El Feng Shui: Método Alternativo para Incrementar la Productividad de las Compañías

Paola Andrea Ruiz Rojas

Periodista M&M 

Existe una amplia gama de métodos –entre académicos y alternativos- que ayudan a mejorar y elevar los niveles de productividad y ventas de las compañías, uno de los más usados en la actualidad es el Feng shui, una ciencia milenaria china a la que recuren miles de empresarios en el mundo entero, para fortalecer desde sus áreas productivas hasta las administrativas.

El Feng shui es una ciencia china, nacida del taoísmo hace miles de años. Su principio fundamental se basa en la ubicación correcta de los entornos, los espacios y los elementos, para lograr con ello, la mayor armonía posible entre los mismos y la convergencia de energías positivas al interior de los recintos.

Su práctica se realiza a partir de la observación detallada y minuciosa de los espacios, del análisis de las características geofísicas que los rodean, y de la ubicación de éstos, según los puntos cardinales.  Esta doctrina tiene sus propias reglas, leyes y principios, y recurre al uso de colores, formas, símbolos, elementos y doctrinas ancestrales como el Ying – Yang, para canalizar la energía del entorno y lograr el bienestar físico, emocional e intelectual de las personas, así como el equilibrio energético de los lugares en los que habitan o trabajan.

Esta disciplina, que surgió inicialmente como un método para lograr la ubicación perfecta de los cultivos agrarios, se ha convertido en todo un fenómeno y en un estilo de vida, de hecho y en la actualidad, se nutre de áreas científicas como la sicología y su uso se ha intensificado en áreas relacionadas con la arquitectura, el diseño, la decoración, y se ha vuelto una práctica relevante para quienes buscan incrementar los niveles de productividad y ventas de las compañías, específicamente en el ámbito empresarial.

Conceptos Básicos para la Armonía

Para entender lo que significa Feng shui, es preciso entender el significado etimológico de la palabra como tal, sus orígenes, desarrollo y metodología, y la definición de la terminología que se utiliza con frecuencia en esta disciplina.

Las palabras “Feng shui”, hacen referencia a dos ideogramas chinos que significan “viento” y “agua” respectivamente y que, según los orientales, se relacionan directamente con el flujo y la circulación de la energía vital o ‘chi’, en los espacios que habita el ser humano.

Para los orientales, la ubicación, equilibrio y armonización de sus lugares de habitación y trabajo siempre ha sido tan importante, que se dieron a la tarea de estudiar la geografía, topografía y cualidades y características de la tierra, ríos, montañas y valles, para determinar los sitios más idóneos para vivir y laborar.

El resultado de dichos estudios determinó que las construcciones debían edificarse mirando al sur, preferiblemente en las laderas de las montañas para que éstas les sirvieran como respaldo, y con bosques en los laterales que protegieran y resguardaran las viviendas; además, debían contar con fachadas amplias con vista a cursos de agua; parámetros que dejaron en evidencia que los lugares –para lograr equilibrio y armonía– debían generar sensación de abrigo, protección sin encierro, movimiento moderado y apertura sin demasiada exposición; características que además fueron de adopción popular, hasta convertirse en los pilares fundamentales de la ciencia milenaria del Feng shui.

El Feng shui –ciencia que tiene aplicación tanto en un espacio pequeño como en un pueblo entero– trabaja, básicamente, en la relación del hombre con la naturaleza y lo orienta en la manera de canalizar las energías que convergen en el ambiente para que influyan positivamente en su entorno y le proporcionen bienestar; trabaja en la creación de lugares sagrados que cumplan con principios que armonicen cuerpo, mente y alma.

Terminología Feng Shui

  • Chi: los chinos lo definen como “aliento de vida” y es, según el Feng shui, la energía o fuerza vital que se necesita para vivir.
  • Sha: es la fuerza que se opone al Chi y actúa de forma nociva en los ambientes. Ésta repercute directamente en las personas, animales y en cualquier forma de vida que habite o frecuente un lugar afectado o “enfermo”.
  • Ying Yang: es una teoría oriental que representa dos fuerzas en continua oposición y constante equilibrio. El ying hace alusión a la pasividad, la oscuridad, la quietud; mientras que el yang representa claridad, luminosidad y movimiento.
  • Bagua: se le conoce también como diagrama sagrado o “Houtian Bagua”. Es un octágono cuyas líneas representan cada una de las ocho aspiraciones humanas y es el resultado de estudios astronómicos y geográficos, que permitieron determinar que cada lugar, edificación o espacio está cruzado por ocho líneas que recorren el contorno de la superficie en la que fue construido, y que cada una de estas líneas se asocia con una aspiración en concreto.

El bagua es la base del Feng shui, y orienta en la manera de ubicar los lugares y elementos para activar cada aspiración.

