Mesa de Centro Kimbo Línea +

El Centro Nacional de la Madera del Sena, una de las instituciones de formación más tradicionales del país, ha mantenido desde su creación y durante su trayectoria, lineamientos encaminados a involucrar el diseño y la tecnología en los terrenos de la industria; por esta razón, le ha apuntado al desarrollo de nuevos productos y ha lanzar –en los ejercicios constructivos y creativos que adelanta en el campo del trabajo con madera y la fabricación de muebles– líneas originales que revelen la orientación del Sena como ‘unidad medular en diseño’ y los aportes del personal docente en esta materia.

Ahora, gracias a la nueva alianza estratégica celebrada entre la revista M&M y el Centro Nacional de Madera del Sena y a la intensión compartida por estos organismos, de promover la disciplina del diseño entre los profesionales y empresas del sector madera-muebles, M&M presenta en su sección ‘Taller’, un prototipo de mueble concebido, diseñado y fabricado por un grupo de profesionales del Sena, especialmente para este espacio práctico.

La iniciativa parte de la necesidad de retomar precisamente, un espacio que por más de diez años, ha sido uno de los favoritos del público lector de este medio y que ahora regresa presentando a ‘Kimbo’, una mesa de centro de estilo minimalista que puede ser armada y desarmada fácilmente, que a nivel formal, se ajusta a los espacios arquitectónicos modernos gracias a sus líneas simples y limpias y a sus detalles constructivos (herrajes en aluminio) y que es posible realizar industrialmente.

Se trata de una pieza simple, fácil y rápida de producir, pero que ofrece precisamente la sencillez de su diseño, como su fuerte constructivo y estético para hacer la diferencia entre otros muebles de su tipo.

El siguiente taller describe, paso a paso, el proceso de construcción de este mueble, logrado a partir del trabajo mancomunado de un grupo de tres profesionales vinculados al Centro Nacional de la Madera: Andrés Mesa Montoya (Diseño), Álvaro José Cardona Correa (Construcción), Jaiberth Montoya Gutiérrez (Pintura).

 Vale señalar que este es el primero de una serie de trabajos desarrollados por el Centro Nacional de la Madera del Sena para ‘Taller’ y que da inicio a una nueva etapa de la sección, que busca ofrecer a sus lectores, piezas originales, posibles de realizar y con valores estéticos diferenciales, que las hagan además de atractivas para el mercado, interesantes de elaborar.

Bajo esta nueva alianza, no queda más que decir… Manos a la obra.

Diseño y Planeación del Producto.

.Kimbo está inspirada en las obras que retoman la repetición, y las aplicaciones metálicas de los escultores Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar, dos de los exponentes más representativos de la escultura colombiana.

El diseño es una propuesta novedosa y simple, en cuanto a su forma y estructura, que invita a emprender una investigación sobre las formas, tendencias, colores que lo inspiran, sobre los fenómenos de moda que influyen en él, y que ubican el producto en un escenario coherente con respecto a otros productos del mercado.

Para esta nueva propuesta, los diseñadores consideraron que el mueble pudiera interactúa con otros complementarios o independientes pero relacionados por el simple hecho de estar ubicados en el mismo espacio o escenario; esto significa que el grupo de diseño no le apostó a un diseño aislado, sino que fue concebido teniendo en cuenta los elementos comerciales modernos y las formas de los mismos.

Partiendo de la idea que cada producto debe atender unas necesidades claras del mercado, que en este caso, es la demanda de muebles modulares con características diferentes a las propuestas repetitivas y de poco valor agregado que exhibe el mercado nacional –que en muchos casos se muestran carentes de exclusividad, elegancia y estilo– y que debe aportar a la construcción de un tipo de mueble modular más competente, Kimbo fue desarrollada bajo la metodología tradicional para diseñar.

Así, el grupo de diseño del Sena planteó varias propuestas a partir de necesidades y requerimientos del mercado, previamente identificadas; luego se escogió una de las alternativas y se realizó la modelación en 3D o digitalización, fase última en la que, gracias al uso de las herramientas computacionales, fue posible visualizar el producto en el plano virtual, lo que permitió de igual manera, simplificar y mejorar el proceso creativo en la siguiente etapa: la de producción.

En este sentido, fue posible durante el proceso, tomar decisiones y hacer cambios, en forma y función, aprovechando las poderosas herramientas que ofrecen los sistemas CAD (1) para el diseño de mobiliario y con las cuales fue posible detectar problemas de funcionamiento, resistencia de las partes, calcular la proporción del producto en dimensiones con respecto a su volumen, estimar el tipo y cantidad de materiales a utilizar y desarrollar diferentes combinaciones de colores para obtener la adecuada según el modelo.

Paralelamente, los diseñadores buscaron la forma de hallar equilibrio entre el ingenio en la producción de la pieza –la idea puesta en el papel–, y su real servicio o funcionalidad, simbiosis en la que se llega a la etapa de ingeniería del producto y que, para el cuerpo docente del Sena, tiene gran importancia en su propósito de alcanzar una metodología lógica de planeación, desarrollo, funcionalidad, producción, viabilidad económica y sostenibilidad en el tiempo.

