La Casa en el Árbol, más que un Juego para Niños

Cuando pensamos en una casa en el árbol, imaginamos ese espacio de película donde un grupo de niños pasaba horas felices, pero durante los últimos años –y en diferentes países de Europa, Asia y América– estas construcciones se han convertido en tendencia mundial, en joyas del diseño arquitectónico que van desde las tradicionales casas de recreo hasta apartamentos, restaurantes y famosos hoteles de lujo.

Luisa Fernanda Castro. Periodista

La casa de árbol ya no es un sueño de niños, sino más bien el de muchos adultos que eligen este tipo de construcciones convertidas actualmente en hoteles, refugios de montaña, oficinas o simples lugares para escaparse y descansar. Se trata de casas, construidas en árboles, en las que se  fusiona el mundo natural con el artificial y que han resultado, en los últimos años, en edificaciones a veces incluso de formas, propósitos y configuraciones fuera de lo común: una esfera suspendida en medio del bosque tropical; un cubo cuyas paredes externas están cubiertas por espejos para, a través del reflejo, mimetizar la construcción con la naturaleza, y hasta una imponente cabaña ovni.

Y es que estas construcciones significan para algunas personas una fantasía que se concreta en la edad adulta y que ha llevado a famosos arquitectos y diseñadores de casas de árboles –como Pete Nelson, el reconocido maestro constructor y conductor del programa de televisión, Treehouse Masters, del canal Animal Planet– a desarrollar proyectos especiales, de alta ingeniería, para cumplirle el sueño a adultos amantes de la convivencia con lo natural.

En este particular segmento se encuentran creaciones más complejas que las infantiles y por ende, más costosas; algunas casas muy sencillas que sólo se usan para dormir y cuestan alrededor de 65 mil dólares, y otras más completas; es decir, con baño, cocina, sala, que pueden alcanzar precios que sobrepasan los 200 mil dólares.

Según el arquitecto José Gustavo Garzón, una casa de árbol se crea sobre el concepto de la mimetización con el bosque para que las personas logren, de una manera efectiva, compenetrarse y sincronizarse con la naturaleza, relajarse, hacer introspección y hallar armonía a través del medio ambiente. “Es una solución arquitectónica amigable con el medio ambiente y estéticamente muy interesante porque propone y logra fusionarse con el bosque sin invadir el espacio bajo; es decir, las persona puede caminar tranquilamente con muchas casas de árbol alrededor que no se notan”, afirma Garzón.

Señala además el profesional que las casas en el árbol se han convertido en soluciones arquitectónicas y ecológicas interesantes pues está comprobado que en su construcción no se atenta ni se afecta el medio ambiente; de hecho, en varios países del norte del continente americano –como Estados Unidos y Canadá– se utilizan madera de bosques en custodia para hacer las casas en árboles, sin afectarlos.

Para la fabricación de una casa de árbol estándar, de 2.4 m X 2.4 m, es recomendable escoger un árbol de al menos 3.6 m de altura.

En materia de sectores que los demandan e impulsan, este tipo de diseños se ven con mucha más frecuencia en la hotelería –lo que hoy en día se conoce como treehouses– pues esta industria ha visto una excelente oportunidad de negocio en estos proyectos, dado el crecimiento en el número de turistas que desean visitar lugares para desconectarse y alejarse de los problemas diarios. De hecho, según Pete Nelson, cuando una persona se hospeda en una treehouse tiene una experiencia diferente a la que puede vivir en una cabaña tradicional; incluso se ha comprobado como el ritmo cardiaco de las personas disminuye cuando duermen en una de estas edificaciones; “casi que de manera automática aparece un sentimiento de calma universal, el mismo que todos los seres humanos sentimos cuando nos elevamos”, señala.

Las casas del árbol, ciertamente, han capturado el interés de cientos de personas en muchos países de Europa, Asia y América; de allí que se haya ido desarrollando un mercado en constante crecimiento y en el que han emergido grandes compañías dedicadas a construirlas según modelos puestos en sus catálogos y con un alto grado de personalización según, también, el precio que cliente esté dispuesto a pagar.