Cómo determinar el Feng Shui de un lugar

Los expertos en esta ciencia, pueden determinar si un lugar posee o no un buen Feng shui mediante la evaluación de los siguientes aspectos:

  • Forma de circulación de la energía, chi o aliento vital: se dice que para el Feng shui, la energía o chi, es equivalente al espíritu de un ser, como elemento dador de vida. Su forma de circulación se da mediante líneas ondulantes, que envuelven a su paso cada elemento con se cruza con él. Precisamente y por circular en forma de onda, es que no es conveniente bloquear su flujo; si algo bloquea el fluir del chi, posiblemente el lugar este viciado.
  • Cursos de agua en relación con los ambientes: para el Feng shui, el agua simboliza prosperidad y fertilidad, incluso hasta el punto de afirmar que “donde falta, no hay más que llamado a la pobreza y a la infertilidad”. Así, cuando se favorece el avance del agua, el chi o energía vital fluye libremente y se potencializan los efectos benéficos del Feng shui sobre el lugar, mientras que donde no hay presencia del líquido, los efectos son contrarios y negativos.
  • Dirección y facilidad de circulación de los vientos del lugar: esta disciplina también ha establecido que los vientos influyen en la correcta o incorrecta circulación del chi. Las viviendas o empresas que reciben vientos provenientes del sur reciben efectos más benéficos; sin embargo, por ser una condición en constante cambio, el Feng shui ha establecido que cualquier anomalía o situación negativa debe contrarrestarse mediante la colocación de una línea ondulada en la pared que atraiga el chi.
  • Los frentes: la orientación del frente de una casa, edificio, oficina, empresa o habitación deben permitir el flujo y la correcta circulación del chi.
  • Interacción de los cinco elementos: el Feng shui habla de cinco elementos fundamentales: agua, madera, metal, fuego y tierra, todos presentes en la naturaleza, en continua interacción y que pueden generar relaciones de conflicto o armonía, por ello, la consigna es que interactúen y se combinen de forma tal, que favorezcan el equilibrio de los recintos.
  • Equilibrio de la energía cromática (armonía en los colores): cada color posee una frecuencia cromática propia, una simbología particular, y propiedades energéticas únicas que lo hace un elemento en sí, equilibrado y transportador de energía vital; sin embargo, en el uso de uno o más colores, combinados, debe cuidarse no generar flujos energéticos ni falta de armonía. 
  • Equilibrio entre los espacios libres y los ocupados: el arte de la colocación indica que los ambientes deben estar libres de elementos innecesarios e inutilizados que impidan la circulación del chi, de hecho, una regla establece que no es beneficioso que un lugar posea más de la mitad de la superficie de su base ocupada.
  • Relación entre los habitantes del lugar: determinante para la armonía pues el carácter de las relaciones, amables o irritantes, se verá reflejado en el ambiente y afectará positiva o negativamente al Feng shui.

El Feng Shui y el Fortalecimiento de las Empresas 

Por lo general, la mayoría de problemas presentes dentro de las compañías –en las áreas operativas, comerciales y administrativas– se han resuelto mediante la práctica de teorías empresariales, administrativas y organizacionales tradicionales; sin embargo, en las últimas décadas y ante la proliferación de técnicas alternativas, el Feng shui ha despertado gran interés para este uso específico.

Según Marú Canales, experta en el tema y autora del libro ‘Feng Shui en la empresa: consigue el éxito profesional’, el chi de cada empresa o industria determina el éxito o el fracaso de la misma, por ende, es necesario mantenerlo siempre en perfecto equilibrio y armonizado, así como posibilitar que fluya sin interferencias.

Desde el punto de vista del Feng shui, todo cuanto existe, material o inmaterial, vivo o inerte, posee su propia energía, por lo tanto hay que propender a que armonice dentro de las oficinas para garantizar que quienes laboren en ellas puedan –gracias a la sensación de seguridad y equilibrio que genera el espacio-, lograr el pleno control de sus capacidades intelectuales y físicas, así como el desarrollo total de sus habilidades laborales.

Cuando un negocio o compañía se estanca o simplemente no surge, es preciso revisar los aspectos que puedan estar propiciando dicha situación. Lo primero a valorar, según la experta, es el entorno físico laboral, ya que éste incide radicalmente en aspectos tan importantes como la productividad, el ambiente laboral, la efectividad y operatividad de los empleados, así como en los resultados comerciales.

Es así que los espacios destinados para el trabajo no deben presentar factores perturbadores para los individuos –ni por forma, color, ni olor–, y por el contrario deben ser fuente de estimulo e inspiración; de ahí la importancia un entorno equilibrado que facilite la capacidad de pensamiento, que mejore el humor de los empleados, baje el estrés, propicie la colaboración y el trabajo en equipo, aumente la concentración, estimule la productividad, facilite el intercambio de ideas y logre una mejor percepción del cliente hacia la compañía.

