Muebles Mínimo Desperdicio: Cuando Menos, es Más

Alexandra Colorado Castro

Periodista M&M

Uso racional de los recursos, procesos productivos prácticos a través del aprovechamiento de equipos CNC, nuevas posibilidades de mercado para los tableros de partículas, novedosas configuraciones que retan diseñadores y seducen compradores; son algunas de las consideraciones que lleva implícito, el inexplorado proceso de fabricar muebles a partir del ‘Mínimo desperdicio’.

“Ahorro”, es una palabra clave en la cotidianidad de las empresas y es también uno de los propósitos principales de las mismas, gracias a esa estrecha relación que tiene el término, con otros como “rentabilidad” y “ganancia”.

En este sentido, la gestión del mínimo desperdicio para el diseño y fabricación de muebles, se ha postulado desde sus inicios –en la década de los años setenta– como una forma de planeación y racionalización de los recursos y los procesos de producción para evitar, principalmente, el desperdicio de materia prima, y generar en cambio, una serie de importantes ventajas derivadas de este manejo.

Así, la estrategia, que analiza cada una de las fases de producción, no sólo considera la planeación del diseño a partir de una correcta conceptualización y de una acertada elección de los materiales en cantidad y calidad para eliminar los riesgos de sobreproducción y re procesos; sino que también contempla aspectos relacionados con el rápido transporte, el fácil almacenamiento de mercancía y la optimización de inventarios, entre otros; lo que significa ahorros importantes de costos y tiempo para el fabricante y por ende, para el cliente final, que se reflejan en el precio.

Pero más allá de las características y requerimientos que implica para las empresas, adelantarla, y de las posibilidades de diseño que abre para ellas; la modalidad de producción bajo el concepto de mínimo desperdicio sugiere además, unas dimensiones mayores en cuanto a nuevos nichos de mercado y negocios, que tienen relación directa con el consumo y el uso de tableros –la materia prima fundamental para la fabricación de los muebles de la línea– y la maquinaría empleada para la transformación del insumo.

Manejo del Concepto en la Industria Colombiana

Según explica el diseñador industrial, Jorge Montaña –uno de los promotores de la gestión ‘mínimo desperdicio’ para muebles, en Colombia– esta hizo su aparición a mediados de la década del 70 (1), de la mano del arquitecto Jaime Gutiérrez Lega –considerado por la academia y la industria como el padre del diseño nacional– quien desarrolló propuestas interesantes a partir del aprovechamiento integral de las láminas de contrachapado, el materia más utilizado en la época.

Los suyos, se constituyeron en los primeros ejemplos de muebles de este tipo en el país. Tras la crisis económica que produjo la caída de la construcción en 1973, las empresas y la sociedad en general demandaban soluciones eficientes a bajos costos que incluían al segmento del mueble; por lo que Lega desarrolló una línea escolar –por solicitud del fabricante de tableros, Pizano S.A– destinada a jardines y guarderías infantiles oficiales que representó un reto para el profesional y que resultó exitosa al punto de ser referencia para otros diseños y diseñadores.

“Aunque la tecnología del momento no hacia el costo de producción tan bajo, como lo deseaban autor y compañía –como si sucedió con otros diseñadores y empresas enfocados en la fabricación de muebles– varios proyectos entraron en producción con gran éxito”, explica Montaña.

alta calidad, así como procesos de producción resultado de implementar las claves de la teoría ‘mínimo desperdicio’ en la industria mobiliaria.

El resultado fue una nueva alternativa para obtener piezas de dimensiones precisas, bajo una producción racionalizada; que exigía los aporte del diseño; que motivó proyectos constructivos aún vigentes como ‘Hágalo con Pizano’ −dirigido a la elaboración de piezas y dispositivos a partir de láminas de contrachapado producidas por esta empresa−; y que ha llevado al desarrollo −junto a los RTA compuestos por piezas rectas− de muebles de componentes curvos que, realmente, representan un reto para la industria del mueble.

