Bajo la Sombra de la Ceiba… el Árbol de la Vida
Carolina Obregón Sánchez
Periodista M&M
La Ceiba Pentandra o árbol de kapok, es una de las especie de mayor reconocimiento en las zonas tropicales de los dos hemisferios, más por su valor cultural que por la utilidad misma de su madera. Aunque de su semilla se extrae la fibra de kapok que industrialmente es reconocida por ser un excelente aislante acústico y térmico, lo cierto es que aún se
desconocen otros usos de la especie.
La Ceiba Pentandra, posee desde la época precolombina un significado místico y un valor histórico para las diferentes culturas de los países de Centro y Sur América y de algunas zonas del África y Asia. Al árbol se le han atribuido poderes sobrenaturales como la capacidad de alejar el mal, curar enfermedades o proteger la vida misma frente al embate de los fenómenos naturales.
En algunas culturas nativas del África, la seda extraída de su semilla -kapoc- se utilizaba para rellenar las almohadas y atraer la buena suerte, la energía espiritual, las vibraciones sanadoras y purificadoras al momento de dormir. Para la cultura maya, el yaxché ó árbol sagrado, era una de las especies de mayor culto y adoración ya que creían que éste extendía sus raíces al mundo terrenal y sus ramas al cielo para proteger al hombre del infierno, y de hecho, tan fuerte resultó esta tradición que incluso la Ceiba llegó a convertirse en el Árbol Nacional de Guatemala para simbolizar el orgullo por las tradiciones de sus indígenas.
En República Dominicana, su valor sentimental está determinado por la historia que cuenta que en el antiguo muelle de Santo Domingo, junto a las murallas de lo que fue la ciudad construida por los colonizadores, hay un viejo tronco de Ceiba al cual fueron amarradas las carabelas de Cristóbal Colón a su llegada a esta isla; y la leyenda se extiende a la época de la conquista española que relata que la Ceiba era plantada en muchas de las plazas centrales en las cuales se celebraban las ceremonias de fundación de los pueblos.
La Ceiba recibe su nombre de los indígenas taínos -nativos de las Antillas- quienes utilizaban su madera para construir los cayucos ó pequeñas embarcaciones hechas de un sólo tronco del árbol.
Actualmente, la especie es conocida en todo el mundo como el árbol de la vida o Kapok, por el nombre que recibe la seda que de él se extrae. También recibe los nombres de Ceibo, Pochote, Pimm, Yaaxché, Pochotillo, Púchuti ó Yagaxeni en México y América Central; Ceinbón en Nicaragua; Painera, Samauma ó Cyyba en Brasil; Cotton Tree en las Antillas Inglesas; Kumamka en Guayana y Mapou en Haití. En algunas regiones de Asia se le da el nombre de Kankantrie ó Fado.
El Árbol y su Hábitat
El árbol de Ceiba, originario de América del Sur, recibe como nombre científico Ceiba Pentandra (L.) Gaerth, pertenece a la familia de las Bombacaceae y su distribución natural se da en toda América Central, América del Sur y en zonas de África tropical y Asia occidental.
Su característica principal es su gran tamaño y longevidad. Sus dimensiones promedio son de 50 metros de altura, aunque puede alcanzar los 70 metros y su diámetro es de tres metros. Es un árbol de rápido crecimiento que, según estudios, crece hasta cinco metros en solo cinco años.
Su tronco es cilíndrico, grueso, sólido, recto y muy espigado; su corteza externa es ligeramente fisurada, en ocasiones de color gris verdoso, y en etapa temprana presenta aguijones o espinas que desaparecen en edad adulta para ofrecer una apariencia lisa, grisácea y ligeramente ensanchada (en forma de barriga). Su corteza interna es de color crema amarillento, granulosa y con presencia de abundantes fibras.
Su copa presenta pocas ramas muy gruesas y dispuestas horizontalmente en forma de pisos lo que le permite extender su diámetro hasta en 40 metros. Las hojas son compuestodigitadas, alternas, con cinco a nueve folíolos lanceolados u oblongos, acuminados, de entre 10 y 15 centímetros de largo y de color verde brillante por el haz y verde mate por el envés.
Las flores de ésta especie son muy bellas, compuestas en racimos de cinco pétalos blancuzcos, rosados, amarillos o dorados. Su fruto es una cápsula coriácea de 10 a 12 centímetros de longitud y contiene numerosas semillas negras rodeadas de abundante “lana” de color gris.