Lo primero que los expertos recomiendan, antes de equilibrar el entorno laboral, es establecer la identidad de la empresa y su actividad económica, así como sus aspiraciones y objetivos; información relevante ya que permite determinar qué tipo de Feng shui necesita, cómo realizar la ubicación del espacio y los objetos, y cuál debe ser el uso del color, según las teorías del ying-yang y su armonización con los cinco elementos.

En este último aspecto, el Feng shui considera que cada empresa –según su actividad comercial o económica– tiene un elemento representativo que hace referencia al carácter de la compañía, por ejemplo, para el caso de las empresas de muebles, la madera es su elemento representativo, y por lo tanto, lo aconsejable es que en su decoración integren piezas de dicho material para activar la energía del elemento.

A nivel humano, y como se citó, para el Feng shui todas las aspiraciones humanas tienen un lugar específico en el espacio y por lo tanto se representan en él; en ese sentido, la distribución de las oficinas dentro de una empresa debe hacerse siguiendo las recomendaciones de ubicación que determina el “mapa bagua” para lograr que los lugares y las personas se ubiquen correctamente, según los cargos y las áreas laborales o competencias que desarrollen en la compañía.

Los maestros Feng shui, han contextualizado el bagua y las aspiraciones humanas para aplicarlo al plano organizacional, alineando el mapa con la puerta de acceso a las empresas o negocios y, de esta forma, ubicar las áreas laborales.

 Así, llevado al plano práctico –y aplicado a una fábrica de muebles– en el Noroeste se deben ubicar las áreas relacionadas con finanzas (contabilidad, tesorería, compras); en la zona Norte, las que atañen al liderazgo (gerencia general o presidencia); en el Noreste, las relacionadas con los socios (relaciones comerciales, gerencia de nuevos proyectos, relaciones públicas y eventos); el Sureste debe reservarse para el área de clientes y las relaciones con ellos (los departamentos comerciales, de mercadeo y las salas de venta); y finalmente, en el Este, deben instalarse los departamentos dedicados con la creatividad (publicidad y las áreas relacionadas con producción, maquinado, pintura y diseño).

Para la ciencia, una errada distribución de los espacios o una disposición incomoda de las oficinas o lugares destinados al trabajo y de los elementos que la componen, pueden obstruir el chi e impedir que se lleve a cabo cualquier objetivo empresarial.

En cuanto a la disposición de las oficinas, también es materia de estudio el estado y la ubicación de la puerta principal que, para la milenaria ciencia, tiene una importancia vital porque es la boca del Chi o punto por donde ingresa la energía a una empresa. Estipula el Feng Shui, que ésta debe estar siempre iluminada, bien cuidada y en perfecto estado y no debe ser afectada por ninguna energía negativa o sha, procedente de transformadores de energía situados frente a ella: antenas de transmisión, parabólicas, edificios con salientes afilados, u objetos de tamaños colosales que la obstaculicen.

Para el mobiliario, señala la ciencia, también debe ser dispuesto de forma que no obstruya el flujo del Chi; por ejemplo, los escritorios deben ubicarse en “posición de mando”, es decir, de manera que la espalda de quien se sienta, dé a alguna pared y que se ubiquen lejos de la puerta, pero siempre visualizándola.

Para complementar la teoría del manejo de energías en la oficina y evitar perturbaciones en el personal, la ciencia recomienda minimizar en cuanto sea posible, la contaminación electromagnética y los ambientes sobrecargados. De existir un área en la que los equipos generen gran carga electromagnética, la recomendación es equilibrar el lugar con elementos como agua, plantas vivas y símbolos propios del Feng shui, colocados según las indicaciones de expertos, pues una disposición errada, acarrea efectos negativos.

Las Técnicas de Ventas y Los Colores

Hay numerosas acciones que pueden poner en práctica los establecimientos comerciales para utilizar el Feng shui como técnica efectiva de ventas y mercadeo, y que están encaminadas a equilibrar los espacios para que los clientes se sientan inspirados a comprar y los trabajadores a servir; otras, están enfocadas a la utilización de las teorías del color para conseguir resultados eficientes.

Por ejemplo, las compañías que ofrecen productos y los exhiben en salas de ventas, deben buscar que sus locales comerciales queden ubicados en áreas de circulación lenta; de no ser así, lo más acertado es ralentizar el flujo mediante elementos que llamen la atención de los compradores pero que no perturben el interior del establecimiento y no obstruyan la puerta de acceso ni la energía. Para el caso de los negocios ubicados en calles angostas, lo que recomiendan los expertos en material de “Feng Shui comercial” es capturar la atención de los transeúntes, compradores y clientes, a través de carteles perpendiculares o marquesinas a 45 grados, que hagan visibles los negocios desde cualquier lugar.

