Un estudio realizado por Raddar CKG reveló que durante el primer semestre del año los colombianos dedicaron una mayor parte de su ingreso a la compra de alimentos, a sufragar los gastos relacionados con vivienda, a movilidad y comunicación.

Particularmente, los colombianos gastan el 6,5% de su presupuesto mensual en la compra de mobiliario para el hogar; es decir que de cada $100 de los ingresos mensuales, las familias destinan $6,5 pesos la adquisición o renovación de sus muebles.

Los muebles qué más se cambian o se compran por primera vez son los colchones, los somieres y los sofás, seguido por los armarios, bibliotecas y estanterías RTA (armado rápido).

El estudio también dejó ver que las prioridades de consumo varían dependiendo el nivel de ingreso de los hogares, por ejemplo, los de más bajos ingresos destinan un mayor porcentaje de sus recursos para arriendo y alimentación, mientras que los de ingresos altos dedican una mayor parte de sus ingresos al consumo de servicios como hoteles y restaurantes.

Los hogares de menor ingreso renuevan sus muebles en promedio cada cinco a seis años, mientras que las familias con mejor presupuesto, pueden comprar o renovar su mobiliario cada dos años, en promedio.

En el análisis de ingresos por ciudades, Bogotá es la que registra mayor ingreso promedio por hogar, seguida por Barranquilla y Rio Negro, mientras que Tumaco, Quibdó y San José del Guaviare son las que ocupan los últimos puestos.

De hecho, el 77% de los muebles que se venden en el país son comprados en las principales ciudades: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

Evolución del consumo en Colombia

Las tendencias de consumo de los colombianos han variado conforme van pasando los años, por ejemplo, en las décadas de los 50‘s y 60‘s las máquinas de coser, los sombreros, los accesorios para cabalgaduras y los pasajes de ferrocarril eran gastos obligatorios en la canasta familiar de los hogares colombianos. Luego en los 70‘s, las corbatas, los formularios hípicos y los televisores tomaron un papel preponderante en el gasto.

Con la llegada de los 80‘s, comenzaron a tomar importancia los gastos en hoteles, pasajes de avión, en artículos tecnológicos como el Betamax, el VHS, los disquetes y artículos desechables como los pañales. En los años 90‘s, con el boom de la bancarización, los servicios financieros, las pólizas de seguros y el dinero plástico se convirtieron en una necesidad en los hogares.

Más recientemente, con la llegada del nuevo siglo en los primeros años de los 2000 los Cd’s, los teléfonos móviles y los planes de internet se volvieron una necesidad para los consumidores colombianos.

Hoy los consumidores destinan parte importante de sus ingresos para la compra de artículos para mascotas, el contenido en streaming de plataformas como Netflix y Spotify, la adquisición de medios de transportes alternativos (bicicletas, motos entre otros) y los juegos en línea.

En cuanto a los lugares en lo que los colombianos se gastan su dinero, el estudio pudo determinar que los formatos de barrio como tiendas, misceláneas, carnicerías, panadería y las tiendas de descuento han ganado relevancia en los últimos años, mientras que los centros comerciales han venido perdiendo fuerza y hoy solo constituyen 6% del gasto total.

Con referencia a los medios de pago, se reveló que a pesar de que en la última década el porcentaje de transacciones realizadas con tarjetas creció 240%, estas solo representan 5% de todas las transacciones anuales.

A futuro, se espera que debido al inminente envejecimiento de la población y al aumento en la esperanza de vida, el consumo de los colombianos estará enfocado en salud, educación, vivienda y servicios como hoteles y restaurantes, mientras que el gasto en vestuario, recreación, información y muebles irá decreciendo.

Con información de: www.dinero.com