Recubrimientos Artísticos sobre Madera: El Arte de Embellecer lo Bello
Paola Andrea Ruiz Rojas
Periodista M&M
Metales, mármoles, vetas falsas y hasta pieles exóticas, son algunos de los acabados que utilizando específicamente tintes y barnices, pueden obtenerse para recubrir artísticamente la madera. Técnicas experimentales, algunas muy antiguas, que son poco empleadas a nivel industrial pero que encierran un gran valor estético y por lo mismo, se convierten en valores agregados altamente estimados en el mercado.
De las materias primas, que por siglos el hombre ha utilizado, la madera es sin duda alguna una de las más versátiles, nobles y hermosas. Desde épocas remotas, ésta ha sido cómplice en la elaboración de barcos, viviendas, obras artísticas, mobiliario y elementos decorativos, y desde entonces, la intención ha sido, además de transformarla, embellecerla.
La búsqueda y el estudio sobre las formas de proporcionarle magníficos acabados a la madera, así como el conocimiento sobre sus propiedades físicas y mecánicas, y el tiempo y la paciencia invertida para obtener estos efectos, ha permitido que hoy por hoy se apliquen en Colombia, infinidad de técnicas de recubrimiento artístico con las que se busca dar un valor agregado a los diferentes objetos que se fabrican con la madera.
Las técnicas que abordaremos, cuyo principio son los tintes y barnices y que se diferencian de los antiguos acabados básicos y de los realizados a base de cera de abejas u otras sustancias similares, llegaron a Colombia desde tiempos inmemoriales como legado de las prácticas empleadas en el viejo continente, claro está que en el país, existen también técnicas cien por ciento nacionales en las que utilizan materiales naturales, típicos de nuestras regiones.
Pese a que de estos acabados decorativos no se ha precisado la región de donde son originarios, así como la fecha exacta de sus primeras manifestaciones, se cree que surgen en el momento que el hombre empieza a usar la madera en construcción arquitectónica y en la elaboración de objetos decorativos y artesanales.
Con ingenio nacieron algunas de las técnicas más antiguas como el boll de Armenia, el estofado, estucado y los revestimientos de objetos con hojillas doradas y plateadas, así como la ornamentación a través de la incrustación de delgadas láminas de hueso, marfil, carey, nácar y maderas exóticas.
Particularmente en la época de la colonia, y con la llegada de las camas, baúles y bargueños fabricados con excelentes maderas, desde España hacia el nuevo mundo, comienzan a surgir las técnicas de recubrimiento artístico en esta región del continente. Se despierta un interés por igualar los bellos y suntuosos muebles traídos por los españoles, pero con la necesidad de usar maderas nativas, más económicas o recicladas y así reducir costos de “importación”.
Inicialmente las técnicas decorativas adoptadas por los neogranadinos –glaseado, estofado, policromado, achinado, dorado, esgrafiado, estucado– (Ver glosario) y que habían sido reservadas para la escultura, poco a poco fueron utilizándose para embellecer objetos de mobiliario de culto religioso tales como altares, puertas de iglesias y retablos; hasta que finalmente se aplicaron también en la elaboración de mobiliario de uso doméstico para las casas de los nobles.
Cientos de Pieles para la Madera
Técnicamente, el recubrimiento artístico, también llamado acabado decorativo sobre madera, es el proceso mediante el cual se cambia la apariencia de una superficie, enriqueciéndola y adicionándole un valor agregado en su parte estética, a través de la aplicación técnica de sustancias o materiales específicos.
Según Julliette Albarracín, restauradora de bienes muebles de GIOTTO – Arte y Restauración, existe una gran variedad de prácticas para este fin y aunque no existe en Colombia un catálogo que agrupe todas las técnicas existentes, ella, particularmente, ha logrado recopilar en y para su taller ocho grupos distribuidos así:
- Imitación vetas: Es la imitación de diferentes tipos de vetas y cortes sobre maderas que no las poseen, como la pluma de nogal, caoba y comino crespo o las rádicas de olmo o Mirto.