Específicamente, sobre este último aspecto −la producción de muebles que incluyen piezas curvas− el paso hacia la tecnología Control Numérico Computarizado – CNC para el corte, dimensionamiento y perforado, ha sido determinante. Durante los años 70, de las máquinas básicas y monofuncionales, el sector evolucionó hacia complejos centros de mecanizado para obtener grande series de muebles −equipos CNC, similares a “impresoras” que reproducen tridimensionalmente cualquier tipo de diseño, incluso aquellos imposibles de obtener con los sistemas tradicionales, que ahora incluyen curvas y calados− y que garantizan versatilidad y economía de procesos.

“Si las posibilidades que nos da el corte vertical ya son infinitas, las máquinas que trabaja en varias dimensiones  −que ya están en Colombia desde su versión más simple hasta las más sofisticada, pero que utilizan principalmente las grandes empresas para su abastecimiento− permiten opciones inimaginables, cortes angulares con variadas perforaciones, hasta complejas tallas programables y ejecutables en pocos minutos”, asegura Montaña.

En este sentido, el reto principal está en que las Pymes −aprovechando la maquinaria existente y de la que se sirven los ya populares centros de servicio para ofrecer el corte, ranurado, calado, entre otros maquinados− también entren en la onda de la “sofisticación” de sus diseños, que pasen del uso de las plantillas a las Rover y produzcan muebles con valor agregado –de formas “orgánicas” que son tan complejas como hermosas e innovadoras en muebles–, fieles a la racionalización de recursos, de manera fácil, y a precios competitivos.

Estudiosos en el campo de los “mínimo desperdicio”, explican que las propuestas de muebles a partir de los tableros aglomerados han ganado complejidad, durante los últimos años, gracias a la búsqueda casi que exclusiva de los diseñadores inquietos por romper la constante industrial de producir, únicamente, obras  de piezas rectas, producto de maquinados fáciles pero pobre diseño.

Hoy, en Colombia, se destacan los muebles ‘mínimo desperdicio’ elaborados por Jorge Montaña, quien afirma que tras esta modalidad de producción y producto existe un promisorio negocio si además de lo ya anotado, los fabricantes de muebles –sin importan su tamaño– trabajan en “personalizar” sus diseños, agregándoles valor a través de la incorporación de tapizados o impresiones especiales, según los gustos expresos del cliente; aunque como en otros aspectos, debe evaluar primero el comportamiento de material base: La madera y/o sus derivados.

Ricardo Blanco, quien la elaboró en tablerolaminado, fue uno de los primeros muebles ‘Un diseño pionero, visionario para su época.

Las Fortalezas y los Desaciertos

 “Usualmente, las estructuras de sofás y poltronas son en madera “ordinaria”, generalmente, sin secado y muchas veces pegadas y clavadas lo que compromete no sólo, la estabilidad estructural del mueble sino que también complica adelantar una producción seriada, a razón de piezas que varían en grosores y medidas que exigen del carpintero, ajustes permanentes”, explica Montaña.

La característica principal que distingue la fabricación a partir del “mínimo desperdicio” –frente a otros procesos industriales– es, básicamente, el aprovechamiento racional para el caso láminas (incluido el desperdicio) que, para el caso de muebles, es el tablero derivado de la madera –en sus distintas versiones–, que ofrece importantes ventajas sobre la madera maciza pero del cual también el diseñador y el fabricante de muebles deben tener conocimiento total para aprovecharlo correctamente.

  • OSB – Oriented Strand Board

Es un tablero de tiras de madera orientadas en cuatro capas que se contraponen para generar gran resistencia estructural, hecho que lo hace ideal para la fabricación de piezas que deban soportar flexión y esfuerzos en distintas direcciones, sin quebrarse. En el proceso de fabricación más común los fabricantes utilizan resinas de fenol formaldehido, un producto con un excelente comportamiento en ambientes con altos contenidos de humedad; sin embargo otros utilizan resinas de Urea formaldehido o MDI, según la aplicación del tablero.

