Por más de 22 años la cita con el diseño, la arquitectura, el paisajismo y la decoración argentina, ha tenido como vitrina a Casa FOA, un evento en el que profesionales de estas áreas exponen sus trabajos y recuperan magistralmente escenarios de alto valor histórico. En su versión 2006, el turno fue para el ‘Palacio de Lezama’.

Recorrer los escenarios que Casa FOA reinventa en cada una de sus versiones es como dar un paseo inusual en el tiempo, es apreciar como luz, color, diseño, vanguardia, conocimiento y creatividad se apoderan de lugares o inmuebles ‘Patrimonio Arquitectónico’ de Argentina, para que sufran la más asombrosa transformación y deleiten a sus espectadores.

Por más de dos décadas Casa FOA –iniciativa que surgió como forma de recaudar fondos para sostener las actividades de la Fundación Oftalmológica Argentina “Jorge Malbran” ⁽¹⁾ –ha combinado el diseño y la arquitectura con un propósito social, presentando e impulsando anualmente y en singulares exposiciones, el trabajo de decoradores y arquitectos locales.

Su importancia, además de ser sin duda una de las exposiciones más importantes de ese país –pues no en vano reporta cerca de dos millones de visitantes y 88.000 metros cuadrados en toda su historia–, radica en el impulso que da al libre desarrollo de la creatividad de decenas de profesionales que se vinculan, versión tras versión, en su montaje y organización.

Para este propósito la organización del evento abre espacios físicos, en los edificios escogidos por ella, para que cada empresa o profesional invitado adelante un minucioso trabajo de restauración en áreas específicas y exhiba luego allí, sus propuestas, convirtiendo sórdidos y olvidados salones antiguos en originales, sorprendentes y modernas áreas habitacionales, de servicio y de trabajo que deleitan el buen gusto del los visitantes.

De esta forma el evento, que no sólo fomenta la recuperación edilicia de valiosos monumentos y la conservación de inmuebles declarados ‘Áreas de Protección Histórica’ –mientras de paso promueve el turismo de la ciudad de Buenos Aires– se convierte en la mejor vitrina para que las últimas tendencias de pioneros, estudiantes y promesas del diseño sean reveladas al público de manera directa y abierta.

Es un espacio para la creación que cada año muestra sus avances y le permite a otros profesionales de las áreas expuestas, conocer para poder aplicar en sus oficios, disciplinas, trabajos y empresas, la experiencia e información que han procesado los líderes en su campo. Un espacio que este año volvió a sorprender y cuya muestra presentaremos en este “documento gráfico”.

Palacio de Lezama: El Diseño en Escena.

Rodeado de Tilos, Olmos, Acacias y Magnolias –y ubicado frente al parque de Lezama donde convergen tres barrios tradicionales de Buenos Aires: La Boca, San Telmo y Barracas– se levanta el emblemático Palacio Lezama, una construcción propia de la arquitectura industrial de 1910 que durante 80 años albergó una famosa fábrica de fideos y que hoy es catalogado como “inmueble protegido” por el Patrimonio del Gobierno de la Ciudad.

Este año, en su XXIII versión, Casa FOA escogió precisamente esta construcción para ser remodelada y presentar, del 29 de septiembre al 19 de noviembre del 2006, su tradicional exposición a las más de 95 mil personas que acudieron como visitantes a la cita.

El edificio, que registraba ya numerosas modificaciones y que por lo tanto hoy presenta espacios de características arquitectónicas diferenciadas, combinando además elementos originales de su primer uso (como las estufas en donde se cocinaban los tradicionales bizcochos), destinó 6.500 metros cuadrados a la exposición de áreas privadas, institucionales y de servicios magistralmente diseñadas.

Fueron 54 estudios de arquitectura, diseño interior, decoración y paisajismo que ocuparon la planta baja de la edificación y recrearon desde los estilos de arquitectura y muebles más clásicos hasta los más contemporáneos y futuristas a través de cocinas, comedores, escritorios, dormitorios, suite de hotel, family room, garajes, mono-ambientes, estudios, ludoteca, exposición de fotografía, spa, entre otros, con gran maestría.