La Ceiba crece en regiones cálidas muy secas, húmedas, muy húmedas y pluviales, entre los 18° y 24° centígrados. Se adapta con facilidad a todo tipo de suelo –arenosos, arcillosos, inundables ó calizos- pero requiere de una alta demanda de luz para su crecimiento, razón por la cual se desarrolla con frecuencia en lugares abiertos como terrenos talados a lo largo de caminos, específicamente en las riberas de los ríos, pendientes deforestadas, en tierras agrícolas abandonadas y en los claros de bosque con vegetación secundaria aunque se puede encontrar también en bosques naturales cerrados.
A nivel patológico, el árbol es atacado por agentes que dañan diferentes partes, como el Pericallia ricini Fabr, el Oiketicus kirbiyi Guilding, Bucculatrix spp. y el Eulepidotis modestula que son insectos defoliadores; el Dysdercus andreae y el D. bimaculatus que se alimentan de sus semillas y el Analeptes trifasciata y el Paranaleptes reticulata que actúan como anilladores del árbol.
La madera se ve atacada por un hongo de la mancha sin identificar y por el Corticium sp. Paralelamente, la Ceiba es un huésped alterno del virus que produce la inflamación de los vástagos en el cacao y de las plantas parasíticas del género Loranthus.
La Madera y sus Usos
La madera de Kapok es blanda, liviana, de reducida duración y resistencia. Su color varia de blanco hasta pardo claro, pero puede oscurecerse a marrón oscuro a causa de los hongos que manchan la savia. Su albura y duramen no se diferencian fácilmente ya que poseen colores similares de tono blanco amarillento a gris, aunque puede variar desde el rojo pálido al amarillo. Presenta un olor desagradable al cortarla o aserrarla.
Su secado es rápido y fácil con apenas leves distorsiones o torceduras. Se caracteriza por ser una madera factible de trabajar con maquinaria, pero los resultados no siempre
son satisfactorios pues aunque al momento de cepillar, lijar o tornillar su comportamiento es excelente; la respuesta al modelado, taladrado y torneado es muy pobre; a la vez que los troncos y maderos son muy susceptibles al ataque de insectos y hongos (1) motivos por los cuales la madera carece de valor alguno para la industria de la ebanistería y la construcción.
La madera de Ceiba es empleada para la fabricación de canoas, balsas, acuaplanos, aeromodelos, cajas de empaque para alimentos, cajones, acabados de interiores (para aislar sonidos y vibraciones), lápices, chapas, cabos para cerillos y maquetas. Sus usos artesanales más frecuentes se relacionan con la elaboración de artículos torneados, instrumentos musicales, juguetes, vasijas, cubetas y utensilios de cocina.
Igualmente su madera sirve como combustible de leña o carbón. Potencialmente, la Ceiba, ocupa dentro de las especies forestales tropicales, el primer lugar en la producción
de pulpa para papel gracias a la longitud de su fibra, flexibilidad y poco grosor.
Pero el mayor uso de valor comercial y producto primario de la especie, se extrae de sus semillas que producen la llamada “lana vegetal” o “kapok” de gran demanda en los mercados internacionales por ser un excelente aislante acústico y térmico y porque tiene una capacidad de flotación cinco veces mayor que la del corcho. Ésta fibra se usa para rellenar almohadas, cojines, sacos para dormir, salvavidas y para fabricar algunas partes de aviones (aunque requiere un recubrimiento especial por ser inflamable).
Interesantes Usos Alternativos
La semilla de ésta especie tiene aplicaciones nutritivas, alimentarias e industriales ya que se puede consumir cocida o tostada, ofreciendo también la alternativa de extraer de ella aceite vegetal -estimado entre el 30 por ciento y 40 por ciento- para la fabricación de margarinas y con el cual además, se pueden fabricar jabones y pinturas. De sus residuos, adicionalmente se forma una pasta que se utiliza como alimento para el ganado.
Medicinalmente, ésta especie ofrece muchos usos para curar enfermedades. Del cocimiento de su corteza se tratan heridas, granos, reumatismo, hidropesía y sirve como antiespasmódico, emético y diurético. De la exudación de su tronco se curan enfermedades intestinales, sus hojas contienen alcanfor que ayuda a la cicatrización de heridas en la piel; la aplicación de su tallo en las partes afectadas actúa como antiinflamatorio de postemas, tumores y dolor de muela y la cocción de su flor y plantas combate el salpullido y trata quemaduras.
