Por la Conquista de los Espacios Inaccesibles… Qué Vivan los Muebles para Esquinas

Alba Lucía Romero

Alsada S.AS

Hablando de cocinas, a la hora de diseñar los muebles inferiores, los instaladores se encuentran con la temida esquina y surge el interrogante: ¿Cómo sacar el mejor provecho de éste y de la mejor manera? Precisamente y en la actualidad, el mercado ofrece diferentes opciones para aprovechar este rincón que se ha convertido, para muchos, en un espacio complicada de utilizar pero que puede ser optimizado dependiendo de la forma de la cocina.

Vale señalar que la generación de soluciones que ofrece la industria, actualmente, responde y hace parte de ese nuevo tratamiento que se da a las zonas habitaciones, a la creciente importancia que tiene la cocina dentro de la vivienda, y la manera de aprovechar al máximo éste y otros espacios;

Específicamente, sobre la optimización, expertos en economía de movimientos han realizado estudios sobre la secuencia de operaciones en el proceso de cocinar, buscando que el usuario no realice desplazamientos innecesarios, no se incline y/o estire demasiado; y en este sentido han concluido que la correcta distribución de zonas en la cocina y la adecuada ubicación de los objetos en ella, influye en la facilidad del manejo, acceso directo, visibilidad y carga ergonómica para el usuario.

Sobre la correcta distribución, han establecido que el proceso de cocinar involucra cinco zonas en las que se realizan operaciones básicas e implican movimientos que, realizados en secuencia lógica, facilitan el trayecto y los movimientos del usuario en este espacio: despensa, almacenamiento, lavado, preparación y cocción.

La primera, la zona de despensa, alberga todos los alimentos abiertos, o de consumo diario: arroz, azucar, pastas, harinas, enlatados, entre otros y por practicidad, debe estar siempre unida a la nevera que también es una zona de almacenamiento. La segunda, precisamente la zona de almacenar, es donde se ubican los elementos para servir como vajillas, cubiertos, envases plásticos, servilletas, entre otros.

La tercera es la zona de lavado. Si aplica la lavadora eléctrica, es el mueble en donde está la poceta y se almacenan allí todos los elementos que al aseo se refieren, como detergentes, limpiadores, esponjas, toallas de mano y la caneca de la basura. La siguiente es la zona de preparación, aquí van los elementos que se utilizan para cortar, revolver o condimentar lo que se cocina e incluye cuchillos, elementos pequeños para corte, peladoras de papas, ralladores, tablas de picar, vasijas para ensaladas, electrodomésticos pequeños, condimentos y aderezos.

La quinta y última es la zona de cocción, el lugar donde se ubica la estufa, el extractor, la torre de hornos y que integra también las ollas, cacerolas, parrillas, cucharones y elementos para revolver. Finalmente, la secuencia de operaciones para cocinar, ya con las zonas identificadas, en su orden es: Despensa-almacenamiento-lavado-preparación y cocción.

Con base en lo anterior, los diseñadores de estos espacios han producido para el mercado, seis formas típicas de cocina, de las cuales, tres de ellas (L, G y U) involucran esquinas que en cada caso, tienen un destino claramente definido y la posibilidad de no ser “espacio muerto”. Por ejemplo, en el caso de la esquina en una cocina en forma de L, ésta tiene la función de albergar todos los elementos y accesorios que se requieren para el proceso de preparación de alimentos: cuchillos, cucharones, tazas para la preparación de ensaladas, electrodomésticos pequeños, entre otros

Caso contrario ocurre en el caso de las cocina en forma de G o en forma de U, donde la posibilidad de utilizar el espacio se complica porque las esquinas tocan limites de las zonas colindantes, lo que implica un nivel mayor de organización; es decir, delimitar correctamente las zonas para separar los elementos que comparten los espacios, de las diferentes zonas.

Soluciones al Rincón Muerto

Partiendo de lo expuesto, los expertos han determinado las siguientes posibilidades de manejo del espacio, a partir del uso de accesorios y herrajes, entre los que se enuncian: la esquina con puertas, la esquina con torno, la esquina mágica, los tornos extraíbles y los cajones.

  • La Esquina con Puertas

Es la opción más sencilla y tradicional desde hace años, pues simplemente consiste en colocar dos puertas con bisagras especiales para esta aplicación; de hecho, las empresas fabricantes de herrajes desarrollaron dos referencias de bisagras especiales para este sitio: la bisagra de 170° de apertura, que conecta el costado del mueble con la primera puerta y permite una apertura amplia para facilitar el acceso a la parte interna del mueble, y la bisagra para puerta plegable o rinconera, que une la segunda y la primera puerta.