Vale señalar que además fueron recuperadas otras áreas del edificio como las tres plantas superiores que suman 25.000 metros cuadrados, en las que se planea instalar modernas oficinas flexibles, y 10.000 metros en la planta baja y primer piso, en los que se recreará un espacio similar a una tienda por departamentos que ofrecerá únicamente productos argentinos, tipo exportación, como antigüedades, artesanías, cueros y zapatos.

Sin duda, este es un excelente ejercicio y por que no, un buen ejemplo a seguir, para diseñadores y empresas como las nuestras que se destacan hoy por su talento, por la calidad de sus productos y por sus diseños, y que bien pueden recoger esta iniciativa para materializarla en Colombia, gozar de todos lo beneficios que ésta implica.

Por lo pronto, la Revista M&M, presenta a continuación una muestra de las exhibiciones presentadas en Casa FOA 2006, que en esta oportunidad, como en años anteriores, maravilló a propios y extraños. Disfruten el recorrido.

Citas:

Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbran. Organización sin ánimos de lucro creada en 1964, dedicada a la docencia e investigación oftalmológica y al desarrollo de acciones asistenciales comunitarias. Entre sus actividades se cuenta el Programa de Residencia Médica para la capacitación de jóvenes profesionales en Oftalmología, la organización de cursos y seminarios, la realización de investigaciones en sus laboratorios de Patología Ocular, Bioquímica y Microbiología, el servicio de su biblioteca especializada y el Curso Anual de Oftalmología.

Espacios CASA FOA 2006

La Cafetería.

De acuerdo con sus diseñadores, este espacio reinterpreta –en los viejos hornos del edificio–  un comedor fabril o cantina del barrio Barracas o de la Boca, presentando las tradicionales mesas tipo tablón pero combinadas con sillas en colores básicos muy fuertes, que recurren a detalles metálicos fríos (patas y espaldares enmallados) para evocar lo antológico de aquellas épocas de servicio. Expositores: MANIFIESTO.

Estudio AMG – Arquitectura y Diseño.

Con el objetivo de enfatizar la vista hacia los muros perimetrales, esta área LOFT recurre a gigantescos paneles flexibles que reciben cómodos muebles para complementar la flexibilidad del generoso espacio. Piezas sabiamente integradas al entorno, de tamaño imponente y gran limpieza en medio del vivo colorido. Expositor: Ana María Gabriel.

Comedor + Cocina.

Espacios exclusivos para grandes áreas habitacionales que tiene como premisas: equilibrio, elegancia y personalidad. Una cocina vanguardista de líneas inmaculadas y alta tecnología, acompañada por su comedor intimista que tiene como punto central, una mesa de hierro pulido al agua con tapa de mármol Goflan Silver y las sillas ‘Costes’ enchapadas en madera de caoba. Expositores: Luis Ursino, Ester Chindamo, Andrea Montagna y Antonio Boz.

Dormitorio principal con baño y vestidor.

Arquitectura e interiorismo se mezclan en un sereno ambiente moderno –vestido de blanco con visos cálidos de madera de Teca– para que las funciones de reposar y relajarse, sean más plácidas en este mobiliario, poco pero intenso: cama y Lounge Chair con ottomana de Charles y Ray Eames, cajoneras flotantes y artefactos de baño en Corian. Expositores: ARQUIMADERA.

Dormitorio de hombre con escritorio.

Sus diseñadoras, para este ambiente monocromático, gris, sobrio y masculino, destinaron sólo dos muebles principales: una cómoda en Nogal italiano, estilo Art-Decó y una cama con chapa de Nogal y perfiles en acero, que la complementa. El respaldo curvo simula tablones macizos y los dos cajones tirettes que salen de los costados de la cama para ofrecer su luz. Expositor: OXIMORON.