Este producto tiene su antecedente, en 1971, con el tablero de hojuelas; sin embargo la industria,  aprovechando la contraposición de las capas de los Plywoods o contrachapados, que le generan rigidez, fabrican los tableros OSB.

Por su estabilidad estructural, dimensional y comportamiento homogéneo, el uso principal de los tableros OSB se concentra en la fabricación de embalajes y sistemas constructivos secos, pero en Colombia ha ganado un espacio muy importante en decoración, por su textura rústica. La industria del mueble lo utiliza para la fabricación de armazones que requieren tapizado, aunque algunos diseñadores le han apostado a utilizarlo, desnudo y pintado para acabado rústicos atractivos. A nivel de comportamiento mecánico, frente a otros tableros, uno en OSB, ha registrado ser hasta tres veces más resistente que un tablero en MDF y cuatro veces más resistente que uno en aglomerado. “Una lámina de OSB −material excelente para estructuras de sofás y poltronas− de 15 milímetros es equivalente a un contrachapado de 25 mm”, explica Jorge Montaña.

  • MDF – Medium Density Fibreboard

Es un tablero aglomerado de fibras de madera unidas mediante el uso de resinas ureicas. Material uniforme y homogéneo, de buena resistencia estructural y una textura fina que favorece la apariencia y el terminado de sus caras y cantos; lo que también facilita –con equipos de corte manuales o digitales– la obtención de partes curvas, limpias, sin astillas, y asegura piezas pulidas. Se trata de un tablero muy versátil –no estructural– para la elaboración de cualquier tipo de mueble, que permite adelantar procesos como el grabado y que además facilita las labores de ruteado, taladrado y pintado, en general. En la lista, de menor a mayor precio, aparece después del aglomerado y el tablero de partículas.

  • Aglomerado de Partículas PB o MDP

Es un tablero compuesto por partículas de madera unidas entre sí −mediante adhesivos ureicos que le proporcionan un buen comportamiento físico mecánico− formado  por dos capas externas de partículas finas y una capa interna de partículas más gruesas Es también uno de los materiales más usados en la elaboración de muebles por su buena densidad y bajo peso, de allí que sea ideal, por ejemplo, para tapas de mesas. Vale destacar que en materia de acabados, aunque muchos fabricantes de muebles lo usan recubierto con películas decorativas de alta presión, melaminas, foils, chapas de madera natural o lo tapizan, ha crecido la tendencia de utilizarlo “desnudo”, pintado o lacado con su textura expuesta. A nivel de precios, aparece como el primero más económico, entre los tableros.

Aunque, en términos generales registra buen desempeño en los maquinados, tiende a astillarse al ser cortado para obtener con él, piezas curvas complejas; a la vez que hace difícil la fase de pintura en sus cantos; lo que exige el recubrimiento de sus perfiles, con tapacantos o pastas.

  • El mercado ofrece una variedad amplia de tableros para la producción de muebles mínimo desperdicio; la selección depende de la función que cumplirá en el mueble y los acabados deseados en el mismo.

    Tablero Melamínico:

Es un tablero MDF o MDP recubierto por una o ambas caras con películas decorativas impregnadas con resinas melamínicas que forman una sola estructura con el tablero. Es el tablero más utilizado en la industria del mueble RTA por su versatilidad y buen comportamiento en procesos de maquinado. El mercado lo ofrece en diseños unicolores o similares a la madera –lo que da amplias posibilidades de texturas en su cara decorativa−; en varios tamaños (1,53, x 2,44  1,83 x 2,44 y 2,14 x 2,44) y en espesores que varían de 3.0 mm hasta 30.0 mm. La variedad de formatos lo convierte en un tablero adecuado para los programas de optimización, utilizados por los fabricantes de muebles.

En general, los tableros facilitan al diseñador su trabajo creativo; le permiten la planeación precisa del mueble sobre la lámina, y de la producción, bien al detal o en serie; obtener cortes justos; lograr formas poco convencionales; obtener piezas óptimas en resistencia y estética, cumplir el propósito de utilizar la totalidad del material con un importante ahorro de recurso, dinero y tiempo; y lograr diseños imposibles con madera maciza.

