Sembrando Futuro en la Región de Córdoba

Con el objetivo de promover la producción de madera y sus derivados en la costa atlántica, se creó hace siete años, una de las agrocadenas más importantes de Colombia, la Cadena Forestal de Córdoba, cuyo radio de acción abarca la totalidad de los municipios de este departamento y hoy muestra resultados muy positivos.

Aportar al autoabastecimiento del mercado nacional, así como convertir la zona costera del país en una exportadora de madera y sus productos derivados, han sido dos de los principales objetivos de lo que hoy en día es la Cadena Forestal de Córdoba; una organización gremial que articula tres fases de la actividad forestal: la producción, la transformación y la comercialización de la madera, para lograr productividad y competitividad en la fabricación y oferta de productos como laminados, tableros, contrachapados, chapillas y muebles.

Este organismo -que hace parte de las 28 agrocadenas productivas (1) promovidas y apoyadas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia- se destaca como una de las más importantes del país gracias a los resultados obtenidos hasta la fecha.

Luego de siete años de trabajo y de las 10.000 hectáreas de plantaciones forestales registradas en el año 2001 en el departamento, hoy existen cerca de 23.000 hectáreas de plantaciones forestales sembradas con valiosas especies nativas e introducidas, un importante logro alcanzado por los más de 500 socios de este modelo, -que trabajan en distintos frentes- y que se han fijado como meta solidifica “una cadena productiva de particulares para particulares”.

El Primer Eslabón de la Cadena

Colombia cuenta en la actualidad con aproximadamente 25 millones de hectáreas susceptibles de ser sembradas con cultivos forestales (2), cifra ésta que, unidas a la necesidad imperante de suplir la demanda de madera local y revertir su papel de importador de madera y subproductos, han incentivado el establecimiento de plantaciones con fines industriales desde hace varios años.

De hecho, según lo revelan datos recopilados por la Asociación Colombiana de Ingenieros Forestales -ACIF, las primeras prácticas de plantaciones forestales en el país inician en la década de los 60, sin embargo su establecimiento y desarrollo programado arranca realmente en mayo del año 2000, cuando el Gobierno Nacional ve la necesidad de implementar un proyecto que le permitiera al país autoabastecerse y competir en el mercado mundial de la madera y sus derivados, sin exponer sus bosques naturales y nativos a la tala indiscriminada.

Fueron las cadenas agroproductivas forestales -bajo la sombra del gran Acuerdo de Competitividad y luego de la expedición del programa de oferta agropecuaria Proagro que les dio forma de política nacional sectorial- la figura que se sentó las bases para la regulación de esta práctica y que consideró en su momento, las condiciones necesarias para el desarrollo apropiado del sector, el aporte de la empresa privada a través del establecimiento de plantaciones tecnificadas y los logros nacionales alcanzados en manejo silvicultural de bosques naturales productivos.

La Cadena Forestal de Córdoba -resultado de esta medida de integración- nació formalmente en octubre de 2001 con la firma del acuerdo entre el Gobierno nacional (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, FINAGRO), organismos de investigación CONIF, reforestadores, transformadores y comercializadores de la región, la empresa privada y la banca (Banco Agrario) y se propuso -al igual que las demás cadenas conformadas en el país- reunir a todos los actores y convocarlos a trabajar conjuntamente para solucionar los problemas del sector.

Así pues, se establecieron las directrices, estrategias y objetivos de la cadena para garantizar su viabilidad, sostenibilidad y desarrollo; de hecho, el ‘Acuerdo Regional de Competitividad para la Cadena Forestal en el Departamento de Córdoba’, sentó como finalidad: aportar al aumento de la producción nacional de madera a través del establecimiento de una industria sostenible y competitiva, capaz responder a la demanda nacional, considerando la escasez que el mercado registra de madera proveniente de plantaciones forestales.

Según Martha Rincón, gerente de FORCARIBE (3), la cadena cuenta hoy con más de 500 socios activos de carácter privado -como 3F Kanguroid, Refopal, Compañía Ganadera Pomeno, Ganados y Madera Gamal, Reforestadora del Caribe y Familia Forestal Fernández- que trabajan mancomunadamente para cumplir los lineamientos estipulados en la ley 811 de 2003 y que buscan, entre otros objetivos: disminuir costos de producción y transacción entre los actores de la cadena, establecer alianzas estratégicas, mejorar la información entre los eslabones, capacitar al recurso humano y vincular en la cadena, a los pequeños empresarios y productores de la región.

