Respuesta a Cadena Forestal Nacional con referencia al TLC

Señores:

Cadena Nacional del Mueble y la Madera

Con referencia al tema forestal, a Colombia en el contexto mundial y en especial, a su relación con EE.UU y E.U en el marco de los TLC; estamos a años luz y sin la estructura para desarrollar una estrategia que nos permita, rápidamente, entrar a competir y tener ventajas, por las siguientes razones.

  1. No somos considerados hoy, un país Forestal por FAO o instituciones internacionales, por tanto no estamos en la visión de inversionistas y compradores internacionales: nuestro país tiene 300.000 has plantadas con un manejo deficiente para ser competitivo.

Asisto cada año a diversos congresos internacionales, he visitado muchos países y hablado con forestales y funcionarios de Gobiernos y centros de estudio y, para que comparemos, por ejemplo en África, Asia, lo mismo que en América, los registros son muy superiores al millón de has que, como mínimo, debe tener un país para calificar como forestal: hay una sola compañía que tiene en Indonesia (Perum Perhutani) un total de 1.767.304 has (sólo en Teca, 754.000 has, y en Acacia Mangium, 230.000 has mas nativas). En Malasia, la empresa Sabah Solf Wood posee solo en Teca, 250.000 Ha y en Chile, 1.500.000 has son propiedad de Arauco, empresa ampliamente conocida en Colombia, con presencia en Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay; y nosotros, en total tenemos 350.000 has dispersas en un gran territorio sin buenas vías ni caminos, más altos costos de transporte.

Para hacer negocios, los compradores e inversionistas buscan países con gran masa forestal, segmentada por regiones, y el plan de acción para la reforestación comercial del Gobierno actual ha recogido e incluido elementos como el desarrollo de cadenas y zonas forestales, pero falta mucho para ser integral y conducir hacia el éxito, al país.

  1. Una infraestructura de carreteras, caminos y vías muy lejos de las que debe tener un país competitivo y viable para ser forestalmente considerado: hoy nada es más cierto que Colombia carece de competitividad por el desastroso atraso en vías, transportes, ferrocarriles e incluso caminos vecinales, lo que hace difícil y costoso mover la madera y los insumos; y en las regiones en las que existen vías en condiciones aceptables, la tierra es cara y los impuestos, muy altos.
  2. Los bosques plantados no son establecidos y desarrollados estratégicamente: no ha entendido nuestro país que para que un bosque sea rentable, debe estar en un área o región forestal y que ésta, debe contar con los servicios y bases del desarrollo para que un conjunto de industriales logren aprovecharlos en forma integral y transformar y comercializar casi que el cien por ciento de lo que producen dichos bosques.

Ejemplo, en países con industrias forestales desarrolladas, unos quieren trozas de madera para la industria del mueble; otros, trozas para empaque y embalaje; otros, troza para el inmunizado; otros, el resto del árbol y ramas para producir energía; otros, pedazos de madera sobrante de los aserraderos para conformar micro empresas y asociaciones como las de artesanías en madera y obtener piezas que hoy vienen de Vietnam, Indonesia, Tailandia, China y otros países desarrollados en el mundo forestal. En resumen es toda una cadena de actividades y desarrollos comerciales e industriales que genera los clúster forestales, alto aprovechamiento del bosque y bajos precios para competir en el mundo con productos elaborados en sitio, de allí que el modelo sea tan beneficioso para un país cuando está bien manejado.

Lo anterior no existe en Colombia y el bosque no se aprovecha ni en un 20 por ciento de lo que produce; por esto no somos competitivos a pesar que tenemos todo para esta actividad. ¿Cómo competir en un TLC con USA, de forma exitosa?

  1. No existe una política coherente de Estado para impulsar y ser el motor de desarrollo forestal: para que el país pueda mantener y aumentar su cobertura forestal, la actividad debe ser rentable y sostenible, y para esto, es fundamental mejorar la rentabilidad del uso forestal de la tierra, de sus productos maderables y no maderables y asegurar el reconocimiento de sus externalidades positivas (servicios ambientales, ecológicos, recreativos).

