La Madera y La Construcción, Una Relación Dependiente

Ana María Berrío Baquero

Periodista M&M

El sector de la construcción no sería el mismo sin la madera, pues ésta resulta materia vital para levantar muchas de sus estructuras, lograr acabados y en el amoblamiento mismo de los espacios. Presente en casi todas las fases de la construcción.

El negocio de la construcción es considerado uno de los indicadores más fiables de la situación económica de un país o región. Se puede decir incluso que el desarrollo de una ciudad se mide por el tipo de construcciones que esta tenga y la cantidad de proyectos que se adelanten en esta índole.

El sector de la madera y el mueble está ligado de forma directa a la construcción, dado que la materia prima participa directamente en las tres etapas evolutivas de la edificación: la obra negra, la obra gris y la conocida obra blanca o terminada.

La madera en la construcción tiene una amplia variedad de usos que van desde  el montaje mismo de la obra hasta la elaboración de los muebles para la casa y en este sentido, el comportamiento de una afecta la estabilidad de la otra. De hecho -y dado que el desarrollo económico influye irremediablemente en el crecimiento del gremio constructor y de mobiliario- el crecimiento proporcional del sector maderero busca suplir siempre las necesidades inmediatas de la construcción, proponiéndole también constantes alternativas de productos y servicios.

La Madera en las Construcciones de Concreto

Existen varias clases de edificaciones entre las que se encuentran las viviendas, ya sea edificios o casas, las oficinas, hospitales, hoteles e instituciones educativas como colegios y universidades y las construcciones civiles como puentes, calles, carreteras, etc.

La construcción de un edificio o estructura en concreto posee una serie de etapas consecutivas que le permiten llegar a finalizar satisfactoriamente una obra arquitectónica y en cada una de esas etapas, la madera se vincula estrechamente, desde el momento de presentar el proyecto, con la construcción de la maqueta en balso hasta los más finos acabados en la llamada obra blanca.

Así pues durante la primera etapa –la obra negra– en la que se realizan excavaciones en el terreno y se incorporan diversos elementos como formaletas para forrar las vigas dándoles forma y éstas, por lo general, se elaboran en pino, madera ideal gracias a su densidad, maleabilidad y economía o en aglomerados resistentes a la humedad.

Ya, en la obra gris y blanca, la madera se emplea en la cimentación de la estructura teniendo como pilares para su escogencia la estética y la durabilidad. Los diversos tipos de madera permiten fabricar con ella cielorrasos, pisos, puertas, gabinetes, muebles empotrados, marcos de puertas y ventanas, closet, escaleras y pasamanos, entre otros.

Para cerrar, la principal materia prima de los muebles de hogar y de oficina es la madera lo que finalmente confirma la altísima demanda que existe del material en este segmento y las grandes y constantes oportunidades de trabajo que surgen para los madereros y muebleros.

Es claro que el sector de la madera y el mueble nacional tiene en la construcción un campo interesante y aprovechable si lo ve con inteligencia, pero también es cierto que deben evolucionar en la investigación del mercado constructor para así, no sólo desarrollar, ampliar o mejorar la plaza en Colombia, sino en los países aledaños, los cuales reciben la madera colombiana con gran entusiasmo y admiración.

Por esta razón se recomienda que los productores nacionales estén muy pendientes de los indicadores de la construcción para así aprovechar las oportunidades que brinda el mercado local y extranjero; así como también se recomienda que estén al tanto de eventos y situaciones que eleven el consumo de madera con fines de construcción o amoblamiento, caso tal, la temporada de tornados en el Estado de la Florida, EEUU.

“Teniendo den cuenta que la madera puede representar el 28 por ciento o en una construcción” dice Alexander Alfonso, Arquitecto de la Alcaldía de Usaquén. Para muchos, éste podría considerarse un porcentaje bajo, pero si se hacen cuentas de su valor real se obtiene que, por ejemplo, en una construcción de 50 millones de pesos, el costo total de la inversión en madera puede alcanzar los 14 millones de pesos.

Este sería el valor aproximado para una vivienda de clase media de 80 metros cuadrados pero, ¿Qué se podría decir entonces de una urbanización de casas construidas para estrato seis?, ¿Cuánta madera podría utilizarse en una edificación de quince pisos?, ¿Cuánto representaría para el sector maderero en el país?

Sin duda las respuestas pueden variar bajo la influencia de diversas variables como el tamaño de la obra, es estratoal que se dirige, etc. Un ejemplo de ellos puede ser una construcción de un edificio de diez pisos, con dos apartamentospor piso y cada uno de ellos de 75 metros cuadrados, la inversión en madera alcanzaría los 280 millones de pesos y contando que cada apartamento cueste 50 millones, la inversión en madera por cada uno es de cinco millones seiscientos mil pesos.

Del mismo modo, no se puede ocultar que se han desarrollado sustitutoscomo el aluminio, los tableros plásticos, el poliéster y los acrílicos que le roban mercado y reemplazan la madera en las diversas disposiciones. Algunos de estos se derivan de la unión de fibras y de partículas de madera.

