ISDAL: Un Infante con más de 35 años de Experiencia

Alexandra Colorado Castro

Redacción – Revista M&M

 Una nueva alternativa educativa, impulsada por algunos de los diseñadores pioneros más importantes del país, comenzó a gestarse desde mediados del 2009 y hoy, ya en marcha, se propone además de ofrecer capacitación en áreas del diseño no tradicionales, recuperar para la industria y la disciplina, a sus profesionales; regresarles su poder operativo y creativo.

 El diseño industrial ha sido una de las carreras con mayor proyección en el país desde su nacimiento en la década de los años 70, con un incremento gigantesco en el número de profesionales egresados; nuevas líneas de estudio generadas a partir de los desarrollos alcanzados por el sector productivo; y el aporte a una evidente mejor calidad de vida para los colombianos gracias, precisamente, a esos desarrollos.

 Sin duda, en estos hechos, el papel que han jugado las instituciones de formación ha sido determinante –ajustando sus líneas a las exigencias de los modelos globales de estudio, a las necesidades de la industria y a las disposiciones de los organismos de control de la educación en el país– sin embargo y precisamente, tras las modificaciones que han sufrido los pensum de esta disciplina en Colombia –durante los últimos 10 años– algunos sectores como el docente han percibido también un desmejoramiento en la calidad de la educación que ha puesto en riesgo, no sólo el prestigio de la carrera, sino el nivel de los egresados y por ende, la relación entre la academia y la industria.

 Como respuesta a lo anterior, en septiembre del año 2009, un grupo de diseñadores pioneros en la disciplina, le apostaron a fundar la Institución Superior de Diseño para América Latina – ISDAL, entidad con una visión renovada de la enseñanza y con la intención de proponer contenidos orientados al hacer y no al decir.

 Bajo un modelo educación no formal, el ente se ha propuesto responder a las necesidades de actualización de los estudios profesionales y de las líneas de investigación propias del diseño nacional –en un proceso que iniciaron los gestores de la idea, en el año 1976, con su aporte a la apertura de carreras profesionales en el país– soportándose en una plantilla de docentes con más de 20 años de experiencia en las aulas y 35 en el ejercicio profesional, y quienes tienen a su cargo las 11 líneas de la “naciente” pero experimentada escuela. Esta es la génesis del proyecto en mención.

 La Revolución de las Ideas

 “El Ministerio de Educación Nacional, hace unos años, ordenó a las universidades convertirse a un sistema de créditos académicos que invadió todas carreras con materias propias de las ciencias humanas, hasta el punto que hoy, específicamente, cerca del 50 por ciento de las asignaturas de diseño son de otras áreas no necesariamente relacionadas con la disciplina, lo que ha generado diseñadores de academia, fuertes en armar discursos más no en materializar ideas”.

 Rodrigo Fernández, ex director de la Escuela de diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes de México; último decano –durante cuatro años– de la facultad de diseño industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y uno de los pioneros del diseño industrial en el país, señala que ante las falencias mostradas por la academia en la actualidad, surgió la necesidad de crear una institución capaz de replantear el papel del diseñador como agente cultural de cambio social, de responder a la necesidad de especialización del conocimiento, capacidades y actualización de las competencias laborales; y de acercar a sus profesionales a la industria.

Por ello, cuatro de los más importantes representantes de la disciplina: Jaime Gutiérrez Lega, Hernando Rodríguez,  Harry Child y Rodrigo Fernández, junto con otros experimentados profesionales como Camilo Ospina y Teresa González –y luego de varias reuniones informales celebradas a finales del 2009 en las que se debatieron el estado, las falencias y las urgencias de la carrera– diseñaron una serie de cursos que arrancaron en febrero del presente año y que diversifican la oferta de la educación formal.

 Señala el director de la institución, que la tendencia de ésta va hacia el diseño puntual –su “caballo de batalla”– que se orienta a enseñar “diseño, diseñando”; a abandonar las denominaciones genéricas de éste, como el industrial, el gráfico, el de modas o de interiores, y se concentra en el diseño de muebles, de empaques, de joyas; todos, cursos con asidero en el hacer.

