Siete tendencias de la madera en la construcción
Camilo Marín Villar
Periodista
Hoy, la construcción con madera vive una época de florecimiento; el material renació gracias a la evolución tecnológica, a los nuevos sistemas de fabricación y a la necesidad de encontrar alternativas sostenibles, eficientes y amigables con el medio ambiente. Las perspectivas son muy prometedoras, y estas son las tendencias que marcaran el futuro próximo.
Sí el XIX fue el siglo del acero en la construcción, y el siglo XX el del cemento, el siglo XXI será el de la madera.
Y es que, la preferencia, pasión y hasta el romance por la madera por parte de los arquitectos y constructores de hoy, tiene que ver con sus múltiples ventajas competitivas: es el recurso renovable con mayor innovación y desarrollo en los últimos años y contribuye a mitigar el cambio climático gracias a la absorción y fijación de CO2 atmosférico en su interior, lo que reduce considerablemente las emisiones que impactan en el calentamiento global.
Todos los procesos constructivos con madera son más rápidos y con menor impacto ambiental. La madera mejora la contaminación acústica, absorbe las radiaciones electromagnéticas de dispositivos electrónicos y regula la humedad interior. Además, aporta un ambiente de natural calidez, tanto para vivir como para trabajar, lo que incrementa los niveles de productividad laboral.
No cabe duda, la industria de la madera tiene un futuro brillante por delante; la gran pregunta es: ¿cuáles son las tendencias que están impulsando este renacimiento y hasta dónde llegarán? Para tratar de responder el interrogante, el blog Think Wood, especializado en estudiar y promover la construcción con madera, se dio a la tarea de hablar con algunos de los principales diseñadores, desarrolladores y expertos en madera para conocer sus opiniones.
Este es un resumen de las principales tendencias que están guiando el camino de la madera en la construcción:
1. Nuevas herramientas de diseño
Las innovaciones en herramientas de diseño digital, como el modelado de información de construcción (BIM), el diseño para fabricación y ensamblaje (DfMA), el software de renderizado 3D, y la realidad virtual aumentada (AVR), están abriendo nuevas posibilidades para la construcción y el diseño con madera.
La tecnología BIM, llamada así por ser la abreviación del inglés Building Information Modeling, permite crear simulaciones digitales de diseño, manejando coordinadamente toda la información que conlleva un proyecto de arquitectura.
Es decir, mientras el CAD permite el diseño en 2D o 3D, sin distinguir sus elementos, este sistema de datos incorpora el 4D (tiempo) y 5D (costos), logrando gestionar la información de la obra de manera inteligente durante todo el ciclo de vida de un proyecto, automatizando procesos de programación, diseño conceptual, diseño detallado, análisis, documentación, fabricación, logística de construcción, operación y mantenimiento, renovación y/o demolición.
Los proyectos modelados en BIM pueden incluir los productos y materiales reales que se utilizarán para construir, incorporando su geometría, sus características, el tiempo estimado para cada proceso, su costo y la información de contacto para adquirirlos una vez aprobados.
Un ejemplo bastante icónico que utilizó la metodología BIM es la Torre Experimental Peñuelas, en Chile, una de las edificaciones más altas en madera de Latinoamérica, con cerca de 20 metros de altura y seis pisos, y en la que se usó un sistema innovador de “muros envolventes”, los cuales fueron construidos como bloques y puestos uno sobre otro en menos de una semana.
De igual forma, el Design for Manufacturing and Assembly (DfMA) hace parte de las nuevas herramientas usadas en la construcción con madera moderna.
Esta tecnología, creada para reducir costos de productos, mantenimiento o incremento de la calidad, se enfoca en proporcionar consejos sobre cómo diseñar los proyectos de modo que su elaboración sea más eficiente y económica, utilizando simulaciones y conocimiento sobre la manufactura, su ensamblado y sus costos. Esta herramienta también se emplea en la fabricación de muebles y otros productos de madera.
Así mismo, los renderizados 3D y la realidad virtual aumentada, se usan para observar cómo quedará un proyecto terminado, aplicar cambios con agilidad o simular cómo se adaptaría un determinado material al entorno real, algo de gran valor a nivel comercial.
2. Prefabricación y tecnologías modulares
La construcción modular en madera, prefabricada y fuera del sitio, continúa creciendo en popularidad por su capacidad de ahorrar tiempo y dinero.
De hecho, la madera tiene la ventaja de que permite la realización de una gran parte de los trabajos necesarios en talleres especializados, y esto ayuda a que el control de calidad sea muy efectivo. Estos controles permiten garantizar los presupuestos de costos estimados, lo que contribuye a ajustar los márgenes de beneficio, que en la obra tradicional eleva el precio del constructor de modo considerable.
