Pensamiento creativo: Diez tips para mejorarlo, a la hora de innovar

Diego Téllez
Director de Programa Diseño de Interiores, Corporación Universitaria Taller 5

Alexandra Colorado Castro
Redacción M&M

Por principio de evolución todos los seres humanos son creativos. La creatividad es la capacidad de inventar, y está relacionada con la manera de pensar, decidir, solucionar y afrontar situaciones; ella ayuda a tomar caminos que pueden ser considerados prácticos o fáciles, pero que en realidad demuestran, en el proceso, la facilidad que tiene un individuo para crear e innovar.

En el contexto de la industria y específicamente en el sector del diseño de mobiliario comercial, doméstico y especializado colombiano, la creatividad es un valor muy importante en un momento como el actual, ella es una herramienta para afrontar los grandes cambios que vienen experimentando las empresas en sus metas estéticas, comerciales y de la innovación misma; para tomar decisiones en pro de consolidar su competitividad -cada vez más difícil a causa de la globalización-, su solidez y garantizar su permanencia en el futuro.

Teniendo en cuenta que el indicador más importante que asegura la presencia en el tiempo de una empresa y de su marca, es el nivel de respuesta que logre del mercado -es decir, su capacidad para desarrollar, fabricar y comercializar productos que le resulten atractivos a los consumidores-, la creatividad y la innovación resultan fundamentales. Ellas le permiten, a través de productos nuevos o mejorados, introducidos a tiempo, ser competitiva, darle valor a su marca, ganar la preferencia en la demanda y de paso, detectar y proyectarse sobre lo que el mercado anhela y exige.

Considerando lo anterior, el programa de Diseño de Interiores de la Corporación Universitaria Taller 5, Centro de Diseño, expone, en el presente artículo, 10 tips que ayudan a estimular y mejorar el nivel creativo en las empresas del mueble para que -desde su área de diseño- puedan diferenciarse de otras a través de sus productos, mantenerse en la punta del mercado, lograr la recordación, preferencia y fidelidad del público y, en algunos casos, para que sean capaces de reconocer y/o diagnosticar fallas o situaciones internas que les afecta a la hora de producir, de innovar y de afrontar a su competencia.

¿Qué es creatividad?

La creatividad es una propiedad inherente del pensamiento y del carácter humano, y es una herramienta que nos ha puesto en la cima de las especies por una diferencia: reconocer
que podemos ser creativos y de paso, que podemos trabajar sobre ella para mejorar e incrementar esa capacidad. El resultado siempre serán la generación de posibilidades y caminos nuevos en todos los ámbitos de la vida, desde el personal hasta el industrial.

En este último -el ámbito industrial y particularmente en el sector del mueble-, la creatividad se puede ver evidenciada en categorías estéticas expresadas en respuestas como la forma, el color, el tamaño y el funcionamiento; además de otras como el uso de insumos, las dinámicas productivas y las formas de reducir el impacto que tienen sus operaciones sobre el medio ambiente.

 En este sentido, cada vez que se revisan los procesos de una empresa -ya sean industriales, operativos o logísticos en búsqueda de mejorar un producto interviniendo en su calidad y en la eficiencia- es la creatividad (acción de analizar para concluir) y más allá de ella, la aplicación del pensamiento creativo (proceso que se construye entre diferentes personas en un departamento creativo), el que permite materializar productos innovadores.

Dado que la creatividad tiene como insumo o sustento para estimularse, el nivel de observación, percepción y análisis que tienen los seres humanos sobre su entorno, en el plano industrial del diseño y del mueble, ese nivel de percepción es el que permite a diseñadores y empresarios desarrollar su capacidad de generar elementos y productos que les ayuden a mejorar los espacios, las actividades y las dinámicas de sus clientes y del mercado.

Precisamente, docentes del Programa de Diseño de Interiores de la Corporación Universitaria Taller Cinco Centro de Diseño han desarrollado diez consejos para que las empresas mejoren -integral o en departamentos específicos- su nivel de creatividad y de innovación. Se trata de diez tips que pueden ser aplicados para generar acciones creativas no solo en el campo del diseño -sino en temas logísticos, operativos, administrativos y hasta financieros- y resolver problemas asociados a este proceso creativo.

