La Gestión del Riesgo, una Herramienta de Calidad
Redacción M&M (*)
Todas las empresas, sin excepción alguna, están expuestas a una serie de riesgos que pueden acarrear desde la pérdida total de los activos, hasta las utilidades y la reputación de las mismas. Blindarlas contra eventos desafortunados como robos, incendios, litigios y hasta desastres naturales –entre otros–, puede hacer la diferencia entre conservar el patrimonio o perderlo todo en un instante.
Sin importar la actividad a la cual se dedique una organización, siempre puede estar expuesta a sufrir incidentes lesivos como la interrupción de sus negocios por problemas en las cadenas de suministros, incendios o desastres naturales, y que al momento de necesitar enfrentarlos puede no hacerlo correctamente por falta de conocimiento sobre el procedimiento adecuado.
La experiencia ha demostrado que cuando las organizaciones no tratan el riesgo de forma contundente, tienen pérdidas millonarias y se ven fuertemente afectadas en su estructura organizacional; es por ello que la tendencia moderna establece que el éxito de la consecución de los objetivos estratégicos de cada organización, va directamente ligada a la aplicación de un enfoque integral en el tema de manejo de riesgos.
Para ello es necesario identificar, mediante una ´Matriz de Impacto´, cada uno de los procesos de la organización, y el tipo de riesgo inherente a su desarrollo, y de esta manera definir el nivel de riesgo y prioridad de cada procesos, dentro de una matriz de riesgo.
La ´Matriz de Riesgos´ brinda asistencia en el control y gestión de cada riesgo identificado, lo que permite evaluar la efectividad de la gestión y administración de todos ellos, y ayuda a las empresas a establecer el impacto y nivel de riesgo para definir los criterios a partir de los cuales estos serán administrados, con el fin que la empresa disminuya la probabilidad y el impacto de los eventos adversos que la afecten.
Adicionalmente, les permite definir –a través de un mapa de impacto– los niveles de exposición a los riesgos inherentes a sus actividades, y establecer el riesgo máximo aceptable, así como el área no aceptable; hacer monitoreos y mediciones de todas las categorías de riesgo que puedan impactar el valor de la entidad en forma global –por unidad de negocios, por productos y por procesos–; y definir el nivel de pérdida esperada aceptable y la metodología de medición.
Es de aclarar que no existe una estandarización en la elaboración de la matriz de riesgos, esta debe ser flexible y dinámica, y la información de cada uno de los riesgos debe permitirle a la empresa, establecer el perfil del riesgo inherente a las actividades para así poder darle valor cuantitativo y cualitativo, y que le sea posible decidir qué acción tomar frente al mismo.
Conocer los elementos que generalmente componen una matriz, recordando que no es necesario contar con todos los elementos en una misma matriz, es fundamental para definirla y aplicarla posteriormente.
La planificación de las respuestas a los riesgos es el proceso por el cual se desarrollan alternativas y definen acciones para disminuir el impacto del riesgo sobre cada proceso que pueda afectar un área determinada de la organización. Las respuestas al riesgo tienen que considerar la importancia del riesgo, ser aplicadas en el momento adecuado, ser realistas, acordadas por todas las partes implicadas y tener un costo efectivo en relación con el riesgo; en este orden de ideas, existen cuatro respuestas básicas de la gestión de riesgos:
- Aceptar: admitir, si el impacto del riesgo es mínimo, o el costo para mitigarlo es mayor al costo del impacto del riesgo.
- Transferir: trasladar todo el riesgo a terceros para disminuir el riesgo en el proyecto.
- Mitigar: disminuir la probabilidad de que se produzca el riesgo, al establecer acciones anticipadas para evitar que suceda.
- Evitar: contrarrestar los riesgos que van surgiendo mediante estrategias, lo que puede implicar cambios en el cronograma o el alcance del proyecto para eliminar la amenaza del riesgo.
Empresa Segura, Vale por Dos
Una de las respuestas más comunes en la gestión de riesgo es la transferencia, –una decisión básica que permite determinar el mecanismo adecuado para la estabilidad de una empresa–, que tiene como fin la adquisición de un seguro.
Jurídicamente hablando, el seguro se define como “un contrato bilateral, condicional y aleatorio por el cual una persona natural o jurídica, toma sobre sí por un determinado tiempo, todos o algunos de los riesgos de pérdida o deterioro que corren ciertos objetos pertenecientes a otra persona, obligándose, mediante una retribución convenida, a indemnizarle la pérdida, o cualquier otro daño estimable que sufran los objetos asegurados.” (1)
Utilizando lenguaje común se puede decir que, el seguro es una actividad esencialmente económica cuya finalidad es proteger al hombre y a su patrimonio frente a diversos hechos que amenazan su integridad, su vida, su interés y su propiedad; y que éste garantiza el resarcimiento de un capital para reparar o cubrir –total o parcialmente– la pérdida o daños que generan cualquier eventualidad, suceso inesperado o siniestro.
