Técnica Transversal o al Aire, en Torno Transversal

Ana María Rojas

Periodista M&M

 Entre las técnicas que pueden realizarse en el torno transversal, está la transversal o ‘al aire’, un proceso que es considerado básico dentro del campo de la carpintería para fabricar objetos sencillos y de uso cotidiano en el hogar –como ajiceras, ensaladeras, centros de mesa, entre otros–; y que se diferencia de otras porque utiliza un sólo punto de la máquina, es decir, la madera no se apoya por las dos puntas, sólo queda sujeta a una.

A partir de esta técnica se ampliaron las posibilidades de creación de objetos torneados y se eliminó la limitante de tener un objeto sujeto por los dos extremos, lo que restringía la talla y además, por obligación, los objetos tenían las marcas de las puntas del torno en sus dos costados.

Precisamente, el siguiente ‘Paso a paso’ de la Revista M&M, recrea la técnica mencionada elaborando una taza ajicera, un ejemplo sencillo a través del cual es posible conocer y aplicar las pautas de esta modalidad de trabajo, y que bien pueden utilizarse para fabricar otros elementos similares, aunque de diferente diseño. La técnica no requiere mucha experiencia, pero sí gran destreza manual y artística del realizador.

Sobre el producto, se destaca en él un diseño ligero, limpio, estéticamente equilibrado, de sencilla fabricación, que no demanda acabados complejos y que además resulta, a la hora de almacenar y transportar, muy práctico; grandes ventajas para los interesados en adelantar fabricaciones en serie por los ahorros en tiempo y dinero que representa.

Proceso de Elaboración

Generalmente y a diferencia, del trabajo en el torno longitudinal o entre puntos, en el cual se asegura la pieza de madera por su dos puntas para obtener la forma deseada, en esta técnica sólo se utiliza uno de los puntos, anulando la parte donde se ubica la uña, para colocar un plato de tornillo, ubicando –en el espacio que queda–, un tope adaptado al plato de tornillo.

En este punto es necesario verificar que el tornillo (de ¼”) que se adapte al plato, quede sin “bote”, es decir, que al momento de encender el torno, la punta del tornillo no vibre y quede totalmente derecha. El correcto montaje es la parte fundamental de la técnica de torno transversal, por eso, en el caso de presentarse el caso citado, lo correcto es corregir la posición del tornillo con unos golpes suaves.

Paso seguido se dispone un trozo de madera o plantilla –una madera circular perforada con el mismo diámetro del tornillo– para mantener rígido el tornillo por una distancia ‘X’, de acuerdo a la distancia que necesite trabajar el operario. En este caso, el tornillo debe ubicarse a 1.5 cm a la vista.

Montaje de la Pieza a Tallar

 Calculado y preparado los 1.5 cm de tornillo, a la vista, sobre éste se monta la madera a tornear; para ello es necesario adaptar un bloque de madera cortado en sentido longitudinal, el cual debe perforarse con una broca 5.32 mm, herramienta indicada por dar el ancho del núcleo del tornillo de ¼ que se ha instalado en el cabezal fijo.  Sólo debe ser perforado un fondo de 2.0 cm en una cara de la madera.

La Talla

Luego de tener la madera perforada y montada en el cabezal, se procede a tornear la parte externa de la ajicera. Se inicia ubicando el tiento portaherramientas lo más cerca posible a la madera y a la altura del punto cero (que se encuentra en el eje central de la madera), con la precaución de que al colocar la media caña, quede justa en ese punto.

Teniendo en cuenta que primero debe ser elaborada la forma externa de la pieza, se procede a realizar la base de la ajicera que, a su vez, funcionará como el espigo que sostendrá la pieza cuando ésta se voltee para iniciar el proceso de vaciado.

Para ello se marca, en el bloque de madera, con eión de la media caña, en el punto 0.l compás de puntas, un radio de 3.0 cm, que parte desde el punto cero para tener un diámetro de 6.0 cm por 1.0 cm de altura, que será la base de la ajicera. El desbaste inicial debe realizarse con una media caña de dibujo, bien afilada, para que el desgrane de la fibra sea sencillo.

Ya elaborada la parte trasera, ó por lo menos demarcada, se inicia con la talla del contorno del  objeto, cambiando de posición el tiento portaherramientas y recordando la regla del tornero; el tiento portaherramientas siempre debe estar lo más cerca posible de la madera para evitar accidentes.

La operación seguida, luego de tener formada la parte externa de la ajicera, será el refrentado, que asegura una parte interior de la vasija, totalmente plana para que, al momento de darle vuelta, tenga un buen apoyo contra la plantilla.

Sobre el eje central que ofrece la máquina, se realiza luego un avellán, y sobre él se perfora 1.5 cm –que es el largo del tornillo que sujetará el bloque por la base– para realizar el vaciado de la ajicera; para esto se perfora con una broca 5.32, tomándola con un hombre solo y mientras gira el torno, se perfora la madera en la medida previa.