Carlos Andrés Parra
Arquitecto

1- El producto es el resultado del nivel de conocimiento del fabricante 

Es de gran importancia reconocer y mantenerse actualizado en cuanto a los adelantos de la industria, y ser consiente que el nivel de conocimiento del fabricante del mueble, más su experiencia, son fundamentales a la hora de adelantar su proceso creativo.

En este sentido es importante que el industrial conozca y aplique rigurosamente en su producción, los parámetros normativos asociados con antropometría, ergonomía, comodidad, proporción y acabados; que respete las técnicas constructivas que aseguran que su producto tenga un alto estándar de calidad; que registre los procesos que conlleva la realización de una pieza, así como las ideas que le surjan pues por lo general, suele haber cabida para las iniciativas o ideas desechadas que -por no funcionar en un proyecto pasado- pueden encajar en uno nuevo.

La consigna es que el industrial siempre sepa -desde la experiencialo que hace y para quien lo hace. Enel desarrollo de cualquier producto -una silla, por ejemplo- debe ir más allá del objetivo mismo que pretende solucionar su objeto, y debe trabajar no solo para que esta cumpla la función esencial de servir para sentarse sino que debe garantizar comodidad y la postura óptima del usuario, además de los atributos adicionales que quiera otorgar a la silla, pero siempre cuidando ser preciso y técnico en todos los procesos de diseño y de fabricación.

Diego Andrés Rodríguez Téllez
Director de programa Diseño de Interiores

Conocimiento del recurso

Es importante que la empresa reconozca y analice, perfectamente, los recurso y las materias primas (insumos, herramientas, maquinaria) con las que trabaja, pues la creatividad está ligada a ese reconocimiento, en la medida de que pueda comprender el para qué sirven, las funciones y propiedades y darles nuevas intensiones dentro de un proyecto; generar nuevos usos o desarrollos creativos o estructurar mejor sus procesos productivos, presupuestales y de diseño a fin de que sean más eficientes.

En este sentido, es posible mencionar el caso de las maderas reconocidas por su dureza, estabilidad ante la intemperie o resistencia ante agentes externos, pero que por falta de análisis y de experimentación se pierde la posibilidad de conocer sus respuestas -por ejemplo- a ciertos procesos de pintura y lograr tonalidades diferentes a las habituales, nuevos usos para el material o su inclusión en proyectos específicos en los que normalmente no se incluye; lo que en lo estético, industrial, presupuestal o perceptual desarrolla innovación.

El espacio es su catálogo de inspiración

Es bien sabido que la producción, en el campo de mobiliario y amoblamiento, está destinada a la intervención de espacios, pero en algunos casos las empresas de muebles no reconocen que tal como ellas generan espacios agradables e innovadores para sus clientes, así mismo deben hacerlo para su departamento de diseño; la calidad del espacio donde se trabaja y se generan los nuevos productos o diseños, es de absoluta importancia.

El espacio de trabajo es el escenario donde se alimentan las intenciones del diseñador y los elementos contenidos en él ayudan en la inspiración y en la creación de las características de los nuevos productos.

Siempre es necesario contar con factores que estimulen el sentido analítico y creativo: colores claros que combatan la ansiedad y contribuyan a la concentración, el orden, la clasificación de herramientas, la ventilación, los muebles o elementos de arquitectura interior que permitan la socialización de ideas y la comunicación entre los miembros de un equipo de trabajo, todos son fundamentales para favorecer el nivel creativo que la gran mayoría del tiempo se encuentra en incertidumbre.

Análisis de mercado: la mejor opción para generar fidelidad

Dado que el cliente considera que la compra de mobiliario es más un gasto que una inversión, y que al escenario del mercado actual han llegado: nuevos muebles importados a menor precio, materias primas e insumos de proveedores internacionales, y cadenas de distribución mucho más fluidas y directas gracias a los Tratados de Libre Comercio; los industriales del mueble nacional están poniendo a prueba su competitividad y su estabilidad a los cambios y se han visto obligados a desarrollar la habilidad de detectar lo que el mercado demanda, lo que el cliente está dispuesto a adquirir.