Al recordar el tema de las zona, quedó expuesto que el usuario puede acomodar únicamente vasijas y recipientes de gran tamaño dentro del espacio que forma la esquina con puertas, pues no tiene lugar para guardar utensilios, cuchillos y piezas pequeñas que se perderían en el entrepaño y en el piso del mueble, únicos lugares disponibles para “organizar contenido.

La solución puede estar en que el usuario acondicione en el interior del mueble esquinero, simplemente un entrepaño, pero vale señalar que el importante espacio hábil interno de este tipo de muebles –normalmente tienen 90×90 cm (medidos en la parte del salpicadero)– se desperdicia en su mayor parte debido a la dificulta que tiene para acceder, por la misma geometría del mueble.

  • La Esquina con Torno

El torno giratorio fue la primera solución dinámica que dieron los fabricantes de muebles para cocina a este complejo espacio, y consiste en dos bandejas, circulares o semi-circulares de aproximadamente 60 cm de diámetro, que se fijan a un eje central y que pueden hacerse girar para  tener acceso a todo lo que se coloque sobre ellas.

Por lo general, el sistema cuenta con dos niveles de almacenamiento –igual que la solución anterior– con la diferencia de que el nivel más bajo, al girar, posibilita el acceso a los objetos almacenados en la parte posterior.

Esta solución aplica para el mismo tamaño de mueble (90×90 cm), y aunque en un comienzo requería puertas con bisagras como las mencionadas anteriormente; con el tiempo fue perfeccionada por varios fabricantes que lograron fijar las bandejas a las puertas, a través de un mecanismo (en la medida que giran las bandejas, las puertas rotan en el interior del gabinete y entran en él) que provoca su contracción y por ende, evitar las incomodidades que, por obstrucción, ocasionan las puertas abiertas hacia afuera.

Pero vale anotar que el modelo, aparte de posibilitar el acceso a los objetos ubicados en la parte posterior del mueble, ofrece sólo un aprovechamiento parcial del espacio. Al convertirse las bandejas en la única zona de almacenamiento se pierde casi un 40 por ciento del espacio disponible; sin contar que el usuario debe doblarse para recoger o almacenar los objetos, que en esta solución también quedan sin ubicación los utensilios y las piezas pequeñas para preparación y que al momento de hacer girar las bandejas, el usuario debe tener precaución de no almacenar objetos altos y angostos pues se caerán, irremediablemente, sobre la bandeja o fuera de ella.

  • La Esquina Mágica

Se ha constituido en un accesorio que sorprende, una solución lineal que consiste en un conjunto de canastillas en acero cromado, que se deslizan sobre una guía en combinación con un juego de palancas. El  conjunto  se fija a una puerta de 45 cm de ancha (sistema estándar) y al sacar la puerta, ésta arrastra  todo el conjunto y permite colocar o sacar los objetos guardados en las canastillas.

Las canastillas cuadradas, de aproximadamente 40 cm de lado cada una, y con una capacidad promedio de carga, por canastilla, de 8.0 kg, pese a las ventajas anotadas, también exhiben algunas desventajas relacionadas con la funcionalidad y el uso del espacio.

  1. El sistema requiere que el usuario extraiga completamente la puerta, antes de dar el giro, para no dañar las palancas que permiten este movimiento. Normalmente, los niños o las personas que desconocen la manera correcta de manipular el sistema, dañan las palancas al abrir la puerta.
  2. El espacio de almacenamiento, aunque es aparentemente mayor al que acondiciona el sistema torno, sigue siendo muy limitado debido al tamaño de las canastillas. Igual que la solución anterior, sólo pueden almacenar piezas como vasijas de regular tamaño, nunca piezas pequeñas.
  3. Las canastillas impiden almacenar objetos altos y angostos (tal como ocurre en el caso del torno), y no soportan movimientos relativamente fuertes pues se desajustan con facilidad; de hecho suelen caerse y si esto ocurre, la tarea de recuperar los utensilios contenidos, después que caen, es incómoda.
  4. Tras el daño de alguna pieza del sistema de extracción todo el conjunto queda inutilizado, es decir, el sistema deja de ser funcional pues se trata de un conjunto de piezas que dependen de un sistema de movimiento.
  • Tornos Extraíbles

Este sistema consta de dos bandejas deslizables instaladas a un lado interno de la puerta –similar al de torno– y no sobre un eje central como sucede con las canastillas. Gracias a sus tamaños pueden albergar mayor cantidad de piezas que las canastillas, superando también su capacidad de carga: 20 kg /promedio por bandeja.  La puerta, que requiere un juego de bisagra estándar.

