Costos consolidados por Mesa Financiera del Consejo Nacional de la Cadena, documento sin publicar, sep. 2012.
  • Opciones de Manejo Silvicultural para el Mercado de la Biomasa Forestal

Por Rafael De La Torre, PhD. Simposio 2012-10-23

  • Cubbage F, et al 2012. Rentabilidad y riesgos de las inversiones plantaciones forestales en el mundo 2005-2011. 5 Simposio Nacional Forestal Medellín Oct. 2012.
  • Nieto, V. 2012. IF MSc CONIF cuestionamientos y sugerencias al texto.

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