Ampliando lo anterior, le ofrecen al fabricante de muebles, frente a las piezas de madera maciza –que aunque registran una justa estructura horizontal y buena flexibilidad para trabajarla por partes y ser ensamblada–, la posibilidad de contar con un rango más amplio de medidas en ancho y largo, gracias al “armado” de nuevas piezas con el pegue de varias láminas, lo que representa mayores resistencias a los esfuerzos, mayores posibilidades de diseño y menor riesgo al quiebre y despegue que puede presentar la madera maciza, unida.

“Si un fabricante tiene, por ejemplo, un tablero MDF de 3.0 milímetros, con una capacidad de flexión aproximada de 350 Kl, puede doblar dichas propiedades si pega dos láminas de las mismas características y obtener una pieza que resista 600 o 700 kilos a la flexión, explica Jaime Giraldo, Asesor Técnico de Masisa Colombia S.A.

La fabricación de muebles mínimo desperdicio a partir de tableros reporta también, como ventaja, una menor exigencia del material –comparado con la madera maciza– a la hora de demandar tratamiento para evitar que se tuerza, abra o se afecte por factores externos como la humedad o los insectos; y el maquinado con equipos de avanzada que favorecen la precisión del dimensionado, de las medidas y una economía ‘transversal’ en el negocio.

La eliminación de reproceso como el rectificado de piezas, el ahorro de tiempos por agilización del armado y ensamble −el sistema, sólo exige el corte y montaje de las piezas semi procesadas para obtener el mueble− y la reducción de materia prima a razón del corte digital –pues éste hace posible obtener los costados en una sola pieza, sin ensambles, con una notable riqueza formal, en un sólo proceso y con rendimientos de entre cinco y seis sillas por lámina; además del corte de telas para tapicería en las medidas exactas y requeridas según las partes en madera –son algunos de los factores asociados al uso de tecnología de corte, que favorecen el mencionado ahorro.

Sin embargo, el aprovechamiento de las ventajas que brindan los tableros –en muebles mínimo desperdicio, o en cualquier otra aplicación– exige el conocimiento de sus propiedades mecánicas y físicas; al respecto Jaime Humberto Giraldo asegura antes de usarlos, tanto diseñadores como el fabricante del mueble deben comparar y evaluar los valores de densidad, resistencia, flexión (módulo de elasticidad), tracción (módulo de tracción), o humedad (ver tabla 1), propios de la madera y sus derivados para definir esfuerzos, comportamientos y resistencias,  no solo del material sino de los elementos que integre el mueble.

“Conocer las propiedades del material no solo sirve para establecer comportamientos estructurales, también deja saber qué tablero ofrece una mayor fijación del tornillo, cuál presenta mayor capacidad de pegue, cuál muestra mejor estabilidad a los cambios climáticos o cuál, mayor resistencia a la fricción”, asegura Giraldo.A nivel de precios y aunque pueden ser más costoso por llevar implícitos procesos y materiales adicionales, los tableros parecen ofrecer a sus consumidores, cierta ventaja si se comparan con la madera maciza o de especies nativas, por cuanto los primeros, al ser fabricados con madera de especies de rápido crecimiento, provenir de plantaciones e importante ofrecerse ya dimensionados reducen, de los segundos, el costo que implica someterlos a procesos adicionales como la cosecha, el serrado y el secado –entre otros– que encarecen su precio final; sin contar que en función del diseño pueden ser más versátiles.

‘Paola’, diseño de Jorge Montaña, es uno de los mejores ejemplos de muebles ‘mínimo desperdicio’, logrados a través del corte digital –de que permite armar la estructura en pocos minutos.

En este punto también vale señalar que los precios entre variedades de tableros pueden cambiar o variar según la rotación de los productos en el mercado o su origen –los tableros provenientes China por ejemplo, se comercializan en Colombia a precios frente a los que difícilmente pueden competir las empresas locales− lo que en ocasiones altera o invierte el orden regular de la tabla.

