Densidad de siembra en vivero y datos básicos de semilla en proyectos forestales

Enrique Trujillo Navarrete (*)

El Semillero

Pese a ser un tema, en teoría, ampliamente conocido y trabajado en la producción en vivero, hay aspectos en su tratamiento que no han merecido la atención suficiente en la investigación, datos relevantes que, sorprendentemente, se pasan por alto y que son objeto de improvisación en los viveros e incluso en costosos proyectos de producción silvicultural.

Sobre la densidad de siembra en vivero, entendida como el “peso” de semilla a sembrar por m² considerado por especie –así como sobre el efecto de la densidad de siembra sobre el comportamiento del tallo que puede generar material elongado– ciertamente se advierten escasos datos, literatura e investigaciones sobre las características anatómicas de la semilla, por su heterogeneidad en tamaño y peso, lo que ha llevado a los viveristas a caer en cierto grado de impremeditación.

El siguiente texto pretende hacer un sencillo análisis sobre este componente de producción, además de dar a conocer datos nuevos y útiles para los reforestadores sobre la cantidad de semilla a sembrar, por metro cuadrado, recientemente establecidos

Los datos fueron el resultado de varias pruebas sistemáticas en los viveros de El semillero, pruebas de rutina enfocadas a determinar el número (y el peso) de semillas que caben distribuidas, adecuadamente, en un metro cuadrado de germinador, de manera que se desarrollen normalmente. Vale anotar que los datos de densidad relacionados con el peso o número de semillas a sembrar, por metro cuadrado de germinador, históricamente, no han sido correctamente abordados.

Las semillas de los árboles, tienen diferentes formas y tamaños.

Superado el tema de la conveniencia de la siembra directa en bolsa o en germinador para trasplante, se presume que el sistema ideal es la siembra directa en bolsa u otro tipo de contenedor, especialmente para el caso de especies como pinos (1), eucaliptus, Quercus sp; ya, para especies como cedro, nogal, teca, aliso, ocobo, entre otras muchas, la siembra directa es improcedente y por tanto requieren siembra en germinador; a este último grupo de especies se dedica esta nota.

Cuando se habla de siembra se consideran tres variables a fin de que la germinación tenga éxito: la previa realización de un tratamiento pre germinativo definido para cada especie, la profundidad de siembra –uno de los principales aspectos que originan fracasos en la producción normalmente por excesiva profundidad– y la densidad de siembra.

Consideraciones sobre la densidad de siembra

La densidad de siembra, se puede definir como la cantidad de semillas sembradas por una unidad de área (metro cuadrado); y está relacionada con el tamaño de la semilla, de tal forma que a mayor tamaño de semilla, será menor la densidad de siembra y viceversa. Vale señalar que las densidades reportadas para las especies forestales varían según la especie pero oscilan entre 500 y 6.000 semillas/m², aunque hay excepciones.

Densidad óptima en nogal.

Naturalmente la cantidad de semillas a sembrar por metro cuadrado está determinada por la especie, con relación directa con tamaño de la semilla y el porcentaje de germinación; si la germinación es alta se producen una mayor cantidad de plantas y, por tanto, la densidad será mayor.

Esta lógica no resulta, muchas veces, aplicable en forma precisa dado que existe la información concreta sobre el comportamiento de la densidad de siembra en función de la germinación, es decir la cantidad de plantas por metro cuadrado como resultado del porcentaje de germinación, lo que obliga a trabajar con promedios por especie.

Adicional a lo anterior, el tamaño de las semillas puede variar en la misma especie, dependiendo de la procedencia, lo que significa, en términos prácticos, que puede haber variaciones en la recomendación de densidad por procedencia.

No en vano, a  la hora de la siembra en germinador, es fundamental analizar la arquitectura y el tamaño de la planta recién germinada, dado que estas características condicionan el espacio –mayor o menor– que ocupará la planta en el germinador.

Si en el vivero hay problemas fitosanitarios, lo ideal debe ser trabajar densidades bajas, dado que, con densidades altas es más fácil y rápida la propagación de cualquier agente patógeno. El desarrollo de hongos se ve favorecido con una siembra de alta densidad, sin contar que las plántulas deben librar, entre ellas, una mayor competencia por agua, nutrimento y espacio para el desarrollo de sus raíces.

