‘Park View’: La Construcción del Saber se Levanta con Madera

Redacción M&M

La escuela de secundaria Park View, ubicada en la ciudad de Birmingham, Reino Unido, ha sido remodelada, recientemente. Ahora, no solo es un eficiente centro de formación sino que también, y gracias a su nuevo aspecto, ofrece a sus estudiantes un ambiente ideal para el aprendizaje y se revela como una obra emblemática de los cánones de la arquitectura sostenible.

El jardín infantil, la escuela y la universidad son espacios familiares, necesarios y hasta entrañables, en donde una parte de la población mundial pasa, al menos, los primeros 20 a 25 años de su vida. Por esta razón es comprensible que hayan cambiado a lo largo del tiempo, y que se adecuen, físicamente, a diferentes estilos de vida, épocas, religiones, costumbres, climas, presupuestos económicos, modelos pedagógicos y, en las últimas décadas, a los nuevos modelos arquitectónicos que responden a las necesidades y preocupaciones medio ambientales.

Uno de los mejores y más recientes ejemplos de esta tendencia es la secundaria Park View Birmingham, una construcción que fue radicalmente renovada por la firma británica de arquitectura Haworth Tompkins (1) −como parte de la iniciativa ‘Escuelas para el Futuro’, implementada por gobierno británico desde 2010, con el objetivo de intervenir, a un bajo costo, cerca de 20 establecimientos educativos oficiales y adecuarlos a las políticas académicas gubernamentales (2)− y que se convirtió en una de las pioneras de las reformas estructurales y físicas, desde junio de 2012, fecha en la que fue reinaugurada después de un año de intervención arquitectónica.

La Park View Secondary School, su nombre real, se ubica en el centro de Birmingham, en la localidad de Alum Rock, cuya población predominantemente es básicamente musulmana y es también, la mayor usuaria del colegio.

‘Escuelas para el Futuro’ que busca renovar arquitectónicamente,

La edificación −que fue construida en 1960, hoy alberga, en sus 6.000 m2, a un completo plantel de docentes, administrativos y a 600 estudiantes que reciben educación especializada en matemáticas y ciencias−  es la sede de una destacada escuelas que, anualmente, consigue los mayores puntajes en los exámenes de conocimiento y competencias en el Reino Unido; de allí que fuera una de las seleccionadas para ser intervenida.

El objetivo específico de los arquitectos fue recuperar y remodelar los espacios que habían perdido su funcionalidad original; modernizarlos, pues a juicio de la comunidad se mostraban anticuados considerando las líneas arquitectónicas de los tiempos actuales; vivificar las áreas,   y construir otras nuevas, más acordes a las necesidades pedagógicas de los usuarios, como coliseos deportivos, instalaciones para un comedor, nuevas entradas peatonales y vías de circulación para los autos, entre otros, todo bajo el concepto de sostenibilidad arquitectónica.

El Reto Vivificador

Jim Reed, el arquitecto de Haworth Tompkins encargado del proyecto, afirmó en una entrevista para un diario británico que la intervención de la escuela Park View consistió en un “cuidadoso y selectivo trabajo de odontología, en el que el odontólogo debió abrir espacios y sacar el máximo provecho de lo que ya estaba ahí, en la “boca de su paciente”  para lograr una “sonrisa” perfecta”, y un bajo costo.

Con esta creativa analogía, Reed explicó la manera como el grupo de arquitectos debió intervenir la vieja edificación de la escuela, para obtener un espacio que, actualmente, es uno de los mejores ejemplos de las “escuelas del futuro” en el Reino Unido y que demandó una inversión de 8,5 millones de libras esterlinas (unos 2.805 millones de pesos colombianos) muy baja considerando la magnitud de la obra.

Madera, vidrio y concreto fueron los materiales elegidos para llevar a cabo la renovación arquitectónica de la escuela. La madera, por su bajo costo y fácil incorporación, fue concebida como el elemento estructural del proyecto.