Otros aspectos que posicionan los tableros como recurso ideal para los cuidadosos y bien planeados muebles “mínimo desperdicio”, es su aceptación y reconocimiento, en el mercado local e internacional, como material ecológico; uno que hace parte de los llamados “productos verdes”, sustentables, que puede ofrecerle a los consumidores de madera, excelentes calidades y un aspecto similar al de la madera maciza y cuyo consumo puede reducir, sensiblemente, la presión sobre los bosques naturales.

Frente al caso, muebles en tableros Vs. muebles en madera maciza, Jorge Montaña concluye que “si bien la madera maciza nunca pasará de moda, sí se vislumbra el nacimiento de un nuevo tipo de mueble en derivados de la misma, a menor precio y de gran riqueza estética”.

El Corte en los Mínimo Desperdicio

Si bien, el principio de los “cero” o “mínimo” desperdicio apunta, específicamente, al mayor aprovechamiento de los recursos; las nuevas tendencias en la materia proponen que éste abarque la totalidad –justificada– de la lámina y que cada parte resultante del dimensionamiento, presente dimensiones exactas, lo que sólo puede garantizar, un buen corte.

En este sentido, Montaña asegura que el proceso de seccionado de láminas para la variedad enunciada de muebles, ofrece algunas ventajas sensibles frente al de otros materiales, pues además de poder adelantarse con maquinaria CNC, también es posible con equipos menos sofisticados, lo que representa, de paso, una oportunidad de servicios de y para la industria del mueble a mediana escala.

Así, para la elaboración de clóset, por ejemplo, que sólo requiere el maquinado de pocos tableros, un fabricante de muebles puede recurrir a los servicios de corte que ofrecen los pequeños o medianos talleres, incluso las grandes comercializadoras de tableros, y de esta manera lograr, no solo la racionalización del recurso con una reducción importante en los índices de desperdicio de material, sino piezas exactas que redundan en precisión a la hora de ensamblar, instalar los herrajes y tapizar.

Teniendo presentes los servicios de corte a menor escala, el diseñador aconseja tener en cuenta el grosor de la fresa, la cual debe ser mínimo de 6.0 milímetros o una fresa de un cuarto; la profundidad del tablero ya que, por lo general, las fresas abarcan hasta 18.0 milímetros, razón por la cual si es un tablero de mayor grosor, requiere dos pasadas o el uso de una fresa de mayor resistencia y de mayor milimetraje; así como el tipo y la cantidad de curvas y, en este caso, lo mejor es recurrir a un servicio de corte altamente tecnificado. También aconseja contemplar el uso de máquinas de corte láser cuya acción, prácticamente, no tiene grosor y acepta cualquier calibre de lámina.

Entre los beneficios que representa el modelo de fabricación expuesto para el mueblero y la contratación del servicios con centros de mecanizado, está la optimización de los tiempos en el proceso de corte ya que, según Montaña, este servicio, si se trata de un trabajo básico, no demanda más dos días, en cambio de los 10 o más que pueden demandar el mismo trabajo con otros servicios.

Diferenciales que Marcan el Futuro

 “Yo digo que los tableros “salieron del clóset”, porque todo el mundo pensaba que sólo servían para fabricar clóset y ahora, evidentemente, tienen muchas más aplicaciones que antes. Hoy, la industria logra con ellos productos –como paredes divisorias, partes de muebles− distintos y competitivos“; afirma Jaime Giraldo.

Vale señalar que en materia de telas para tapicería y sistemas de unión para esta variedad de muebles, los ‘mínimo desperdicio’ ofrecen el beneficio de que, al ser piezas que por lo regular registran baja producción, facilitan a sus fabricantes la realización de diseños exclusivos e interesantes, en cuanto a propuestas se trata.