Para cumplir estos fines, la Cadena creo como cabeza al Consejo Regional de Competitividad, órgano integrado por la junta directiva de FORCARIBE, académicos y técnicos especialistas en madera para que se encargue  del diseño de las pautas de trabajo regional, discuta temas prioritarios para el sector y represente la regional frente al consejo nacional; e igualmente, creó un comité técnico conformado por: CVS, Corpoica, KANGUROID, Banco Agrario, Banco Popular, representantes de los productores, gremios, reforestadores y viveristas de la región, para verificar los procesos productivos y económicos del sector.

A la fecha, la cadena que abarca un basto núcleo forestal integrado por municipios tan representativos como Tierralta, Planeta Rica y Ciénaga de Oro entre otros, ha mostrado importantes logros.

Por ejemplo, al momento de la firma del Acuerdo Regional de Competitividad, y según un diagnóstico estratégico previo, existían cerca de 700.000 Ha de bosque primario y secundario y 10.000 Ha de plantaciones forestales. En la actualidad, existen en el departamento de Córdoba cerca de 550. 000 Ha de bosque natural (primario y secundario) y aproximadamente 23.000 Ha de plantaciones forestales, cuya base está compuesta por especies maderables nativas e introducidas (Acacia, Teca, Roble, Frijolito, Pino y eucalipto entre otras).

“Como núcleo forestal, hemos sido catalogados entre los de mayor potencial en el país, dada nuestra superficie cultivable con una aptitud forestal de casi 800.000 Ha, y una capacidad operativa que se ha desarrollado a lo largo de siete años en el departamento”, afirma Martha Rincón.

En el último trimestre del año 2007 y debido al ciclo de lluvias que debió soportar la región de Córdoba, se sembraron 188 hectáreas en total, de las cuales, 95 fueron cultivadas con la especie Acacia, 33 con Eucaliptus, 25 con Roble, 20 con Cedro y 15 con Vara de Humo. Para finales de 2008, la Cadena Forestal de Córdoba espera sembrar cerca de 3.540 Ha, con especies de Acacia, Teca, Vara de Humo, Gmelina, Eucalipto y Ceiba.

 Propósitos, Acciones y Metas

  • Si bien es cierto que el propósito fundamental de la Cadena Forestal de Córdoba es la producción de madera y sus derivados mediante prácticas sostenibles, también existen otros propósitos, actividades, compromisos y acciones para asegurar el cumplimiento de sus metas y el buen desarrollo de los proyectos y que han sido consignados en el Acuerdo Regional por los diferentes actores y miembros de la cadena; entre los más relevantes se encuentran:
  • Incrementar la producción forestal para uso comercial: Para lo cual se han establecido acciones tales como el uso de semillas certificadas, mecanización y tecnificación adecuada de los suelos para hacerlos más aptos para la siembra, fertilización óptima, análisis de suelos y nutrición de las especies maderables.
  • Mejorar los niveles e indicadores de competitividad: Cada eslabón de la cadena estableció compromisos específicos en sus áreas de trabajo y desarrollo:
  • Del Productor Forestal: los productores se comprometieron a acatar el “Plan del Núcleo”, programa establecido para mejorar las especies utilizando semillas certificadas y manejos forestales con asistencia técnica reconocida en pro de generar mejores árboles y obtener madera de mejor calidad.
  • Del Comprador: los compradores (Industria o Comerciantes) se comprometieron a comprar el producto nacional, bajo estándares de calidad y evitar de esta forma, el consumo de maderas importadas, ya que las nacionales pueden competir en precio con las importadas.
  • De la industria transformadora de madera: Este sector debe estimular la incorporación de nuevas técnicas transformadoras en la región o núcleo forestal.
  • Aprovechamiento con fines comerciales de los bosques nativos: mediante la implementación de planes sostenibles y procesos silviculturales adecuados se escoge los mejores individuos del bosque para, a partir de ellos, generar bosques forestales con excelentes cualidades.
  • Fomentar la integración entre productores (madera) y fabricantes (productos): a través de ruedas de negocios, en las que las partes puedan exponer y vender directamente. Además, se fomenta la búsqueda conjunta de fuentes de materia prima y recursos financieros, a través de la formulación de proyectos direccionados a entidades o programas de financiación en el sector agropecuario.
  • Promover el adecuado uso del CIF y del ICR (Ver cuadro 1): velando que los proyectos presentados, se cumplan y logren el incremento de los créditos a largo plazo para lograr la financiación adecuada del sector.
  • Diseñar una visión estratégica de las variedades de madera aprovechables y establecer centros de investigación y mejoramiento genético para las especies nativas: dichos están a cargo de las entidades que tradicionalmente se han ocupado del tema como la Universidad de Córdoba y CORPOICA (en arreglos agroforestales y monocultivo). Algunas de las más grandes empresas reforestadoras en la región han emprendido programas de mejoramiento genético con especies introducidas de grandes rendimientos volumétricos. Todo lo anterior en las modalidades de cooperación y convenios de investigación financiados por el Estado, al cual se accede mediante convocatoria.
  • Fomentar la investigación, capacitación y transferencia en tecnología forestal (4): Para tal fin, las universidades de la región aportan su conocimiento y capacitan a los diferentes actores de la cadena, en áreas específicas como biotecnología y silvicultura clonal.

