Mobiliario para Salones de Belleza: Diseños Con Buen Look

Paola Andrea Ruiz Rojas

Periodista M&M

Los salones de belleza requieren muebles con características especiales que les permitan a los trabajadores de estos establecimientos, realizar, eficientemente, sus procedimientos estéticos; y a sus clientes, disfrutarlos cómodamente. Hoy, las fábricas nacionales y extranjeras que los producen, han logrado piezas interesantes en materia de diseños, materiales y servicios.

La industria de la belleza es uno de los sectores comerciales que mayor crecimiento y facturación registran alrededor del mundo. Colombia no ha sido ajena a esta realidad, el último censo “Infocomercio” realizado por la firma ‘Servinformación’, en el 2011, arrojó que en el país existen más de 25 mil salones de belleza, y que este tipo de actividad comercial, se presenta como una de las más rentables y lucrativas.

El promisorio negocio ha motivado la apertura y puesta en funcionamiento de salas de belleza, peluquerías, barberías, Spa, locales especializados en tatuajes, modificaciones y piercing, y demás establecimientos dedicados a la estética y la belleza que, a la vez, han generado una excelente oportunidad de negocio: la fabricación de mobiliario especializado para dotar estos locales.

Un Mueble para cada Necesidad

Amueblar cualquier salón de belleza es mucho más complejo de lo que parece; la variedad de servicios que estos locales prestan, obligan al uso de muebles cuidadosamente diseñados y construidos que permitan y faciliten las labores estéticas de los estilistas y le aseguren comodidad total a los usuarios finales.

Lavacabezas, sillones para corte, muebles para recepción, mobiliario para maquillaje, camillas para tratamientos estéticos, así como estaciones para manicure y pedicure, entre otros, hacen parte del amplio grupo de muebles que la industria fabrica, específicamente, para este sector de servicio.

Acordes con las labores que se desarrollan en las salas de bella, los muebles para estos espacios, han mostrado una mejora destacada en su diseño y ambientación.

Lavacabezas

Son tal vez, las piezas más representativas de los salones de belleza y son también, las que mayores modificaciones, en diseño, han sufrido a lo largo de la historia.

En las primeras peluquerías comerciales que abrieron hacia mediado del siglo XIX, los lavacabezas eran simples piletas o cubetas a las que se les acercaba una silla común y en las que sólo se prestaba el servicio de lavado de cabello; hoy en día, son estructuras que han evolucionado considerablemente y a las que se le han incorporado elementos tecnológicos que hace posible prestar servicios adicionales como masajes, cromoterapia y musicoterapia. La modernización de los lavacabezas, los ha convertido en muebles indispensables para los usuarios de salones de belleza.

Todos los lavacabezas tienen como mínimo tres partes: la pila (pileta o cubeta); el sillón, y el gabinete o estructura que recubre la tubería de aguas limpias, el drenaje y las instalaciones eléctricas. En la actualidad, la mayoría de los lavacabezas existentes son fabricados de forma compacta; es decir, como una única pieza que integran pila, sillón y gabinete; sin embargo, también existen otros modelos en los que las partes son individuales y se ensamblan e instalan de forma independiente.

Indistintamente del tipo de lavacabeza, sus piezas deben analizarse por separado, pues cada una de ellas, posee características constructivas y funcionales diferentes.

  • La pileta, pila o cubeta: Es la parte fundamental de los lavacabezas, porque sobre ella recae toda la funcionalidad de los muebles. Son piezas que se construyen bajo estrictos estándares antropométricos y ergonómicos porque deben garantizar que las cabezas, pero sobre todo, la parte posterior del cuello de los clientes, reposen cómodamente sobre ellas.
La idea de estos modelos y sus accesorios es mejorar la experiencia del lavado de cabello.

