Sistemas de Empaque y Embalaje: Para la Protección Eficaz de su Producto

Paola Andrea Ruíz Rojas

Periodista M&M

Seleccionar un sistema adecuado para el empaque y embalaje de productos, garantiza que al almacenarlos, comercializarlos y transportarlos, se preserven no sólo sus cualidades y características, sino esencialmente su calidad.

El proceso de empaquetamiento y embalaje es, sin lugar a dudas, un eslabón de gran importancia en la producción industrial, ya que de él depende la protección de los productos frente a los riesgos que pueden enfrentar en los diferentes ciclos de la cadena de distribución. De hecho, es tan relevante este aspecto, que existen normas y leyes que regulan y establecen requisitos de empaque y embalaje de acuerdo a cada producto y a cada país, donde se realiza su comercialización.

En la actualidad, factores como el desempeño de la economía mundial, el estilo de vida consumista y hasta el cambio demográfico, afectan el mercado de empaques y embalajes; hasta el punto que se están generando grandes transformaciones, capaces de influenciar de manera directa los requerimientos, gustos y costumbres de los consumidores, ya que hoy en día, los clientes basan sus decisiones de compra y adquisición de productos no sólo por las características de éstos, sino por aspectos como la empaquetadura.

Para el caso de los productos hechos en madera, como los utensilios decorativos, los muebles RTA, las cocinas y otro tipo de mobiliario, los sistemas de empaque y embalaje representan un punto vital para su protección ya que minimizan la posibilidad de daños, rompimientos, rasguños y averías, sobre todo en eventos de distribución extensa como el almacenamiento y la exportación.

Vale aclarar, antes de entrar en materia, que empaque y embalaje son dos conceptos diferentes: el primero se aplica a todo producto desarrollado –en cualquier material– para contener, proteger, manipular, presentar, distribuir e incluso publicitar mercancía; y el segundo, hace referencia a la preparación de la carga, en su forma más óptima para transporte, despacho y demás operaciones relacionadas con el proceso de exportación o distribución interna. El embalaje, además, facilita entre otros aspectos el manejo en la tarifa de fletes, el manipuleo de la carga, el almacenamiento y la unitarización (1)

Así, tanto empaques como embalajes cumplen varias funciones: desde lo social por ejemplo, mejoran la eficacia en la distribución, facilitan al consumidor final la información sobre el producto, y permiten el acceso de todo tipo de mercancías, a todas las geografías en el mundo; desde la mercadología (2), apoyan una localización, identificación, información, seducción y servicio, eficientes.

Los Materiales…

La selección del empaque y el embalaje adecuado no es una labor tan sencilla como parece, por el contrario son necesarios conocimientos a fondo sobre la compatibilidad del empaque con el producto, la resistencia mecánica del material, su conveniencia y disponibilidad, las propiedades de protección y estabilidad, sus costos, y aspectos mercadológicos, para cumplirla.

Sin embargo, antes de contemplar los aspectos mencionados, es preciso establecer el tipo de protección que el producto necesita, teniendo en cuenta sobre todo que, para el caso de mercancías elaboradas con más de un material, se requieren protecciones diferentes según las posibles eventualidades.

Entre los materiales más comunes utilizados en los sistemas de empaque para la industria de la madera y el mueble, están:

  • Papel: se utiliza esencialmente para envoltorios adicionales a los empaques o embalajes, pues ofrece protección a la luz, el polvo y preserva los productos de la humedad del ambiente, lo que permite retrasar los deterioros causados por estos hechos. Al no ofrecer resistencia mecánica es inapropiado para proteger productos trabajados en trayectos largos, cadenas de distribución externa y periodos prolongados de almacenamiento.
  • Cartón corrugado: es la materia prima preferida para el empaquetamiento de artículos propios de la industria del mueble, con él se pueden envolver artículos de manera directa, o armar cajas. De acuerdo a su estructura, el cartón se divide en simple cara, doble cara y doble doble, y su resistencia varía de acuerdo al tipo de onda: tipo A (5.0 mm), tipo B (3.0 mm), tipo C (4.0 mm) y tipo E (1.5 mm). A mayores ondulaciones por metro, la superficie se hace más lisa y la onda más rígida lo que favorece la disminución de defectos causados por el aplastamiento.
  • Plástico: es uno de los materiales que mayores ventajas ofrece gracias a su ligereza, flexibilidad, buena inercia química, amplia resistencia mecánica, posibilidades de manejo, diversidad, y la gran variedad de soluciones, hechos que lo convierten en un componente relevante para la industria. Entre los plásticos más utilizados están: el pvc, el polietileno, el polipropileno, el poliestireno, el policloruro de vinilideno, el poliéster (pet), y el policarbonato.