En este sentido, el grupo de diseño alcanzó varios propósitos:

Generar un mueble funcional –ya que sirve eficientemente como mesa de centro o auxiliar (en un tamaño menor)–, de estructura rígida (triangular) que le da estabilidad a partir de un sencillo sistema de ensamble de piezas, y que exhibe belleza, producto de la correcta selección de materiales.

Producir un diseño en el que se contempló, desde su concepción, formas y sus procesos de fabricación particulares y en los que se logró la supresión de montajes, herramientas o dispositivos especiales para su materialización.

Fabricar un producto viable y a muy bajo costo por su rápida producción, la poca cantidad de máquinas empleadas y la maximización del material base, costos que, vale la pena señalar y aunque se trata de un proyecto especial, son posibles de reducir aun más.

Adicionalmente se destaca que, esta pieza puede ser fabricada en serie o en producciones exclusivas, realizándose para cada caso, algunas variaciones en materiales y procesos.

Por las ventajas anteriores Kimbo es, en resumen, una pieza que además de las amplias ventajas que ofrece gracias a sus posibilidades constructivas y diseño innovador, puede gozar de un mercado delimitado y de alta gama, es decir, ofrecerse a un consumidor exigente, de un poder adquisitivo importante y que por lo regular, selecciona muebles que le ofrezcan y presenten factores diferenciadores.

Es importante anotar que, concluida la etapa de ingeniería, el producto fue sometido a la evaluación de un grupo de profesionales con diferentes especialidades y conocimientos en materia de diseño y producción de elementos en madera para, lograr ajustes y variaciones positivas en el diseño, a partir de sus comentarios y opiniones.

El Proceso Constructivo.

Para la construcción del prototipo, los responsables de diseño tuvieron en cuenta el uso del mueble para determinar también el tipo y la cantidad de materiales empleados; en este sentido, seleccionaron un grupo que no requería procesos complejos de transformación, que fuera posible trabajar con herramientas caseras y que, a nivel de ensamble, también ofrecieran sencillez.

En el primer paso de la etapa constructiva, se seccionó y moduló la lámina de MDF de 15mm según las medidas del plano, (ver medidas en el plano), aprovechando al máximo las dimensiones del tablero comercial usado, a fin de obtener optimizar el mismo y lograr piezas de la mitad del tablero original, un hecho favorable a la hora de adelantar producciones en serie.

 Paso seguido, se escuadró el tablero, empleando una máquina circular escuadradora con insizor, esto con el fin de lograr un acabado final muy fino al seccionado, iniciando la ruta de corte con un disco más fino (insizor) y luego realizando la incisión con el disco definitivo para evitar despiques e imperfecciones durante el proceso.

Posteriormente se pasó a la fase de enchapado, para la cual se seleccionaron las mejores chapillas y las mejores figuras de la veta de la madera, conservando la “fibra” en sentido vertical. En este paso se enchaparon únicamente las caras aparentes (externas) del mueble y los cantos.

Luego, se pasó a la fase de taladrado, que se realizó teniendo como base el sistema 32 –muy apreciado industrialmente por mejorar la productividad al favorecer maquinados más rápidos y estandarizados y aportar a la exactitud de las medidas para el ensamble del mueble– y se escogieron los herrajes de unión: pernos pasantes con separadores, con los cuales se logró homogeneidad y la armonía en el producto. 

Vale anotar que las perforaciones pueden efectuarse con un taladro convencional aunque para este caso debe el operador debe ser cuidadoso y preciso en las incisiones.

Ya, en la fase de la pintura, se adelantó inicialmente un proceso de entonación con una mezcla de tintillas, para alcanzar el mismo tono de la chapilla y mantener las figuras de la veta. Luego, se aplicó una laca mate para proteger y mejorar el acabado. Es de aclarar que este último fue un proceso extra que decidió realizar el equipo encargado del prototipo, pues el tablero ya enchapado puede adquirirse fácilmente en el comercio, con lo que se eliminan los procesos de enchape de caras, cantos y de pintura.

Sobre las piezas metálicas empleadas como elementos de separación, y que consistieron en macizos en aluminio, éstas se fabricaron en los talleres del Centro Nacional de la Madera. También se emplearon espárragos, adquiridos en el comercio.

Para finalizar la fabricación del producto, se ensamblaron las piezas de MDF, como se observa en la fotografía y se instalaron los vidrios como punto de cierre.

El resultado fue un muble equilibrado en términos estéticos y funcionales, de rápida fabricación, muy liviano pese a la numerosa cantidad de piezas en MDF, muy estable, y de generosas posibilidades de configuración pues el fabricante, puede reducir el número de láminas incluidas en el diseño a fin de hacerlo visualmente más ligero.

Citas.

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