En la mayoría de los lavacabezas modernos, las cubetas presentan un sistema de regulación basculante que facilita su adaptación a la postura de los usuarios, y algunos incluyen protectores en silicona que cubren los reposacuellos y los hacen más cómodos y seguros. Las piletas de última generación –más espaciosas y lo suficientemente hondas como para facilitar el lavado de cualquier tipo y largo de cabello– tienen usualmente, entre 30 y 55 centímetros de largo, 40 a 60 centímetros de ancho, y una profundidad que puede variar entre 30 y 40 centímetros. Cabe anotar, que estas medidas no están reglamentadas por ninguna norma nacional y que, por ende, pueden variar de un modelo a otro.

En cuanto a materiales, los preferidos para su construcción son la cerámica, el vidrio laminado, el vidrio acrílico, la fibra de poliéster, la fibra de vidrio, el acero inoxidable y –en menor medida– algunos plásticos de alta resistencia. Por lo regular, cualquier material con el que se construyen pocetas, está reforzado con anticorrosivos y tratamientos antibacteriales, así como con recubrimientos que los protegen del polvo, la humedad y el sudor, entre otros.

Todas las piletas cuentan con sistemas de grifería y ducha de mano o teleducha, generalmente en acero cromado para evitar la oxidación. Actualmente, la grifería ha integrado  sistemas que permiten la mezcla de agua fría y caliente, sistema anti goteo, anti filtraciones y dispositivos ahorradores de agua; la elección de la grifería se basa tanto en criterios de seguridad y diseño, como en la facilidad de operación. Las más modernas cuentan con dispensadores de champú y acondicionador integrados que facilitan la prestación del servicio, y evitan inconvenientes con el desperdicio.

  • Sillones: Si las piletas se constituyen como la parte fundamental de los lavacabezas; los sillones, son, sin duda, los llamados a garantizar el confort del sistema integral. Actualmente, la industria los construye cuidando tres conceptos básicos: comodidad, funcionalidad y durabilidad.

En su gran mayoría, son estructuras metálicas o de madera, que integran espuma de alta densidad tapizadas con telas o derivados plásticos, especiales.  Para los diseños de alta gama, los fabricantes someten las estructuras metálicas a tratamientos con zinc para evitar la oxidación y prolongar su vida útil; de igual forma, impregnan las telas con tratamientos ignífugos, anti fluidos, anti bacterianos y antimicóticos, para evitar que se deterioren con el exceso de humedad, sudor, y la acción de los agentes químicos a los que se someten permanentemente. Casi todos los sillones poseen espaldar, asiento y apoyabrazos abatibles.

Los diseños más modernos y completos incorporan uno o varios dispositivos que van más allá del lavado de cabeza y llevan el simple procedimiento a experiencias estimulantes: los eleva pies eléctricos con vibro masaje, que se activan y controlan por medio de mandos remotos digitales; el “termoheating”, sistema de masaje japonés de última generación que emplea órbitas y realiza movimientos rotativos, táctiles, constantes y uniformes a lo largo del espaldar; el sistema de masajes de presoterapia integral con efecto de linfodrenaje, regenerador y anticelulitis, que puede ser ubicado tanto en el asiento como en el espaldar; son algunos de ellos.

Las medidas de los sillones varían de modelo a modelo; sin embargo, la tendencia en diseño apunta a los abullonados, espaciosos y confortables.

Actualmente, el mercado ha lanzado sorprendentes diseños en este campo: los lavacabezas multisensoriales. Los diseñadores Matta y Varaschin, de la firma italiana ‘Maletti Group’, han revolucionado el diseño y la funcionalidad de los lavacabezas, gracias a su desarrollo: una capota de plástico provista de un sistema de iluminación y audio integrado que le permiten al estilista hacer cromoterapia, musicoterapia y masaje ‘soft air’ de presoterapia a su cliente, mientras lava su cabello; un diseño que se conoce comercialmente como ‘Luxor Hair Spa’, y ofrece a los usuarios, una experiencia realmente multisensorial.