En este sentido, los sistemas de unión suelen ser herrajes de unión o parte del mueble mismo; es decir, salientes, formas o configuraciones resultantes de cortes, en las láminas, que comprenden al mueble y que se aseguran con pegantes y tornillos (éstos últimos no cumplen función estructural, solo mantienen las piezas unidas); el resultado son ensambles muchas veces “invisibles” −que simplifican el momento del ensamble y los acabados− y muebles estéticamente muy atractivos.

En materia del uso de telas para tapicería, es frecuente que los diseñadores de muebles “mínimo desperdicio”, le apueste a diseños poco convencionales para dotar a sus piezas de personalidad y distinción; de hecho, asegura Montaña, que muchos fabricantes de muebles acuden a fotógrafos, artistas y diseñadores textiles para obtener − a precios razonables y gracias a la tecnología digital de impresión− recubrimientos melamínicos y telas exclusivas en texturas, grabados, colores y llamativos.

Actualmente, asegura Montaña, la facultad que dan los “mínimo desperdicio” a los diseñadores para destacar su trabajo a través de la inclusión de detalles –incluyendo los que pueden ser realizados sobre las láminas mismas, como grabados, molduras, curvas y calados– es una de las características más notables de la línea, entre las muchas enunciadas en el presente texto, que le abren al paso del tiempo, espacio para competir y, de cierta manera, desplazar la madera.

En este sentido, una de las tendencias generales a futuro en la fabricación de muebles nacional, parece apuntar a un incremento importante en la demanda de tableros para este uso; de hecho, expertos en el tema afirman que algunos, con el tiempo, reemplazarán sin remedio a la madera maciza porque progresivamente se acercan, en apariencia, a la madera natural y porque, como sucede con el OSB que –aunque presentan el mismo valor en materia de densidad– estructuralmente ha mostrado mejores competencias que la madera maciza.

“El tema de reducir procesos, apenas cortar y montar un mueble de un material más económico, ya semi procesado y con buen diseño, debe revolucionar el mercado medio, tal como sucedió con la revolución de las sillas plásticas que acabaron –a partir de la inyección y el retiro de la rebaba– con sus similares en tubo de PVC”, anuncia Montaña.

Cita:

1- Otro de los precursores del mueble mínimo desperdicio en América Latina, fue el diseñador Ricardo Blanco quien, a mediados de los años setenta propuso la primera silla en multilaminado –materia que racionalizó y cortó, de forma milimétrica con ruteadora básica y siguiendo el contorno de una platina doblada− galardonada en 1974 con el premio de ‘Arquitectura y Diseño’ en su país; que inspiró a muchos otros diseñadores del mundo y representó, realmente, un mueble de vanguardia, por adelantarse a su tiempo.

Fuentes:

  • Jaime Humberto Giraldo: Jefe de Producto, Masisa Colombia. giraldo@masisa.com
  • Jorge Montaña: Diseñador Industrial con posgrado Italiano en Diseño de Muebles y Gestión de proyectos, CDI- CEE. Autor de varios proyectos de diseño de muebles y productos entre los que destacan el ‘Bus Halcón’ (Blue Bird, 1988) y la colección de muebles ‘Jangada’, premiada en varios concursos internacionales. Co-autor del libro ‘Aprendiendo como Líder’, un análisis del sistema italiano de diseño e investigación encargado por el SEBRAE-PE. Consultor y asesor de esta institución en los estados del Noreste, Centro y Sul del Brasil. Investigador y colaborador de diferentes publicaciones internacionales. Editor-fundador del site de la Red Latinoamericana de Diseño; experto en el tema de diseño participativo, área en la cual es consultor internacional (USAID, SEBRAE y SENA) con acciones comunitarias. Presidente de la Mesa Nacional de Diseño del Sena desde 2008 y director creativo de Duo Diseño desde 2004 –empresa especializada en diseño de interiores comerciales, diseño del mueble y proyectos de gestión de diseño–, además de consultor y capacitador para varias instituciones. rldiseno.com – www.jorgemontana.com jorge.montana@gmail.com

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