Contratación de Diseño Industrial: Cuatro Opciones Para Una Solución

“El diseño es una actividad creativa cuyo objetivo es establecer las cualidades polifacéticas de objetos, procesos, servicios y sus sistemas en ciclos de vida. Por lo tanto, el diseño es el factor central de la humanización innovadora de tecnologías y el factor crucial del intercambio cultural y económico”

International Council of Societies of Industrial Design

 Alrededor del concepto de “Diseño Industrial” se han establecido muchas definiciones, y aunque algunas son más académicas que otras, todas concuerdan en que esta disciplina tiene como objetivo fundamental, la definición formal de objetos, utensilios, artefactos, muebles y bienes que sean aptos para su fabricación en serie, y sistemas que satisfagan las necesidades humanas.

En la escena latinoamericana, el diseño industrial hizo su aparición a mediados del siglo XX; sin embargo en Colombia, éste concepto se incorporó tardíamente hacía la década de los sesenta y se estableció como educación formalizada sólo hasta 1974, cuando la Universidad Jorge Tadeo Lozano asumió la responsabilidad de abrir los primeros cursos de esta disciplina, en la ciudad de Bogotá.

Desde esa fecha y hasta la actualidad, un buen número de universidades privadas y públicas, así como de institutos y corporaciones educativas, se han dedicado a formar profesionales en esta área, con miras proporcionarles las herramientas necesarias para que se desempeñen eficiente y exitosamente en sus trabajos y se ubiquen laboralmente en la industria.

Sin embargo, y a pesar de la calidad educativa de los egresados nacionales, el tema de la vinculación laboral no es tan sencillo como parece, ya que existen varios factores que fijan los términos contractuales y las condiciones laborales de los diseñadores industriales, en Colombia.

¿A Quién?, ¿Cómo? y ¿Cuándo Contratar?

Sin duda alguna, tres de las preguntas más difíciles de resolver y a la que se enfrentan con mayor frecuencia los gerentes o directores de los departamentos de recursos humanos de las industrias, son precisamente a quién contratar, cómo contratar y cuándo contratar un diseñador, ya que éstas cuestiones determinan la vinculación de personal idóneo para los diferentes proceso de la compañía, con máxima eficiencia del talento humano.

Según el Diseñador Industrial Rodrigo Fernández, Director del Instituto Superior de Diseño para América Latina – ISDAL, existen diversas fórmulas que permiten contratar o vincular laboralmente a diseñadores industriales, e involucrarlos directamente con el rol productivo empresarial.

Dentro del abanico de posibilidades hay tres modelos que viabilizan la labor del diseño en la industria y justifican la contratación de personal para el mismo cuando la empresa tiene objetivos puntuales como desarrollar un encargo especial, desea exportar, quiere innovar una o todas sus líneas de producto, cuando quiere abrir mercado o cuando tiene problemas de producción y estima el diseño como estrategia para hallar soluciones.

. Empleado por Contratación Directa

La contratación directa, es la fórmula más común y básica de vinculación laboral; a través de ella, la empresa contrata los servicios de un profesional a quien le asigna unas funciones que debe cumplir para recibir a cambio, un reconocimiento salarial.

La elección de personal para este tipo de contratación la hacen directamente los departamentos de selección o recursos humanos, y en su gran mayoría, enfocan su búsqueda en encontrar entre los aspirantes, todas y cada una de la cualidades exigidas por los directivos de las empresas. Es por ello, que durante el proceso de búsqueda, los encargados se enfrentan a la disyuntiva de elegir entre personal recién egresado o profesionales con experiencia.

Para el caso de los recién egresados, entre las ventajas que pueden ofrecer, está que no tienen “vicios” de comportamiento y son fácilmente adaptables a las necesidades de la industria. Estos profesionales están ávidos de conocimientos y responden favorablemente a las instrucciones dictadas por las compañías.  Sin embargo, por su inexperiencia, el tiempo de adaptación y el conocimiento de las técnicas, tecnologías y procesos, puede suponer una inversión adicional para la compañía.