- Texturas: Este tipo de acabado siempre se reconoce al tacto, ya que se realizan cien por ciento en relieve.
- Falsos Acabados: Con estos efectos se busca imitar cualquier material o superficie: cuero, hierro, plata repujada, piedra, mármol, carey, marfil, nácar, pieles exóticas, falso mosaico, entre otros.
- Maderas Envejecidas: Con esta técnica se logra un efecto de “envejecimiento” simulado sobre la superficie de madera de modo que, a diferencia de uno natural, este si perdure a través del tiempo.
- Pátinas Antiguas: Es la fusión de técnicas antiguas de acabado como la cera de abejas, aceites y/o polvo de oro, combinados con los recubrimientos más recientes. En este tipo de acabado se utilizan tintes llamados pátinas, que fueron creados para dar, de manera artificial, un efecto de envejecimiento a los objetos.
- Pátinas Contemporáneas: Partiendo del mismo concepto, este tipo de pátinas de productos están a la vanguardia recurriendo a colores y efectos vibrantes y menos convencionales que los obtenidos con las patinas antiguas.
- Efectos Especiales: Técnicas sofisticadas con las que se logra efectos bidimensionales para los que se utilizan productos como el vidrio líquido, craquelado, punteado y ampollado.
- Técnicas Clásicas: Se utiliza el hojillado de oro y plata, estofado, esgrafiado, decopage, tapón y barniz de muñeca, entre otros.
Cada una de estos grupos, señala Julliette Albarracín, comprende subdivisiones, de ahí que, actualmente ha logrado generar cerca de 380 tipos de acabados en su taller –tras variaciones de color y la mezcla de insumos y de técnicas distintas– de manera que la existencia de cada uno sugiere cientos de alternativas y piezas distintas entre si, trabajos únicos e irrepetibles.
“Por lo general en estos trabajos, que son realizados principalmente por artesanos, no se utilizan plantillas, ni se efectúan pasos de manera mecánica, el trabajo es lo que convierte la pieza terminada en una obra de arte sin gemelos” señala la restauradora.
De la misma forma, cada técnica ofrece grados distintos de complejidad, independiente de la destreza manual del ejecutante, pues aunque todas pueden ser relativamente sencillas de realizar, algunas como los falsos acabados y los efectos especiales demandan mayor habilidad, ingenio y paciencia que otros como la imitación del cuero o la aplicación de sellantes y lacas.
De hecho, trabajar un metro cuadrado de madera con falsos acabados, demanda al menos seis horas de procedimiento, mientras que una técnica sencilla como la de maderas envejecidas, sólo exige entre dos y tres horas (con acabados incluidos). En este aspecto también inciden los productos exigidos por la técnica pues algunos de secado lento, pueden retrazar hasta ocho horas el proceso.
Pero la madera también influyen y condicionan el tiempo de realización de la técnica de recubrimiento artístico, ya que algunas maderas, que por tener el poro muy abierto, necesitan largos procesos de sellado preliminar para evitar que con el paso del tiempo, el efecto aplicado se pierda y sufra daños irreversibles.
Vale señalar que no sólo por estética, sino por conciencia ecológica y casi por lógica misma, estos recubrimientos deben ser aplicados preferiblemente sobre maderas “económicas”, recicladas o superficies aglomeradas, pues no se justifica cubrir con tintes o barnices, maderas finas cuyos bellos colores y vetas marcadas no necesitan ayudas para destacarse.
Recubrir maderas como el Comino crespo, el Nogal, el Cedro o la Caoba, entre otras –que tienen altos precios en el mercado y que además son muy difíciles de conseguir es un gran error, pues pese a que existe personas que buscan dar mayor “valor agregado” a estas especies aplicando acabados artísticos, lo único que logran es depreciar una excelente madera.
Por eso, las técnicas de recubrimiento deben estar reservadas para maderas como el Flor Morado, Los Pinos y los aglomerados como el MDF o el Triplex a fin de obtener valores estéticos que originalmente no tiene.
