Camilo Marín Villar

Periodista M&M

En medio de la peor tragedia invernal que ha sufrido Colombia en muchos años, causada por el fenómeno climático conocido como La Niña, la industria nacional sigue su marcha, mientras la cadena forestal, madera y muebles mantiene niveles apropiados, con una reducción controlada y justificada en su producción.

La disminución de la producción interna está siendo compensada por un aumento general en las importaciones de productos maderables en trozas, partes y piezas de madera. En suma, la entrada en vigencia de nuevos Tratados de Libre Comercio y la apreciación del peso frente al dólar, han contribuido al crecimiento de las compras del sector desde el exterior.

Según el último reporte del Departamento Nacional de Estadística (Dane), la producción industrial creció 4,6% en el primer trimestre del presente año, frente a los primeros meses del 2010. Particularmente, durante marzo, la producción real del sector fabril –sin incluir trilla de café– creció 5,2% con relación al mismo mes del año anterior, cuando registró un incremento de 7,5%.

En este período, 30 de los 48 subsectores industriales registraron incremento en su producción, destacándose las industrias de vehículos automotores (50,8%); minerales no metálicos (12,6%); refinación del petróleo (12,7%); otros tipos de equipo de transporte (39,5%); y sustancias químicas básicas (9,0%).

Durante marzo, el personal ocupado por el sector manufacturero se incrementó 1,5% respecto a marzo de 2010, periodo en el cual registró una disminución de 1,9%. De acuerdo con el tipo de contrato, el personal temporal registró un incremento de 3,7%, en tanto que el personal vinculado a término indefinido disminuyó 0,1%.

Las ventas de la industria efectuadas en punto de fábrica, sin incluir trilla de café, aumentaron 6,1% en el mes de referencia respecto al mismo periodo de 2010, cuando habían registrado una variación de 7%. El resultado del mes obedeció, principalmente, a la mayor dinámica de las ventas de vehículos automotores; minerales no metálicos; otros productos químicos y productos derivados de la refinación de petróleo.

Por su parte, el sector forestal, es decir, el dedicado a las actividades de aserrado y producción de trozas y tableros de madera, descendió 3,0% en los primeros tres meses de 2011; y a su vez, la fabricación de partes y piezas de madera para la construcción cayó 9,7% y la manufactura de otros productos de madera 35,2%. El sector mueblero, entre enero y marzo de 2011, demostró estabilidad al crecer 0,8%,

En los últimos 12 meses el aserrado y extracción de madera descendió 1,3%, mientras el consolidado de las partes para construcción aumentó 13,3% y la fabricación de muebles mantuvo una satisfactoria alza de 8,1%.

Balanza Comercial

Entre enero y marzo, las importaciones de productos silvícolas crecieron 46,1%, al pasar de US$903 millones en 2010 a US$1.319 millones en 2011; así mismo, las compras de trozas de madera aserrada y acepillada aumentaron de US$2.084 millones a US$3.317 millones, lo que equivale a 59,2% de aumento.

Igualmente, en los primeros tres meses del año, las importaciones de hojas de madera para enchapado, de tableros y paneles crecieron 31,9%; mientras las partes y piezas de madera para construcción y obras civiles aumentaron 115% y la compra de recipientes de madera presentó una elevada alza de 293,2%.

Dicha tendencia en las importaciones se mantiene en la industria de muebles que, entre enero y marzo de 2011, importó US$41.799 millones, frente a US$30.428 millones que fueron importados en igual periodo del año anterior, equivalente a un alza de 37,4%.

La baja de la producción local maderera y su sustitución por importaciones, influyó evidentemente en la disminución de las exportaciones de productos de este sector. Entre enero y marzo de 2011, las ventas hacía el exterior de productos silvícolas y extracción de madera cayeron 7,9%, al pasar de US$3.753 millones a US$3.457 millones; igualmente, las exportaciones de productos de madera, excepto muebles, pasaron de US$8.162 millones en 2010 a US$6.371 millones, lo que representa una caída de -21,9%.

En contraste, en los primeros tres meses, las ventas hacía el exterior de muebles colombianos crecieron 45,2%, al pasar de US$26.997 el año pasado a US$39.211este año.

Movida

Las cifras citadas evidencian, a la vez, un reto y una oportunidad para el sector de la madera y el mueble; por un lado, conviene acelerar los esfuerzos para enfrentar la caída de producción nacional con tecnificación y un aumento de los cultivos forestales comerciales en el país a fin de satisfacer, localmente, la demanda nacional y lograr un mejor equilibrio de la balanza comercial.; por otro, es importante aprovechar los nuevos tratados de libre comercio e incursionar con productos madereros a nuevos nichos de mercado en el exterior, tal como lo hace actualmente, el gremio mueblero.

En este orden de ideas, es positivo conocer que grandes reforestadores como la chilena Masisa mantiene intenciones concretas de invertir, este año, en amplias plantaciones de bosques con aptitud forestal en Colombia.

Además, hay que destacar la inclusión directa del programa de reforestación, el seguro agrícola contra inundaciones y la ventanilla única de atención al reforestador, en el en al Plan Nacional de Desarrollo del actual Gobierno.

Entre otros hechos positivos, que rodean a los inversionistas nacionales interesados en el negocio forestal, está la puesta en marcha del Mercado Integrado Latinoamericano (Mila), fruto de la unión de las plazas bursátiles de Colombia, Perú y Chile; además, de la firma del TLC con Suiza, que incluye cero arancel para los productos madereros y el inicio de las negociaciones para un TLC entre Colombia y Turquía.

En fin, lo que viene es trabajar para concretar y aprovechar la evidente capacidad que tiene el país y el sector para crecer internamente; en el exterior, es claro que Colombia ofrece grandes oportunidades, a tal punto que hoy se afirma, es un gran socio estratégico.