Se entiende entonces que la creatividad, en las empresas, debe estar presente no solo en los productos, sino también en las estrategias comerciales, alianzas, tácticas logísticas y en las maneras de llegar a los consumidores; de allí que se les recomiende generar un detallado análisis de su sector en el que incluyan el estudio de su competencia, las tendencias y el seguimiento a precios y promociones. La suma puede darles un contexto de la dinámica de su sector para comprenderlo y poder ir un paso adelante en lo que el mercado preferirá.

Lo anterior también les da a las empresas la seguridad de disminuir su nivel de incertidumbre y de riesgo al momento de especular cuando, por ejemplo, llegue al mercado nacional, un producto evidentemente innovador.

Así mismo, pueden llegar a generar la necesidad y la expectativa de compra por sus productos -sin esperar a que sea el mercado el que lo indique o lo demande- si logran cambiar el esquema de satisfacción de los clientes; es decir, pueden convertirse en agentes de innovación que identifiquen nichos y preferencias, que analicen comportamientos, observen los ciclos de renovación de los espacios y revisen cómo las tendencias internacionales influyen el mobiliario local.

Las empresas también pueden analizar las rutinas de un mercado objetivo al que quiera sorprender con un producto nuevo, y centrarse en un momento específico del diario vivir de ese mercado, en el que pueda generar una necesidad. Si se trata del nicho familia, por ejemplo, el momento del desayuno o de la cena, donde suele darse la reunión de los miembros, puede abrir posibilidades para nuevas ideas de muebles, considerando factores como la comodidad, el tiempo, la calidad de disposición de los alimentos o la seguridad, entre otros.

Dejar fluir el proyecto libremente

No se debe pensar, en un primer momento, en el costo de un producto por elevado que este sea, es conveniente que los fabricantes de muebles dejen que el proyecto fluya libremente en sus primeras etapas y que, al momento de confrontarlo en las etapas de alineamiento financiero e industrial, se generen las estrategias para su comercialización.

Algunas de las estrategias pueden ser vender un producto por fases, ofrecer piezas de ensamble, poner a disposición del mercado módulos de armado, asegurar una disponibilidad
fácil y permanente de repuestos, ofrecer facilidades de interactividad con dispositivos móviles y demás ayudas tecnológicas, todas son buenas estrategias de apoyo para que un mueble termine haciendo un gran aporte a la diferenciación de la marca, con valores atractivos a la hora de la compra.

No existe el error, identifique lo importante y lo que debe reservar

Hay que reconocer que el proceso creativo se basa en una serie de aciertos, pruebas y toma de decisiones -acciones y responsabilidades propias del creativo o del departamento encargado de la innovación- pero en esa secuencia es importante que los “desaciertos” que surjan no sean calificados como errores que desechan las ideas que ellos proponen.

Es mejor considerar los “desaciertos” como pequeños descubrimientos que, si bien pueden no ser aplicables o propios para el proceso o producto que se adelanta en el momento, puede serlo para otros futuros; por lo tanto, es bueno registrarlos y tenerlos presentes o disponibles, y saber cómo aprovechar sus servicios y virtudes para -por ejemplo- agregar valor a otro mueble.

También es necesario tener presente que, aunque en las pruebas y validaciones que surgen del proceso creativo, siempre aparecen elementos innovadores; no es recomendable quedarse con la primera idea o recurso que satisfaga lo esperado; remitirse a distintas alternativas nutre el proceso de diseño, genera valores y características distintivas para el producto y abre la posibilidad de tener opciones de cambios o rediseño -como sucede con los materiales- cuando por ejemplo, falta disponibilidad por parte de los proveedores o del mercado.

Identidad: manténgala o defínala

No se trata de innovar cambiando los elementos estéticos o técnicos que le dan diferenciación e identidad a una marca. Para el caso creativo, es de gran importancia que el industrial sepa qué es su empresa, qué representa y que lo tenga presente en su pensamiento a la hora de crear e innovar; esto genera que los clientes distingan los productos y la empresa por sus atributos y valor agregado (calidad de los ensambles, materiales exclusivos, facilidad de armado, durabilidad, garantía, etc.)