La rapidez y eficiencia de la construcción con piezas prefabricadas y modulares, de dimensiones exactas, se han visto potenciadas por el surgimiento (o evolución) de atractivos materiales de madera, bajo el concepto general de Mass Timber, o construcción en masa de madera.
La construcción Mass Timber es diferente a la construcción tradicional con madera. En ella se utiliza madera sólida, combinada con paneles grandes hechos de madera laminada cruzada o madera laminada con clavos para el piso y paredes.
Entre los sistemas Mass Timber más utilizados están: la Madera Laminada Cruzada (o Cross Laminated Timber – CLT), cuyos paneles pueden funcionar como paredes, pisos, muebles, revestimientos y techos, y su grosor y longitud pueden adaptarse a las demandas de cada proyecto.
Hay que destacar también la Madera Laminada Encolada (MLE), conocida como Glulam (por su nombre en inglés ‘Glued Laminated Timber’), que es un material estructural fabricado a través de la unión de segmentos individuales de madera. Al ser encolados con adhesivos industriales (habitualmente adhesivos de resina de melamina o poliuretano), este tipo de madera ofrece una alta durabilidad y resistencia a la humedad, generando piezas de gran tamaño y formas únicas.
La madera Glulam es recomendada para cualquier tipología de construcción: desde proyectos residenciales hasta naves industriales; incluso se puede usar en edificios ubicados en áreas con demandas climáticas específicas, siempre que se aplique un tratamiento de protección contra la humedad.
Además, no hay que olvidar otras interesantes innovaciones, como la tecnología Nail-Laminated Timber (NLT), un sistema en el que se clavan tablas de madera, puestas de canto para fabricar paneles, y el Dowel Laminated Timber (DLT); producto originario de Alemania, que usa tarugos de madera dura para unir láminas de madera blanda, y formar bloques más extensos a partir de un ajuste por fricción. De esta forma, no hay clavos ni ningún tipo de pegamento, por lo que es ciento por ciento ecológico y óptimo para aquellos constructores que buscan maximizar el uso de la madera en un proyecto.
También están las vigas compuestas de madera y hormigón (Timber-Concrete Composite TCC) o los Paneles LVL, que son madera microlaminada, que a diferencia de la madera contrachapada está compuesta por una alternancia de chapas paralelas y perpendiculares a la fibra.
3. Uso de tecnología de punta
Adicionalmente, las nuevas tecnologías y sistemas están transformando el oficio tradicional de los carpinteros, reemplazando sus herramientas y procesos artesanales por innovadoras maquinarias y métodos de ensamblaje. Las máquinas de control numérico (CNC), por ejemplo, permiten mecanizar vigas y paneles, además de generar componentes a medida.
Son operadas mediante comandos computacionales y permiten cortar, fresar y grabar piezas de madera con un alto nivel de precisión, a través de ejes de coordenadas. Estas piezas, luego, pueden unirse efectivamente a través de conectores estructurales, anclajes y sistemas de fijación.
4. Nuevos modelos de negocio
La integración total del diseño, la ingeniería, los nuevos materiales y el uso de tecnologías de punta han provocado el surgimiento de nuevos modelos de negocio, y empresas que se enfocan en desarrollar proyectos a gran escala —que se pueden replicar una y otra vez— aprovechando la prefabricación de componentes, y utilizando kits configurables y mecanismos preinstalados.
Son compañías cada vez más eficientes, dedicadas a la construcción con madera, que usan las tecnologías para ser viables y rentables. La innovación en los modelos de negocio también está impulsando niveles más profundos de integración y más empresas multidisciplinarias.
Un ejemplo de esto lo entrega la compañía Katerra, una startup estadunidense de construcción con madera, que desde 2015 ha recibido más de US$1.200 millones en inversiones, y que desafía todos los paradigmas de una constructora tradicional al integrar digitalmente toda su operación, desde el diseño a la compra de materiales, y la construcción en terreno sin subcontratistas.
El enfoque de Katerra es interesante; gracias a su red de fábricas y plataformas de distribución, son capaces de producir y entregar los diferentes elementos constructivos en un tiempo récord. Minimizan los residuos y desechos mediante un proceso altamente sostenible y eficiente, y maximizan la calidad del trabajo, porque la producción se realiza toda en fábrica —en origen— en un entorno controlado, reduciendo la necesidad de mano de obra en destino.
Otro ejemplo es Hines, una empresa privada de inversión de desarrollo y gestión de bienes raíces a nivel mundial, la cual ha lanzado una serie de edificios de oficinas de madera en masa con el nombre T3 (Madera, Tránsito y Tecnología).