Hasta aquí, se ha visto como influye la madera en las construcciones como elemento adicional en las construcciones de concreto, es decir, su uso durante el proceso de planeación, edificación,
acabados y amoblamiento.

Colombia: Tradición y Evolución.

Ya, una vez enunciado el fenómenodel uso de la madera como elemento adicional de la construcción, es importante analizar la madera como material básico estructural de la construcción, es decir, viviendas y demás edificaciones elaboradas en su totalidad a partir de esta materia prima.

Para comenzar, se sabe que la construcción de viviendas en madera en Colombia se remonta a la época prehispánica, desde antes de la llegada de los españoles a América, cuando los indígenas recopilaban materia prima del bosque natural para hacer sus refugios. Sin embargo, ya en la Conquista, el consumo del material disminuyó pues los españoles construían sus viviendas con bases de concreto, barro y otras técnicas que no incluían la madera.

Por tradición, y a causa de lo anterior, en Colombia las viviendas elaboradas en madera han sido, desafortunadamente, asociadas con estratos muy bajos o, por el contrario, con un sector exclusivo dispuesto a pagar altos precios por su transformación y posterior uso; situación que en el panorama internacional resulta inadmisible pues allí las construcciones en madera son las opciones más favorables para levantar construcciones de todo tipo.

Vale la pena citar, por ejemplo, el caso de Canadá y Estados Unidos donde más del 80 por ciento de la construcción residencial se basa en sistemas constructivos intensivos en madera, en los que se aprovecha del material sus propiedades antisísmicas, las ventajas que ofrece para la habitabilidad (es térmica, acústica y segura), y sus amplias posibilidades en diseño y combinación con otros materiales.

Para Colombia, y dadas sus características de clima y la facilidad de adquisición de los materiales, debería ser la madera la primera opción de las constructoras a la hora de evaluar sus proyectos de edificación, ya que su aprovechamiento no sólo representa ahorro en el precio de los materiales sino también en el tiempo de preparación y construcción.

Actualmente en Colombia, la construcción en madera se ha segmentado en dos: construcciones económicas, principalmente en los departamentos de Chocó, Amazonas y Putumayo, y que buscan responder a necesidades inmediatas de vivienda y en segundo lugar, las cabañas y chalets de gran valor, propias de fincas campestres y centros de recreación.

Para este último caso, la industria de la transformación de la madera ha desarrollado varias ventajas en su sistema constructivo, como la adecuación de paredes con una masa térmica más baja que la del ladrillo o el concreto, lo que favorece una menor acumulación de calor y un mayor tratamiento del ruido, gracias a que posee cavidades que permiten la inserción de materiales aislantes.

A estas se suman otras conocidas bondades del material en este campo como la posibilidad de realizar construcciones sin contacto a tierra, que permiten un flujo de aire y un enfriamiento pasivo del piso. Dicho económico modelo es usado en gran parte en la costa pacífica colombiana para escaparse de las inundaciones de los ríos.

De igual forma esta su inmejorable propiedad antisísmica, dado que es casi nueve veces más liviana que el concreto; su economía, basada en su peso menor y en la velocidad con la que puede construirse, representada en una relación de uno a tres veces el tiempo empleado con otros productos tradicionales.

Adicionalmente se destaca también por su alto valor estético, arquitectónico, histórico o cultural que puede apreciarse en cientos de edificios institucionales, sedes sociales, clubes deportivos, oficinas, edificaciones campestres, edificaciones comerciales existentes en el país.

Finalmente, se sabe que la madera es un material renovable, y que a diferencia de sus competidores tipo acero, hormigón y ladrillo, requiere menor energía para su obtención y refinamiento, sin contar que aquellos son altamente contaminantes en dichos procesos.

En conclusión, la construcción mantiene una relación directamente proporcional con la madera. En la medida en que la primera aumente su productividad, trabajo y proyección, lo hará también la segunda incrementando a su vez la mano de obra indirecta y la producción misma de muebles.

El Sector de la Construcción en Colombia 

El año anterior las licencias para edificaciones crecieron en un 36,4 por ciento, lo cual equivale a 7,52 millones de metros cuadrados, dentro de los cuales el 56,7 por ciento representó a la vivienda y de éste el principal incremento lo presentó la de interés social, que creció en un 72,5 por ciento. Por otro lado, el sector de las oficinas, el hospital-asistencial, el comercio y la educación presentaron una caída representativa.

Según estadísticas presentadas por el DANE y la Cámara Colombiana de la Construcción, CAMACOL, desde el primero de enero hasta mayo de 2005 se han aprobado 4.564.550 metros cuadrados de área para construcción
con diversos fines, 45.921 más que el mismo periodo en el 2004.

Además, las licencias aprobadas se han incrementado de tal forma que hasta febrero de 2004 se habían otorgado 3.258 licencias de construcción a nivel nacional, 18.742 menos que febrero de 2005.

Fuentes:

  • Alexander Alfonso. Arquitecto Alcaldía de Usaquén. E-mail: xeladesignstudio@yahoo.com
  • Guillermo Roldán. Guda Lab, Laboratorio de diseño. E-mail: gerencia@gudalab.com
  • Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE
  • Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol.

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