Salón Internacional del Mueble de Milán… Innovación, Arte y Cultura

Los mejores diseñadores y las más prestigiosas firmas de diseño mostraron cómo puede reinventarse el mobiliario para que permanezca siempre a la vanguardia de la industria

Entre el 22 y el 27 de abril se realizó en Italia, la 31a versión del Salón Internacional del Mueble de Milán (la 48a a nivel local), una de las muestras de diseño mobiliario, accesorios y objetivos decorativos e iluminación, de mayor influencia en el mundo del interiorismo gracias a la calidad y heterogeneidad de los expositores quienes, en esta ocasión, ofrecieron un atractivo showroom en el que primaron propuestas innovadoras y adecuadas para estos tiempos.

Autoproclamado como “un antídoto contra la crisis”, el evento convocó a 2.723 expositores, 1.350 provenientes de 30 países diferentes a Italia, y a más 313.385 visitantes – entre estudiantes, prensa especializada, diseñadores, decoradores, arquitectos, profesionales y empresarios del sector– en el Centre de Convenciones de Milán, un recinto de 490.000 metros cuadrados que sirvió como escenario de los performance preparados por la firmas de diseño.

En el espacio de exposición se presentó una amplia variedad de artículos innovadores y de última tecnología, en estilos que fueron desde lo clásico hasta lo contemporáneo; de hecho, según los organizadores del certamen ‘Cosmit’, éste fue reconocido nuevamente por los expositores como una de las herramientas de recuperación económica y de mercadeo más efectivas, teniendo en cuenta la actual recesión mundial que también ha afectado al sector de la decoración y el interiorismo.

Por esta razón tanto el Salón Internacional del Mueble, como los demás eventos paralelos, giró en torno a las posibilidades de los productos, desde su diseño hasta su fabricación, para conquistar al consumidor final.

Vale señalar que aunque la mayoría de las nuevas propuestas presentadas fueron concebidas y elaboradas antes de que la crisis económica estallara hasta alcanzar las dimensiones conocidas, las mismas se caracterizaron por su singularidad, hecho que favoreció una muestra heterogénea e ideal para todos los gustos, previo objetivo de los diseñadores y de las casas de diseño: establecer una relación más equilibrada entre los productos y su costo final que los consumidores puedan hacerse a muebles de alta calidad y con la garantía de llevar la firma de los diseñadores más destacados en la actualidad.

Todo para la Decoración y el Interiorismo

El Salón Internacional del Mueble de Milán se caracteriza en el calendario de ferias de diseño mobiliario, por ser una de las más completas ya que su programa incluye una serie de eventos paralelos que complementan –en la teoría y la práctica– a la muestra anual de diseño mobiliario, Exhibición Internacional de Mobiliario y Accesorios, en la que los muebles para dormitorios, comedores, salas, exteriores, áreas sociales y los infantiles,fueron los protagonistas.

Uno de ellos fue, ‘Magnificencia y Diseño: “Quinientos años de mobiliario italiano”’, una retrospectiva histórica que contó, de manera original, los orígenes y evolución del mueble italiano hasta nuestros días y que tuvo como base el hecho de como, en este mundo en particular, es reconocida la calidad y originalidad de las creaciones italianas

Por esta razón, el gobierno local de Milán y los organizadores de Cosmit, se propusieron recuperar y exhibir exclusivamente, en este espacio, las más sobresalientes piezas de mobiliario que le han servido a esta industria como referente cultural en los últimos 500 años, en una muestra que hicieron extensiva en el tiempo pues estará abierta hasta el 21 de junio de 2009, en el Palacio Real de Milán.

Un segundo espacio de interacción con el mundo del mobiliario fue ‘Eurococina y Exhibición Internacional del mobiliario para baños’, muestra especializada en mobiliario y decoración para la cocina y el baño, y que en esta versión exhibió para estos espacios, piezas cargadas de funcionalidad, belleza y resistencia para soportar el uso cotidiano.

‘Euroluce’, como cada dos años, se encargó de enseñar a propios y visitantes las principales novedades en cuanto iluminación se refiere. Esta vez, el triunfo total de la tecnología LED, la miniturización de las piezas de iluminación, y la predominante influencia del estilo chandelier (araña), fueron los protagonistas. Además de los diseños, Euroluce enseñó a través de su programa académico y del programa Design of Designers, exclusivo para las universidades y escuelas de diseño, las  tendencias –cada vez más tendientes a los conceptos de sostenibilidad y eficiencia energética– que “iluminarán” los espacios urbanos, públicos, domésticos o de oficina durante los próximos dos años.

I=N=V=O=C=A=T=I=O=N, fue otro más de los eventos que también tuvo como eje central la iluminación, pero especializado en las nuevas tecnologías como la neón.

Finalmente, se desarrolló en este marco de los escenarios para la actualización, el disfrute y el conocimiento, el Salón Satélite 2009 que, en su 12a versión tomó el concepto de “bienestar” para convertirlo en ideas concretas que “benefician” el cuerpo, la mente y el alma, es decir comodidad aplicada a las acciones de sentarse, dormir, trabajar, comer o descansar

Así, un total de 702 jóvenes de 22 escuelas de diseño provenientes de 14 países  –entre ellos India, Polonia, San Marino, Rusia, Serbia– enseñaron propuestas en las que primó la idea del “diseño como medio para ofrecer calidad de vida y construir un mundo mejor para todos.