Isdal. El diseño como disciplina del hacer, como herramienta para la industria, es el que propone enseñar, Isdal.
  • Ciclos para Todos

Así pues, la Institución Superior de Diseño para América Latina – ISDAL, ha dividido su programa en tres ciclos: Básico, Complementario, y de Profundización, cada uno con unos propósitos, cursos y públicos específicos  y una serie de modalidades de estudio alternas de gran interés para quienes deseen ampliar sus conocimientos en el ramo.

 El primero, el Básico, dirigido a manera de preuniversitario y al que pueden acceder estudiantes bachilleres pero con interés por el diseño como primera opción de vida laboral; el segundo, el Complementario, orientado a estudiantes de carreras de diseño que hayan aprobado el 50 por ciento de sus créditos o a egresados que deseen completar sus estudios y que, asegura Fernández, ofrece las herramientas para saber cómo diseñar en áreas específicas, a partir de la realidad que presenta la industria nacional.

El tercero y último de los ciclos básicos, el de Profundización, está dirigido a egresados de carreras de diseño y carreras afines, como arquitectura e ingeniería, que demuestren experiencia y requieran actualización académica; para lo cual ISDAL ha celebrado convenios con universidades de Italia, España. Francia, Alemania, México, Panamá, Chile, Brasil y Argentina; a fin que sean pares y acompañantes de los procesos educativos y copartícipes en la certificación de nuestros estudios.

“Para el tema específico de muebles, el ciclo incluye información vital sobre materiales, sistemas de producción, maquinaria y herramientas; porque el diseñador, recién egresado, a veces diseña cosas que no se pueden materializar. Al respecto, ISDAL ofrece un conocimiento directo, apoyado en la experiencia del Diseñador Hernando Rodríguez a quien, después de dedicarse 53 años a la industria del mueble, no se le escapa que alguien quiera diseñar una silla imposible de producir. Es tener un maestro guía que suple el tomar cientos de cursos para conocer lo esencial, lo realmente importante: el cómo”.

Vale señalar que, actualmente, la institución está dictando únicamente tres cursos en el ciclo de profundización: Diseño de mobiliario, Diseño de empaques y Gestión y desarrollo de productos  mientras cumple el mínimo de estudiantes (12 por curso) para comenzar los demás ya programados.

A futuro, ISDAL impartirá, adicionalmente, otros cursos especiales, como el Ciclo Virtual, y que se dictarán a través de la Red Latinoamericana de Diseño –con la cual celebra una alianza nutritiva para el propósito educativo desde la que se ofrece un completo paquete de módulos virtuales a los más de 6.000 inscritos– y que abordarán oficios relacionados con las temáticas de los cursos generales con contenidos “encapsulados” para ser enviados virtualmente..

Un último grupo son los cursos Convenio, que se dictarán a empresas por solicitud directa; los cursos de Vacaciones, lúdicos, que se dictarán en los periodos cesantes de los estudiantes y que arrancaron en julio del presente año; y los Viajes de Estudio que se planea, sean anuales y a diferentes lugares, con la presencia de los maestros de la escuela.

En esta dinámica vale señalar que ISDAL, además de buscar convertirse en un surtidor de individuos eficientes para la industria, planea llevar conocimiento directamente a los empresarios y para ello trabaja en el diseño de cursos de fin de semana –con grupos previamente armados– que reciban ciclos de conferencias con temas de su interés; de hecho, tras publicitar esta opción, ya un grupo de 80 industriales –distribuidos en las ciudades de Cúcuta, Barranquilla y Medellín– han manifestado su interés por recibir capacitación.

 Respaldo para Crecer

Entre las políticas de la institución, orientadas a ofrecer cursos y materias ajustadas a las necesidades reales de conocimiento del estudiantado y del sector productivo nacional, está mantener una oferta dinámica “que rompa con el marasmo de la universidad” pues, según Rodrigo Fernández, la educación formal en su suma de metodologías y modelos estables e inamovibles, ha llevado a una carrera tan ágil como el diseño industrial, a un estancamiento en el que ofrece, desde hace 20 años, las mismas líneas de estudio, con cierto divorcio de la realidad de las empresas, como consecuencia.