En el mercado existen variaciones de esta referencia, por ejemplo en algunos, el audio lo proporcionar un Ipod integrado, mientras que en otros, la música puede generarla cualquier dispositivo, vía bluetooth.

  • Gabinetes

Se les conoce también como columnas de agua, y es la parte encargada de contener y resguardar todo el sistema hidráulico y de desagüe de los lavacabezas. Usualmente, se construyen en cerámica, aluminio o acero inoxidable.

  • Sillones para Corte

No se puede hablar de un modelo específico, pero sí de generalidades aplicables a un buen porcentaje de ellos. En el mercado hay una amplia gama de sillones para corte, y en su inmensa mayoría, conjugan practicidad y diseño.

Los muebles para corte son, en sí, sillas que van incrustadas en una base, y que para facilitar el trabajo de los estilitas, giran 360 grados sobre su eje. La mayoría de estas bases son fabricadas en metal cromado para evitar la oxidación, y exhiben formas circulares, cuadradas, o de tipo araña; algunas de ellas permiten que el sillín se eleve hasta 70 centímetros mediante la acción de sistemas neumáticos o hidráulicos que se accionan mediante pedal o palanca manual.

Los sillones más completos cuentan con apoyabrazos abatibles, apoyacabezas ajustables y/o removibles, y pieceros adaptables a diferentes alturas; de hecho, algunos modelos permiten la ecualización del espaldar hasta 160 grados; y otros incluyen en los espaldares y bajo el asiento, bolsillos para distintos implementos de peluquería como secadores y cepillos.

En las mesas para manicure, rige el principio de la ergonomía.

Aunque no existe una medida estándar, la mayoría de los sillones para corte, los fabrica la industria, con un ancho aproximado de entre 60 y 70 centímetros, un fondo de 50 a 75 centímetros y un alto que varía entre los 70 y 90 centímetros. Algunos pocos fabricantes han aumentado hasta 10 centímetros el ancho y fondo de sus muebles para suplir las necesidades de usuarios de tallas grandes; otros se han concentrado en los sillones para hombre, que también presentan medidas distintas y cuyo aumento en la profundidad del fondo puede llegar incluso a ser hasta de 30 centímetros.

En cuanto a los materiales constructivos, los más utilizados para las estructuras son los metales y plásticos termo formados; mientras que para la tapicería, es frecuente el uso de telas y tejidos considerados “inteligentes” con recubrimientos antifluidos, antibacteriales y que garanticen tareas de fácil limpieza y mantenimiento.

  • Muebles para Manicure y Pedicure

Actualmente, las estaciones para manicure y pedicure registran gran demanda en el segmento del mueble, no sólo por la proliferación de peluquerías, sino por la práctica popularizada de este servicio estético que ha llevado a la apertura de negocios –de todo tamaño y nivel– dedicados únicamente a prestar estos servicios.

  • Estaciones de Manicure: Estos muebles se componen básicamente de tres piezas: una mesa central en la que se realiza todo el trabajo y dos butacas, una para que se siente el cliente, y otra para el estilista.
  • Mesas: Las leyes ergonómicas señalan que para que un ciudadano promedio pueda trabajar cómodamente en las mesas de manicure, éstas deben tener una altura que oscile entre los 70 y 80 centímetros, un largo entre 65 y 90, y una profundidad que no supere los 40 centímetros; sin embargo, según lo afirma Gloria Botero −administradora de la empresa colombiana ‘Humberto Botero, Equipos para Peluquería’− estas medidas pueden variar a por gusto y necesidad de los clientes, y por razones de optimización de espacio.