En una actividad como la forestal, cuya visión de negocios mínimo debe ser de 25 a 30 años, nuestro país no tiene una política de Estado acorde. No hemos logrado un gobierno que entienda todo lo referente a esta actividad, su importancia estratégica y que resulta especial para Colombia, por su posición estratégica en el Trópico (especies latífoliadas de gran demanda mundial) y ante el mercado, con más de 17 millones de has con actitud forestal y un bosque natural degradado. No tenemos un líder o director, y menos un equipo humano con recursos y políticas claras, sólo palabras y hechos aislados, más no integrados y coherentes con la actividad; todo esto en un país que sufre hoy grandes impactos ambientales y desastres naturales por el calentamiento global, la desforestación imperante, la creciente minería y la explotación petrolera.

  1. Carecemos de una cultura y educación forestal que propenda el desarrollo del país: al respecto, importante es entender las bases: A) ordenamiento estratégicos de áreas forestales, B) posicionamiento del sector forestal en las políticas y objetivos del estado, C) competitividad de la actividad forestal, D) sostenibilidad de la actividad forestal. E) coordinación, efectividad y eficiencia Institucional, F) innovación, investigación y financiamiento.

En la mayoría de los proyectos forestales, primero se compra la tierra o finca, luego se pregunta qué hacer, a lo que alguien recomienda sembrar árboles porque “da plata” y hay incentivos del gobierno; la pregunta siguiente es qué especie sembrar, y la respuesta será, Teca, porque “da plata”; sin embargo, grave error, pues sólo un gran fracaso es de esperarse. Lo correcto es estimar primero, que condiciones ambientales existen para el cultivo, en qué suelo y qué manejo exige éste, y qué material debo plantar adaptado a las condiciones. La reforestación es un negocio como todos, por tanto debe hacerse bien y con buena asesoría y direccionamiento.

Y qué decir de nuestra silvicultura con paquetes tecnológicos atrasados, por ejemplo cultivos de teca a 30 años cuando hoy se obtienen a 16 con clones y buen manejo. Conocemos las reglas del éxito en la silvicultura: comienzan con el manejo de suelos y ambiente, luego con el de fuentes semilleras de acuerdo a los índices de sitio; hoy, con clones de silvicultura de precisión podemos plantar hasta Teca en suelos de PH 5- 5.5 y los he visto hasta de 4.5 con clones adaptados (silvicultura de precisión) y manejo adecuado de correctivos o enmiendas de suelo, y esto no es práctica de nuestra cultura forestal (ver éxitos de Genfores en Costa Rica).

Tenemos un gobierno y una política aplicada por el ICA que no permite importar material de alta calidad para aumentar nuestra ganancia forestal en mejor fenotipo y genotipo y lograr, en vez de crecimientos de 15/25 m³ año, unos de 35/50 m³ año –en Brasil alcanzan 60 y 70 m³ año, por ejemplo– y hacer así más competitivas y rentables nuestras actividades forestales.

Apenas hemos comenzado a exigir fuentes semilleras certificadas pero señores, estamos ante un TLC y hay que andar rápido: clones para las mejores fuentes, lograr convenios internacionales y consolidar un equipo humano en el ICA, que sea fijo y muy técnico, es el camino.

Hoy carecemos de técnicos y tecnólogos en todo el campo de la actividad forestal, e instituciones como el Sena están muy atrasadas. Hoy no entendemos que las industrias del sector no estén en el campo produciendo y en cambio, operen desde un escritorio mientras una cadena de intermediarios transporta agua, aserrín y merma la producción sumando sobrecostos y no realizan aprovechamiento integral del bosque y de todo lo que se llama competitividad del sector.