 En un buen proceso de diseño, una empresa mobiliaria con tradición debe reflejar su trayectoria siempre en el estilo y en las características de sus productos; además de exponer, creativamente, las fortalezas de su identidad en su logo, procesos, acabados, líneas de diseño conservando los rasgos que distinguen la empresa, la marca y los productos.

No es sano pretender innovar, cambiando o rompiendo con todos los elementos que han otorgado identidad; esta es una regla que debe ser clara para el grupo creativo que, además, debe conocer y reconocer los valores diferenciales.

Se da el caso de empresas que -ante la necesidad de desarrollar nuevos productos con características distintas a las asociadas a sus rasgos tradicionales- crean o compran nuevas marcas más allá del riesgo financiero, para mantenerse en el negocio sin sacrificar su marca base.

Natalia Erasso
Diseñadora Industrial

Fabrique los productos según la necesidad del cliente

Las necesidades que suplen los muebles tienen que ver con el tipo de espacio (sala, baño, oficina, exterior, etc.) que van a ocupar, de allí que sea fundamental validar el nivel, la frecuencia y las características de uso que tendrá una pieza, conjunto de muebles o producto, en el espacio designado.

Por lo regular los clientes, en etapas de amoblamiento, renovación o simple compra de muebles, buscan llenar espacios o complementar servicios con piezas que muy pocas veces termina usando; de allí que sea conveniente que los fabricantes de muebles construyan, preferiblemente, muebles que cumplan objetivos precisos a las necesidades de su cliente, y muy específicos según el espacio determinado y que le ayuden -de ser posible- a optimizarlo, como ocurre con los muebles multifuncionales.

No asigne nombres, asigne valores

En la fase creativa es de gran importancia que el diseñador y/o fabricante de muebles no asigne nombres, categorías o clasificaciones al producto que está desarrollando pues esto suele sesgar o condicionar inmediatamente el proceso creativo y no le permitirá que fluya en la construcción de la propuesta.

En este sentido, por ejemplo, resulta más productivo pensar -no en desarrollar solamente una cama- sino en un producto concebido desde necesidades que pueden ser cubiertas más allá de las asociadas tradicionalmente al objeto, pues, una cama, puede estar hecha no solamente para dormir.

Retomando el ejemplo, usualmente los diseñadores o fabricantes de muebles referencian la cama -en el proceso creativo- a partir de los valores, acciones o atributos que obligatoriamente le han asignado categoría a este producto (tener cuatro patas, un cabecero, unos tamaños estándar, entre otros); no se diseña el mueble para que cubra necesidades como el descanso, la recuperación o el ocio entre otras. El ejercicio, de diseñar desde la creatividad, mecánicamente asegura la liberación de ideas y garantiza mejores resultados en la innovación y la generación de nuevos productos.

Diego Germán Pérez Mora
Diseñador Industrial

Trabajar a la inversa: revise primero el contexto o escenario de su producto

El análisis de las particularidades de un contexto real, con generación y disposición a los datos, pueden ser el mejor camino para lograr ideas y respuestas creativa para generar mobiliario.

No hay que temer a conocer las realidades culturales de las personas y a las posibilidades técnicas y tecnológicas de los contextos, por el contrario, una inmersión ellos, dotará al responsable de la concepción y fabricación de muebles, de una experiencia práctica que se traducirá en piezas más innovadoras, aptas para resolver problemas reales de la vida diaria y que consideran a quien usará el mueble, la forma en que el producto responde a la necesidad del usuario y el espacio en el que el mueble prestará servicio.

Por ejemplo, para un proyecto que busque el desarrollo de un nuevo producto para oficinas, es necesario primero, recolectar todos los datos del sector que se va a intervenir y que incluyen aspectos normativos, características de clientes, ergonomía, insumos apropiados, disponibilidad de colores, parámetros de seguridad laboral, normas para espacios interiores, disponibilidad de acceso y manejo de redes y sistemas de cableado, entre otros, a fin de que el diseñador o departamento creativo cuente con todas las variables para trabajar.

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