Insumos y Costos
Lograr belleza contundente con la realización un trabajo cargado de alto valor estético en productos que son originalmente simples y comunes, es la misión por excelencia de las técnicas de recubrimiento que, a primera vista, podrían parecer costosas para quien las aplica.
Sin embargo, el único gasto importante que exige las técnicas está representado en el ingenio y conocimiento del oficio, pues el fabricante o autor del objeto sólo debe utilizar los mismos insumos que emplea regularmente para su trabajo: masillas, yesos, lacas, barnices, tintes, esmaltes, pigmentos en polvo, selladores, fondos, tapaporo, ceras, oleos y aceites. Incluso, en casos especiales y cuando la técnica lo amerita, también puede incorporar otros materiales naturales como dientes de animales, coco, cacho, fibras, telas, papeles, semillas, arenas y marmolinas, que en Colombia se obtienen fácilmente.
“En este trabajo puede recurrirse a una gran variedad de materiales para decorar, pero la clave de un buen acabado está en utilizar únicamente productos formulados para madera, creados específicamente para adaptarse a los cambios físicos y mecánicos que constantemente presenta el material natural”, afirma Albarracín, “experimentar o aplicar sustancias formuladas para otras superficies altera los resultados finales y la conservación del trabajo, no en vano unos productos son permeables y elásticos, mientas los otros son inmunizantes y más fuertes”, concluye.
En Colombia, existen empresas dedicadas a elaborar productos de excelente calidad para acabados en madera, aunque la oferta sí varía dependiendo de la naturaleza de los mismos (base alcohol, base solvente, base agua, base aceite y base al ácido), lo que también incide en su precio, en el costos final del proceso de recubrimiento y en el de la obra misma.
“Hablar de cuánto cuesta adelantar un técnica (costos de producción) es arriesgado, pues depende de cada proyecto y de los materiales usados, de su calidad y de la cantidad de material, del tipo escogido, así como el tamaño del trabajo o área a cubrir, por ello, no hay costos estándar”.
Sin embargo y particularmente en GIOTTO, es el grupo de los Falsos Acabados el que demanda mayor inversión pues para su fabricación pueden invertirse entre 25 y 100 mil pesos por metro cuadrado, caso contrario a las pátinas y maderas envejecidas para las que se utiliza menor cantidad de material y por lo tanto, realizarlas también es más económico: entre 20 mil y 60 mil pesos por metro cuadrado.
Pero sin dudad lo que realmente le da valor a las pieza fabricadas con estas técnicas es el trabajo manual que demandan, valor que los realizadores cobran al usuario de manera subjetiva. La mano de obra y lo complejo de la técnica es, por encima de los insumos empleados, el diferencial que convierte una obra de 60 mil pesos (costo de producción) en una de 300 mil pesos.
Los atributos que ofrecen a los objetos de madera, los recubrimientos señalados, son aspectos que por lo general reconoce el mercado como efectos para transformar una obra simple en una imagen, un símbolo o expresión de gran valor cultural y comercial, muy distinto a las piezas obtenidas en forma industrial y en serie.
Albarracín sostiene que son muchos los comparadores de objetos en madera que se dejan seducir por los acabados artísticos pero que existe una inclinación especial por las maderas envejecidas y algunas patinas.
Pasos para Una Transformación Extrema
Según aconseja Julliette Albarracín, antes de iniciar el recubrimiento de un objeto con las técnicas señaladas, lo primero es realizar en una probeta de madera, las pruebas respectivas para establecer las características que tendrá el recubrimiento, su efecto, los tonos, los matices, los detalles, a fin de que el artesano o fabricante no tenga sorpresas en el resultado final.
Esto es, que todo proceso en este campo demanda una programación preliminar en la que se debe establecer la cantidad precisa de insumos necesarios según el tamaño del área a cubrir, y preparar de la misma forma el objeto o superficie antes del trabajo. Ya, con los materiales listos, la destreza manual y el conocimiento de la técnica, el realizador puede comenzar a “escribir sobre su hoja en blanco”.