El panorama inicial representaba un gran reto. Se trataba de recuperar unas instalaciones con más de 50 años de existencia que, a través del tiempo, fueron adecuándose de modo fragmentario y sin mayor planeación. El resultado, un complejo oscuro, frío, desorganizado y disfuncional, que perdió su esencia como espacio para la educación, para el crecimiento y para el estímulo de la creatividad y la inteligencia.

De hecho, los arquitectos de Haworth Tompkins explican que los alumnos manifestaban temor de permanecer, utilizar o pasar por algunos espacios de la edificación como aulas o corredores, que “brillaban” por ser oscuros, pequeños, algunos sin salidas, e incluso peligrosos.

A nivel urbanístico, la fachada del edificio no cumplía con un principio comunicativo ni mostraba estética alguna; muchos de los habitantes de la zona, incluso, desconocían la actividad que se desarrollaba dentro de la construcción pues ésta parecía más una bodega abandonada, sin coherencia cívica, debido también, al desorden de sus vías de acceso y parqueaderos.

“El sitio era un collage de edificios, muchos de los cuales estaban en mal estado y habían sufrido una gran variedad de problemas, incluyendo malas conexiones, corredores de hacinamiento y la falta de luz natural”, afirmó Graham Haworth, director de la firma arquitectónica. Este escenario era, precisamente, el reto a superar, teniendo en cuenta que para Haworth Tompkins, la Park View Secondary School era el primer proyecto que afrontaba, de este tipo.

A partir de los elementos existentes, la firma de arquitectos buscó reinventar espacios creativos, y hacer mejoras simples que encendieran luces efectivas para ambientes de aprendizaje de primera clase y que reflejaran, además, la excelencia académica de la escuela. La madera fue determinante en los propósitos, en los planos y en las áreas tratadas.

Máxima Eficiencia

Antisísmico, resistente al uso y a los agentes agresivos presentes en el medio ambiente −como hongos, la humedad y el calor−; de excelente comportamiento estructural; bajo peso −alrededor de 800 kg/m3 frente a los 2.500 kg/m3 del hormigón armado−; fácil de trabajar, de hermosa apariencia estética, armónico junto a materiales como el vidrio o el concreto; benéfico –en obras arquitectónicas– para el cuidado de la salud debido a que permite el balance de la humedad interior hasta en un 70 por ciento; y de reconocidas propiedades acústicas, son algunas de las cualidades de la madera laminada como material de obra.

Haworth Tompkins, además de las ventajas anteriores, reconoció que el recurso ofrecía un gran potencial de aplicación –ya reconocida y documentada− para la rehabilitación de edificios, especialmente, aquellos donde los materiales originales no cumplen con las exigencias estructurales de las normativas actuales; hecho que terminó por “inclinar la balanza” hacia la madera, como sustento de la remodelación de la Park View Secondary School.

Por su buen comportamiento estructural, rigidez y apoyo, el recurso fue utilizado al interior de la construcción en escaleras, el patio de descanso, las oficinas administrativas, las aulas y otras áreas de aprendizaje; y en el exterior, en las entradas peatonales, parqueaderos, áreas cívicas, en un patio antes inaccesible, y en la fachada; cada rincón ganó en luz natural, calidez y buena apariencia.

Sin embargo, fueron los corredores, una de las mayores áreas intervenidas tras el diseño y construcción de una “vía” de circulación interconectada −a partir de vigas laminadas− que no sólo enlazó las nuevas instalaciones y sirvió como unificador de todos los espacios, el comedor y el polideportivo; sino que permitió un flujo mayor y más seguro de estudiantes con su ampliación, y vivificó la construcción en general.

