Nueva política y plan de acción para la reforestación comercial
Camilo Marín Villar
Periodista
En Colombia, cuando se habla de reforestación comercial se volvió costumbre, hasta rayar en la monotonía, resaltar el amplio potencial que tiene el país en esta materia. Sacando pecho, con datos rimbombantes, los “expertos y no tan expertos” enumeran las excelentes condiciones geoestratégicas del territorio nacional para las plantaciones maderables; sin embargo, la verdad sea dicha, en los últimos 25 años las oportunidades forestales se han desaprovechado y el sector se estancó.
Esto no quiere decir que el potencial no exista o que no haya esfuerzos públicos y privados, algunos muy exitosos. El problema fundamental es que, hasta ahora, no había una política forestal de largo plazo, con todo lo que esto significa.
Por estas razones, desde hace casi tres años la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), junto con el Ministerio de Agricultura y los actores de la cadena forestal-maderera, han estado trabajando en la formulación de una nueva política para la reforestación comercial. Es una hoja de ruta, definida y concertada, que busca guiar la estrategia para los bosques comerciales y el aprovechamiento de la madera de aquí al 2038.
¿Qué es y quién la formuló?
Es un plan concertado entre el Gobierno y todos los actores de la cadena, que busca orientar y determinar las políticas públicas (las decisiones y acciones) presentes y futuras de la reforestación con fines comerciales en Colombia. La iniciativa propende por el crecimiento, la competitividad y la rentabilidad de la producción maderera proveniente del bosque reforestado.
¿Por qué se necesita?
1- Porque la producción, calidad y oferta nacional de madera es deficiente y obliga a importar material de países con menos ventajas forestales como Chile y Canadá.
2- Porque se han desaprovechado el potencial forestal del país y las oportunidades de crecimiento económico, generación de empleo, exportaciones, captura de CO2 y la inclusión social que ofrece la madera.
3- Por el bajo consumo de madera al año (4 millones de m3 aprox). y el alto porcentaje de madera ilegal (43%) que circula en el país.
4- Porque los esfuerzos forestales realizados hasta el momento han estado dispersos y disgregados. No hay una política forestal articulada que involucre todos los actores de la cadena.
5- Porque falta seguridad jurídica para los inversionistas.
6- Porque la logística y el transporte de madera hacia los centros de manufactura y comercio es deficiente.
7- Porque la tecnificación de la industria es baja y hay altos niveles de informalidad y de ilegalidad.
8- Porque faltan mecanismos de financiación y constancia en el presupuesto para el certificado de Incentivo Forestal (CIF)
9- Porque el 80% del territorio tiene vocación forestal y, tanto a nivel nacional como internacional, existe una demanda creciente de madera, que puede y debe ser satisfecha en gran parte por madera proveniente de plantaciones comerciales.
¿Cuáles son las diferencias?
- Esta vez los lineamientos se concentran en la madera como el producto insignia de sector y no incluyen la obtención de madera del bosque natural. Además, establece una meta clara y alcanzable.
- Es un plan de acción completo que incluye: especies a reforestar; núcleos identificados; agenda de ejecución, evaluaciones; presupuesto estimado y fuentes de financiación.
- Está basada en la generación de mercado; va encaminada a sembrar especies probadas y con demanda, para mercados específicos (producción de pulpa, fabricación de tableros, muebles y exportaciones)
- Fue construida con los propios madereros y representantes de la cadena forestal; no es una política impuesta por el Estado, fue absolutamente conciliada y concertada.
¿Cómo se implementará?
Los lineamientos forestales están enmarcados en la Política de Ordenamiento Productivo y Social de la Propiedad Rural (Resolución MADR 128 de 2017). La nueva política incluye un plan de acción nacional que comenzó a formularse en 2018 con procesos de planificación departamental en 16 gobernaciones del país. El plan está compuesto por 12 programas, 30 proyectos y 136 tareas; que deberán ser ejecutados en tres periodos: 2018-2021; 2022-2030 y 2031-2038.