Seguidamente, se monta la pieza, bien ajustada, por la parte de la base, para efectuar el vaciado; se inicia quitando el borde frontal y después el lateral. Para esta operación también se emplea la media caña de dibujo.

Para efectuar esta operación, y antes de iniciar el vaciado, debe delimitarse el espesor de la pared de la vasija, marcándolo con un lápiz mientras el torno gira. Luego, se comienza el desbaste desde la parte central hacia fuera, para dar profundidad a la ajicera.

La operación debe mantenerse hasta llegar a la marca de la pared, girando la media caña hasta lograr el espesor ideal, tallando la pared interna de la pieza. Previamente, para saber hasta dónde hacer el vaciado sin dañar la pieza, se debe tomar la altura total y restarle 1.0 cm de vaciado.

Luego, con el compás de exteriores se calibra la pared de tal manera que quede paralela y equidistante en todo su espesor, se toma como referencia el diámetro marcado por el lápiz empujando el compás hasta que éste marque o raspe el punto en el que el espesor es mayor al deseado. Esta operación debe repetirse hasta que el compás entre un 80 por ciento en la pieza.

Finalmente, para terminar la parte del fondo de la taza, se utiliza un formón curvo, subiendo el tiento medio centímetro (0.5 cm) por encima del punto cero, de tal forma que la herramienta quede en un ángulo de 20 a 30o de inclinación entre el punto cero y la altura del tiento, para que la acción de raspado deje curvo y sin bordes, el fondo de la pieza.

Proceso de Lijado

Lista la pieza, con su pared lisa de 6.0 mm y el vaciado de la altura a menos un centímetro (1.0 cm), se inspecciona con la mano para comprobar la presencia de bordes marcados, luego se inicia el proceso de pulido y lijado.

Generalmente, en las técnicas de torno se utilizan lijas de tela, en este caso se empieza con un grano 80 hasta 220. Gradualmente, se inicia con la lija número 80, con la 100, 120, 150, 180, hasta terminar con la 220.

Con el torno en movimiento, se lijar el interior de la pieza del centro hacia fuera o del centro hacia el cuerpo del tornero, luego, por la parte lateral de la pieza, iniciando con la lija número 80. Es importante cuidar el sentido de giro en el lijado para evitar que la lija rebote constantemente.

¿Cómo saber cuándo parar o cambiar a otro grano menor de lija? Cuando la madera queda completamente pulida, y desaparecen los rastros de las herramientas de corte.

Es importante recordar que debido al giro del torno, es pertinente girar también la lija para que no se caliente y a su vez, parar el proceso por tiempos cortos a fin de que la madera se refrigere, pues tras la fricción hay calentamiento tanto de la lija como de la madera y ésta puede quebrarse.

Acabado

 Con la vasija totalmente pulida se da inicio al proceso de acabado, para lo cual se le aplica cera carnauba en bloque, que le otorga al producto una apariencia brillante y un tono más acentuado. En este caso, como la pieza se utilizará para contener alimentos es recomendable aplicar en el acabado, aceites o ceras, en vez de acabados con barnices que requieren de solventes que pueden ser tóxicos.

Con el torno en movimiento y la pieza montada en él, se aplica sobre ésta el trozo de cera, ejerciendo cierta fuerza para conseguir que el producto se derrita y se pose sobre cada poro de la pieza.

Después de aplicada la cera, se hace un bruñido. Con las virutas sobrantes del vaciado, puede fabricarse una estopa para hacer con ella fricción y eliminar así los excesos de cera, dejando sólo una pequeña capa sobre la madera que ofrece un acabado brillante y limpio.

Paso seguido y con el torno en movimiento, se da a la pieza una pasada ligera con un trapo de algodón –preferiblemente corto para que no se enrede durante los giros– para acentuar el brillo de la cera. Otra técnica para el acabado es aplicar una mezcla de cera carnauba y cera de abejas disuelta en trementina, que también es un producto que proporciona alto brillo, aunque con el torno apagado.

Separación de la Base

 Terminada la fase de acabado, se realiza un corte con un escoplo para separar la pieza del cabezal móvil y, nuevamente, se utiliza el tiento –ubicado en la parte lateral– para apoyar el escoplo y realizar una incisión parcial que separe la pieza de la base. Ubicar fotos: 100_7032.JPG. Pie de Foto: Separación de la pieza del cabezal móvil.

Vale anotar que esta incisión sólo debe profundizarse hasta dejar 2.0 cm sin cortar, momento en el que se apaga el torno y con un serrucho de costilla se separa totalmente la vasija del espigo. Finalmente, se pule la base en la lijadora de banda para darle acabado.

Realizador de la Técnica: David Vásquez. Maestro del oficio de la madera en la técnica del torno. Docente de la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo.

  • Fotos: Ana María Rojas Gutiérrez.

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