Vale señalar que, en materia de recursos y participación de los miembros, cada una de las empresas asociadas a la Cadena Forestal de Córdoba, invierten al año cerca de 2 millones y medio de pesos por hectárea de plantación, para cumplir con éxito, los propósitos ya enunciados.

Los aportes económicos, que se entregan mensualmente, según el número de hectáreas con proyectos forestales comerciales, también varían para cada miembro de acuerdo a una política de subsidio en la que los grandes aportantes apoyan la participación del pequeño de menor capacidad.

Paralelamente, los miembros de la cadena que cuentan con capacidad financiera, tecnología de punta e investigación forestal; aportan con logística y acompañamiento los procesos de formación y capacitación de personal. Según Martha Rincón, el Gobierno Nacional, también invirtió hasta el 2007, una importante cifra para este concepto.

Adicional, la cadena vende productos y servicios forestales que generan ingresos adicionales

 De otro lado y según cifras del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura – ICCA y el Observatorio Agrocadenas de Colombia del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en Colombia el sector productivo de Silvicultura y Extracción de Madera, representa sólo el 0.2% del PIB nacional y el 1.1% del PIB agropecuario, cifras que demuestran como, a pesar de ser Colombia un país con fortalezas en materia silvícola, no es una potencia exportadora de madera.

Por eso, y para revertir este hecho alcanzando mayor competitividad, los miembros de la Cadena Forestal de Córdoba, han orientado proyectos para consolidar y fortalecer su sector (Ver tabla 2), en áreas como producción, manejo, transformación, comercialización y capacitación de personal; y tres megaproyectos, cada uno con líneas de acción, directrices y programas establecidos, claros.

La financiación de todos los proyectos, programas y acciones adelantadas por la cadena productiva también la realizan los asociados, quienes aportan y contribuyen de acuerdo a su capacidad y al área de sus proyectos reforestadotes; según Martha Rincón, la mayor parte de los miembros aportantes pertenece al sector reforestador.

El crédito y financiamiento de los recursos necesarios para el cumplimiento de las metas de reforestación son, según lo estipulado en el Acuerdo Regional, competencia de FINAGRO, el Banco Agrario y los demás intermediarios financieros, que también se encargan de socializar la política de crédito.

Buenas Relaciones, Buenos Resultados

A la fecha, y gracias al compromiso decidido de todos y cada uno de los miembros que componen la Cadena Forestal de Córdoba, ésta ha conseguido significativos avances que benefician la economía y el sector forestal nacional y regional.

En el 2002, por ejemplo, sembró cerca de 3.300 hectáreas con recursos del CIF, de las 10.000 que se habían contemplado en el Acuerdo Regional, empleando especies de valor comercial en áreas de aptitud forestal y en cabeza de los miembros asociados, logró apoyo y capacitación de entes internacionales como la República Checa, para reforestación, producción de plántulas, selección de semillas y árboles plus, plantaciones generadas a partir de procesos especiales, silvicultura clonal, y creación de la biofábrica (5).

Pero el apoyo ha llegado también de importantes alas de la sociedad como la academia y en este sentido, la universidades regionales y otras nacionales, han venido apoyando los diferentes procesos formativos en áreas relacionadas con manejo silvicultural de “podas y entresacas”; Control y manejo fitosanitario; Establecimiento de plantaciones forestales; Planificación de plantaciones forestales y Producción de material vegetal, asistido por personal altamente calificado en cada línea.

La metodología usada en las capacitaciones que dicta la academia, es la estructura teórico-práctica, en la que se lleva al participante al campo a fin de ver aplicado el concepto estudiado y para que desarrolle en sitio, los conceptos formulados en el aula.

Gracias a la gestión adelantada por los diferentes eslabones, esta Cadena ha celebrado alianzas entre viveristas, reforestadores y el sector educativo de la región, con la Universidad de Córdoba a la cabeza, y adelantado proyectos especiales en las disciplinas de biotecnología forestal y producción de material de vivero. Otro resultado importante que hasta la fecha logra el ente, es la capacitación de más de 80 personas asociadas a la agroforestería y aprovechamiento integral de las plantaciones forestales.

En lo referente a los productos, la Cadena cuenta con una amplia gama que cubre varios sectores y que tienen como destino los mercados de Medellín, la Costa atlántica y obviamente, el departamento en cuya base está su núcleo.