Que el Gobierno entienda que, señores, desde un escritorio, valorando la tierra y fijando impuestos sin sentido, sin tener conceptos claros de desarrollo de clúster; no es posible lograr un avance rápido y coherente y celebrar alianzas beneficiosas para proyectos y zonas de desarrollo y alta inversión internacional en el campo forestal.

Para el tema, hay muchísimo dinero en el mundo y en Colombia, a través de fondos de inversión y capitales que buscan rentabilidad fija y segura en el tiempo, no grandes pirámides como las que hoy se ven a diario en la bolsa. Todo esto es posible si aplicamos estrategias exitosas ya probadas en países, e invertimos en educación, formación y paquetes tecnológicos de las especies seleccionadas. Por otro lado, las universidades deben entender que un ejército está compuesto por pocos generales y muchos soldados; la educación de las universidades debe ser integral en muchos campos ya que no solo forestales y técnicos agroforestales necesita el sector, también requiere administradores, ingenieros industriales, mecánicos, químicos, contadores, entre otros profesionales.

  1. Tenemos todo lo básico para ser un país forestal y rico, pero no hay visión real de este hecho: el trópico, una posición geográfica similar a la de países como Tailandia, India, Benín, Malasia, Indonesia, Myanmar, Australia; de África como Tanzania, Uganda, Ghana, Nigeria; y en América, como Brasil. Nuestro país fue un gran bosque natural con gran biodiversidad. Tenemos un gran mercado interno que necesita un millón de has y otro en Centro América, Caribe, México, USA y Europa. Hablar de tres millones de has, mas de cuatro millones de empleos, zonas muy grandes con inversión extranjera, industrias exportadoras de productos forestales –incluidos los medicinales y adicionales como miel, entre otros más derivados– no sería utópico si abrimos nuestra visión al mundo de posibilidades de la industria forestal.

Que decimos de suelos de entre cero y 1000 metros de altura para especie como Teca, Acacia, Melina, Eucalipto, Pinos como Caribe –que conforman un gran paquete forestal para el mercado internacional– y de otras zonas de 1100 a 2000 para otras especies como coníferas y nativas y hasta especies de altitudes mayores a 2.000 metros.

  1. No tenemos una industria que integre al bosque con el consumidor final y desarrollada en los sitios o clúster forestales: no existe una política clara que incentive la creación de zonas forestales, ni una política clara de tierras y su tenencia dentro de estas zonas, ni zonas que desarrollen clúster de 20.000 a 100.000 has., con todos los elementos que requieren: bajos impuestos, protección social adecuada al beneficio recibido por el usuario, facilidades para fomentar la industria, centros de educación, vías de comunicación y zonas francas de bajos impuestos para evitar los altos costos de la guerra y minimizar las secuelas que origina la falta de empleo y las precarias condiciones de vida de los pobladores. Tenemos graves problemas de titulaciones y con las famosa UAF, que no permiten desarrollos con participación de inversionistas internacionales.

Necesaria es, en regiones de clúster, la educación y formación básica, en especial desde los colegios, cuyos pensum académicos deben ser integrales a la formación de la gente. La industria básica y de transformación debe ir al lado de la plantación, por lo tanto, todo debe estar en un marco estratégico estructurado y reglamentado en la Ley. Las compañías de financiamiento y bancos, para estas zonas, deben tener tratamiento especial en intereses e incentivos especiales para estimular la inversión e intermediación, a bajo costo en estas zonas. El gobierno en lugar de tantos subsidios, debe montar fondos de inversión con retornos que incentiven su crecimiento y participación en cada clúster.

Es también conocida la combinación de plantaciones agrícolas con prácticas de reforestación y este sería otro gran atractivo en esta industria de mediano y largo plazo. Es importante entender que para proteger el gran capital y las grandes empresas, estas, a su vez, deben fortalecerse y crear miles de pequeños inversionistas y socios –tras integrar sus productos a las cadenas de distribución formadas en los clúster– y mejorar la calidad de vida éstos, en todos los aspectos que trae el desarrollo. Es claro que si un bosque no es aprovechado al cien por ciento no es competitivo y no ofrece el verdadero beneficio que tiene.

