Doblado de madera: Técnica, arte y reto

madera doblada

Alexandra Colorado Castro
Periodista

Existen diversas formas de trabajar la madera y entre todas, hay una que, técnica y visualmente, reta las leyes de la lógica y de la biología, que desafía las propiedades mecánicas y también -a simple vista- las posibilidades naturales del material: El curvado.

Aunque no se trata de una técnica nueva -pues en la antigüedad se utilizaba en la elaboración de instrumentos musicales y a partir del año 1800 surgieron algunas de las piezas más icónicas de la historia del mueble, producidas industrialmente por genios como Michael Thonet o Alvar Aalto- esta es una de las menos empleadas por los transformadores de la madera debido a que demanda paciencia, tiempo, destreza y conocimiento de las maderas elegidas.

Es así que no todas las maderas son aptas para el curvado; las blandas y flexibles -que provienen de árboles de gimnospermas como pinos y abetos (de rápido crecimiento); y otras como la laminada y las macizas -de fibras largas, como el roble, haya o fresno- son algunas de las ideales.

Ya, para lograr las formas ondulantes de la madera curvada, los amantes de esta técnica han desarrollado diversos métodos (1).

Uno de ellos es por calentamiento, bien con calor en seco -utilizando un tubo metálico con el que se da forma a la pieza- o a través de vapor de agua -el sistema más tradicional- que “ablanda” la pieza en cámaras de vapor, flexibilizando las fibras de la madera para que ésta tome la forma deseada, ya en moldes. En cualquiera de estos casos, las técnicas exigen de quien las realiza, conocer el tipo de madera, su densidad y los espesores para obtener los grados de curvatura esperados.

Otro sistema es laminado, más complejo que el anterior, y consiste en laminar la pieza de madera en capas de entre 1,5 y 3 mm y con las fibras siguiendo la misma dirección, para posteriormente encolarlas entre sí y someterla a molde para que adquiera la forma.

Finalmente está el proceso de doblado por ranuras, en el que la forma se logra realizando pequeños cortes en la cara interna de la madera que hacen posible el curvado. Posteriormente la pieza trabajada se encola, se flexiona y se deja secar hasta que la forma queda fija. En esta técnica, el corte con láser en CNC ha resultado ser uno de los apoyos recientes más importantes, pues permite cortes limpios y una distribución de las ranuras correcta y precisa.

Resultado del curvado -en cualquiera de los casos- ofrece obras geniales y en cualquier estilo de mueble u objeto decorativo, pues la técnica se emplea para fabricar desde piezas clásicas hasta vanguardistas y contemporáneas; así también se destaca hoy en la producción de elementos arquitectónicos y de carpintería interior, que imponentes y sorprendentes, son capaces de dar valor y transformar en esencia, cualquier espacio.

 

Al final, el resultado del curvado en madera -un proceso que se acerca más a lo artístico- deja ver siempre obras de gran belleza y plasticidad; piezas ondulantes, espiraladas, volutas, estilizadas, esculturales y con un sinfín de formas, como las que presenta a continuación La Revista M&M; ejemplos de las amplias posibilidades de la madera curvada y un estímulo para considerar ensayar esta técnica de incuestionable valor técnico y estético.

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