Impacto de la densidad de siembra

El efecto de una buena elección de la densidad, es la producción de plántulas con mejor desarrollo y vigor. Debe recordarse la importancia de llevar una planta a campo con un sistema radicular bien desarrollado dado que tendrán una mayor posibilidad de adaptación y presentará menor mortalidad, lo cual se consigue con una densidad más baja, aunque depende mucho del tamaño ideal con el que se sacan las plántulas para el repique.

Como se observa, aún no está escrita la última palabra sobre la densidad de siembra por especie, y tristemente se sabe muy poco del tema; depende de muchas variables, lo que obliga a usar el sentido común en la producción.

A continuación se presenta un cuadro resumen que reúne diferentes investigaciones y pruebas con las especies más utilizadas en nuestro medio. Algunos de estos datos son completamente nuevos, como el del peso de semilla a sembrar por metro cuadrado aunque, referente a este, debe tenerse en cuenta que es genérico y de contexto, ya que, como se mencionó anteriormente, no se articula a la germinación. El resultado son datos promedio de gran utilidad práctica en la producción, en especial, porque muchas de las especies relacionadas en el cuadro no tienen ningún reporte sobre este tema.

El cálculo se realizó con base en múltiples siembras de semilla por metro cuadrado de germinador, en las cuales se registró el peso de la cantidad de semilla sembrada, teniendo en cuenta la distribución homogénea en el área de trabajo, el tamaño, arquitectura de la planta y el tamaño de trasplante, el cual varia para cada especie. No se tuvieron en cuenta diferencias de tamaño de la semilla, ni diferentes procedencias.

El cuadro resumen presenta tres resultados prácticos, uno ya ampliamente conocido es el número de plántulas potenciales que puede producir un kg. de semilla de una especie determinada; se trata de datos promedio y en algunos casos, los resultados pueden ser significativamente diferentes si se tiene un lote de semillas de excelente calidad y se usan técnicas sofisticadas y cuidadosas para la producción, de tal manera que se saque el mayor provecho del lote de semilla o viceversa.

De “Damping – off” en Nogal favorecido por alta densidad de siembra.

El dato es orientativo y aunque es ampliamente usado con buenos resultados, tiene una precisión baja, de tal manera que los resultados, por depender de muchas variables, pueden ser significativamente más altos o más bajos del promedio mostrado. Al no tener otra fuente de contraste de la información, aún con estas limitantes, los datos resultan útiles para cálculos de producción y costos en los viveros.

Otro ítem en el cuadro resumen es el peso de semilla por especie recomendado (g/m²/germinador), que resulta práctico para los viveristas novatos, o aún experimentados cuando trabajan con especies nuevas. Como se dijo anteriormente el resultado puede ser influenciado por la calidad y tamaño de la semilla y la metodología de la producción.

Siembra de Ocobo en turba.

La última columna presenta el peso o la cantidad de gramos de semilla de una especie determinada, capaz de producir el material vegetal necesario para una hectárea, considerando una densidad de plantación de 1.111 árboles / ha. con selección de plántulas en vivero y plántulas para un replante en campo del 10%.

De nuevo los datos no son precisos, pero orientan de una manera objetiva y realista la cantidad de semilla para un proyecto de reforestación y el cálculo de sus costos. Los datos novedosos en esta nota corresponden a las dos últimas dos columnas del cuadro.

Cita:

(*) Enrique Trujillo Navarrete. IF MSc.  El semillero SAS. enrique@elsemillero.net

  1. Cabe anotar que en especies de siembra directa, como los pinos, por ejemplo, se realiza en ocasiones una siembra en germinador para tener material de reemplazo a las bolsas donde no se presenta germinación.

Bibliografía consultada                      

  • 1999. Nota técnica sobre manejo de semillas forestales, No 87, Dic 1999. Turrialba. 2 p.
  • El semillero. 2012. Memorias Seminario de Actualización en Plantaciones Forestales.
  • EL Semillero 2014. Protocolos internos de producción en vivero de especies forestales.
  • Fierro O, & Mosquera O 2001. Protocolos de producción en vivero de especies forestales de clima frío. U. Distrital Francisco José de Caldas. Tesis de grado.
  • Rojas F. 1994. Viveros Forestales. Instituto Técnico de Costa Rica, Centro de información Tecnológica apropiada No.23. Costa Rica.181 p.
  • Trujillo N. 2013. Guía de Reforestación. 3º edición. Bogotá 254 p.

Fotografías:

Cortesía: El semillero SAS

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