Existen dos desarrollos importantes derivados del plástico y que son, actualmente, de gran uso en el empaque y embalaje de productos de madera:

  • Polietileno Termoencogible: es el material más utilizado para el recubrimiento de las cajas en las que se empaquetan los muebles tradicionales y los de tipo RTA pues, gracias a su perfecto sellamiento, evita las pérdidas por saqueo en los almacenes de cadena y garantiza además, su adecuado apilamiento. En muchos casos, el polietileno termoencogible reemplaza las cajas de cartón corrugado dado que brinda excelentes propiedades mecánicas, ópticas y de resistencia.
  • Películas Estirables: la primera aparición de este componente data de 1975, y hasta la fecha registra una evolución considerable, tanto en materiales como en calibres y presentaciones. En la actualidad, existen películas hechas con el ancho, calibre y longitud adecuada para su uso manual con aditamentos tipo bastón y tipo hand saber; así como también aquellas que alcanzan estiramientos constantes superiores al 300 por ciento, y de uso exclusivo en máquinas automáticas. El papel film se puede encontrar de diversos colores y anchos.
  • Madera: aunque su uso no es tan habitual en el empaquetamiento de muebles y productos derivados de madera, sí se utiliza, en especial para proteger elementos que deben someterse a cadenas de distribución severas o que merezcan de especial cuidado, como las piezas de diseño único o de colección.
  • Espumas e icopor: se utilizan para ayudar a aislar el producto de choques y vibraciones, se les conoce como elementos de amortiguamiento.
  • Materiales complejos o compuestos: en este grupo están aquellos materiales formados por dos o más elementos.

La industria del empaque y el embalaje ha diseñando soluciones y materiales que ayudan a optimizar los procesos de empaquetamiento, en la actualidad y además de los productos tradicionales como cajas, bolsas, sacos y guacales, se ofrecen otras protecciones y tecnologías; entre las más frecuentes están:

  • Material de embalaje contra choque y vibración: en las cadenas de transporte y distribución es muy posible que la mercancía sufra daños producidos por golpes, alteraciones en su empaque, choques, mala manipulación o vibraciones ocasionadas por los medios de movilización. Para evitar estos eventos, se han diseñado numerosas aplicaciones:
  • Esquineros: éstos ayudan a preservar tanto las esquinas de las cajas como la de los productos. Existen los fabricados en cartón rígido con espesores entre 0.80” a 5”, anchos de ala de 1.5” a 5” e infinidad de largos. Los hay también de plástico con espesor de 10.0” y ancho de ala de aproximadamente 2”, sin embargo, las especificaciones pueden variar según el fabricante.
  • Codos y protectores para esquinas y bordes: estos elementos creados, específicamente para proteger los bordes y las esquinas de los productos, son elaborados usualmente en cartón o espuma; sin embargo, este último material es el más utilizado ya que crea una barrera eficiente contra golpes, vibraciones humedad y temperatura. Además es más ligero, resistente y alcolchado. Los codos y protectores se fabrican usualmente en forma de L, C, V o U para que puedan adaptarse a las esquinas y curvas de los productos con gran facilidad. Los espesores, longitudes y diámetros pueden variar de acuerdo no sólo al fabricante, sino a las necesidades del cliente.
  • Tableros Honeycomb®: variedad que presenta una estructura –patentada en México–, formada por celdas hexagonales en papel kraft, entre dos líneas del mismo material, unidas con adhesivo. Este modelo constructivo, según la combinación de celdas y espesores ofrecen una sorprendente resistencia para soportar cargas de compresión elevada. Éste es un material liviano, de fácil manipulación y versátil, con él se crean protectores de esquinas y perfiles, así como rellenadores de huecos y plataformas.
  • Buffers: es una solución de amortiguamiento, fabricada, la mayoría de las veces, con tableros de honeycomb® laminado, con “facing” o caras contrapuestas de alto gramaje que pueden variar entre los 200 grms/m² hasta los 400 grms/m². Es ideal para evitar daños en productos sometidos a largas cadenas de distribución, en medios de transporte en los cuales se registren altos niveles de vibración. Se utiliza para recubrir las paredes del medio de transporte y contenedores, o para proteger las bolsas de aire empleadas para llenar espacios vacios.
  • Rellenadores de huecos: para evitar movimientos bruscos que afecten el producto dentro de los empaques o embalajes, se han creado una serie de soluciones como los ‘cacahuates’, pedazos de icopor que se esparcen en los huecos o lugares vacios de la carga y que amortiguan el producto. También existen las bolsas de aire, que de papel o plástico, se inflan y se ubican entre carga y carga para evitar fricciones, golpes o rasguños; o los Void filler colgantes, hechos de cartón corrugado y que cumplen la misma función que las bolsas. Cada una de estas soluciones se puede adaptar fácilmente a las necesidades de longitud y ancho de los productos.
  • Cojines de amortiguación Skidmate: son unidades en forma de rosquilla (donut), creadas con la finalidad de sustituir las guías de deslizamiento y eliminar daños en productos. Suministra un nivel de amortiguación de impacto de 20g –cifra inferior a la aceleración de la gravedad– y se instalan en la parte externa de los embalajes.
  • Sensores de golpe y posición: son dispositivos para la monitorización de aquellos embarques en los que la mercancía no debe moverse de posición y no debe recibir golpes. Ambos se instalan directamente en las cajas del embalaje; en el caso de los primeros, cuando el sensor detecta una manipulación brusca, la ampolla con líquido que lleva instalada, cambia de color. En el caso de los indicadores de posición, se valen de una luz encendida para advertir movimiento.