Esta empresa, a finales de 2016, construyó el T3 Minneapolis, un edificio de siete pisos de madera, que para aquella época era el más alto de los Estados Unidos. Desde entonces, Hines ha completado una segunda propiedad de marca T3 en Atlanta; adicional trabaja en otros proyectos en Nashville, Denver y Austin, y tiene dos más planeados para Toronto. Hines trabaja bajo un modelo de construcción con madera, eficiente, escalable y rentable que está posicionando a la industria para un cambio positivo.
5. Cambios en los códigos de construcción
Recientemente, se realizaron en el Código Internacional de Construcción (International Building Code – IBC) importantes cambios con relación a la madera, el nuevo código entrará en vigencia en 2021.
Los cambios incluyen tres nuevos tipos de construcción: edificios de máximo 18 pisos, con elementos de madera maciza cubiertos con yeso (Tipo IV-A); edificios de máximo 12 pisos, con paredes y techos de madera de masa expuesta limitada (Tipo IV-B), y edificios de máximo 9 pisos, con madera maciza expuesta, resistente al fuego de dos horas (Tipo IV-C).
Todos estos cambios, con miras a la actualización del año 2021, se basan en estudios y testeos rigurosos, además de procesos de consulta integral realizados por un comité formado por especialistas en códigos de construcción, arquitectos, ingenieros estructurales y expertos en protección contra incendios.
Paralelamente en Colombia, un grupo interdisciplinario está actualizando El Reglamento Colombiano de Construcción Sismorresistente (NSR) de 2010, sobre el cual ya existe un borrador y sólo falta el proceso formal del decreto.
En este nuevo código se amplían las posibilidades de la construcción con madera, y se especifica las características que deberán tener las piezas de madera usadas para edificios y estructuras que resistan peso.
Actualmente, el código colombiano restringe muchas de las maderas avaladas internacionalmente para la construcción, así que la idea es actualizar la norma a los parámetros internacionales y ampliar el uso de este material, bajo estándares modernos y también seguros.
6. Fomento de la madera como material ecológico
Las preocupaciones globales por mitigar el cambio climático han impulsado a muchas ciudades y gobiernos a considerar las emisiones incorporadas de los materiales que se utilizan para la construcción.
Con esto en mente, la madera aparece como una opción atractiva e ideal, ya que, según muchos estudios, puede alcanzar menos emisiones incorporadas y operativas que el concreto y al acero. Además, la prefabricación de componentes en madera puede ofrecer resultados altamente satisfactorios para los hogares, mejorando el aislamiento, ahorrando en calefacción y refrigeración, y minimizando los puentes térmicos.
La madera es un material renovable, reciclable y con carbono neutro. Esto contribuye a la mitigación del cambio climático y del calentamiento global, siendo el material de menor demanda energética para su fabricación.
Diversos estudios internacionales demuestran que un metro cuadrado de área construida en un edificio con estructura de acero genera 40 kg de CO2 a la atmósfera y consume 143 KW/h de energía. Similar es el caso de una estructura de hormigón, que registra 27 kg de CO2 y 80 KW/h de energía por metro cuadrado.
En cambio, si la estructura es de madera, un metro cuadrado de superficie plantea 4 kg de CO2 y solo 22 KW/h de energía. Es decir, por cada metro cuadrado construido con estructuras de madera, se reducen las emisiones de CO2 hasta en una décima, en comparación con los sistemas tradicionales de construcción.
Además, las emisiones de gases de efecto invernadero durante el ciclo de vida de un edificio de madera son un 74% más bajas que las construidas con estructuras de acero y hasta un 69% más bajas que las construidas en concreto. Por estas razones, varias ciudades del mundo han lanzado planes de acción sobre el cambio climático que fomentan específicamente la elección de materiales bajos en carbono como la madera.
7. Diseño biofílico: reconectando a los seres humanos con lo natural
Finalmente hay que mencionar la tendencia de la utilización de la madera en espacios interiores como una de las formas más directas de motivar una ‘conexión’ entre las personas y lo natural, especialmente en su estado más rústico y texturizado. El diseño biofílico busca mejorar el bienestar de los seres humanos a través del contacto directo con la naturaleza y las formas orgánicas, evitando las líneas rectas y los espacios ‘asépticos’.
Todo parece indicar que, en la década que apenas comienza, la madera tomará un rol protagónico en el desarrollo de los espacios y las ciudades en el futuro, ayudando a arquitectos, desarrolladores y urbanistas a abordar uno de los mayores desafíos de la década: la necesidad de responder a la inevitable densificación de las ciudades y a su vez ofrecer espacios habitables de alta calidad ambiental, sin perder la conexión inherente entre el ser humano y lo natural.
Fuentes
• www.thinkwood.com/
• www.archdaily.co
• www.maderea.es
• www.forestalmaderero.com/
• www.economiadigital.es/
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