Entre las muchas definiciones, destacamos la técnica, que contempla el Código de comercio colombiano y que aplica cualquiera que sea su interés asegurable: “un contrato consensual, bilateral, oneroso, aleatorio y de ejecución sucesiva” entendido de la siguiente manera:
- Consensual: aquel que se perfecciona por la simple voluntad explicitada en la manifestación del consentimiento de las partes contratantes. El consentimiento no puede tenerse por sobreentendido ni cabe por omisión, siendo estrictamente necesario que se manifieste de forma expresa.
- Bilateral: que genera obligaciones recíprocas para ambas partes contratantes.
- Oneroso: implica alguna contraprestación.
- Aleatorio: surge cuando la prestación depende de un acontecimiento futuro e incierto y al momento de contratar, no se conocen las ganancias o pérdidas hasta que se realice este acontecimiento futuro.
- Ejecución sucesiva: cuando el cumplimiento de las prestaciones se realiza en un periodo determinado, y que, por deseo de las partes, puede extenderse para satisfacer sus necesidades primordiales desde el perfeccionamiento del contrato hasta su terminación.
Todas las empresas, sin importar su actividad económica, tamaño, o tiempo de operación, deben contemplar la posibilidad de tomar uno o varios seguros que las blinden, en su totalidad, contra los riesgos que afrontan diariamente. Hoy, las compañías aseguradoras ofrecen una gran variedad de pólizas (2); sin embargo, antes de ahondar en el tema, es preciso aclarar que cada compañía aseguradora establece los términos, las condiciones, la cobertura o amparo, y las exclusiones de los seguros que ofrece y que por lo tanto, las pólizas pueden variar de una aseguradora a otra, y es posible que cada compañía ofrezca más o menos garantías de las enunciadas.
En las últimas décadas todos los sectores de la industria han logrado transferir a distintas compañías del sector asegurador, el mayor porcentaje de pérdida derivado de un siniestro ya sea total, parcial, ordinario y extraordinario.
Según estadísticas del sector, por cada póliza de incendio, en el año 2012, el 43 por ciento de este amparo tuvo que ser afectado y por ende pagado por aseguradoras, sector que llego a pagar indemnizaciones hasta por $111.800 millones (3).
Considerando que la respuesta más común al riesgo es la transferencia, a continuación, enunciaremos los tipos de riesgo que aceptan el sector asegurador colombiano:
- Daños: los seguros de daños son aquellos que pretenden el resarcimiento de un daño patrimonial sufrido por el asegurado, que puede producirse por el deterioro o destrucción de un bien; por dejar de percibir ingresos por expectativas legítimamente esperadas; o por una disminución del patrimonio, como por ejemplo, automóviles, soat, incendio y daños estructurales, cumplimiento, ingeniería, responsabilidad civil, transporte, lucro cesante, crédito, agrarios, hogar y pymes.
- Personas: Este tipo de seguros cubre –según amparos contratados– los riesgos que pueda sufrir una persona en su existencia, integridad corporal o salud, como lo son, vida grupo, vida individual, accidentes personales, incapacidad total y permanente (accidente o enfermedad), salud, exequias, educativos, pensión.
- Previsional y riesgo laboral: Es la cobertura por la cual se garantiza el pago de la pensión de invalidez y sobrevivencia a los afiliados de un fondo obligatorio de pensiones, en caso de haber un faltante para poder acceder a este derecho. El seguro de riesgo laboral cubre ARL y Previsionales.
- Rentas: Un seguro de renta –vitalicia, temporal, seguro de renta temporal cierta– es un seguro a través del cual una aseguradora, al recibir una suma única en pago, puede ser de un fondo de pensión o de la indemnización de un seguro, le garantiza una renta mensual estable a una persona o grupo de personas, mientras éstas permanezcan con vida o durante la vigencia del contrato, según las características del producto.
Así pues, y luego de tener claro qué se está contratando al momento de comprar una póliza de seguro, la empresa debe direccionar la forma correcta de hacerlo, así:
- Determinar en conjunto con un consultor de seguros, los riesgos reales a los que se expone internamente la compañía, producto de su ejercicio mismo y todos aquellos generados por posibles terceros afectados como consecuencia de la misma.
- Definir claramente contra qué clase de riesgo se van a asegurar, teniendo en cuenta bienes, tipos de pérdidas a los que está expuesta, tipos de obligaciones que pretende cubrir con dicha póliza de seguro, entre otros puntos.
- Comprobar que la compañía aseguradora que ha escogido para la adquisición de la póliza, define claramente los tipos de amparos que incluye dentro de la póliza, los amparos que no se dan bajo ninguna circunstancia, las garantías que son exigibles en el momento de cubrir el siniestro y las exclusiones existentes sobre el amparo contratado.