Del Compromiso Social y las Metas

La Cadena Forestal de Córdoba ha tenido como prioridad, desde su inicio, vincular en sus procesos a los sectores menos favorecidos de la región y que convergen en su área de influencia; de allí que los proyectos forestales comunitarios que se adelantan en zonas como la de Valencia, Cienaga de Oro, Tierralta y Planeta Rica desarrollen -auspiciadas por la cadena- diferentes actividades demostrativas en las que se aprovecha el intercambio de experiencias y conocimiento           que ofrecen desde el gran reforestador hasta los medianos y más pequeños eslabones de la cadena.

Igualmente y paralelo al trabajo conjunto con las comunidades para la estructuración y creación de empresas asociativas forestales, la cadena genera valiosos empleos para los habitantes de la zona. La actividad reforestadora crea en promedio, seis empleos directos por hectárea y cuando se combinan empleos directos y temporales (labores en plantación forestal comercial de gran extensión), en suma se generan hasta 60 jornales por hectárea.

Principalmente, la cadena ocupa mano de obra familiar de las comunidades campesinas de zonas aledañas; algunos proyectos de gran escala vinculan ocasionalmente una mayor cantidad de trabajadores, propios de la región donde se ubican los bosques, como es el caso de Tierralta con la Reforestadora 3F, y Puerto Libertador con la Reforestadora del Caribe.

A nivel de metas, desde la conformación de la Cadena Forestal y con la firma del acuerdo regional, se dejaron claras las metas que ésta debe cumplir para lograr sus objetivos en materia de competitividad y sostenibilidad; en este sentido todos los asociados, indistintamente de su capacidad productora, está obligados a realizar acciones para hacer posible el cumplimiento de los objetivos trazados, desde el año 2001.

En lo referente a las metas de siembra, por ejemplo, se contempla que a 25 años, las hectáreas sembradas de las especies Teca, Cedro, Roble, Ceiba, Melina y Balso, deben superar las 200 mil, área que según estima esta cadena, asegurará un abastecimiento de materia prima para el mercado regional y nacional, además de numerosas exportaciones de productos elaborados en madera.

Precisamente, las metas propuestas para los subproductos son también ambiciosas, la cadena forestal espera alcanzar un elevado crecimiento en la producción de madera aserrada y en la elaboración de puertas, marcos, piezas, partes, laminados, chapillas, muebles y tableros entre otros, de hecho, espera que en 20 años, la venta de madera para aserrío le genere más de 4.000 millones de dólares.

La industria de la madera en Colombia se vislumbra como uno de los negocios más rentables y competitivos para el país, sobre todo si se tiene en cuenta que la consecución de la Cadena Forestal de Córdoba, permite la viabilidad, operatividad y sobre todo competitividad de un sector que está en pleno desarrollo.

Fuentes:

  • Martha Cecilia Rincón. Gerente Forcaribe. forcaribe@edatel.net.co
  • Acuerdo Regional de Competitividad para la Cadena Forestal en el Departamento de Córdoba.
  • Documento de trabajo No 95 ‘Características y Estructura del Sector Forestal-Madera-Mueble en Colombia. Una Mirada de su Estructura y Dinámica 1995 a 2005’. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Observtorio Agrocadenas Colombia.
  • Observatorio Agrocadenas de Colombia
  • agronet.gov.cowww.agrocadenas.gov.cowww.dnp.gov.co

Citas:

  • Conjunto de personas y organizaciones que hacen parte de un proceso productivo y que interactúan técnica y económicamente para llevar, hasta el consumidor final, un determinado producto o servicio. Cada actor u organización cumple en la cadena, una actividad u oficio. En Colombia, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural adelanta la política de cadenas productivas, en el marco normativo de la ley 811 del 2003. Para que una organización de cadena sea reconocida, es necesario que sus actores adelanten un ejercicio de diálogo y concertación, a partir del cual se crea el Acuerdo Sectorial de Competitividad (ASC). Fuente: www.agronet.gov.co
  • Cifras citadas en el documento de trabajo No 95 ‘Características y Estructura del Sector Forestal-Madera-Mueble en Colombia. Una Mirada de su Estructura y Dinámica 1995 a 2005”. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Observtorio Agrocadenas Colombia’.
  • Ente gremial, creado el 18 de enero de 2002, para ejercer la personería jurídica y la Secretaria Técnica de la Cadena Forestal de Córdoba.
  • Sección B, Fundamentos del Acuerdo Regional.
  • Centro de producción masiva de plantas y semillas que, mediante una amplia selección de árboles plus o superiores -con características fenotípicas muy definidas para un objetivo concreto- produce árboles maderables muy productivos y con unas características especiales que aseguran una reforestación exitosa.

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