¿Un negocio para Colombia?

En el caso colombiano, a pesar que existen algunas casas de árboles en la zona cafetera, en los Llanos orientales y en el Litoral Caribe, no es muy común hallar este tipo de construcciones en la geografía nacional. Según Garzón, una de las razones por las cuales en Colombia no se construyen casas en árboles radica en que existe un desconocimiento profundo del tema técnico-constructivo y de diseño; además de que tanto las autoridades forestales y ambientales como la comunidad en general, tienen la creencia de que cualquier acercamiento a los bosques, con fines productivos, pone en riesgo su vida y la del medio ambiente.

Contrario a lo que sucede en nuestro país, donde aún se cree que cortar madera en un bosque natural es atentar contra él, en otros lugares como Estados Unidos, Canadá, Suecia, Japón y Alemania, estos bosques son aprovechados de manera responsable, controlada y se utilizan como fuente para la construcción de estas casas que, además, han resultado ser un negocio muy lucrativo para la industria hotelera. “En Colombia, sin duda, las casas del árbol también serían una excelente fuente de ingresos para este sector y para aquellas personas dueñas de terrenos declarados reserva forestal y que no pueden ser aprovechados en este sentido; de hecho, actualmente en la Zona cafetera y en el Valle del Cauca se está desarrollando el turismo de avistamiento de aves que bien podría ir de la mano con el desarrollo de las casas de árboles”, señala Garzón.

Colombia, en efecto, es uno de los destinos que tiene la mayor variedad de aves en el mundo, un atractivo que ha aumentado la visita de extranjeros y aficionados a tomar fotografías de aves exóticas, turistas  que requieren alojamiento y a quienes les resulta incómodo y hasta ilógico hospedarse en lugares convencionales; las casas en los árboles serían, para este caso, la mejor opción. En cuanto al costo que tendría una casa de árbol en Colombia, asegura Garzón que no difiere mucho de la cabaña tradicional, su valor oscilaría entre $1.000.000 y $1.500.000 el m2, una inversión que bien aprovechada, dejaría un excelente retorno.

Sin embargo, en nuestro país resulta más factible desarrollar este tipo de proyectos en terrenos privados que en bosques naturales dado que primero sería necesario cambiar la mentalidad de que la naturaleza es “aislada e intocable”; un postulado falso –señala Garzón, si se advierte que en países como Estados Unidos y Canadá existe un activo aprovechamiento de madera nativa que va de la mano con una creciente oferta de bosques. La clave está en saber interactuar con la naturaleza para no destruirla y qué mejor forma que la construcción de casas en los árboles que satisfacen a usuarios interesados en establecer una sana conexión con el medio ambiente y que pueden abrir el espectro para una industria igualmente equilibrada y limpia en sus procesos y en su concepto.

¿Condiciones del árbol base?

La alemana Baumraum, empresa especializada en las construcción de casas en el árbol, asegura que es posible fabricarlas en varios tamaños, diseños, de estructuras horizontales, verticales, colgantes, de dos o más niveles y hasta de diferentes alturas de acuerdo a los deseos y necesidades del cliente, en la medida que existan buenas condiciones en los árboles escogidos para tal fin. En efecto, la fuerza, la salud, el tamaño, la altura y en general, todas las condiciones físicas en que se encuentre el árbol son factores que juegan un papel fundamental a la hora de construir una casa en este sitio, pues un árbol enfermo o muerto no puede soportar o endosar una estructura.

Entre las especies más apreciadas y confiables para el propósito, y dada la altura, diámetro y fuerza, se encuentran el roble, el tilo, el fresno, la haya, el castaño, los árboles frutales maduros, pero también las coníferas más grandes como cedros, pinos, y abetos. Vale anotar que cuando el árbol no es lo suficientemente fuerte para ser base para la casa, los fabricantes recurren al uso de soportes adicionales, como por ejemplo vigas, de tal modo que puedan obtener una mayor resistencia para soportar la edificación.

¿Sistemas de sujeción y materiales?