Las Máquinas…

Pero los desarrollos para facilitar los procesos de empaque no sólo registran avances importantes en el ámbito de los productos, también las maquinarias muestran una evolución para destacar.

Un ejemplo son las máquinas cerradoras, encargadas se sellar automáticamente con cinta o pegante las cajas, y que pueden cerrar hasta 30 de ellas por minuto, cifra que varía según el fabricante. Otras son las flejadoras que, en sus versiones manual, semiautomática y automática, zunchan de 15 a 20 cajas por minuto aproximadamente, aunque su capacidad también depende del modelo y fabricante.

Además, existen las encajadoras automáticas, equipos basados en las formadoras de cajas a los que se les adiciona una unidad de agrupación de producto, encintado de caja, pick and place estándar o robot de manipulación, para lograr un sistema de empaquetamiento capaz de realizar por sí solo, varias funciones. En este tipo de máquina, la producción por minuto no se puede estandarizar, ya que maneja muchas variables de tipo operacional; sin embargo, empacan, en promedio, 10 cajas por minuto. Estas máquinas son diseñadas básicamente para servir en industrias de producciones en serie.

Otra tecnología importante al servicio del embalaje, es el que ofrece la máquina envolvedora, que utiliza película film o estirable. Este tipo de equipo, conocido también como enfarfadora, fue diseñado para maximizar los tiempos de empaque, material, costos y seguridad de operación, a través de una amplia variedad de referencias y modelos constructivos.

Entre ellos están las hay verticales de mesa giratoria con una potencia de pre estiramiento de film hasta de un 50 por ciento más en comparación con ajuste de mano. Pueden envolver todo tipo de producto y pallets de dimensiones que no sobrepasen las del plato giratorio y las del alto de la máquina; existen también verticales de brazo giratorio en las que el elemento a embalar se queda estático y es el brazo giratorio el que se mueve en torno a la carga; y las verticales tipo robot autopropulsado –más versátiles que las de brazo giratorio–portátiles, que pueden utilizarse en espacios reducidos y cuentan con panel de control equipado con funciones y parámetros de fácil manejo y operación.

Por su parte, las máquinas envolvedoras horizontales compactas manuales y automáticas, basan su principio de operación en mover los productos a través de una banda transportadora hasta un anillo en el que se ubica el carrete con el film y que gira 360 grados a través de la pieza. En este mismo aro, están ubicadas las unidades de presión vertical que garantiza la estabilización correcta del producto durante los flejes y la unidad de corte

Las máquinas automáticas de este tipo son controladas mediante un panel tipo PC; mientras que las manuales son accionadas con un pedal. Existen versiones robustas de este tipo de maquinaria, cualquiera de ellas resulta ideal para envolver productos largos como guardaescobas, lámparas y parales, entre otros.

En el mercado existe un abanico amplio de posibilidades, en cuanto a materiales y equipos se refiere, para lograr perfectos embalajes y empaques, sin embargo, antes de decidirse por alguno en especial, y sobre todo si es exportador, es preciso que conozca la normatividad vigente del país hacia donde viaja la mercancía, para, con base en ella, elegir los que mejor se acomoden a sus condiciones de trabajo.

  • Cita:
  1. Unidad de carga o unitarización: agrupación de embalajes en una carga compacta de mayor tamaño, que se maneja como una sola unidad, lo que reduce superficies de almacenamiento, facilita operaciones de manipulación de mercancías y favorece labores logísticas.
  2. Mercadología: ciencia que estudia el mercado y que contempla su análisis en el mundo contemporáneo, fuertemente influido por decisiones político-económicas como la apertura y la globalización, entre otras. Esta visión se fundamenta en la interpretación del mercado para conocer la influencia que, en las decisiones comerciales, tienen las relaciones culturales y el comportamiento social del hombre.

 

NOTA: LOS TRES CUADROS ESTAN EN EL ARCHIVO DE WORD: CUADROS ART. EMPAQUES Y EMBALAJES

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