Las bandejas tienen un deslizamiento independiente, se puede sacar una u otra del interior del gabinete. La ventaja con este sistema es que toda la bandeja sale del interior del mueble, lo que facilita al usuario, el acceso completo al contenido. Sin embargo, tiene las mismas limitaciones de uso que las anteriores soluciones, debido a que no ofrece la posibilidad de almacenar accesorios pequeños.

Estos últimos accesorios normalmente vienen con todo lo necesario para la instalación.  No hace falta hacer piezas en madera, adicionales.

  • Cajones

Sí, cajones en la esquina. Se trata de un desarrollo que apareció en el mercado hace siete años, y que lanzó y patentó una empresa austriaca. Consiste en un juego de correderas y laterales metálicos de 65 cm de longitud; a razón que la diagonal que se forma en una esquina –de un mueble  de 60 cm de profundidad que es lo estándar en Colombia– tiene casi 80 cm. El fundamento de esta idea es aprovechar al máximo el interior del mueble.

El desarrollo fue diseñado, en respuesta a las limitaciones de los sistemas  expuestos: acceso al espacio, estabilidad del sistema, organización del contenido, ergonomía para el usuario y capacidad de almacenamiento.

Así, para resolver los inconvenientes de acceso, el sistema de cajones cuenta con guías o rieles de extracción completa, lo que permite que el usuario pueda ver la totalidad del contenido de cada cajón y sacar lo que se necesita con total facilidad. De igual manera, para el caso de la estabilidad, los rieles cuentan con un sistema de amortiguación al cierre y un sistema de deslizamiento suave y silencioso; así, independientemente de la fuerza con que se cierre el cajón, los objetos no se caen pues no hay choque.

Un tercer aspecto tratado es la organización, que parece pendiente en las soluciones descritas. En este caso el sistema de cajones incluye un producto para organizar el contenido de manera que los objetos siempre están en orden, como los organizadores de utensilios, divisores longitudinales y transversales para los cajones.

El factor ergonomía es resuelto bajo la idea que, definitivamente, es mejor que los utensilios vayan al usuario y no el usuario a ellos; por eso, son los sistemas de extracción los que hacen posible el acercamiento de los objetos, ofrecen comodidad para adelantar las tareas en la cocina y responden a la tendencia de diseño que apunta a reducir y simplificar los movimientos del cuerpo.

Sobre la capacidad de almacenamiento, el sistema de cajones en la esquina ofrece una ganancia de casi del 50 por ciento, comparado con otros sistemas en cuanto al aprovechamiento del espacio interno se refiere; ofrece la posibilidad de guardar cuchillos, cucharones, tablas de picar y otros elementos pequeños; y permite, además, planificar qué tipo de objetos se guardarán en qué cajón, tras la determinación de la altura de los compartimentos, dependiendo de sus tamaños.

Como ventaja final, esta eficiente manera de almacenaje, trabaja con cajones soportados sobre rieles que tienen una capacidad de carga de 65 kg, lo que significa que tres almacenan casi 200 kg, en un sólo módulo, y a nivel estético, permite mantener la línea horizontal de las cocinas –actual tendencia en el diseño– de cajones a cambio de puertas y sin interrumpir la línea en la esquina. El uso de esta solución implica realizar piezas en madera para construir fondos y frentes de cajones.

No hay que olvidar que a la hora de elegir cualquiera de las opciones descritas, el factor precio es relevante; obviamente hay mercados y clientes para los que una y solo una es la ideal. Si de economía se trata, el uso de bisagras y puertas en la esquina es la opción correcta; si la ergonomía y funcionalidad es la decisión, las bandejas extraíbles y esquinas mágicas alemanas pueden compararse en precio con un sistema de tres cajones; sin embargo, por sus ventajas, sea el último sistema, el que ofrezca mayor capacidad de almacenamiento, orden y ergonomía.

0 Comentarios

    Deja un comentario

    Login

    Welcome! Login in to your account

    Remember me Lost your password?

    Don't have account. Register

    Lost Password

    Register