Este año la Upra presentó los lineamientos y comenzó la socialización; el paso siguiente será implementar el Plan de Acción, que es el primero de su género, y al que se sumarán los planes agrícola; pecuario; acuícola y pesquero del país, que guiarán la senda del sector agropecuario en las próximas dos décadas.
Una política medible y cuantificable
Para verificar que se cumplan los proyectos y las tareas, el plan de acción incluye una serie de instrumentos de seguimiento y evaluación:
- 50 Indicadores.
- Seis evaluaciones periódicas en diferentes etapas de ejecución.
- Agendas diseñadas para revisar el cumplimiento de las metas de esta política (plan de acción y lineamientos), con el fin de proveer los insumos necesarios para su revisión y ajuste.
¿Dónde se desarrollará?
La política forestal comercial estará enfocada en tres núcleos forestales, ubicados en cuatro regiones y 14 departamentos de Colombia, que funcionarán como clústeres productivos, en zonas con aptitud forestal. Los núcleos buscan conectar las áreas de producción con los centros de transformación.
Presupuesto
Fuentes de financiación
¿Qué sigue?
Actualmente, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y la Upra realizan la socialización de esta política y junto a las gobernaciones, comenzaron a impulsar la implementación en los Planes de Desarrollo Departamental y Municipal; en los Planes de Ordenamiento Territorial y en el Plan Desarrollo Rural Integral.
Por ello, el MADR prepara una resolución para dar comienzo a la implementación de esta política y también está en curso un documento Conpes, basado en los resultados de la Misión de Crecimiento Verde, del Departamento Nacional de Planeación, con el que se comenzará a trabajar de la mano de las gobernaciones y entes territoriales, para que el plan sea adoptado en los programas regionales.
Así mismo, la Upra ha comenzado a realizar la identificación de las áreas potenciales para ser declaradas Zidres (Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social), en las que se podrán desarrollar proyectos agroforestales a gran escala. De hecho, antes de terminar el actual Gobierno se espera sea declarada la primera zona Zidres en Puerto López (Meta), municipio que lleva la delantera en este proceso y hace parte de la Altillanura.
Testimonios
“Esta política no se queda en el simple planteamiento de la meta, sino que aborda temas como el mercado, la productividad de las plantaciones forestales comerciales, la industria manufacturera de productos maderables, la institucionalidad, las reglas y procedimientos, la financiación, la capacidad de producción científica y tecnológica, la innovación, la gestión del conocimiento y asistencia técnica, la información forestal, y la inclusión social y el trabajo de calidad.
Tendremos que ponernos de acuerdo en la imagen de éxito, que este documento propone, definir cuál es el rol de cada uno de los actores y empezar a trabajar alineados y coordinadamente”.
“Reconocemos el enorme potencial que tiene el país para la reforestación comercial; sin embargo, con el fin de aprovechar ese potencial, es necesario superar los actuales desafíos del negocio, entre ellos: la inseguridad jurídica, con respecto a la propiedad de la tierra en Colombia; la estabilidad y la disponibilidad de los recursos para el Incentivo Forestal (CIF); y la articulación proactiva de las instituciones y las empresas que integran la cadena.
De hecho, los lineamientos de política forestal incluyen estos problemas y plantean el camino para superarlos. Pero esto no será posible sin la unión del sector.
Tenemos que trabajar articuladamente para sacar adelante las metas y desarrollar la industria maderera como la queremos y la necesitamos.”
“Antes no existía una política forestal clara, sino esfuerzos dispersos y mal enfocados. Ahora sí hay un proyecto definido y realizable. Hoy tenemos una estrategia”.
“La rueda ya está inventada, debemos echarla a andar”
“No es un esfuerzo solamente de la Upra, el valor agregado de la política es que está construida por los propios madereros, por los representantes de la cadena, quienes viven el día a día del negocio”.
“Todo esfuerzo para ordenar, mejorar, mantener y apoyar el recurso forestal, que involucre la participación activa del sector privado y el Gobierno, debe ser apoyado y es bienvenido”.
Alejandra Ospitia,
Directora ejecutiva de Fedemaderas.
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