  1. ¿Qué debemos hacer para lograr integrarnos al contexto Global?: Entender que la reforestación comercial es la única defensa efectiva del bosque natural. Entender que si se considerara el valor económico total de los bosques, la gente podría reconocer su real importancia y así proteger y manejar mejor los ecosistemas forestales.

Los resultados de la valoración también podrían usarse para determinar, o al menos influir, en los precios, uso del suelo e incentivos (Munashinge 1993, citado por Campos et al, 2002), o también justificar decisiones sobre el uso del suelo o manejo de los recursos naturales, incluyendo contabilidad fiscal, apoyo público e internalización de costos. La valoración del bosque natural es una herramienta para generar información útil para la sociedad y para los decisores en particular, para escoger entre alternativas o combinaciones de intervenciones posibles (Kengen 1997, citado por Campos et al, 2002) que debemos aplicar dentro de nuestros bosques y parques naturales. Se trata de entender que el árbol, como el ser humano, nace, crece, se multiplica y muere; por tanto requiere manejo sostenible, ser enriquecido para tener valor, contar con una sabia legislación que permita su explotación para lograr recursos que aumenten su porcentaje de crecimiento.

La legislación debe permitir que al bosque, si crece un 15 por ciento anual en m³, se le realicen prácticas de extracción de máximo 10 por ciento. Crear una Ley sabia que permita la explotación e integración de éste al sistema productivo nacional, bien planificada, cambiaría el panorama del país para que no sucede lo que en otros continentes que advirtieron sus problemas forestales cuando ya estaba destruido su bosque natural y han tenido que comenzar de nuevo pero implementando políticas claras, con cultura y educación, para lograr una silvicultura adecuada. Debemos crear urgente dentro de estos bosques, zonas de desarrollo forestal sostenible, manejadas por compañías que den la real garantía y reglas claras que beneficien al bosque y lo preserven; esto podría cambiar la visión de país dentro del contexto global forestal.

  1. Oportunidades y amenazas en los acuerdos como el TLC para Colombia: A) lo real es que somos un país con déficit muy grande de maderas e importadores más que exportadores; por tanto, una ventaja para quien esta en el sector forestal es importar productos y complementarlos con lo producido en el país. B) trabajar para lograr que nuestros gobiernos entiendan la problemática, ver cómo asociarnos con los grandes capitales de inversionistas y desarrollar proyectos integrales, competitivos y ajustados a las reglas y estándares internacionales. C) buscar pequeños nichos de mercado para que, con lo poco que tenemos, lograr ventajas comparativas. D) desarrollar tecnologías nuevas que permitan la producción de bienes forestales adaptados a los consumidores internacionales y ver como con latífoliadas, logramos hacer negocios en los mundos desarrollados. E) ver estos grandes acuerdos como oportunidades de futuro y encaminar nuestras empresas a planes estratégicos con mercados y oportunidades conocidas. F) rezar para que políticas de Gobierno, como el actual, sean una realidad y los empresarios aportemos y nos integremos para desarrollar este gigantesco negocio, técnico y profesional.

Para mantener y aumentar la cobertura forestal, es necesario hacerla rentable y sostenible a través del reconocimiento de sus externalidades positivas. La falta de competitividad y la aparente contradicción entre conservación y desarrollo sostenible, debilitaron al sector forestal durante los últimos años, privándolo de su real participación en el contexto global. Colombia, a través de una adecuada política forestal integral, dejará de ser un país ignorado forestalmente y pasará a integrar el grupo de los desarrollados y competitivos en el sector forestal latinoamericano y mundial.

La protección ambiental y la creación de empleos mediante la industrialización de las zonas forestales, se refuerzan desde un enfoque de sostenibilidad en el PNDF y el plan de acción para la reforestación Comercial Santos 2012-2014.

Gustavo Barbosa Cobos

Presidente Grupo Kanguroid

Cartagena – Colombia

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