De ellas, hay tantos estilos como fabricantes, desde las más básicas de cuatro patas y un cajón para guardar implementos, hasta las que incluyen varias cajoneras, soporte para los esmaltes, zona de trabajo giratoria, porta agua removibles en acero inoxidable, lámpara flexible, apoya manos y aspirador de polvo integrado. Los materiales constructivos también varían según la referencia, entre los más utilizados están la madera recubierta con fórmica, el vidrio y el metal cromado. El área de trabajo, o tapa de la mesa, son regularmente en vidrio laminado, fórmica, fibra de vidrio o cualquier otro material resistente al agua y a los efectos químicos de las sustancias usadas en el trabajo estético.

  • Sillas de trabajo o butacas: De diseño básico, deben estar acordes con las medidas de la mesa de manicure, esto con el ánimo de facilitar la postura tanto de los manicuristas, como de los clientes, así; si una mesa tiene una altura promedio de entre 70 y 80 centímetros, la silla debe tener una altura promedio, hasta el sillín, de 46 a 50 centímetros.

Algunos fabricantes les han incorporado sistemas neumáticos o hidráulicos para que suban y bajen sobre el eje “Y”, al fin de hacerlas graduables en altura; también les han integrado rodachinas para facilitar la movilidad. Usualmente, la estructura de este tipo de muebles se fabrica en metal cromado, y para tapizarlos se utiliza espuma de alta densidad y materiales inteligentes con recubrimientos anti flama, anti fluidos o antibacteriales, entre otros.

  • Estaciones para Pedicure: Hasta hace pocos años, el desarrollo en esta materia era muy pobre; sin embargo, y gracias a las exigencias del sector, los avances se han hecho notorios al punto de desembocar en verdaderas estaciones de trabajo, construidas, básicamente, como una única pieza.

Así, están las estaciones más sencillas, dotadas con un sillón o silla para el cliente y un área de trabajo donde se ubican los apoya pies, el lavabo o pedibubble, y las cajoneras para guardar los insumos y materiales. Los diseños más modernos son verdaderos “SPA para pies” y constan de un sillón reclinable y giratorio, con sistema de masaje controlado mediante mando digital, almohadilla apoya cabeza, apoyapies tapizados retirable, y apoyabrazos abatibles.

Esta silla –de 60 centímetros de longitud, banco de 87 cm., y una altura de 89 cm., promedio– va instalada sobre una base hecha de fibra de vidrio reforzada con acrílico, que además incorpora la estación de trabajo: una especie de lavabo o poceta con salidas de agua direccionales, servicio de hidromasaje, luces led, y rodillo para masajes. Estas pocetas cuentan además con grifería, teleducha y un sencillo sistema de drenaje. La industria colombiana aún no fabrica estos muebles, pero existen empresas que los importan y comercializan.

  • Otros Muebles

Ningún salón de belleza estaría completo sin muebles complementarios como los carritos porta objetos, o carritos auxiliares, ideales para guardar implementos, insumos y utensilios. Los organizadores de colorimetría, que guardan los tintes y elementos químicos −fabricados por solicitud y necesidad del cliente y usualmente hechos con madera recubierta con fórmica para evitar el daño por agentes químicos− también son esenciales en cualquier peluquería,

Los tocadores son también muebles fundamentales para el negocio de la belleza; la gran mayoría son de tipo consola −compuesto por una mesa y un espejo− y tienen cajones para guardar implementos y accesorios porta secadores y porta cepillos. Usualmente, son fabricados en madera recubierta con fórmica, tubos de metal cromado, y tapa base en vidrio laminado o acrílico. Las medidas varían de modelo a modelo, pero generalmente tienen un metro de ancho, por 25 centímetros de fondo, y una altura variable de entre 80 centímetros y 1.80 centímetros, de acuerdo al espejo que incorpore.

Vale anotar que los salones más sofisticados adicionan al área de trabajo, áreas o salas de recepción, por lo que los fabricantes de muebles diseñan también, piezas para ellas siendo los que mayor salida registran, los de tipo cajón, con porta computador, frente iluminado, conexiones eléctricas, puertos UBS y demás dispositivos tecnológicos de punta.