Precisamente, en aras de ampliar el espectro de la educación, fortalecer sus programas educativos, consolidarse como la primera institución de diseño del país y llevar el sustrato de las aulas ISDAL a otras esferas, sus directivos han celebrado –en primera instancia– alianzas con varias instituciones internacionales para facilitar a sus estudiantes, el acceso a cursos formales y por ende, a niveles de Especialización y Maestría; con la posibilidad de recibir asesorías y consejerías impartidas por docentes experimentados e internacionalmente reconocidos.

En segundo término están las alianzas estratégicas acordadas con empresas locales; entre ellas la celebrada con Prodiseño S.A., y con otra serie de escenarios desde los que se han propuesto trabajar para promocionar el buen diseño: Andinapack, Revista M&M, Expodiseño, Imaginna, la Red Latinoamericana de Diseño, foros nacionales y organizaciones gremiales y empresariales.

Precisamente, en este último rango, la institución se ha trazado como meta crear lazos con asociaciones como Acicam, Fedemaderas y la Andi –dado que sabe, puede ofrecerle información valiosa sobre el  comportamiento de la industria–; y fortalecer el acuerdo celebrado con Solinoff Corp. S.A., –empresa tradicional en la producción de mobiliario de oficina y escolar–que se ha hecho su socio estratégico, que será su contacto con otros sectores de la industria y de la que recibe apoyo en la estructuración de los cursos dirigidos al sector del mueble; de hecho, participará en módulo de Convenios, lo que le permitirá a los estudiantes ISDAL, desarrollar líneas de producto para la empresa, con la posibilidad de ser contratados.

Paralelamente, la institución da cuerpo a otra serie de planes para cumplir sus propósitos institucionales, como el establecimiento de la Fundación CLIC – Centro Latinoamericano de Innovación Creativa, que se dedicará al desarrollo del diseño apoyando a la industria con proyectos orientados a la investigación y el planteamiento de soluciones que involucren la creatividad como motor, y que fue el encargado de organizar, con motivo de la feria Immagina en Corferias, el pasado mes de mayo, Primer Encuentro de Centros de Innovación y Diseño de Iberoamérica, con la participación de homólogos de España, Chile y México.

Por lo pronto ISDAL, que ya abrió en Bogotá su sede para albergar estudiantes de todos los niveles y ofrecerles un ambiente adecuado para el intercambio de saberes con relación al diseño- utiliza su página: www.isdal.edu.co para la promoción de sus cursos; de esta manera se perfila como una opción que ha despertado interés en el gremio, por su declarada independencia de los esquemas tradicionales de estudio y por la apuesta que hace a la recuperación del oficio, del saber para el hacer, según la necesidad que manifiesta la industria y las mismas necesidades de la realidad productiva del país.

“Ahora, los docentes, la disciplina y la industria se preguntan ¿qué es lo que requiere Colombia? y se ha creído que lo que necesita es una exagerada competitividad, como la que se vive en los países desarrollados; yo creo que no, que lo que necesitamos es trabajar en equipo, saber cómo nos unimos a otros para lograr objetivos; ese es el papel que tenemos que jugar como país en vía de desarrollo; exagerar la medida del liderazgo, darle a la gente una capacidad competitiva muy alta, no va con nuestra realidad y eso rompe obviamente esquemas en las universidades”, cierra Fernández.

Buen viento y buena mar para esta nueva oferta académica que se abre paso en escenario formativo nacional y que, de aprovechar los empresarios, como fuente de conocimiento y plataforma para compartir su saber, puede representar una nueva etapa en la manera de diseñar y producir.

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Fuente:

Rodrigo Fernández Neira. Director General, ISDAL. Arquitecto Universidad Nacional de Colombia, Magister  en Diseño industrial de la Scuola Politécnica di Design de Milán, Co-fundador de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia y último decano de la facultad de diseño industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2005 a 2009).

Informes sobre la institución y sus programas: www.isdal.edu.co –  isdal.ie@gmail.com – Carrera 11 # 73-32.

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