Sin duda, uno de los puntos más importantes que tienen en cuenta los fabricantes a la hora de construir sus casas en el árbol es el manejo de las especies que eligen como base y del entorno que los rodea; condiciones que se logran a través del uso cuidadoso de sistemas de sujeción innovadores y amigables. El sistema de arriostramiento(1) – una buena opción para no dañar los árboles, por ejemplo, al acoplar o anclar las casas en ellos– es un método que consiste en sujetar la estructura mediante cables de acero de alta resistencia a las ramas o al tronco; lo que evita el anclaje a través de tornillos y pernos. Los pernos a pesar de ser el sistema más utilizado para este tipo de construcciones, daña y debilita la corteza de los árboles hasta volverlos vulnerables al ataque de hongos.

Sistemas de sujeción.

En cuanto a los materiales básicos que se utilizan para la construcción de las casas, es importante mencionar que los fabricantes han innovado con el plástico, los metales y los textiles; no obstante, la madera y el bambú son las materias primas por excelencia dadas sus excelentes propiedades, como la resistencia a la intemperie.

De hecho, desde que las casas en los árboles se han convertido en mucho más que un simple espacio para niños y ellas conjugan elementos propios de una casa regular, como el comedor, el baño y la cocina, los fabricantes han cuidado especialmente la elección del tipo de madera que utilizan para asegurar la funcionalidad y calidad, así como la duración en el tiempo de las edificaciones, la cual puede ser de 40 años o más. En este sentido, existen ciertos criterios a la hora de elegir el material para el techo, las paredes y el piso. Para las paredes, por ejemplo, los carpinteros utilizan tableros aglomerados, material fácil de cortar y de ajustar en las casas pero con la desventaja de que puede dilatarse y/o contraerse con el tiempo y sufrir perforaciones por donde pase la lluvia y el viento, si no se utilizan variedades resistentes a la humedad.

La madera contrachapada es también utilizada en este tipo de estructura, un material que, a diferencia del tablero, es mucho más fuerte pero poco atractivo desde el punto de vista estético y de diseño; por esta razón es frecuente verlo recubierto con ramas de árboles para dar un toque natural a las casas, o incluso que los constructores utilicen revestimientos de diferentes texturas y colores. Para los pisos exteriores, es decir lo que quedan expuestos a la humedad y la lluvia, los fabricantes utilizan tablas de madera maciza que facilitan la ventilación de las áreas de las casas; además del drenaje del agua(2).

Para este uso, la madera y el bambú son las materias primas por excelencia dadas sus excelentes propiedades, como la resistencia a la intemperie.

El techo es otra zona de la casa en la que se utiliza madera contrachapada en su inferior, debido a que este material agrega fuerza y rigidez; sin embargo, para proteger la edificación de la lluvia y la nieve, los fabricantes instalan en la parte superior tejas, papel de alquitrán o tela asfáltica. De todas maneras y cualesquiera que sean los materiales utilizados, en este segmento, la elección está determinada casi siempre por la alta calidad que tengan y ofrezcan pues de ellos depende la duración de la casa; esta es la razón también para que los fabricantes de insumos innoven permanentemente a fin de satisfacer la creciente demanda que existe sobre este tipo de construcciones.

A continuación, la Revista M&M presenta una galería con 12 de los diseños de casas en el árbol más famosos del mundo, y que han sobrepasado el concepto tradicional de “cabina de madera” a través de la integración de elementos inusuales o innovadores; y de estructuras desafiantes de varios pisos pero exhibiendo siempre una singular belleza:

Espacio soñado para los amantes de la naturaleza


Citas
1. Estructura de sujeción y equilibrio en la construcción de edificaciones mediante contrafuertes, arbotantes o tirantes metálicos o de madera.
2. Las tablas fueron instaladas con un espacio de 12 pulgadas entre una y otra para facilitar el drenaje.


Fuentes
• José Gustavo Garzón. Arquitecto. josegustavogarzon@gmail.com
• www.boredpanda.com – www.builddirect.com – casasecologicas.com – www.livinginashoebox.com – www.staufferwoodworking.com – www.hotel-r.net – ctiveandeco.com – www.bitrebels.com

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