- Verificar que el valor a contratar en la póliza, realmente sea ajustado al valor que pueda representar la pérdida material o de cualquier naturaleza que se pueda presentar.
- Revisar qué tipo de deducibles se deben pagar en el momento de hacer la reclamación y, si dependiendo de las condiciones de asegurabilidad, el porcentaje de éste es negociable antes de emitir la póliza.
Luego de seleccionar la compañía aseguradora, y adquirir la póliza más ajustada a la necesidad de cobertura de la empresa, es necesario que el empresario sepa que no por tener una póliza, la responsabilidad es 100 por ciento de la aseguradora; debe recordar que celebró un contrato bilateral y que la empresa como parte de dicho contrato, tiene obligaciones que cumplir.
La claridad sobre este tipo de obligaciones como empresa, se encuentra en el clausulado que debe entregar obligatoriamente, la aseguradora, junto con la caratula de la póliza. En este documento deben aparecer, claramente, las condiciones bajo las cuales se suscribió el contrato de seguro especificando: coberturas básicas, coberturas adicionales si son contratadas, exclusiones y limitaciones por cada amparo, garantías, tabla de coberturas, requisitos de asegurabilidad, límites asegurados, limites agregados de responsabilidad, aviso del siniestro, forma de pago de las indemnizaciones, condiciones económicas, causales de terminación y vigencia, entre otras, que se establecen según la naturaleza de la póliza contratada.
El Sector del Mueble y La Madera, ¿Qué Tan Protegido Está?
El pasado mes de mayo, los medios de comunicación de Santander, registraron cómo un voraz incendio consumió una fábrica de muebles ubicada en la ciudad de Bucaramanga. Las llamas acabaron con la bodega, el taller y la parte administrativa de una de las sedes de la mueblería, y además, afectaron algunas edificaciones vecinas. Las pérdidas superaron los 1.000 millones de pesos, patrimonio que se hizo cenizas y que fue imposible de recuperar, dado que la empresa carecía de un seguro que la amparara.
Según lo relata Jairo Moreno Chapeta, propietario de Maximubles la empresa que se incendió, no estaba amparada porque ninguna aseguradora había querido asumir el riesgo de hacerlo –por tratarse de una industria con alta probabilidad de incendio–, y porque además, las instalaciones de su empresa no contaban con las normas, dispositivos y esquemas contra incendio que garantizaran que ante un evento desafortunado pudiera evitarse su propagación.
Como el caso de Maximuebles existen muchos otros en el país, de empresas desamparadas que no han podido encontrar una compañía de seguros que las cobije, debido a que la ley estipula que las aseguradoras están en plena libertad de asumir o no el riesgo solicitado, puesto que la empresa que requiere de un seguro, debe cumplir con requisitos mínimos, establecidos por los aseguradores.
El momento de la verdad para una póliza de seguros, y que evidencia la importancia de estar asegurado adecuadamente, es cuando ocurre un siniestro, puesto que en ese instante se conoce si realmente la compañía que adquirió la póliza se tomó el tiempo suficiente para evaluar las variables que implicaba dicha adquisición; y si el valor que recibirá como indemnización realmente reparará la pérdida sufrida que, en la mayoría de los casos, representa una pérdida económica importante, como le sucedió a Maximubles.
Si bien, nada garantiza que aun tomando todas las medidas necesarias para evitar un siniestro este no ocurra, transferir el riesgo hará que la pérdida sea menor. Además, se debe tener en cuenta que un buen manejo de la póliza, hace que las compañías aseguradoras otorguen beneficios de descuentos o coberturas adicionales, y que el valor total pagado por concepto de prima de la póliza, represente un beneficio tributario para la compañía, lo que puede verse reflejado en un valioso alivio económico.
Citas
- Tomado del documento ‘Información al Consumidor Financiero’, Liberty Protección Empresarial, Pág. 15.
- Póliza: es el nombre que recibe el documento en que se plasma el contrato de seguro y en el que se establecen las obligaciones y derechos tanto de la aseguradora como del asegurado, y donde se describen las personas u objetos que se aseguran y se establecen las garantías e indemnizaciones en caso de siniestro.
- Estadísticas sector Fasecolda 2012.
Fuentes
- Janeth Martinez, Directora M&B Consultores. martinez@mbconsultores-sas.com
- Harold Bautista, Asesor M&B Consultores. bautista@mbconsultores-sas.com
- Jairo Moreno Chapeta, Propietario de Maximuebles. jairommaximuebles@hotmail.com
- (*) Paola Ruiz. Periodista M&M
- Documento ‘Información al Consumidor Financiero’, Liberty Seguros.
- ‘Manual de Reclamación de Seguros’, Ramos Técnicos.
- Mapfre, Folletos de Informativos.
- ‘Manual Básico del Seguro’, Gustavo Alexi Osorio González
- javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere1/Tesis42.pdf – www.vivasegurofasecolda.com -www.libertycolombia.com.co
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