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 Cuando los Sueños y la Crisis se Conjugan

Particularmente, el Salón Internacional del Mueble de Milán 2009 –y a pesar de la crisis–, se caracterizó por el interés de las firmas fabricantes en usar materiales novedosos, desarrollados a partir de la investigación e implementar procesos que en aras a superar los tragos amargos del actual momento económico, representen un ahorro en los costos de elaboración de sus creaciones y, por consiguiente, en los precios de las piezas en el mercado.

Como ejemplo de este esfuerzo y en aras de conquistar al consumidor final, el Salón Internacional de Mueble se centró en temas como el mundo del arte, de la naturaleza y de la moda, los diseñadores concibieron y revelaron piezas que bien pueden llegar a representar los “sueños cumplidos” de los consumidores, o su refugio, en medio de una realidad presente algo difícil.

Para lo anterior, los diseñadores acudieron a las fibras naturales, la madera, las fibras sintéticas, el plástico, o los hilos procesados en técnicas como el croché; como los materiales favoritos a través de los cuales dieron rienda suelta a su creatividad, enmarcándolo todo en tendencias muy puntuales.

De vuelta al minimalismo, podría llamarse una de ellas, un retorno que se da gracias a que éste es un estilo que permite que los productos superen las modas y duren a lo largo del tiempo. En contraposición a la tendencia “entre más, mejor” predominante en los últimos años, dicha tendencia tiene como objetivo crear muebles y piezas decorativas coherentes, originales y al servicio y deleite del consumidor, pero también durables, útiles en el tiempo, y perdurables en la medida que deben conservar el toque de elegancia y exquisitez que el minimalismo otorga a los espacios.

Precisamente, dos de sus más destacados exponentes: el británico Jasper Morrison con su silla “Trattoria” para la firma Magis; y el japones Naoto Fukasawa quien diseñó para la casa Driade, el diván “Yume”, condensaron en sus creaciones, expuestas en la feria, los anteriores preceptos y de paso respondieron a la inquietud del consumidos actual: ¿Para qué pagar más por un objeto que en un par de años no me va a servir?

Otra de las tendencias marcadas en mobiliario es la reducción de los tamaños, la simplicidad de las formas para hacerlos más versátiles y ajustados a los hogares de hoy –un alejamiento del concepto “gigante” para dar paso a muebles más amables especialmente para las áreas sociales– y la importancia de la funcionalidad como concepto sobre todo en muebles de comedor. Como ejemplos se exhibieron, la mesa expandible ‘Atlantide’ de Marco Acerbis,  la biblioteca ‘NXT’ de Piero Lissoni para la marca Porro y, también para Driade, la silla ‘Lisa’ de Laudani&Romanelli.

Una tercera línea de diseño, bien demarcada y revelada en el marco del evento fue igualmente, Chef d’oeuvres: un estilo propio de las décadas de los 50 y 60, y que regresa en el 2009 como “referente cultural” y como “el mecanismo a través del cual la memoria histórica es redescubierta y reinterpretada. Con reediciones autorizadas de sus originales se destacaron el sofá de Giuseppe Chigiotti para Driade, la colección de sillas elaboradas en madera de Rodolfo Dordoni, y la ‘lounge ch air’ de Christophe Pillet’s para Offecct.

El mundo del arte, la moda y la naturaleza, representaron otras más de las tendencias que en mobiliario, impone la industria y que conquistan el mercado actualmente, en la medida que son apropiadas como pilares para el diseño de piezas cercanas al consumidor, a sus gustos, sus ideales y sus sueños. En este sentido cabe resaltar la importancia que se dio a los muebles de exterior inspirados en el arte primitivo, con acabados arrugados e imperfectos, y con el doble propósito de servir también para los espacios interiores.

Particularmente, en la relación entre mueble y naturaleza, sigue predominando la idea del “regreso a los natural”, con diferentes connotaciones aprovechando las infinitas posibilidades que la ésta ofrece: desde la apariencia rústica y mate de la tierra hasta los efectos brillantes y luminosos de una puesta de sol, pasando por las apariencias vegetales, maderables o transparentes.

Propias de esta corriente, se destacaron la “Silla Vegetal” de los hermanos Bouroullec para Vitra; la colección de sofás y sillas diseñadas por Patricia Urquiola para la firma Moroso, o la mesa “Loi6” de Philippe Bestenheider para F.lli Boffi.

Para el caso del arte, este se vio representado en el rescate de lo étnico, una tendencia que abrió la discusión sobre la “crisis de identidad”, la globalización y lo local, sobre lo producido en serie y lo elaborado manualmente. Aquí, se propuso rescatar lo primitivo y lo tribal con el fin único de imaginar un viaje, en esta ocasión, hacia el continente africano y el asiático. Para resaltar, la propuesta de la firma Moroso “Afrique” a través de la cual sus diseñadores más destacados presentaron un performance a la altura de la ocasión.

El mundo de la moda, por su parte, se refirió al lujo, a la elegancia, a la delicadeza de las formas logradas a través del color, los materiales, los detalles, los accesorios y el diseño. Como ejemplo, el escritorio de Francesc Rifé para Artelano, el sofá “Cipria” de Fernando y Humberto Campana’ para Edra.

Finalmente –y aunque no marcó una tendencia como tal– cabe resaltar la importancia que en esta versión del Salón Internacional del Mueble tuvo el mobiliario infantil, el cual se ha convertido en uno de los más especializados en cuanto al manejo de las formas, los colores y las texturas propias del mundo mágico de los pequeños y que es materializado originalmente y a su gusto, por grandes profesionales del diseño.

Fuentes:

  • Oficina de prensa Cosmit.
  • Revista 90+10

 

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