Cabe destacar que por su belleza y porte, el árbol de Ceiba es una de las especies de mayor uso ornamental, especialmente para decorar y acompañar monumentos y centros de imponentes jardines, áreas verdes, amplias avenidas, senderos peatonales o en fincas en las que sirve como árbol de sombra para el ganado y como barrera rompevientos que protege los cultivos.
Manejo Silvicultural
Debido a sus cualidades como especie de reforestación, la Ceiba es considerada para trabajos que tienen como fin mejorar la fertilidad del suelo, rehabilitar tierras de cultivos
pobres o degradados ó para la obtención comercial del kapok, razones por las cuales se ha convertido en un cultivo de importancia económica tanto para el pequeño productor
como para grandes plantaciones (2).
La especie se multiplica por semillas y por estacas y su dispersión es anemócora (viento). Como ventaja ofrece la rápida incubación de sus semillas, que necesitan aproximadamente cuatro semanas antes de germinar, y que no requiere de tratamientos pregerminativos ya que mediante el método de inmersión en agua hirviendo, durante 24 horas, se agiliza el proceso en tan sólo 17 días.
Las semillas se siembran directamente en el suelo y las plántulas se trasplantan entre los ocho y los diez meses, sembrándolas en cepas de 30 cm3. Se puede establecer junto
con cultivos de cereales o legumbres y requiere de abundante lluvia durante el periodo vegetativo y de un periodo seco para la floración y fructificación.
Para el almacenamiento de la semilla se recomienda utilizar bolsas de aluminio o recipientes plásticos herméticamente sellados, proceso que requiere de un siete a un ocho por ciento de humedad y de una temperatura entre los 4° y 5° centígrados en cuarto frío.
Comercio: Un Paso Hacía la Extinción
La Ceiba Pentandra, a pesar de no ser una de las especies más apreciadas por la calidad de su madera, tiene en la extracción del kapok su gran virtud y su principal amenaza, ya que su alta demanda y comercialización la sitúan dentro de aquellas especies en estado de vulnerabilidad.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)(3), ésta especie requiere de unas medidas urgentes que aseguren su conservación natural, pues de lo contrario puede estar en peligro de extinción.
Igualmente el CITES la incluye en su apéndice, entre aquellas especies que han sufrido un decrecimiento drástico en su población debido al comercio de su producto principal o derivados.
En este aspecto la FAO realizó un estudio con el fin de determinar las posibilidades de conservación de las especies forestales declaradas como vulnerables, pero que aún así son de vital importancia en regiones en vía de desarrollo. En este estudio se observó particularmente que los frutos o semillas y otros productos comestibles de la Ceiba “constituyen una parte importante de la dieta de los países en desarrollo y pueden contribuir significativamente a aliviar los problemas planteados en materia de alimentación”. Por ello la necesidad de conservar la especie y mantener mediante métodos in situ o ex situ, los ecosistemas y los recursos genéticos de las zonas en las que crece y en donde los bosques son objeto de destrucción y explotación abusiva.
Aunque en la actualidad existen plantaciones de tamaño significativo en Venezuela, Ecuador, México (Yucatán), Malasia e Indonesia, así como en el África tropical Occidental (Costa de Marfil, Camerún y Gabón) y en el Caribe; el problema de su conservación natural requiere medidas más severas.
Por ejemplo en México, la explotación desmedida por parte de las comunidades que viven cerca de las zonas en donde crece la especie -apetecida por sus bondades medicinales
y por los usos que se obtienen de su semilla-, ha puesto en peligro su distribución natural en ese país. Para controlar su demanda, en 1998, la Cámara de Diputados, mediante la Comisión de Ecología y Medio Ambiente, declaró la veda total e indeterminada de esta especie aún en condiciones de aprovechamiento genético y/o forestal.
Finalmente debe resaltarse que la conservación de la Ceiba es ecológicamente necesaria, ya que ella es un excelente actor para el sostenimiento del ecosistema, pues es morada
y alimento para aves, insectos, monos y otros animales terrestres.
Colombia: Especie Ornamental por Excelencia
En Colombia, esta especie se distribuye en los Valles del Río Magdalena, del Río Cauca y del Río Zulia; en las regiones del Urabá y Llanos Orientales y en los departamentos de Cundinamarca, Magdalena, Valle del Cauca, Antioquia, Tolima, Huila y Caquetá, en donde recibe los nombres de Ceiba, Ceibo, Bonga, Ceiba de lana, Ceiba bruja ó Ceiba blanca.