Mientras que la contratación de diseñadores con experiencia garantiza que desde un principio inviertan su tiempo en producción, innovación y sustentabilidad; estos aspectos, sin embargo, pueden verse afectados –no siempre-, por estilos productivos y esquemas laborales preestablecidos o asumidos de sus pasadas acciones.

Independientemente del tipo de trabajador que se contrate, la empresa debe ofrecer y dotar de todas las herramientas tecnológicas, informativas e informáticas, al trabajador, para que pueda desempeñarse apropiadamente.

Es importante que el empleador reconozca las posibilidades con las que cuenta su empleado para sacar todo el provecho de la contratación. Por ello es necesario que además de una oficina dotada con elementos básicos, como un computador y elementos de diseño, también le facilite los software necesarios para los requerimientos y necesidades de la empresa. Claro está que muchos expertos concuerdan también, que es necesario que los diseñadores sepan plasmar sus ideas, sin necesidad de herramientas tecnológicas ni ayudas sistematizadas, simplemente con lápiz y papel en mano.

Por los costos que la contratación directa genera, los expertos afirman que los diseñadores de planta deben ser vinculados por empresas medianas o grandes, que tengan la necesidad de innovación permanente, así como por compañías exportadoras, por aquellas industrias muebleras que necesiten desarrollar nuevas líneas de producción o por las empresas que quieren incursionar en el mercado.

Ahora bien, cabe recordar que el diseñador es un instrumento que facilita el diseño y la producción, ya que gracias a sus conocimientos ayuda a eliminar pasos productivos, racionalizar procesos y tiempos, así como a mejorar las creaciones, los productos y la capacidad productiva.

  • Out Sourcing o Sub Contratación

La subcontratación es el proceso económico en el cual una empresa determinada, mueve o destina los recursos orientados a cumplir ciertas tareas, mediante la contratación de una empresa externa. Para ello, pueden contratar sólo al personal, en cuyo caso los recursos los aportará el cliente (instalaciones, hardware y software), o contratar tanto el personal como los recursos.

Para el caso de contratar diseño, bien puede hacerse mediante una empresa proveedora de servicios de diseño, o directamente con un profesional en esta área. Usualmente el tipo de contrato se establece bien sea para la creación de un proyecto específico, o por un tiempo determinado para realizar varias labores.  En cualquiera de los casos, la fábrica determina cuáles necesidades o requerimientos se deben cubrir y define además, las condiciones que el diseñador debe acatar, al igual que las ideas que necesita generar, la realización de maquetas, modelos y prototipos, así como la entrega de planos, guías de producción, tiempos de procesos, etapas de supervisión y fechas de corrección Y DE MEJORAS.

En otras latitudes y contextos, como países desarrollados, la modalidad de subcontratación permite vincular diseñadores de renombre, para respaldar su producción. Sin embargo hacerlo en países en vía de desarrollo como el nuestro, puede suponer la adición de sobrecostos a los productos.

En el país, ya existen algunas oficinas de diseño que trabajan por encargo y que comienzan a tener repercusión en la industria nacional, sin embargo, aún hay empresarios colombianos que prefieren contratar diseño por fuera del país con las consecuencias de costo que esto genera, además del desconocimiento de nuestra IDEOSONCRACIA PARA GENERAR productos acordes a la cultura del país.

El contratar diseño en el exterior, puede generar efectos adversos, como lo que le sucedió a una industria mexicana que solicitó a un diseñador europeo le hiciera una tortillera, es decir un recipiente para conservar calientes las tortillas, el resultado aunque técnicamente correcto, adolecía del conocimiento de esta manera de comer, muy de la cultura mexicana y de los valores del material, la forma y la decoración que utilizan los mexicanos para su comida. El resultado fue una línea formalmente depurada quizá apta para el mercado europeo pero que no tenía nada que ver con la idiosincrasia del mexicano, sus tradiciones ni su comida.

  • Consorcio

Un consorcio es un acuerdo entre varias empresas cuyo objetivo principal es desarrollar una actividad económica que va a resultar en rendimientos para todas y cada una de ellas.