Vale señalar que actualmente con las tendencias que marca el diseño de interiores, las posibilidades de aplicar estas técnicas, en cientos de objetos son infinitas, aspecto que progresivamente han ido descubriendo la pequeña y medianas empresa como una forma de embellecer sus producciones y ofrecer al mercado objetos diferentes, únicos, funcionales y competitivos.
De hecho, y aunque este tipo de trabajos no se ofrece frecuente, popular, ni permanentemente en las vitrinas, si se ve un mayor interés de la industria por integrar nuevas técnicas de decorado a las piezas en madera, por eso hoy existe una mayor oferta de artículos para cocina, baños y mobiliario en general, trabajados con ellas, y por eso también se utilizan en otras prácticas como la restauración de antigüedades que por su valor estético, más no artístico, puedan ser recuperados (1).
Experimentar con los materiales usados a diario en el taller para sorprenderse con su posibilidades, es una práctica que bien pueden comenzar las empresas de mediano y pequeño tamaño, a fin ofrecer productos nuevos y obtener línea de producción más versátiles y atractivas.
De todas formas la práctica misma de estos ejercicios, además de la materialización de los valores estéticos, también le permite al fabricante adquirir habilidades y destrezas necesarias para su oficio, proponer y crear para un mercado cada vez más exigente, cambiante y ávido de originalidad.
Fuentes:
– Julliette Albarracín. Restauradora de Bienes Muebles-: Giotto – Arte y Restauración. Giotto_ar@yahoo.com
– Pinturas – Madera: Lacado y glaseado: http://personal5.iddeo.es – www.venezolanadepinturas.com
– Diccionario de términos madereros: www.zonagratuita.com
– Fomento Cultural – Arte popular- : www.banamex.com.mx
– Artesanías de Colombia: www.artesaniasdecolombia.com.co
Cita:
(1) Para tal fin se utilizan sobre todo las técnicas de Falsos Acabados, pátinas, maderas antiguas y efectos especiales.
RECUADRO 1
Ingenio colombiano.
En un país tan diverso como Colombia, en donde convergen tantas culturas, climas y razas, no sorprende observar como también, para los recubrimientos artísticos sobre madera, cada una de las regiones ha hecho su aporte significativo en esta disciplina. Materiales extraídos de la naturaleza misma, se fusionan con la madera para crear objetos culturales, de exquisito diseño y excelentes posibilidades comerciales.
En nuestro país, y tras un sabio aprovechamiento de los recursos naturales existentes en cada zona, se ha podido establecer técnicas propias que ya son reconocidas internacionalmente; que aunque están dentro de la misma línea de acabados artísticos sobre madera, son muy distintas a las realizadas con barnices y/o tintes, pues su naturaleza es más artesanal y autóctona.
- El tamo: Tallo del trigo utilizado como relleno y amortiguador de colchones y muebles, que las comunidades artesanales en el departamento de Nariño han convertido en el insumo principal de sus trabajos decorativos. Se trata de un material muy frágil que es cortado en láminas y sobrepuesto en los objetos trabajados; mediante la unión de los pequeños trozos, los artesanos forman diseños como paisajes, figuras humanas o conjuntos geométricos de texturas y las tonalidades que consiguen con la distribución exacta de los fragmentos, coloreados con tintes vegetales, del material. Mesas, platos, bandejas, muebles, cajas, frascos, bargueños, joyeros y accesorios de madera son decorados a través de esta técnica.
- Coco: Uno de los árboles más útiles en el campo decorativo es el cocotero, pues todas sus partes tienen aplicación: con su cáscara y su mesocarpio fibrosos se pueden elaborar acabados para superficies de madera. El trabajo del coco en Colombia lo vienen realizando artesanos en los departamentos de la costa Atlántica y Pacífica principalmente.
- La tetera: Técnica muy antigua en la que se utiliza la fibra obtenida de la palma tetera, que crece al borde las quebradas y ríos del área costera de Nariño. Se adhiere a la madera a manera de tapizado sobre superficies rígidas.