Aunque, la especie era anteriormente empleada por pequeñas fábricas para la elaboración de tableros contrachapados, actualmente no existen plantaciones comerciales representativas que indiquen si se emplea a nivel industrial (4), aunque se tiene conocimiento de estudios enfocados en el comportamiento de la especie y sus posibilidades de desarrollo económico o con otros usos potenciales.
Así, por ejemplo se realizó la investigación ‘Comportamiento y Selección de Leñosas Perennes con Potencial Silvopastoril en el Magdalena Medio’ (5), en la cual se concluyó que la Ceiba Pentandra es además una especie potencialmente maderable. Igualmente, Monterrey Forestal – Pizano S.A., ha adelantado ensayos tipo especie/sitio en la región
de Zambrano (Bolívar), para estudiar su comportamiento.
Al igual que en otros países, en Colombia la especie es reconocida más por su aporte ornamental que por usos dentro de la industria del mueble, y aunque existen otras que reciben el mismo nombre (ver recuadro), la Ceiba Pentandra es, gracias a su belleza, el árbol más representativo en el Valle del Cauca y Antioquia, donde frecuentemente se le ve adornando zonas verdes, monumentos y avenidas, incluso existen especimenes de la especie depositados en los herbarios de la Universidad de Antioquia y de la Universidad del Valle,para tal fin.
Citas:
1- Es vital proteger la madera con preservantes después de su corte. El tratamiento es fácil sí la madera ofrece una buena absorción y penetración frente al uso de sistemas de presión y al vacío o de métodos con tanques abiertos.
2- Especialmente en el sur de Asia hasta Indostán y de India Occidental hasta Filipinas, regiones en donde el kapok se cosecha principalmente de árboles cultivados en Java y en las Islas Filipinas. En 1970, la exportación total asiática representaba un promedio aproximado de 25,000 toneladas. La principal fuente de kapok la constituye Indonesia con
una exportación media de 20.000 toneladas.
3- Documento: Monitoreo de la Biodiversidad en Camisea- Capítulo N°
4- “La Riqueza Natural y Cultural de Camisea”- Anexo 4.2 Fauna “Especies listadas por UICN, Legislación Peruana y CITES”.
5- Muchas fábricas de producción maderera en la zona de los Llanos Orientales, que utilizaban la especie en la década de los 80, debieron cerrar sus puertas a raíz de la crisis económica vivida en el país, durante los años 90.
6- Estudio realizado por Manuel Hernándo Sánchez Téllez. Corpoica Regional Nueve Creced Magdalena Medio Caldense.
Fuentes:
• Luis Jairo Silva. Ingeniero Forestal. Universidad Francisco José de Caldas.
• Miguel Rodríguez. Monterrey Forestal. Pizano S.A.
• Morales León, Palacio Varón Teresita. “Árboles del Valle de Aburrá”. Ed. Colina.
• Tokuma Juii Tokuma, Rondón Marco Antonio y otros. “Especies forestales del Valle del Cauca”. Ed. Lerner Ltda., 1996.
• Mahecha Gilberto Emilio, Echeverri Rodrigo. “Árboles del Valle del Cauca”. Progreso Corporación Financiera S.A., Bogotá, 1983.
• Bernal Henry Yesid, Correa Jaime E. “Especies vegetales promisorias de los países convenio Andrés Bello. Tomo II”. Secretaria Ejecutiva del Convenio Andrés Bello – Programa de Recursos Vegetales. Bogotá, 1989.
• Las maderas en Colombia. Fascículo 37. Ceiba amarilla-Ceiba blanca. Escobar Oscar, Rodríguez Jorge Ricardo. Sena-Regional Antioquia-Chocó y Centro Colombo Canadiense de la Madera. Medellín, 1994.
• Las maderas en Colombia. Fascículo 10. Ceiba Tolua. Escobar Oscar, Rodríguez Jorge Ricardo. Sena-Regional Antioquia-Chocó y Centro Colombo Canadiense de la Madera. Medellín, 1993.
• www.ceiba.gov.do, www.eeb.uconn.edu, www.fs.fed.us, www.tropilab.com, www.fao.org, www.cipav.org.co, www.elsemillero.net
Agradecimientos:
Jardín Botánico José Celestino Mutis
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