Fue desarrollado en Italia por las pequeñas empresas que vieron la necesidad de crear agrupaciones, cooperativas o pequeñas agremiaciones para compartir la asesoría de profesionales en los campos de la administración y el diseño. Cada compañía asociada debe pagar una parte del total del sueldo de los contratados o de los profesionales agrupados que realizan el trabajo para todas las empresas agremiadas.

Colombia no ha sido ajena a este tipo de agrupación empresarial, y desde la década de los noventa, viene trabajando mediante este tipo de esquema laboral.  Desde esa fecha y hasta la actualidad, el gobierno ha analizado el desarrollo de este tipo de asociaciones y ha generado acciones para fortalecerlas mediante asesorías, acompañamiento y consolidación de proyectos asociativos en departamentos como Cauca, Norte de Santander, Santander, Risaralda, Caldas, Córdoba entre otros, y en sectores productivos como confecciones, metalmecánica, cuero calzado, madera y muebles, para citar algunos.

Los resultados que se generan para las empresas mediante la inclusión del diseño por consorcio, se ven reflejados en mejoras en la administración, empaquetamiento, sistemas de distribución, transporte y logística, así como representación en eventos y exposiciones.

Esta forma de trabajo, también ofrece la posibilidad de realizar proyectos conjuntos entre los integrantes del cluster, quienes desarrollan los trabajos con las mejores capacidades de cada fábrica o taller, y logran de esta forma, mejorar notablemente los productos, los procesos de producción y sobre todo la posibilidad de atender pedidos de mayor envergadura, así como trabajar conjuntamente en un mismo objetivo.

Estas uniones empresariales alivianan las cargas económicas y laborales de los asociados, quienes además pactan entre sí, las condiciones de trabajo de los contratados y los trabajos que éstos deben realizar para cada uno de los miembros del consorcio.

Sin embargo y a pesar de las facilidades y conveniencias que los consorcios presentan, existe en nuestro país, una gran dificultad que deben afrontar este tipo se asociaciones y que tiene que ver directamente con aspectos socio culturales, como la envidia y la competencia desleal, ya que en muchos casos los empresarios contratantes no se atreven a entregar toda la información de sus negocios, por miedo a que sus ideas sean plagiadas.

De otro lado, es importante establecer, que consorcio y unión temporal son dos modelos de asociación diferentes, que convergen en temas como el tratamiento contable, tributario y laboral, y difieren en el grado de responsabilidad de los miembros que la componen.  Para el primero, todos los consorciados responden solidariamente por los incumplimientos y perjuicios que causen a terceros, mientras que para el caso de las uniones temporales, cada integrante responde a prorrata de su participación y ninguno es solidario por las responsabilidades que les corresponden a los demás miembros de la unión según su participación.

  • Diseño Participativo

Otra opción para la contratación de diseño industrial por parte de las empresas dedicadas al mueble y la madera, surgió en Brasil, y centra su funcionamiento en que bajo la guía de un experto o de varios, se puede involucrar a la comunidad en la generación de sus propios procesos y diseños. Somos luz del mundo pero no lo somos solas, siempre está a nuestro lado

Lo más relevante de esta postura es que toda la comunidad empresarial se puede involucrar en la búsqueda de las soluciones más adecuadas para su contexto y capacidades.  Este modelo, funciona muy bien para poblaciones rurales mono-productivas en las que todos los miembros del pueblo ejercen el mismo oficio y se compromete dentro de una comunidad.

El diseño resultante de este tipo de experiencia laboral imprime calidez y virtudes que quizá un diseño profesional depurado no alcance, de igual forma, invita a la utilización de materia prima del lugar, mano de obra o trabajo artesanal y valores culturales agregados.

Independientemente de las modalidades existentes para la contratación de diseño en el país, y de las ventajas y procesos que ofrezcan cada una de ellas, es la visión del diseñador como profesional y como agente trasmisor de cultura, la que imprime una adecuada contextualización y consecución de productos que lleguen al gusto del consumidor final.

Fuentes

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