Para las salas de exhibición y en relación con la disposición de los empleados, el Feng shui recomienda que los asesores comerciales se ubiquen siempre cerca de la puerta de entrada, en actitud de servicio, nunca dando la espalda a las zonas de acceso de los clientes.

Herramientas básicas del Feng Shui como banderas de colores brillantes, esferas, fuentes de agua, y demás elementos-símbolos, también pueden emplearse para potenciar el nivel de atracción de los clientes hacia las áreas de exhibición o ventas; sin embargo, quienes los usen, deben cuidar especialmente la instalación porque de no estar concertada ni asesorada por un maestro, puede producir efectos contrarios, por relaciones de conflicto o desequilibrio entre ellos.

Un segundo aspecto en el Feng shui, es el uso del color, tema que influye directamente en la transmisión y percepción de sentimientos y sensaciones pues, está demostrado que el ser humano reacciona diferente según los colores del ambiente, que tienen una repercusión en la sicología, que estimulan el estado de ánimo y las emociones básicas para generar reacciones y por lo tanto, que cada uno es un estímulo, en sí, para el cerebro. Precisamente, de esta capacidad de influir se ha valido el Feng shui para crear técnicas orientadas a mejorar aspectos relacionados con el clima laboral, la productividad y la comercialización.

La ciencia propone un uso inteligente de los colores de acuerdo a cada espacio y según objetivos comerciales, partiendo de determinar, primero, cómo entra la luz a dicho espacio y el momento del día en que lo hace, pues ésta afecta el color y por ende, influye en la percepción del tono. El Feng shui establece que para cada zona del mapa bagua, existe un color específico que debe ser utilizado.

El color ideal para cada área, propone la utilización de objetos, elementos decorativos y suministros de oficina en los mismos tonos para ayudar a armonizar los espacios y contribuir a un mejor desarrollo de las actividades laborales. La teoría del color también es aplicable a los productos, y en este sentido algunos teóricos sugieren que de ser posible, se deben utilizar tonos de acuerdo al nicho de mercado que la empresa busca captar.

Por ejemplo, los productos rojos tienen mejor salida o rotación entre clientes extrovertidos, dinámicos e impetuosos; los amarillos los eligen preferencialmente clientes con una notable inclinación hacia la intelectualidad; los azules son los preferidos por los niños y jóvenes; los naranja son buscados por personas joviales; mientras que los morados y violetas atraen, primariamente, cuando el producto sugiere sensualidad. Los tonos café son los preferidos por clientes ordenados, los negros por quienes buscan elegancia y distinción, los grises lo usan personas conformistas y el blanco es el favorito de los clientes refinados.

Llevado al plano productivo, incluso, las empresas fabricantes de muebles podrían pensar en crear mobiliario en colores específicos, para clientes puntuales; es decir, sillas rojas para jóvenes extrovertidos, azules para niños, piezas en tonos café para oficinas, y muebles negros para las salas en hogares con gustos refinados.

El Arte de Ambientar

El arte de la ubicación expone como importante, exhibir obras artísticas en el entorno laboral al considerar que fomentan la creatividad y mejoran el estado de ánimo de los empleados; de igual forma aconseja decorar con plantas naturales y frescas dado que ayudan a reducir los niveles de estrés, a bajar la presión arterial, a relajar la mente y sobre todo, a generar sensaciones y pensamientos positivos.

El Feng shui determina también que los ambientes laborales deben incluir estímulos para todos los sentidos, incluso el olfato, de allí que recomiende a las compañías, invertir en aromatizantes agradables que ayuden a aumentar la concentración, mejorar el entorno laboral, reducir el estrés, la fatiga y la ansiedad, y que contribuyan a incrementar la efectividad comercial.

La experiencia ha demostrado que un aroma agradable propicia las ventas y posibilita la interacción con los clientes; ejemplo de ello es el manejo que al tema da la empresa norteamericana Walt Disney que, mediante la utilización de olores en los parques del complejo –impregnando las calles con aroma a palomitas de maíz–, ha despertado, durante años, el apetito de sus millones de clientes.

El tiempo ha demostrado que el Feng shui es una herramienta que puede aportar al mejoramiento ostensible de los niveles de ventas, reducir la rotación de personal y conseguir reforzar el prestigio y reconocimiento; sin embargo, es preciso aclarar que los resultados de esta técnica pueden variar de una compañía a otra, debido a que cada empresa tiene necesidades y requerimientos diferentes, por ello y aunque algunos consejos de índole general pueden aplicarse efectivamente a la mayoría de las empresas,lo recomendable es asesorarse de expertos y maestros Feng shui, para lograr resultados positivos.

Fuentes:

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