Paralelamente, los salones de clase fueron también adecuados por los arquitectos para facilitar la enseñanza, e incluso los baños que fueron remodelados. Éstos, que también mejoraron su funcionalidad y apariencia gracias a la participación de la madera, recibieron la luz natural de la fachada lo que permitió de paso, una mayor vigilancia pasiva a los alumnos; además de mayor paso de aire en tiempos de verano.

Vale anotar que pese a lo invaluable de los aportes que la madera brindó al establecimiento educativo y lo valioso de la obra en sí –en lo estético, arquitectónico, urbanístico, ambiental– el edificio respondió eficientemente a la necesidad de adelantar una obra macro a un bajo presupuesto; a razón que el diseño arrojó un ahorro estimado del 25 por ciento, por concepto de horas/hombres, disminución en los costos de instalación, transporte y consumo energético, comparado con otras construcciones de su tipo.

Este hecho convirtió a la Park View Secondary School, en uno de los mejores ejemplos de construcción sostenible existentes, actualmente, en el mundo; pues la madera empleada en la obra, en vigas y partes en general, provenía de plantaciones con sello verde, registró –en comparación con otros materiales constructivos– la menor huella de carbono; y redujo hasta en un tercio, el tiempo de obra en la edificación lo que se tradujo en un menor impacto ambiental con duración perpetua.

El potencial de la madera, el vidrio y el policarbonato, que hoy son los protagonistas enla arquitectura de centros puede medir tanto en términos de sustentabilidad como de excelente apariencia

Identidad, dignidad, orgullo alegría, creatividad y calidez, son los adjetivos con los que la comunidad escolar de la escuela de Park View describen sus sensaciones sobre el renovado lugar. Para estudiantes, docentes, personal administrativo y visitantes, los cambios efectuados brindaron a la escuela identidad y dignidad. Destacan no sólo la belleza que adquirió el lugar gracias a la estructura en madera, que contrasta con las grandes puertas de cristal, la transparencia del policarbonato, el rojo brillante de los pisos, o la elegancia del patio también “forrado en madera”, sino también el servicio –con bienestar− que presta a la comunidad de educandos.

En este sentido, se destacan los aspectos pedagógicos. La escuela, aseguran sus directivos, ahora es una especie de «zona social de aprendizaje» que fue posible gracias a la apertura de los espacios y la unificación y armonización de los mismos a través del uso de la madera, que incluso se aplicó en los techos, todos renovados, elaborados en madera de cedro con aplique de acero inoxidable.

Esta propuesta de intervención arquitectónica renovable en el Reino Unido –y en otros países como Chile, Colombia, Finlandia o España donde también los arquitectos y diseñadores han empezado a utilizar la madera como material constructivo en centros de formación– parece haber despertado un cambio en el diseño de los establecimientos educativos que, valer anotar, está dando paso también, a la ampliación del espectro que contempla la madera como material constructivo ideal, especialmente en el ámbito de la educación pública.

  • Citas:
  1. 1. Haworth Tompkins se fundó en 1991 por Graham Haworth y Steve Tompkins, dos de los arquitectos más destacados de Europa, gracias a su trayectoria en la intervención de espacios considerados ‘sensibles’ por su importancia histórica. Su sede queda en Londres y entre sus proyectos, de carácter público, privado y mixto, están escuelas, galerías, teatros, salas de conciertos, viviendas, oficinas, comercios y fábricas; que les han hecho merecedores de más de 50 premios de arquitectura, varios de ellos a nivel internacional.
  2. Este proyecto gubernamental, es una alianza entre la empresa pública y privada que beneficiará un total de 17 escuelas del Reino Unido. Tres de ellas finalizaron ya el proceso de intervención, y la restante se encuentra en diferentes fases de ejecución.
  • Fuentes:

www.haworthtompkins.comwww.guardian.co.uk/artanddesign/architecture-design-blogwww.birminghampost.netwww.archdaily.comwww.plataformaarquitectura.cl

  • Fotografías:

Ioana Marinescu y Richard Haughton para www.haworthtompkins.com

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