Diseños con Conciencia verde para el Mercado

Distintas corrientes surcan y determinan el presente y el futuro actual, del sector fabricante de muebles, desde la atención al diseño –y sus variantes– hasta el cuidado de los clientes y del mercado mismo.

Sobre el primer aspecto, el diseño, empresas fabricantes de todo tamaño y sin importar el material que utilicen o el volumen que produzcan, se han preocupado por conceptualizar sus piezas para llevarlas a instancias más amplias que las del servicio básico; aquí, aspectos como el manejo del color, de estilos, y la generación de sensaciones, son determinantes.

Consientes que estos muebles hacen parte fundamental de la decoración y el estilo de los lugares en los que se instalan, los fabricantes se esfuerzan por crear productos que vayan acordes con las exigencias del sector, modelos aptos para este tipo de locales comerciales, fabricados con materiales de alta calidad y ultra resistentes como la fibra de vidrio, la cerámica, el acero inoxidable, el aluminio, el vidrio laminado y la madera laminada. En materia de telas para tapicería, priman las inteligentes; es decir, aquellas anti ácaros, antibacteriales, anti ignífugos, repelentes a la humedad, a agentes químicos y de fácil limpieza.

En cuanto al uso del color, la tendencia apunta a muebles en tonos básicos absolutos: blancos, negros o combinados; o blanco con colores cítricos como el verde biche y el naranja. También está de moda el uso de la escala de grises, así como los tonos berenjena, agua marina y rojos.

Paralelamente, y acorde con la tendencia “verde” que promulga el cuidado del medio ambiente, ha cobrado fuerza que diseñadores de mobiliario para salones de belleza, en todo el mundo, apliquen procesos “amigables” para la elaboración de sus productos; así lo demuestran propuestas como la ‘Eco Fun’, del diseñador Christophe Pillet, y las “Green First Collection” y “Alu Green Collection”, de los diseñadores italianos Stefano y Elisa Giovanonni.

La primera, presenta una serie de muebles con madera proveniente de silviculturas de cero kilómetros (cadena corta), aluminio reciclado y revestimientos naturales y biodegradables; y la segunda, sólo utiliza materiales reciclables o recuperados; pero como éstas, existen en el mercado más líneas ecológicas.

Sobre el segundo aspecto, la comercialización, explica María Fernanda Ruíz, decoradora de interiores de “Deka Sis” que, dado el mercado especializado que atienden las empresas fabricantes de muebles para espacio de belleza, éstas deben prestar a sus clientes un buen servicio de asesoramiento −pues el mobiliario está relacionado directamente con la imagen del negocio− en materia del tratamiento de las áreas, su ubicación, colores y la identidad, sensaciones a generar y por supuesto, los servicios a ofrecer.

Hoy son numerosos los proveedores y fabricantes de muebles que prestan servicios de asesoría, empleando herramientas tecnológicas avanzadas y programas computarizados, con los cuales generan imágenes aproximadas de la apariencia “real” de los espacios a amueblar, según los requerimientos, elecciones y presupuestos del cliente. Estas asesorías, usualmente, la ofrecen interioristas o decoradores.

La industria de la belleza crece aceleradamente y necesita de muebles para suplir su demanda; Colombia no ha sido ajena a esta realidad y cada día aumenta el número de empresas nacionales dedicadas, exclusivamente, a producirlos y que compiten con muebles importados de todo precio y calidad; particularmente con los de origen chino que, según Humberto Botero, fundador de la empresa que lleva su nombre, no ofrecen la misma calidad ni durabilidad de los productos nacionales.

Precisamente, el éxito de las compañías que llevan varios años en la escena nacional radica, fundamentalmente, en el uso de materiales de primera calidad, innovación en diseños, producción de piezas modernas y la prestación de servicios de asesoría, un completo paquete de alternativas para uno de los segmentos industriales que vive en permanente “rejuvenecimiento” .

Fuentes

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