- Barniz de pasto: El Barniz de Pasto es una de las pocas técnicas existentes en Colombia que tiene origen indígena y ha tenido permanencia desde que fuera conocida por los españoles. Este oficio artesanal es el más representativo del departamento de Nariño. Consiste en aplicar telas de contextura elástica, elaboradas con una laca vegetal derivada de la resina producida por el árbol mopa-mopa. La especie produce dos cosechas al año de una pasta gelatinosa que es transformada a través de un proceso artesanal, en una fina y delgada tela que, una vez tinturada, se adhiere a la madera fijándose con el calor.
- Cacho: Material trabajado principalmente en los departamentos de la Orinoquía, Cundinamarca y Tolima bajo las técnicas del embutido y el enchape, pero la utilización de los componentes queratinosos de los cuernos de animales, es bastante antigua en el país. El procedimiento consiste, primero, en el ablandamiento del material para desprender la parte ósea interior, sumergiendo la pieza en agua. Luego, para lograr una mayor plasticidad del cuerno vacío, se cocina en agua o en aceite industrial hasta que pueda ser manipulado, seccionado, prensado o cortado. El acabado y brillo característico se obtiene lijando, esmerilando o puliendo el material. En placas planas se utiliza para cubrir mesas, biombos, bastones, superficie de muebles, cofres, anillos, aretes, bolsos, pulseras, entre otros.
- Fique: Fibra vegetal que se extrae de una penca que lleva este nombre, es utilizada por artesanos de Nariño y Santander y su aplicación en muebles se realiza entretejiendo el hilo en estructuras de madera o aplicando sus tejidos como tapizado.
- Iraca: Fibra vegetal obtenida de las hojas, sin abrir, de la palma de iraca, también conocida como toquilla o jipi- japa. Para los recubrimientos se utiliza las planchas tejidas de este material.
(Mayor información sobre estos recubrimientos visite el portal de Artesanías de Colombia: www.artesaniasdecolombia.com.co)
GLOSARIO
– Boll: Arcilla de color rojizo o amarillo que, mezclada con cola de conejo, se utiliza para aplicarla encima del yeso, antes del dorado.
– Grafio: Instrumento con el que se dibuja o se hacen labores en las pinturas esgrafiadas o estofadas. Punzón.
– Glaseado: Los glaseados son lacas que contienen pigmentos. Colorean la superficie sin ocultar el veteado y con una sola mano tiñen la madera y la protegen. A mayor número de manos el color se vuelve más oscuro, por lo que, los expertos aconsejan aplicar una terminación incolora para no oscurecer demasiado la superficie trabajada. El glaseado no ofrece los resultados de la laca o de la pintura mate.
– Estofado: Policromía resultante de la aplicación de pinturas sobre el pan de oro que después se descubren parcialmente para dejar entrever el dorado. Se utiliza, principalmente, en la elaboración de imágenes religiosas, ya que imita las bellas telas antiguas brocadas y realzadas.
– Policromado: Técnica de decoración pictórica de la escultura, sobre todo en madera; que consiste en pintar sobre una capa de fondo de yeso, aplicada a la figura previamente tallada.
– Esgrafiado: Dibujo realizado con el grafio en una superficie estofada o que tiene dos capas sobrepuestas.
– Estucado: Técnica en la que se utiliza una mezcla de cola animal, yeso blanco y agua que sirve como base para conseguir un dorado brillante para trabajos de policromado.
– Pan de oro: Lámina finísima de este metal que se usa para dorar o estofar una imagen.
– Pátina: Tono sentado y suave de color aceitunado y reluciente, que se forma en la superficie de las esculturas y en los objetos antiguos por efectos del ambiente y el tiempo. Mediante diversas técnicas puede provocarse artificialmente ese efecto para dar valor a los objetos o muebles.
– Probeta: Trozo o parte de madera cortada para hacer ensayos, pruebas o trabajos previos, de acuerdo con dimensiones y formas establecidas.
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